El Papa considera superados los «viejos prejuicios» sobre Martín Lutero

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El Santo Padre ha recibido en audiencia a los miembros de la Presidencia de la Federación Luterana Mundial, a los que ha dirigido unas palabras en las que ha recordado el acto de octubre de 2016 en Lund.

En su discurso, el Papa ha expresado agradecimiento «porque las divisiones, aunque muy dolorosas, que nos han visto distantes y opuestos durante siglos, en las últimas décadas han confluido en un camino de comunión, en el  camino ecuménico suscitado por el Espíritu Santo».

«Nos ha llevado a abandonar los viejos prejuicios, como aquellos sobre Martin Lutero y sobre la situación de la Iglesia Católica en ese momento», ha señalado Francisco, al tiempo que ha asegurado que «con la memoria purificada hoy podemos mirar con confianza hacia un futuro que no está cargado con los contrastes y las preconcepciones del pasado».

El Papa ha añadido que «antes de las oposiciones, de las diferencias y de las heridas del pasado», existe «la realidad presente, común, fundacional y permanente de nuestro Bautismo». «Nos ha hecho hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Por lo tanto, nunca más podremos permitirnos ser adversarios o rivales.»

Puede leer a continuación el discurso que el  Santo Padre ha dirigido a los presentes durante el encuentro:

Querido hermano, querido  arzobispo Musa:

Le saludo cordialmente junto con el Dr. Junge, Secretario general,  a los Vicepresidentes y los delegados de la Federación Luterana Mundial, y al mismo tiempo le agradezco  sus amables palabras, y me congratulo con Usted por su reciente nombramiento como presidente.

Hoy podemos recordar juntos como enseña la Escritura, lo que el Señor ha obrado entre nosotros (ver Salmo 77: 12-13). El recuerdo va, en particular, a los momentos que han jalonado ecuménicamente el Año de la Conmemoración de la Reforma recién concluido. Me gusta recordar especialmente el 31 de octubre de 2016, cuando rezamos  en Lund, donde se instituyó la Federación Luterana Mundial. Era importante encontrarse ante todo en oración, porque no de proyectos humanos, sino de la gracia de Dios, brota y florece el don de la unidad entre los creyentes. Solo rezando podemos sostenernos unos a otros. La oración purifica, fortalece, ilumina el camino, hace proseguir. La oración es como el combustible de nuestro viaje hacia la unidad plena. De hecho, el amor del Señor, al que recurrimos mediante la oración, pone en movimiento el amor que nos acerca: de ahí la paciencia de nuestra espera, la razón de nuestra reconciliación, la fuerza para avanzar juntos. A partir de la oración, que es «« alma » de la renovación ecuménica y de la aspiración a la unidad; el diálgo «sobre ella se fundamenta y en ella encuentra su fuerza» (cf. Lett Env. Ut unum sint, 28).

Cada vez que rezamos podemos vernos unos a otros  en la perspectiva adecuada, la del Padre, cuya mirada se posa en nosotros amorosamente, sin preferencias ni distinciones. Y en el Espíritu de Jesús, en quien oramos, nos reconocemos como hermanos. Este es el punto desde el cual comenzar y recomenzar siempre. Desde allí miramos también a la historia pasada y damos gracias a Dios porque las divisiones, aunque muy dolorosas, que nos han visto distantes y opuestos durante siglos, en las últimas décadas han confluido  en un camino de comunión,  en el  camino ecuménico suscitado  por el Espíritu Santo. Nos ha llevado a abandonar los viejos prejuicios, como aquellos sobre Martin Lutero  y sobre la situación de la Iglesia Católica en ese momento. El diálogo entre la Federación Luterana Mundial y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, llevado adelante  desde 1967, ha contribuido  en gran medida a esto; un diálogo para recordar con gratitud hoy, cincuenta años después,  reconociendo también  algunos textos particularmente importantes, como la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación y, por último, el documento Del conflicto a la comunión.

Con la memoria purificada, hoy podemos mirar con confianza hacia un futuro  que no está cargado con los contrastes y las preconcepciones del pasado; un futuro en el que pesa la única deuda de amor mutuo (ver Rom 13: 8); un futuro en el que estamos llamados a discernir los dones que provienen de las diferentes tradiciones confesionales y acogerlos como patrimonio común. Antes de las oposiciones, de las diferencias y de  las heridas del pasado, existe, efectivamente, la realidad presente, común, fundacional y permanente de nuestro Bautismo. Nos ha hecho hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Por lo tanto, nunca más podremos permitirnos ser adversarios o rivales. Y si el pasado no puede cambiarse, el futuro nos interpela : no podemos retirarnos ahora de buscar y promover una comunión mayor en el amor y en la fe.

También estamos llamados a estar atentos  a la tentación de detenernos en el camino. En la vida espiritual, como en la vida de la Iglesia, cuando nos detenemos,  retrocedemos: conformarnos, detenernos por miedo,  pereza, cansancio o conveniencia  mientras se camina  hacia el Señor con nuestros  hermanos, es declinar su invitación.  Y para avanzar juntos hacia El  no son suficientes las buenas ideas, sino que es necesario dar  pasos  concretos y tender la mano. Sobre todo, significa entregarnos a la  caridad, mirando a los pobres, a los hermanos menores del Señor (ver Mt 25: 40): son nuestros preciosos indicadores a lo largo del camino. Nos hará bien tocar sus heridas con la fuerza sanadora de la presencia de Jesús y con el bálsamo de nuestro servicio.

Con este estilo simple, ejemplar y radical, estamos llamados, particularmente hoy, a proclamar el Evangelio, la prioridad de ser cristianos en el mundo. La unidad reconciliada entre los cristianos es parte indispensable de ese anuncio: «¿Cómo anunciar el Evangelio de la reconciliación sin comprometerse al mismo tiempo en la obra de la reconciliación de los cristianos?» (Ut unum sint, 98). En el camino, nos empujan  los ejemplos de quienes sufrieron por el nombre de Jesús y ya se han reconciliado por completo en la victoria de Pascua. Todavía hay muchos, en nuestros días, que sufren por el testimonio de Jesús: su heroísmo manso y pacífico es para nosotros  una llamada urgente a una fraternidad cada vez más real.

Querido hermano, invoco cordialmente todas las  bendiciones  de Dios sobre Usted  y pido al Espíritu Santo, que une lo que está dividido, que derrame sobre  nosotros su sabiduría suave y valiente. Y os pido a cada uno de vosotros que,  por favor, recéis por mí. Gracias.

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Comentarios
29 comentarios en “El Papa considera superados los «viejos prejuicios» sobre Martín Lutero
  1. No son prejuicios, son juicios y están más vigentes que nunca, pero Francisco, quien en su época de arzobispo de Buenos Aires tenía clarísimo que no eran prejuicios, ahora se critica a sí mismo. Personaje contradictorio donde los haya. Camina en la dirección de la onu de las religiones, donde cada una refleja sólo una parte de la verdad y todas juntas el todo, o sea, la nada. Si no sabe distinguir entre la Verdad revelada, que es el catolicismo, y las religiones creadas por el hombre en su búsqueda del Infinito, apaga y vámonos. Que se vaya si no cree que el catolicismo es la plenitud de la Verdad.

  2. “Misteriosamente”, han aparecido en algunas parroquias de Roma unos folletos con la fotografía de Francisco, rodeado por un rosario en el que se piden oraciones por diversas cosas. En pocas palabras el folleto dice más o menos lo siguiente:

    para que Roma vuelva a la fe
    para que la Virgen sea antes que Lutero
    para que la fe sea antes que la política
    para que Pannella y Bonino no sean señalados como ejemplos
    para que el papa vuelva a hablar con los cardenales primeramente, antes que con los periodistas
    para que el papa no persiga a los sacerdotes y ordenes religiosas que no le placen
    para que el papa no calle delante quien combate la vida y la familia.
    Está muy claro. ¡Estamos despertando! La gente se mueve. La gente ya se ha cansado. Los católicos no entienden a un papa que está a bien con el mundo y a los de su casa no responde ni hace caso. Al contrario. Parece que su objetivo sea el de colmar de parabienes a personajes que van en contra de nuestra fe.

    Marco Tosatti

  3. Conclusión obligada: El Papa es G¡1i#p0y@$.
    * Lo encripto para evitar censuras «farcijtas», pero el contenido es conocido universalmente y no necesita traducción.

  4. Frase completa: «Nos ha llevado a abandonar los viejos prejuicios, como aquellos sobre Martin Lutero y sobre la situación de la Iglesia Católica en ese momento». Tambien la Iglesia debe purificar su memoria.

  5. San Juan Pablo II «Hoy ante todo necesitamos una valoración nueva y común de muchos interrogantes que han surgido de Lutero y de su mensaje. Por este motivo he podido afirmar en el curso del 500 aniversario del nacimiento de Martín Lutero: «En la práctica, los esfuerzos científicos de los investigadores evangélicos y de los católicos, que han logrado resultados excelentes, han conducido a un panorama pleno y diferenciado de la personalidad de Lutero y a una complicada conexión de los acontecimientos históricos en la sociedad, en la política y en la Iglesia de la primera mitad del siglo XVI. De todos modos, lo que ha salido a la luz de modo convincente es la profunda religiosidad de Lutero(1), que ardía de ansia abrasadora por el problema del la salvación eterna

  6. No entiendo cómo, si ya no tiene prejuicios contra Lutero, no se va con los luteranos. Es un incoherente de tomo y lomo. No se va porque quiere guiarnos a los prados luteranos cuando tantos luteranos ya están de vuelta, visto el resultado de sus iglesia más vacías, mucho más, que las católicas, que ya es decir.

  7. Ricaardo, los prejuicios los tiene Francisco contra los católicos que se toman en serio su fe a los que insulta con las etiquetas que todos ya conocemos. De Lutero, en cambio , siempre se nos ha vendido una imagen amable que es absolutamente falaz como se ha podido comprobar. El cristiano que se toma en serio su fe tarde o pronto deja de ser luterano o protestante para entrar en la Iglesia Católica, por mucho que le pese a Francisco

  8. No sabemos que viento le ha dado al Papa Francisco con Lutero. Es una obsesión que se tiene que hacer mirar por uno bueno porque de normal tiene poco. Después de 500 años y con un luteranismo moribundo estamos descubriendo que Lutero era un santo y el gran reformador San Ignacio y tantos otros no se enteraron de nada y en 500, ¡ 500 ! años nadie se ha dado cuenta de la grandeza de la reforma y no hemos hecho otra cosa que tener prejuicios.
    Specola.

  9. Echenique: San Juan Pablo II no tenía la visión cerrada y antiecumenista que tu presentas. Lee las palabras que cito del primero como tambien la Declaración sobre la Justificación. Hay que seguir el Magisterio.

  10. ¿ Tanta obsesión por Lutero no será el mayor indicio de que es luterano ? ¿ Porqué no se va con ellos ? Porque, aunque el proselitismo, según Francisco, es el mayor pecado contra el ecumenismo, él si lo puede ejercer sin pecar y quiere convertirnos a los católicos en protestantes, haciendo de la misericorditis el estadio intermedio.

  11. Ecco il testo di Tornielli:
    “Accenni espliciti e immagini che preannunciano una crisi difficile nella Chiesa si ritrovano nei messaggi collegati alle apparizioni di Akita, in Giappone, avvenute nel 1973 e riconosciute come soprannaturali, con il consenso di Roma, dal vescovo Niigata, monsignor John Shojiro Ito. Il vescovo, prima di rendere pubblica l’approvazione, nel 1988 si era incontrato in Vaticano con il cardinal Ratzinger. La Madonna, il 13 ottobre 1973, anniversario del miracolo del sole avvenuto a Fatima, aveva detto a una religiosa, suor Agnese Sasagawa, che
    “L’opera del diavolo si insinuerà persino nella Chiesa in una maniera tale che si vedranno cardinali opporsi ad altri cardinali, vescovi contro vescovi. I sacerdoti che mi venerano saranno disprezzati e ostacolati dai loro confratelli… la Chiesa sarà piena di coloro che accettano compromessi”.
    È impressionante, vero, leggerlo adesso, alla luce di quello che sta accadendo nella Chiesa? Una fotografia
    Marco Tosatti

  12. Cosillas del gran reformador:” matadles como a sabandijas “ (a los campesinos alemanes que se sublevaron contra los señores que les imponían la reforma, y, de paso, se incautaron los bienes de iglesias y monasterios). “La peor de las abominaciones” (refiriéndose a la Misa católica). “Peca mucho y cree más “ . El, desde luego, en esto, predicó con el ejemplo: soez, glotón, borracho, libidinoso, cruel y otros muchos adornos personales. Naturalmente, sus agiografos se callan o dulcifican estas cosillas. Y ahora pregunto ¿ De verdad merece un homenaje este sujeto con el daño inmenso causado a la Iglesia que ha hecho?

  13. ¿En los últimos 50 años qué han hecho los luteranos por acercarse a los católicos? ¡Nada! Han continuado degradándose, aceptando el divorcio y las uniones homosexuales, por ejemplo.

    Mientras tanto los «ecumeníacos» católicos han destrozado la liturgia, puesto en duda toda la doctrina y poniendo confusión en la moral; han acelerado la secularización y extensas regiones de América, antes católicas, han pasado a las sectas protestantes.

    Solo «parece» que hay acercamiento a los que tienen mentalidad protestante

  14. Lutero ingresó n el convnto, no por una tormenta, sino porque había matado a un compañero de estudios en un duelo, y el convnto era un lugar de asilo. Así se coprende mejor sus escrúpulos, pues tenía razones objetivas para temer la condena al infierno. . Su doctrina es un esfuerzo por solucionar sus propios probelmas psicológicos. Además, está bastante probado que se suicidó estrangulándose en la cama. Era dado a la gula y la borrachera y su lenguaje era grosero en extremo. Religiosidad sí, pero desorientada.

  15. Una cosa es la personalidad de LUtero, otro su doctrina y otra el ecumenismo. Hay que enfadarse con San JUan Pablo II por los pasos de gigante que dio en el ecumenismo.

  16. El Papa podrá considerar que lo de Lutero esta superado, (pienso por ignorancia, y seguro que no ha ni leído la autobiografía del tal individuo (Lutero)), pero los CATOLICOS desde luego NO.

  17. A la autoridad que se separa de la recta doctrina católica se le hace el vacío no acudiendo a los actos en que esté presente y punto.

  18. Es una vergûenza escuchar estas palabras del Papa que encierran posibles acciones de futuro que traerán mucho dolor y división a los católicos. Es inconcebible que un hombre formado y culto diga estas barbaridades y que además es el Papa. ¿Qué pretendes «Francisco»?. Tú, como Papa, conoces los testimonios de santos que dicen que Lutero está en el infierno y, si es así, no fue por disentir sino por su orgullo y soberbia pues, no le importo dividir la Iglesia por mantener sus posiciones. Lutero es el único responsable de su situación, independientemente de si tenía o no razón en algunas cosas. No fue el único en discerpar, muchos otros, algunos santos de la época, sufrieron y mantuvieron leal y humildemente sus discrepancias, no así Lutero que politizó el asunto hasta conseguir dividir a todo el continente y ocasionar guerras con muchos muertos. Muertos que a Lutero y seguidores, no le importaron nada. En vez de ser luz para los protestantes, Francisco, los mantienes en el error.

  19. Gracias por sus desvelos, Santidad. De hecho, nosotros los católicos/luteranos/veganos/musulmanes también nos desvelamos por Su Santidad, y como últimamente le vemos un poco cansado, rogamos cada día al Señor para que deje su ardua labor en el Vaticano e ingrese en una casa de salud. Tenemos entendido que en la Argentina las hay fetén.

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