“Si la oración no es valerosa, no es cristiana”

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Fe en Jesús y valor para ir más allá de las dificultades como han hecho tantos santos. Es esto lo que caracteriza la oración cristiana, tal como lo subrayó el Papa en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, el segundo viernes de enero, inspirándose en las curaciones narradas en el Evangelio

(Vatican News)¿Cómo es en el Evangelio la oración de los que logran obtener del Señor lo que desean? De esta pregunta surgió la reflexión del Santo Padre de esta mañana.

En el Evangelio de Marcos se relatan, tanto ayer como hoy, dos curaciones, recordó Francisco. Ayer la del leproso y hoy la del paralítico. Ambos rezan para obtener y lo hacen con fe: el leproso – subrayó el Papa – desafía incluso a Jesús con valor, diciendo: “¡Si quieres puedes purificarme!”. Y la respuesta del Señor es inmediata: “Lo quiero”. Por lo tanto todo es posible para quien cree, como enseña el Evangelio:

“Siempre, cuando nos acercamos al Señor para pedir algo, se debe partir de la fe y hacerlo en la fe: ‘Yo tengo fe de que puedes curarme, yo creo que tú puedes hacer esto’ y tener el coraje de desafiarlo, como el leproso de ayer, o este hombre de hoy, este paralítico de hoy. La oración en la fe”.

El Evangelio nos lleva a interrogarnos acerca de nuestro modo de rezar. No lo hagamos como “papagayos” y “sin interés” en lo que pedimos, sino que – sugirió el Papa – supliquemos al Señor que nos ayude con nuestra poca fe, incluso ante las dificultades. En efecto, son tantos los episodios del Evangelio en los que acercarse al Señor es difícil para quien tiene necesidad… Y esto nos sirve de ejemplo. Y recordó que el paralítico, en el Evangelio de hoy, incluso llega a ser calado desde el techo para que su camilla alcance al Señor que está predicando a la multitud. “La voluntad hace que se encuentre una solución” – subrayó el Santo Padre –, hace que se vaya “más allá de las dificultades”:

“Coraje para luchar a fin de llegar al Señor. Coraje para tener fe desde el inicio: “Si tú quieres puedes curarme. Si tú quieres, yo creo”. Y coraje para acercarme al Señor, cuando hay dificultades. Ese coraje… Tantas veces, se necesita paciencia y saber esperar los tiempos, pero no abandonar, ir siempre adelante. Pero si yo me acerco al Señor con fe y le digo: “Si tú quieres, puedes darme esta gracia”, y después, pero… dado que la gracia después de tres días no ha llegado, voy a otra cosa… y me olvido”.

Santa Mónica, la madre de Agustín, rezó y lloró tanto por la conversión de su hijo. Y logró obtenerla. El Papa Francisco la citó de entre tantos santos que han tenido gran valor en su fe. Coraje “para desafiar al Señor”, coraje para “ponerse en juego”, incluso si no se obtiene inmediatamente lo que se pide, porque en la “oración se juega de modo fuerte” y “si la oración no es valerosa, no es cristiana”:

“La oración cristiana nace de la fe en Jesús y va siempre con la fe más allá de las dificultades. Una frase para llevarla hoy en nuestro corazón  nos ayudará, de nuestro padre Abraham, a quien se le prometió la herencia, es decir, tener un hijo a los 100 años. Dice el apóstol Pablo: ‘Crean’ y con esto fue justificado. La fe y ‘se puso en camino’: fe y hacer de todo para llegar a aquella gracia que estoy pidiendo. El Señor nos ha dicho: ‘Pidan y les será dado’. Tomemos también esta Palabra y tengamos confianza, pero siempre con fe y poniéndose en juego. Éste es el coraje que tiene la oración cristiana. Si una oración no es valerosa no es cristiana”.

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Comentarios
4 comentarios en ““Si la oración no es valerosa, no es cristiana”
  1. Oración ¿ porqué ? ¿ para qué ? Es lo que la misericorditis se ve incapaz de responder. Si no existe el juicio final ni el infierno ni el purgatorio y todos estamos salvados ¿ qué necesidad tengo de orar ? La misericorditis se muerde la cola.

  2. Cualquier oracion dirigida por un cristiano a su Dios es cristiana. Las frases ocurrentes sin fundamento, siembran confusion y dudas en nuestra fe

  3. Scálfari dijo en su periódico, La Repúbblica, el más difundido en Italia, junto con el liberal Il Corriere della Sera, que su amigo Francisco, previamente entrevistado, no cree en el infiero ni en el purgatorio ni en el juicio final y que las almas pervertidas que mueren se auto destruyen. Todas estas afirmaciones no han sido desmentidas en ningún momento por la sencilla razón de que son ciertas; de otro modo, ya habrían sido desmentidas como las del cardenal Sarah, descalificado con inusitada rapidez, al día siguiente y con la carga de pública rectificación, en las dos ocasiones en que ha hablado sobre cuestiones menores, comparado con las anteriores, como son la Misa ad orientem y las competencias de las conferencias episcopales sobre las traducciones de los textos testamentarios.

  4. Los echenqiues de este mundo tienen en los vaticanólogos los nuevos doctores de la ley. Los echeniques de este mundo se están dedicando a sabotear el catolicismo en nombre de su iglesita.

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