Cañizares: ¿Se puede ser independentista y un buen católico? «No»

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Les ofrecemos algunos extractos de la entrevista ofrecida por el Vicepresidente de la CEE al periódico La Razón.

– La Conferencia episcopal habla de la reforma constitucional como una salida al atolladero catalán. ¿Qué piensa sobre ello?

– La Conferencia siempre ha sido muy clara sobre ello. Hemos apelado siempre a la Constitución. El cardenal presidente, en su discurso de apertura, apelaba a la Constitución. Es la postura oficial de la Iglesia. Además, deberíamos entrar más a fondo en el tema de la unidad de España, del valor moral de la unidad de España. El problema de los nacionalismos no es exclusivo de nuestro país. Está en Italia con el norte, en Francia con Córcega, en Alemania con Baviera, en Bélgica con Flandes, en Reino Unido con Escocia…. Es un tema muy actual. Sería muy oportuno que en estos momentos se hiciese una calificación de la no legitimidad del secesionismo en países democráticos. Es lo que el Papa está diciendo. A veces se acude al Papa para otras cosas y no para esto.

– ¿Cómo valora la actitud del obispo de Solsona?

– Yo no valoro a compañeros míos ni a personas en concreto. Simplemente digo que está confundido. El amor a Cataluña no se demuestra diciendo cosas que no corresponden a la verdad. Yo amo mucho a Cataluña. Desde pequeño mi padre me inculcó el amor a Cataluña. Tergiversar la verdad histórica es no querer a Cataluña.

– ¿Se le debería expedientar?

– No entro yo en eso.

– ¿Qué siente cuando escucha que se escondieron urnas en el referéndum ilegal en iglesias?

– Me dolió y me dolerá siempre. La Iglesia no está para eso.

– ¿Qué postura debe tener la Iglesia ante los que quieren romper España?

– La reconciliación, la unidad, la verdad, la defensa del bien común. Éste no es sólo Cataluña, es el resto de España que acompaña a Cataluña en el gran proyecto que es España.

– ¿Se puede ser independentista y un buen católico?

– En el caso de la secesión, no. Lo digo cuando se trata de países democráticos. No se puede ser católico en Italia y defender el secesionismo. San Juan Pablo II decía: «La unidad de Italia no se toca, es un bien moral».

– ¿Qué le parece la fe de Junqueras, el hecho de que apele a su condición de creyente católico como argumento de defensa?

– La enseñanza de la Iglesia es clara. Ni el señor Junqueras ni nadie puede decir que el secesionismo se apoya en la Iglesia. Cuando se genera odio, una violencia que no es simplemente violencia física sino agresión al contrario, eso no es ser cristiano. El independentismo ha suscitado odios que no existían. La Iglesia trabajará siempre por la unidad, la convivencia, la concordia, el bien común de todos los afectados. ¿Quiénes son los afectados? Toda España, no solamente Cataluña. Es la doctrina de la Iglesia. ¿Qué estamos viviendo? Que Cataluña se rompe. Ahora en Navidad, algunas familias que tradicionalmente se han juntado no lo pueden hacer. Y otras, si se juntan, es para hablar del tiempo, no para hacerlo de los problemas que afectan a todos. Hay división. Hay que acabar con ella.

– ¿Se puede reconciliar la sociedad catalana y la convivencia en España?

– Se puede y se debe. Hay que apoyar lo que es posible y legitimo. La reconciliación es de todos, la unidad para un proyecto común que se llama España. Hay que recordarlo.

– ¿Teme que la postura de parte de la Iglesia catalana y cierta tibieza de la Conferencia Episcopal perjudique la campaña de la «x» en la declaración de la renta?

– No lo sé. Los movimientos sociales se mueven por la inmediatez más que por los recuerdos. También por algunas posiciones mantenidas por eclesiásticos que no favorecen en nada. No simplemente respecto a la «x», tampoco favorece en nada para la comprensión y la verdad de la Iglesia.

– ¿Nota algunas campañas contra todo lo que sea favorecer a la Iglesia?

– Hay campañas que efectivamente no están a favor de la Iglesia. Hemos de ser claros. Eso viene también de una cultura de unas ideologías muy fuertes, como la de género. Supone la negación de la verdad del hombre y de la Creación negar que Dios nos hizo hombre y mujer. Eso no significa no respetar a los homosexuales o lesbianas. Yo les respeto muchísimo. Nunca me escucharán, aunque algunos se empeñen en ello, hablar contra ellos. Pero la verdad de las cosas es la verdad de las cosas. Hace unos días se aprobó la proposición de Ley de la EGTBI en el Parlamento. Si se aprueba así, supone el establecimiento de la dictadura del pensamiento único, de la negación de las libertades y de la persona de la democracia. Hay que decirlo con toda la claridad. Todos los partidos estuvieron a favor, el PP se abstuvo. Tan solo cuatro votos en contra: Jorge Fernández, del PP, y los tres de UPN. ¿Saben lo que votaron? Que llegamos con ello a un país totalitario. Las sanciones que imponen a padres, a colegios, a publicaciones. La promoción de esa ideología única. Eso es muy grave.

– ¿Puede cundir el ejemplo como el de un colegio de Lérida que no celebrará la Navidad porque no hay nada que celebrar en referencia a que no ha llegado la independencia?

– Es burdo y destructivo. Serán muy pocos los que le sigan, si le sigue alguno.

– ¿Le consta o da credibilidad a intentos del ex Gobierno de Cataluña para que el Vaticano hiciera de mediador entre Puigdemont y Rajoy ?

– No lo sé, no me consta. El Vaticano no tiene nada que hacer en ello. Simplemente tiene que ser consecuente con lo que ha dicho: que se cumpla la ley. Dentro del marco legal, que se llegue donde se tenga que llegar. Me refiero a los países democráticos.

– El ejercicio de la política, está en decadencia en cuanto a valoración de los ciudadanos. ¿Por qué? ¿Qué debería cambiar?

– Que los políticos busquen el bien común por encima de los intereses de los partidos. El bien común se llama España, la persona y su dignidad, la libertad, la justicia, estar muy atentos a los desfavorecidos. Resulta muy extraño, por ejemplo, que en todo este proceso de Cataluña no he oído a nadie referirse a los pobres, a quienes se van a quedar sin empleo, a los verdaderamente perjudicados. Hacer política es resolver los problemas de la sociedad.

– ¿La política debe estar al servicio de la sociedad? ¿Debe aceptar lo que ésta reclama?

– Hay que tener discernimiento. Lo que es justo, bueno, conforme a los derechos humanos, a la dignidad, a la persona, la familia, la paz, la ayuda a los desfavorecidos. La sociedad puede pedir muchas cosas y no todas son aceptables. En Alemania trajo el hitlerismo y destruyó Europa.

– ¿Qué importancia le da a la educación como vía de adoctrinamiento desde el poder político?

– La verdad es que hay un adoctrinamiento desde grupos políticos a través de la escuela. Tal como se estudia la Historia en algunos lugares, es adoctrinamiento. Y se dirige a los niños y a los jóvenes, quienes no tienen formada todavía su idea sobre la verdad de las cosas. Eso es adoctrinamiento, como la tergiversación de la Historia, o las inmersiones lingüísticas obligadas.

– ¿Qué papel juega la educación en una sociedad?

– La educación en España no debe ser mera información para manipulación de las personas, sino que debe ofrecer el sentido de la vida, de la persona en su integridad. Si en ello no están todos los partidos unidos difícilmente vamos a crear una sociedad sana, libre, democrática.

– ¿Cuál es el sistema, si no perfecto, mejor para la educación?

– Que se cumpla el artículo 27 de la Constitución, aquél que fue el más debatido de la Carta Magna. Suárez no cedió sobre el dilema de que eduque el Estado o la familia. Si educa el Estado, no hemos salido de la Dictadura. Si es la familia, nos abrimos a la democracia. Me temo que ése sea uno de los puntos de choque ante una reforma. Que no lo toquen, que se cumpla y se respete.

– ¿Existe una persecución a los colegios concertados por parte de los partidos y organizaciones de izquierda, especialmente si son católicos?

– Sí, en algunas comunidades.

– ¿Por ejemplo?

– Póngalo usted que ha escrito mucho sobre eso y ha defendido la libertad de enseñanza. (Evidentemente se refiere a la Comunidad Valenciana).

– Parece que las iglesias están con menos fieles. ¿Cuáles son las causas?

– La desecularización y lo que el Papa llama la «apostasía silenciosa», cultura dominante en la que Dios no cuenta, la que conlleva el ocultamiento de la verdad del hombre. Eso influye en la práctica religiosa. Aparte de las ideológicas y de pensamiento, también están las propias debilidades de la Iglesia. Asimismo, ese complejo que existe de que lo religioso es un asunto privado.

– ¿Siguen decayendo las vocaciones sacerdotales?

– Depende de la diócesis. En la de Toledo y Valencia están aumentado. En Andalucía, que ha tenido una influencia ideológica de muchos años, van en aumento. ¿Por qué? Porque Andalucía está menos desecularizada. Mundialmente hay más vocaciones que hace 15 años. En Asia y África hay subidas hasta espectaculares.

– ¿Hay fecha para una visita del Papa Francisco a España?

– Ojalá. No lo descarto. No estoy de acuerdo con quienes dicen que está totalmente descartado. No lo está.

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Comentarios
3 comentarios en “Cañizares: ¿Se puede ser independentista y un buen católico? «No»
  1. Me parecen bien las respuestas del Cardenal. Es verdad que alguna de ellas podría estar mejor fundamentada pero en general creo que se entiende lo que quiere decir: hoy en España la secesión no es moral (se salta una ley justa, lo hace desde el odio, el España nos roba, provoca divisiones y tensiones, va contra el bien común, la solidaridad,…); para la reforma de la Constitución nos referimos a lo que dice la Constitución; la unidad de España es un bien moral, etc.

    También Mn Reig y muchos otros Obispos (Sanz de Oviedo, Demetrio, Ávila, Toledo…) han defendido la unidad de España y el respeto a la ley que en este caso es justa y no veo que hayan recibido críticas por ello.

  2. Con todos los respetos al Sr. Cardenal, la «dictadura» o no , no es la cuestión que hace que el Estado eduque a los niños en vez de los padres, son los hechos concretos de un régimen polítco. No consta que en tiempos de Franco éste controlara directa o indirectamente lo que se enseñara, por encima o contra la ley natural o la Iglesia.
    Por otro lado recordarle también que la Iglesia no está ligada , según el Vaticano II, a ningún régimen o forma de gobierno, pensando que , en sí mismo, sea mejor o peor. Lo que hace un sistema de gobierno «apto» es la moralidad de sus acciones y la aquiescencia libre de sus ciudadanos. La democracia, para muchos, no es «la mejor de las peores formas de gobierno», puede ser mala , manipulativa ,engañadora corrupta y favorecedora de inmoralidad económica y social, etc. etc. Un repaso a los clásicos, como Platón y Aristóteles , nunca es malo y un contraste con la realida nacional e internacional no sólo no es malo, sino necesario para un juicio adecuado.

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