Buttiglione: ‘La doctrina del Papa Francisco es una doctrina perfectamente tradicional’

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«En el pecado hay que considerar un lado objetivo, de materia grave, y un lado subjetivo, de falta de advertencia y deliberado consenso», reflexiona el filósofo italiano en una entrevista en la que también defiende que hay que «tomar en serio» a los «correctores» de Francisco porque «hicieron preguntas serias». «Creo que la posición del Papa es clarísima, pero si alguien quiere que se explique más hay que intentar explicar más»

«La doctrina del Papa Francisco es una doctrina perfectamente tradicional de la Iglesia: en el pecado hay que considerar un lado objetivo, de materia grave, y un lado subjetivo, de falta de advertencia y deliberado consenso». En una entrevista concedida al periódico chileno El Mercurio, el filósofo italiano Rocco Buttiglione defiende que «en cada paso se ve la continuidad entre Juan Pablo y Francisco» y asegura que «gran parte de los adversarios del Papa Francisco, fueron también los adversarios de Juan Pablo II, de Benedicto XVI, de Paulo VI y del Concilio».

Hace unos meses Buttiglione saltaba a la palestra como crítico de la ‘correctio filialis’ dirigida al Papa. Al hablar ahora de los «correctores» de Francisco, el filósofo italiano señala que «hay que tomarlos en serio, pues hicieron preguntas serias» y afirma que aunque cree que «la posición del Papa es clarísima», «si alguien quiere que se explique más hay que intentar explicar más».

A la afirmación del entrevistador de que «los llamados correctores del Papa han tomado una posición bien especial porque no debaten sino que condenan», Buttiglione responde: «No todos, pero algunos son así. Y escriben en latín, como si la lengua pudiera dar más fuerza a sus argumentos. Yo creo que hay que tomarlos en serio, pues hicieron preguntas serias. Yo intenté darles respuestas serias y espero poder mantener la discusión en un nivel de hermandad cristiana. No es fácil. Creo que la posición del Papa es clarísima, pero si alguien quiere que se explique más hay que intentar explicar más»

A continuación, puede leer la transcripción de algunos pasajes de la entrevista de Rocco Buttiglione ofrecida por Secretum Meum Mihi:

-A su juicio, ¿por qué el Papa Francisco ha sido tan discutido desde la misma Iglesia?

«Se debe a que es un Papa latinoamericano. Es eso. Es la expresión de una cultura importante que hasta ayer era una subordinada y que se hace y pide ser cultura de una Iglesia matriz, de una Iglesia que reflexiona a partir de su propia experiencia histórica sobre el acontecimiento de Cristo en la historia del hombre. Para los europeos esto es, naturalmente, difícil de entender. Tampoco fue fácil entender al Papa polaco… pero el Papa polaco al menos era europeo».

[…]

-Los llamados «correctores» del Papa han tomado una posición bien especial porque no debaten sino que condenan.

«No todos, pero algunos son así. Y escriben en latín, como si la lengua pudiera dar más fuerza a sus argumentos. Yo creo que hay que tomarlos en serio, pues hicieron preguntas serias. Yo intenté darles respuestas serias y espero poder mantener la discusión en un nivel de hermandad cristiana. No es fácil. Creo que la posición del Papa es clarísima, pero si alguien quiere que se explique más hay que intentar explicar más».

-El debate ha sido intenso y ha sido necesario defender al Papa Francisco como recta continuidad de Juan Pablo II y de Benedicto XVI.

«En cada paso se ve la continuidad entre Juan Pablo y Francisco. Pero con diferencias, y así debe ser. Además, un gran maestro no quiere ser repetido, quiere ser continuado. Yo fui amigo de Juan Pablo II y no puedo aceptar que se instrumentalice a Juan Pablo II contra el Papa Francisco. Yo me pregunté qué diría San Juan Pablo II si viviera hoy. Él diría: ‘Seguid al Papa’. Los adversarios, no todos, pero gran parte de los adversarios del Papa Francisco, fueron también los adversarios de Juan Pablo II, de Benedicto XVI, de Paulo VI y del Concilio. Tienen el modelo de una Iglesia que tiene que regresar a la alianza del trono y del altar. La doctrina del Papa Francisco es una doctrina perfectamente tradicional de la Iglesia: en el pecado hay que considerar un lado objetivo, de materia grave, y un lado subjetivo, de falta de advertencia y deliberado consenso. Tenemos hoy a mucha gente que es bautizada, pero que tiene una evangelización superficial».

[…]

-Una de las ideas de la exhortación apostólica «Amoris Laetitia» del Papa Francisco es que, como usted ya dijo, en el pecado hay factores objetivos y factores subjetivos. ¿Puede esto poner en riesgo la labor pastoral?

«El catolicismo es realista. El subjetivismo es una herejía, pero también lo es el objetivismo. Porque la realidad está hecha de sujetos y de objetos, y hay que evaluar ambos. Hay riesgo, claro, pero es el riesgo de la vida. Hay que tomar responsabilidades y jugarse. El cura no puede ser un funcionario que administre sacramentos sino que debe jugarse por un camino en la esperanza de salvar un alma. Este elemento de riesgo falta en el catolicismo y es fundamental. Francisco lo tiene. ¿Conoce la parábola de los talentos? La lectura tradicional es que debes estudiar y trabajar para aprovechar los talentos que Dios te ha dado. Nunca me convenció. Yo me acuerdo que una vez Juan Pablo II la explicó de manera diferente. ¿Qué le pasa al primer siervo si pierde todo? ¿Si juega todo y pierde? Yo pienso que el Amo lo habría perdonado. Frente a eso, el pecado del siervo que guarda todo es que no tiene confianza en la misericordia y no acepta el riesgo de la vida».

-La compasión, entonces, que parece estarse disolviendo en nuestro mundo. Todo lo que escribe el Papa Francisco tiene que ver con la compasión.

«Sí, y tiene que ver con el riesgo, fundamentalmente. Si usted lee ‘Centesimus Annus’ de Juan Pablo II verá que es la primera encíclica que entiende la idea del ineliminable factor de riesgo. ¿En ‘Amoris Laetitia’, cuál es el trasfondo…? Es la Magdalena: hay que tomar el riesgo de amar. Si uno ama puede cometer errores, pero si no ama, el error es mucho peor. Y los errores son errores, no cabe duda. Pero hay que tomar el riesgo de errar esperando en la misericordia. Hay una teología moral católica que piensa que el sentido de la vida es no cometer pecados. Eso significa no vivir. Podemos vivir intentando no cometer pecados, pero aceptando el riesgo de amar y de vivir. Si no, seremos como un empresario que no hace nada y no pierde nada y no gana nada».

-¿Incluso a costa de la condenación?

«Claro. Y es así. En la literatura polaca hay un poema llamado ‘Los antepasados’, donde hay una chica que no puede ir al Paraíso pues está ligada a la tierra porque siempre rechazó amar, no aceptó el acto de amar, no quiso amar. Esta idea está en Wojtyla, pero antes en Dante: en el Antiinfierno de Dante, donde están los que no tomaron el riesgo de la vida».

[…]

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Comentarios
10 comentarios en “Buttiglione: ‘La doctrina del Papa Francisco es una doctrina perfectamente tradicional’
  1. Buttiglione hace tiempo que perdió el norte. Intenta «sobrevivir», no solo editorialmente sino también como pensador. Que a estas alturas en las que estamos venga afirmando que «Amoris Laeticia es continuidad de otros Papas como Juan Pablo II, lo considero una simple tomadura de pelo.
    Siempre pongo el mismo ejemplo: cualquier persona que tenga un mínimo de lectura de cualquiera de los cuatro evangelios, y que de repente se encuentre leyendo el polémico capítiulo VIII de «amoris laeticia», y en concreto los apartado 300 al 305, y con más precisión el apartado 303, se da inmediata cuenta de que «amoris laetica» es, teológicametne hablando, sencillamente INDEFENDIBLE. No supera ni quiera el primer curso de teología. ¿Cómo es posible que esta gente, que se creen los reyes del pensamiento teológico pueden decir esas barbaridades? ¿Que es teólogo?; yo también lo soy y ademas estudié en el Angelicum, y afirmo que Amoris laeticia va en contra, no solo del Magisterio, sino del evangelio.

  2. Ahora me sorprende y alegra el extraño olfato que tuve cuando maldita la gracia que me hacía la moda neocón de acompañar con las palmas el baile del veleta inconsistente éste…

  3. Y este supuesto filósofo, al que la misericorditis ya le ha premiado con un puesto en una universidad pontificia, ¿ no sabe distinguir entre el pecado ocasional, en el que sí puede darse la no plena advertencia ni el pleno consentimiento, y el pecado continuado del adulterio consolidado ? Ya me explicará el Rocco como un tipo que lleva 10 años acostándose con una mujer que no es la suya ignora que no es la suya. En cualquier caso la ignorancia se cura con la catequesis, no con la comunión sacrílega, que añade al pecado de adulterio otro todavía más grave. ¡ Traidor !, eso es lo que eres, al igual que los de edizioni Ares, que publicaron tus sofismas para conseguir la consagración episcopal de un prelado que no se la merece, la cual todavía haría más daño al Opus Dei.

  4. Por cierto ¿ comparte sus sofismas Comuniones e Liberazione, movimiento del que forma o formaba parte ? Aquí todos tenemos que pronunciarnos. O estamos con la Iglesia Católica y el matrimonio indisoluble o estamos con la nefasta misericorditis, que deja al pecador en el pecado al no condenar el pecado y aprobar la conciencia deformada en el 303 de AL.

  5. Este hombre está equivocado. Y que diga que quienes formulan objeciones a la Amoris Laetitia lo hacen porque el Papa es «latinoamericano», o sea, hispanoamericano, me parece un insulto a la inteligencia. Sobre Juan Pablo II, si se quiere tener certeza sobre lo que diría, no hay más que leerse la Veritaris Splendor y la Familiaris Consortio.

  6. Tengo que destacar el 304 de AL: «Es mezquino detenerse solo a considerar si el obrar de una persona obedece o no a una ley o norma general, porque eso no basta,…» y Tomás de Aquino: «Aunque en los principios generales haya necesidad, cuanto más se afrontan las cosas particulares, más indeterminación hay», y 305 «Por ello un pastor no puede sentirse satisfecho solo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones irregulares como si fueran rocas que se lanzan sobre las vidas de las personas». Cuando Jesús dijo «lo que ha unido Dios, que no lo separe el hombre (varón)» fue para proteger a la mujer, que quedaba abandonada y en la miseria. La indisolubilidad del matrimonio es un ideal, igual que cuando dijo Jesús: «sed perfectos como vuestro Padre», pero luego admitió el perdón reconociendo la debilidad humana. Las normas deben ser actualizadas. No es humano condenar a seguir juntos a una pareja que se ofende continuamente, y que ya no se aman, y que quieren divorciarse.

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