Así se explica a Cristo en universidades ‘católicas’

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En un artículo publicado en La Nuova Bussola Quotidiana, Ettore Gotti Tedeschi analiza el libro Cristologia, per iniziare del ex rector de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, José Ramón Busto Saiz, y plantea qué puede significar recibir esa clase de enseñanza cristológica en un seminario o una Universidad Pontificia. 

(Ettore Gotti Tedeschi /La Nuova Bussola Quotidiana) Si conociera a un joven que tuviera verdadera vocación y que quisiera entrar en el seminario, sabiendo que su camino es ser, primero de todo, un santo sacerdote, tal vez después un obispo, cardenal e incluso papa, sabría a quien dirigirlo, le ayudaría a elegir para que evitara seminarios que, en mi opinión, podrían confundir su vocación y su misión futura enseñando filosofía inspirada en Kant y Heiddeger, y teología inspirada en Karl Rahner, y en los que se ignora totalmente a Santo Tomás de Aquino.

Lo que me causado esta preocupación y me ha instado a escribir este pequeño artículo, que probablemente no aporta nada nuevo a los teólogos, es la lectura de un pequeño volumen (con «aprobación eclesiástica»), definido en la presentación: «síntesis de conferencias a los educadores de los Colegios de la Compañía de Jesús». Se titula Cristologia, per iniziare – Ed.AdP, 2006. El autor es un conocidísimo jesuita español, el padre José Ramón Busto Saiz S.J., que cuando se publicó este libro era rector de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, donde enseña exégesis y teología. En la presentación el autor explica que el libro sirve para iniciarse en el misterio de Jesucristo después de la exégesis histórico-crítica y el redescubrimiento de su humanidad por parte de la teología de la segunda mitad del siglo XX, e introduce a Walter Kasper y su obra Gesù è il Cristo, clave de toda la teología. El autor continúa explicando qué ha cambiado en la cristología con el Concilio Vaticano II, que nos ha hecho a todos un poco más «adultos». Y para hacerlo cita las sugerencias de Karl Rahner en mérito al riesgo que había en el pasado de herejía incosciente, que consistía en el hecho que para considerar a Jesús verdadero Dios, se dejaba demasiado en segundo plano que él es verdadero hombre y que tuvo una historia humana que debe ser investigada desde el punto de vista histórico. Desde los años sesenta se comprende, por fin, que para creer en Dios es necesario que Dios sea creíble (¡yo no había pensado nunca en ello!).

Por lo tanto, no como nos lo han transmitido los Evangelios, que no son obras históricas, dan testimonios sospechosos y cuyos presuntos autores (con excepción tal vez de uno) no son testigos oculares de lo que narran, se contradicen, no citan las fuentes y, probablemente, estaban influenciados por los destinatarios de su trabajo, que querían que la historia de Jesús fuera interpretada así para ayudar a la fe. Por consiguiente, los Evangelios hay que leerlos de manera crítica. El libro cita una sola vez a María, mencionando que la concepción y el nacimiento virginal de Jesús pertenecen a la fe de la Iglesia. Nosotros confesamos en el Credo que Jesús nació de María Virgen, pero este misterio no se deduce por la investigación histórica; de hecho, sólo es accesible a la fe (si lo he entendido bien, encarnación significaría, efectivamente, que Dios vive en un hombre). Jesús predica el Reino de Dios, pero nunca lo describe, y explica que este reino llega de manera gratuita para todos, independientemente de nuestras acciones. Esto significa que el reino de Dios es ofrecido de manera gratuita a todos sin necesidad de merecerlo, porque Dios nos ama independientemente de lo que hagamos. Si tuviéramos que merecer el amor de Dios, entonces Jesús ¿sería probablemente un falso profeta?, se pregunta el autor. De todas formas, los primeros destinatarios del amor de Dios son los pobres (materiales) porque, según el autor, la iniquidad en la distribución de los bienes es el origen de todos los males (no el pecado original, que es ignorado por completo). Por lo tanto, todos son  hijos de Dios (pobres, marginados, pecadores), pero los elegidos son los pobres materiales visto que el mayor pecado (iniquidad) se ha llevado a cabo contra ellos.

Además, la oración del Padre Nuestro no ha salido de los labios de Jesús tal como la recitamos; digamos que ha sido adaptada por las comunidades primitivas para expresar el concepto de Jesús y sus seguidores. Nuestro inspirado autor subraya que en esta oración, Jesús augura una vida dedicada a la producción y a la repartición equa de los bienes de este mundo, naturalmente en relación con la creación (con perfume de ambientalismo). La relación con Dios tiene lugar, entonces, a través del ambiente que nos rodea, cosas, animales, personas, porque la creación es el cuerpo de Cristo y, por consiguiente, cada vez que se maltrata la creación, se maltrata el cuerpo de Cristo, se hace daño a Dios. Y aquí enseña a transformar los propios Evangelios (a pesar de que antes había puesto en duda la veracidad de los mismos) para afirmar lo que quiere. Dice que la frase: «Danos hoy nuestro pan de cada día» no está presente en ningún evangelista. Según el autor, Mateo dice: «Danos  hoy nuestro pan de mañana» y Lucas dice: «El pan de mañana dánoslo hoy«. Tal vez yo tenga un Evangelio erróneo, pero Mateo 6, 9-13 y Lucas 11, 3  dicen, en cambio, lo que yo recito en el Padre Nuestro. Hablando de la Eucaristía, explica que para los cristianos es la repetición de la Última Cena de Jesús. Y la explicación que da sobre el porqué los judíos deciden matar a Jesús es muy intrigante: porque expulsó a los mercaderes del templo, poniendo así en discusión el sistema social judío. De hecho, por eso Caifás cumple con su deber haciendo que se le condene. En resumen, que Jesús se buscó su propia muerte. ¿Tal vez incluso con la complicidad de Judas? Que, entonces, debería ser rehabilitado. El hecho más importante de nuestra fe, la Resurrección es abordado, en síntesis, como una profesión de fe vinculada a experiencias místicas. Quien hace resucitar al hombre es Dios y al decir: Jesús ha resucitado, lo que estamos diciendo es que Dios es resucitador de muertos. No tenemos pruebas de la Resurrección y los testigos no son fiables (¿tampoco Santo Tomás?), incluso son probables mentirosos, no hay nada que concuerde con lo que ellos afirman. Jesús es reconocido después de la muerte con los ojos de la fe. Pero si la Resurrección no está demostrada, los Sacramentos no son divinos, han sido establecidos por un hombre, tal vez perfecto, tal vez pecador (como hombre ¿podría no serlo? se pregunta el autor).

Al final, ¿cuál ha sido la obra de Jesús? Amar incondicionalmente, como Dios Padre. Y la historia está hecha de la correspondencia de este amor. Entonces, afirma nuestro autor, la famosa explicación de San Anselmo sobre la necesidad de la encarnación de Dios para la lógica de la Redención ya no se sostiene, porque es inaceptable que Dios exija la muerte de un inocente, por lo que es necesario cambiar esta explicación, aclarando que la salvación ya se ha obtenido, no debemos merecerla en absoluto. Dios no es meritocrático. Pero entonces, se pregunta, Jesús ¿de quién es el salvador? ¿Y de qué nos ha salvado? ¿Por qué tenemos que ser salvados?

Estimado lector, el problema es complejo. Antes del Concilio Vaticano II, Dios se encarnaba, era crucificado para tomar sobre sí las culpas del pecado original, resucitaba y nos enseñaba que para resucitar también nosotros debemos desearlo y merecerlo. Después del Vaticano II, nuestra salvación se obtiene reproduciendo a Jesús en nosotros, Jesús que ya ha salvado todo y a todos, nos ha reconciliado, ha hecho que seamos ya perdonados. Dios nos ha dado la salvación, ya no necesitamos merecernos nada. Para los cristianos ya no existen los Diez Mandamientos que pertenecen al Antiguo Testamento.

Mi deseo ha sido resumir, mal seguramente porque no soy teólogo, todo esto para explicar qué puede significar recibir la enseñanza en un seminario o una Universidad Pontificia. En el libro no se habla de pecado original, de Satanás, del mal, del infierno, de la gnosis, no se nombran en absoluto. ¿Tal vez porque ya no es necesario que existan? Pero si esto es lo que se enseña, ¿qué consecuencias podrá tener sobre la formación de un joven con vocación sacerdotal que aspira a santificarse y a santificar? ¿Todo esto para hacer que Dios sea creíble?

(Artículo publicado originalmente en La Nuova Bussola Quotidiana. Traducción de Helena Faccia Serrano)

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Comentarios
18 comentarios en “Así se explica a Cristo en universidades ‘católicas’
  1. Y luego os extrañais de que no haya vocaciones, que en las iglesias sólo haya cabezas blancas, que los conventos sean geriátricos, y que los pocos jóvenes que se convierten al cabo de dos años de acudir a misa y de escuchar homilías de este calibre, se vayan de la iglesia otra vez, porque piensen quesu conversión fue sólo una alucinación. Hace poco un cura nos predicó que no nos salva el oir muchas misas ni rezar mucho, que lo más probable es que no tuviéramos mucha fe. Me dieron ganas de ir a la sacristía y decirle. No sé si me salvaré, pero le aseguro que hace falta mucha fe para escucharles a ustedes todos los domingos y no salir corriendo.

  2. Yo soy seminarista y no me trago toda esta patraña. De hecho estoy en un seminario como el que se describe al principio del artículo (más bien la facultad de Teología que el seminario propiamente). Pero aquí estamos, luchando, sin arredrarnos, sabiendo que Cristo está en la Cruz clavado y en silencio. No hay excusas. Hay condicionantes, mayores dificultades, pero veo muchos que se escudan en la mala situación para justificar su propio fracaso. Muchos que se quejan sus hijos no van a misa o ellos mismos no rezan. Las vocaciones nacen de las familias que no escatiman en buscar lo mejor para sus hijos y les muestran a Dios tal como es.

    Oremos y vivamos DE VERDAD el acontecimiento de Cristo (el de los evangelios, el de la Iglesia Católica)

  3. Ahora conocen los spaghetti al Tetas, o Busto, o como se quiera llamar el decrépito SJ este de turno. Cuando hace ya largos años que aquí lo denunciaba todo, punto por punto, el gran Ricardo de la Cierva (qepd), nunca suficientemente ponderado…

  4. Estos jesuitas no creen en el cristianismo de XX siglos, ni en cristianismo de los Apóstoles, y nos piden que creamos en «su cristianismo» que hace aguas por todas partes. Inventarse un nuevo cristianismo, en el fondo es otra forma de soberbia, el non seviam de Satanas.

  5. ¿La alusión al Vaticano II está fuera de lugar y es inaceptable?
    Por supuesto, los muchos males de la Iglesia posteriores al Vaticano II, incluidas la destrución de la liturgia y la propagación en universidades y seminarios antaño católicos de ideas heterodoxas como las que se comentan en el artículo, no tienen nada que ver con aquel acontecimiento maravilloso, verdadera nueva pentecostés de la Iglesia, por supuesto que no. Son efecto de otros hitos de los años 60 del pasado siglo XX, como los Beatles, la minifalda, mayo del 68, la llegada del hombre a la luna. ¡Nada que ver con el sacrosanto y admirable concilio Vaticano II!

  6. Ettore Gotti Tedeschi se larga a escribir de temas que requieren un calado intelectual al cual tengo la impresión que dicho autor no llega.

    Es un artículo que contiene algunas verdades pero el enfoque es efectista y simplificador, como por ejemplo, en la mención acusatoria, injustificada y apta para mentecatos, del Sagrado Concilio Vaticano II.

    Gotti demuestra buena intención pero le faltan luces. Una pena.

  7. Dios me concedio la oportunidad de hacer estudios eclesiasticos en España en los Cursos 1983-1988. Lo que afirma ya se daba en la formacion, no es nada novedoso.
    Cuando se forma en el error las consecuencias llegaran.
    Treinta y cuatro años despues se ve la cosecha.

  8. Puede que Gotti Tedeschi no sea teólogo ni yo tampoco, pero percibimos la extensión de un falso kerygma(creo que sé lo que significa y quiero decirlo así) un «Dios te ama» que sustituye el sacrificio de Cristo por una salvación universal de la que Cristo es una muestra y no causa eficiente de la salvación. Por eso se ha arrinconado el credo niceno constantinopolitano » por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo,… y por nuestra causa fue crucificado». Tambien las palabras de la consagración -de momento-lo dejan claro» por vosotros y por muchos».
    Las palabras de Cristo en el Evangelio como el resto de la sagrada escritura no se compadecen con el falso kerigma que se difunde, En vez de la religion revelada, los nuevos sofistas teologos modernistas-tan sabios y sutiles ellos(Gotti Tedeschi no es teólogo-) nos explicarán -Rahner a la cabeza-la religión que se han inventado ellos.

  9. El dispensador de certificados de egolatría y petulancia nos ha dado una muestra de humildad intelectual.

    Sean díaz o sean noches,

    gracias!!!!

  10. Todo el razonamiento de Kasper es pura especulación al igual que la doctrina católica pero especulando y confrontando poco a poco se llega a la verdad, a no ser que uno se niegue a razonar porque afirma que ya posee la verdad. No lo publiqueis, es peligroso!!!

  11. Esta versión jesuítica no tiene ni pies ni cabeza. No entiendo como alguien se la puede tragar. Es fruto de la filosofía modernista, que como hizo Descartes se empieza desconfiando de todo, y al final solo se fía de uno mismo, y se cae en el subjetivismo más absoluto.
    Estos jesuitas desconfían de los «Evangelios, que no son obras históricas, dan testimonios sospechosos y cuyos presuntos autores no son testigos oculares de lo que narran» , y claro los primeros cristianos narraban fabulas, (y además no había grabadoras), pero claro, los jesuitas del s. XX, son «gente seria», y nos tenemos que fiar de ellos.
    La verdad, prefiero fiarme de San Marcos o San Lucas, que de cualquier mindundi jesuita.
    Con este planteamiento uno se puede cargar todo lo que quiera. Pero al final, si no creen que los Evangelios son palabra de Dios, no que hacen llamándose Cristianos.

  12. Jaja, se olvidan que Jesuscristo era un judío cabal e iba más allá de hecho. El sentido común se les a ido. A los dos bandos, a ustedes y a los otros. Mas fe de hecho, mucha pelea entre ustedes y es me parece, por la caca del Diablo. Bendiciones

  13. Lean gratis, pdf, el libro REcuperar la fe en dos días, capítulo 1, que deja fritos a esos hipercríticos de los Evangelios. Es lo primero que hay que hacer, pues la creencia de que los evangelios yerran y que se inventaron está muy extendida entre el cristiano medio y bajo. No sólo entre los teólogos. Es una herejía que ya empezó con Renán, quien la popularizó en el siglo XIX, y toca a su fin, gracias a Dios.

  14. El papa Francisco es el producto de estas corrientes ideológicas, el pobrismo y la marxista teología de la liberación. Esperemos que no alteren la Doctrina Católica, aunque lo intenten con A.L.

  15. Aunque parezca que no tiene nada que ver, tiene todo que ver. Ya lo creo. El Padre Pío, ridiculizado en esas universidades, fué perseguido por la misericorditis de su tiempo, por recordarnos la pasión con sus estigmas. Ahora es santo. A tantos les resulta insoportable la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Quieren resurrección sin pasión, un imposible, como cristianismo sin cruz. No predicar a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles, es un recorte que desnaturaliza el catolicismo, un fraude, el mayor de la historia de la Iglesia, perpetrado ante la pasividad y el silencio de quienes deberían hablar. http://comovaradealmendro.es/2017/12/8-afirmaciones-del-padre-pio-comenzar-ano-2/

  16. Estas doctrina sólo hacen a Dios mentiroso, a los cristianos primeros lelos o de una perversidad sectaria inimaginable y al entorno social en que vivieron nefando. Pero no sólo a los primeros cristianos sino a los que a lo largo de veinte siglos han seguido este camino que ha dado excelentes frutos a la humanidad. Para estos resultados no hace falta estudiar oficialmente teología, es como si a los médicos se les enseñara en las Universidades a matar o a dudar de los efectos de la propia ciencia. Y, «solodoctrina», recordar que la ciencia hincha y la caridad edifica, siempre me han parecido interesantes sus aportaciones pero hoy…todos tenemos un mal día. No sólo se sabe teología yendo a facultades, hay otros medios y, sobre todo, existe el Espíritu Santo que ilumina las verdades más que doctos profesores, aunque hayamos pasado por facultades o maestros.

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