Evo Morales convierte el apostolado en delito en Bolivia

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En Bolivia se puede ir a la cárcel, con una pena entre 7 y 12 años, por intentar convencer a otros de que ingresen en una congregación religiosa o cualquier asociación cristiana, del tipo que sea. Lo que siempre se ha llamado ‘proselitismo’, para entendernos.

Se trata, concretamente, de un nuevo artículo del Código Penal que el Gobierno indigenista de Evo Morales ha metido a tacón, el 88.11, que dice literalmente así: “Será sancionado con prisión de siete (7) a doce (12) años y reparación económica la que persona que por sí o por terceros, capte, transporte, traslade, prive de libertad, acoja o reciba personas con el fin de reclutamiento de personas para su participación en conflictos armados o en organizaciones religiosas o de culto”.

No solo está equiparando Evo -no se engañen: en Bolivia solo se hace lo que quiere Morales- una guerrilla con una organización religiosa, sino que emplea tal cúmulo de verbos en esta nueva figura delictiva (captar, transportar, trasladar, privar de libertad, acoger y recibir) que va a hacer casi imposible la actividad de congregaciones y asociaciones religiosas en todo el país. Incluso podría considerarse, hilando fino, que una parroquia es una «organización religiosa», con lo que los sacerdotes van a tener que andarse con pies de plomo.

Entendemos que la marcada aversión del Papa Francisco al proselitismo, que creemos basada en los excesos rozando lo coactivo de algunas técnicas de captación o del exceso de entusiasmo de algunos adeptos, tiene su explicación y sentido. Pero Evo lleva demasiado lejos este principio, e imaginamos que desde Santa Marta se responderá a esta imposición tiránica con la contundencia necesaria.

Evo es una reliquia, sátrapa de uno de los países más pobres y atrasado de Latinoamérica. Lo es en el sentido de representar una ‘ola’ política de populismo que está en decadencia en todo el área: ha desaparecido de Brasil y Argentina, ha provocado el caos en Venezuela, ha perdido todo el brillo de sus inicios.

Básicamente, este nuevo socialismo combina las desastrosas y empobrecedoras políticas económicas del antiguo con un personalismo caudillista, relato victimista de agravios reales o imaginarios y un tajante rechazo a la civilización procedente de Europa.

Como, por ejemplo, el cristianismo. Los otos regímenes indigenistas se han limitado, las más de las veces, con apoyarse en una versión corrompida y controlada del cristianismo, más o menos resucitando la agonizante y fracasada Teología de la Liberación. Pero en el caso del aymará que gobierna Bolivia, también hay intentos, al menos folclóricos, de resucitar creencias indígenas en absoluto desuso, como la famosa Pachamama.

Pese al discurso marxista habitual, el cristianismo no es el opio del pueblo, sino más bien, si nos empeñamos en mantener la analogía narcótica, la cocaína. Ha sido siempre fatal para los tiranos endosiados y arbitrarios con su defensa de la justicia, del derecho natural y, sobre todo, de los oprimidos y los pobres. Por eso todos ellos han querido pervertirlo, domesticarlo o borrarlo de la faz de la tierra.

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Comentarios
11 comentarios en “Evo Morales convierte el apostolado en delito en Bolivia
  1. ¡ Lógico ! Ya dijo su amigo Francisco, y lo repite como un mantra, que el proselitismo es el mayor pecado contra el ecumenismo ! ¡ Y Jesucristo, que nos sigue invitando al apostolado, sin enterarse ! Cualquier día lo mete en la cárcel el Evo, quien sí puede hacer apostolado de la hoz y el martillo, que le regaló a Francisco con cruz incluida.

  2. Esto lo hace el amiguete de Francisco, que demostró su afecto entregándole un hermoso crucifijo con hoz y martillo, igual al que tiene en su casa Casaldáliga. Y es que la gente del «buen rollito» aún no se quiere enterar de lo que hay detrás de los libertadores del pueblo: envidia, odio, repugnancia por la libertad. Sin matices.

  3. No sean hipócritas, Roma lleva así décadas, no solo con Francisco. ¿No tenía que haber protestado cuando, por ejemplo, el Estado arrebató a la Iglesia sus derechos allá por los primeros años de la Constitución? No hizo nada, bendijo al régimen y lo sigue bendiciendo a pesar de sus atrocidades, como la manipulación de la educación de los más inocentes.

  4. P.D.: Para los que albergan alguna esperanza: abandónenla porque la solución no va a caer del cielo por la cara; si NUNCA ha caído, menos ahora. Esto solo se soluciona con penitencia y oración, de cuales cada vez hay menos. El nivel de esperanzas es directamente proporcional al nivel de penitencia y oración. Y el objetivo de la penitencia y la oración, principalmente, es que de una vez por todas se acepte en Roma la fe bimilenaria de la Iglesia; que se abandone la frase del ecumenismo, de la colegialidad, de las misas-banquetes, de los bailes y de todas las historias que ha habido en estas décadas.

  5. Prohibir a la Iglesia hacer apostolado es tratar de eliminar su misma esencia: «Id y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo»

    Ante esta norma inicua sólo cabe una respuesta como creyentes: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres»

    Recemos por todos los cristianos de Bolivia.

  6. el eterno caminar de los países pobres, cuando están despegando en su economía, llegan los caudillos, se convierten en dictadores y la historia de hambre se repite, bueno, peor aún para este país, que al cortar la libertad religiosa la cosa se pone inevitablemente peor, pues seguramente buscan callar voces discordantes.
    Y la comunidad internacional que dice?

  7. Es una pena la opresión que vivimos en Bolivia, dictadura camuflada solventado por el narcotráfico, se sacó la Iglesia de de nuestras vidas ( a la fuerza) pero no de nuestros corazones y costumbres, ofenza tras ofenza a la Iglesia como cuando le regaló esa cruz en una hoz y martillo del comunismo. Que se puede esperar de un ignorante (4°grado inicial de eacuela) que gobierna Bolivia? Nos lleva a la ruina total

  8. ¡ Menos mal que es amigo íntimo de Francisco ! In Bolivia è sempre peggio: il governo comunista di Evo Morales si è inventato un nuovo “reato”, quello definito dell’«apostolato criminale»: sostanzialmente equipara la partecipazione a conflitti armati alle organizzazioni religiose o di culto, come dire i miliziani dell’Isis ai sacerdoti. Incredibile. E vergognoso. Anche perché in contrasto con l’art. 4 della Costituzione del Paese, che assicura piena «libertà religiosa» a tutti.A prevedere la sconcertante “novità” è l’art. 88.11 del nuovo Codice Penale, evidentemente utilizzabile, a totale discrezione del regime, per impedire la predicazione del Vangelo o qualsiasi altro annuncio spirituale, che abbia finalità di proselitismo. Chi sia riconosciuto “colpevole” rischia dai 7 ai 12 anni di carcere, oltre ad una pesante sanzione di carattere economico.

  9. Los ignorantes los usa el diablo para que sean sus secuaces. Pobre gente que quieren cuartarles su derecho de esparcir la Palabra de Dios.

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