En su mensaje para la celebración de la LI Jornada Mundial de la Paz, Francisco invita a acoger a quienes se ven obligados a abandonar su tierra y pide a los responsables del bien público a impulsar las políticas de acogida al máximo de lo que «permita el verdadero bien de su comunidad»
El próximo 1 de enero se celebra la Jornada Mundial de la Paz. Este año el tema de la jornada es «Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz».
Con motivo de esta celebración, el Papa Francisco ha enviado un mensaje en el que ha querido recordar a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados, muchos de ellos dispuestos a arriesgar sus vidas y soportar el cansancio y el sufrimiento.
«Abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental», ha manifestado el pontífice.
En su mensaje, Francisco señala que «todos los datos de que dispone la comunidad internacional indican que las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro» e invita a no considerar esta perspectiva una amenaza, sino contemplarla «con una mirada llena de confianza, como una oportunidad para construir un futuro de paz».
Para el pontífice, los migrantes «no llegan con las manos vacías» a los países que los reciben sino que «traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías y sus aspiraciones, y por supuesto los tesoros de su propia cultura, enriqueciendo así la vida de las naciones que los acogen».
El Papa también ha hecho un llamamiento a los responsables del bien público a tener una «mirada contemplativa» y a impulsar las políticas de acogida al máximo de lo que «permita el verdadero bien de su comunidad».
En este sentido, Francisco denuncia que en muchos países de destino se ha difundido una retórica que enfatiza los riesgos para la seguridad nacional o el coste de la acogida «despreciando así la dignidad humana que se les ha de reconocer a todos».
«Los que fomentan el miedo hacia los migrantes, en ocasiones con fines políticos, en lugar de construir la paz siembran violencia, discriminación racial y xenofobia, que son fuente de gran preocupación para todos aquellos que se toman en serio la protección de cada ser humano», subraya.
A continuación, el mensaje del Santo Padre:
Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz
1. Un deseo de paz
Paz a todas las personas y a todas las naciones de la tierra. La paz, que los ángeles anunciaron a los pastores en la noche de Navidad,[1] es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia, y a los que tengo presentes en mi recuerdo y en mi oración. De entre ellos quisiera recordar a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados. Estos últimos, como afirmó mi querido predecesor Benedicto XVI, «son hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que buscan un lugar donde vivir en paz».[2] Para encontrarlo, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas a través de un viaje que, en la mayoría de los casos, es largo y peligroso; están dispuestos a soportar el cansancio y el sufrimiento, a afrontar las alambradas y los muros que se alzan para alejarlos de su destino.
Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental.
Somos conscientes de que no es suficiente sentir en nuestro corazón el sufrimiento de los demás. Habrá que trabajar mucho antes de que nuestros hermanos y hermanas puedan empezar de nuevo a vivir en paz, en un hogar seguro. Acoger al otro exige un compromiso concreto, una cadena de ayuda y de generosidad, una atención vigilante y comprensiva, la gestión responsable de nuevas y complejas situaciones que, en ocasiones, se añaden a los numerosos problemas ya existentes, así como a unos recursos que siempre son limitados. El ejercicio de la virtud de la prudencia es necesaria para que los gobernantes sepan acoger, promover, proteger e integrar, estableciendo medidas prácticas que, «respetando el recto orden de los valores, ofrezcan al ciudadano la prosperidad material y al mismo tiempo los bienes del espíritu».[3] Tienen una responsabilidad concreta con respecto a sus comunidades, a las que deben garantizar los derechos que les corresponden en justicia y un desarrollo armónico, para no ser como el constructor necio que hizo mal sus cálculos y no consiguió terminar la torre que había comenzado a construir.[4]
2. ¿Por qué hay tantos refugiados y migrantes?
Ante el Gran Jubileo por los 2000 años del anuncio de paz de los ángeles en Belén, san Juan Pablo II incluyó el número creciente de desplazados entre las consecuencias de «una interminable y horrenda serie de guerras, conflictos, genocidios, “limpiezas étnicas”»,[5] que habían marcado el siglo XX. En el nuevo siglo no se ha producido aún un cambio profundo de sentido: los conflictos armados y otras formas de violencia organizada siguen provocando el desplazamiento de la población dentro y fuera de las fronteras nacionales.
Pero las personas también migran por otras razones, ante todo por «el anhelo de una vida mejor, a lo que se une en muchas ocasiones el deseo de querer dejar atrás la “desesperación” de un futuro imposible de construir».[6] Se ponen en camino para reunirse con sus familias, para encontrar mejores oportunidades de trabajo o de educación: quien no puede disfrutar de estos derechos, no puede vivir en paz. Además, como he subrayado en la Encíclica Laudato si’, «es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental».[7]
La mayoría emigra siguiendo un procedimiento regulado, mientras que otros se ven forzados a tomar otras vías, sobre todo a causa de la desesperación, cuando su patria no les ofrece seguridad y oportunidades, y toda vía legal parece imposible, bloqueada o demasiado lenta.
En muchos países de destino se ha difundido ampliamente una retórica que enfatiza los riesgos para la seguridad nacional o el coste de la acogida de los que llegan, despreciando así la dignidad humana que se les ha de reconocer a todos, en cuanto que son hijos e hijas de Dios. Los que fomentan el miedo hacia los migrantes, en ocasiones con fines políticos, en lugar de construir la paz siembran violencia, discriminación racial y xenofobia, que son fuente de gran preocupación para todos aquellos que se toman en serio la protección de cada ser humano.[8]
Todos los datos de que dispone la comunidad internacional indican que las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro. Algunos las consideran una amenaza. Os invito, al contrario, a contemplarlas con una mirada llena de confianza, como una oportunidad para construir un futuro de paz.
3. Una mirada contemplativa
La sabiduría de la fe alimenta esta mirada, capaz de reconocer que todos, «tanto emigrantes como poblaciones locales que los acogen, forman parte de una sola familia, y todos tienen el mismo derecho a gozar de los bienes de la tierra, cuya destinación es universal, como enseña la doctrina social de la Iglesia. Aquí encuentran fundamento la solidaridad y el compartir».[9] Estas palabras nos remiten a la imagen de la nueva Jerusalén. El libro del profeta Isaías (cap. 60) y el Apocalipsis (cap. 21) la describen como una ciudad con las puertas siempre abiertas, para dejar entrar a personas de todas las naciones, que la admiran y la colman de riquezas. La paz es el gobernante que la guía y la justicia el principio que rige la convivencia entre todos dentro de ella.
Necesitamos ver también la ciudad donde vivimos con esta mirada contemplativa, «esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas [promoviendo] la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia»;[10] en otras palabras, realizando la promesa de la paz.
Observando a los migrantes y a los refugiados, esta mirada sabe descubrir que no llegan con las manos vacías: traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías y sus aspiraciones, y por supuesto los tesoros de su propia cultura, enriqueciendo así la vida de las naciones que los acogen. Esta mirada sabe también descubrir la creatividad, la tenacidad y el espíritu de sacrificio de incontables personas, familias y comunidades que, en todos los rincones del mundo, abren sus puertas y sus corazones a los migrantes y refugiados, incluso cuando los recursos no son abundantes.
Por último, esta mirada contemplativa sabe guiar el discernimiento de los responsables del bien público, con el fin de impulsar las políticas de acogida al máximo de lo que «permita el verdadero bien de su comunidad»,[11] es decir, teniendo en cuenta las exigencias de todos los miembros de la única familia humana y del bien de cada uno de ellos.
Quienes se dejan guiar por esta mirada serán capaces de reconocer los renuevos de paz que están ya brotando y de favorecer su crecimiento. Transformarán en talleres de paz nuestras ciudades, a menudo divididas y polarizadas por conflictos que están relacionados precisamente con la presencia de migrantes y refugiados.
4. Cuatro piedras angulares para la acción
Para ofrecer a los solicitantes de asilo, a los refugiados, a los inmigrantes y a las víctimas de la trata de seres humanos una posibilidad de encontrar la paz que buscan, se requiere una estrategia que conjugue cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar.[12]
«Acoger» recuerda la exigencia de ampliar las posibilidades de entrada legal, no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes a lugares donde les espera la persecución y la violencia, y equilibrar la preocupación por la seguridad nacional con la protección de los derechos humanos fundamentales. La Escritura nos recuerda: «No olvidéis la hospitalidad; por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles».[13]
«Proteger» nos recuerda el deber de reconocer y de garantizar la dignidad inviolable de los que huyen de un peligro real en busca de asilo y seguridad, evitando su explotación. En particular, pienso en las mujeres y en los niños expuestos a situaciones de riesgo y de abusos que llegan a convertirles en esclavos. Dios no hace discriminación: «El Señor guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda».[14]
«Promover» tiene que ver con apoyar el desarrollo humano integral de los migrantes y refugiados. Entre los muchos instrumentos que pueden ayudar a esta tarea, deseo subrayar la importancia que tiene el garantizar a los niños y a los jóvenes el acceso a todos los niveles de educación: de esta manera, no sólo podrán cultivar y sacar el máximo provecho de sus capacidades, sino que también estarán más preparados para salir al encuentro del otro, cultivando un espíritu de diálogo en vez de clausura y enfrentamiento. La Biblia nos enseña que Dios «ama al emigrante, dándole pan y vestido»; por eso nos exhorta: «Amaréis al emigrante, porque emigrantes fuisteis en Egipto».[15]
Por último, «integrar» significa trabajar para que los refugiados y los migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad que les acoge, en una dinámica de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales. Como escribe san Pablo: «Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios».[16]
5. Una propuesta para dos Pactos internacionales
Deseo de todo corazón que este espíritu anime el proceso que, durante todo el año 2018, llevará a la definición y aprobación por parte de las Naciones Unidas de dos pactos mundiales: uno, para una migración segura, ordenada y regulada, y otro, sobre refugiados. En cuanto acuerdos adoptados a nivel mundial, estos pactos constituirán un marco de referencia para desarrollar propuestas políticas y poner en práctica medidas concretas. Por esta razón, es importante que estén inspirados por la compasión, la visión de futuro y la valentía, con el fin de aprovechar cualquier ocasión que permita avanzar en la construcción de la paz: sólo así el necesario realismo de la política internacional no se verá derrotado por el cinismo y la globalización de la indiferencia.
El diálogo y la coordinación constituyen, en efecto, una necesidad y un deber específicos de la comunidad internacional. Más allá de las fronteras nacionales, es posible que países menos ricos puedan acoger a un mayor número de refugiados, o acogerles mejor, si la cooperación internacional les garantiza la disponibilidad de los fondos necesarios.
La Sección para los Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral sugiere 20 puntos de acción[17] como pistas concretas para la aplicación de estos cuatro verbos en las políticas públicas, además de la actitud y la acción de las comunidades cristianas. Estas y otras aportaciones pretenden manifestar el interés de la Iglesia católica al proceso que llevará a la adopción de los pactos mundiales de las Naciones Unidas. Este interés confirma una solicitud pastoral más general, que nace con la Iglesia y continúa hasta nuestros días a través de sus múltiples actividades.
6. Por nuestra casa común
Las palabras de san Juan Pablo II nos alientan: «Si son muchos los que comparten el “sueño” de un mundo en paz, y si se valora la aportación de los migrantes y los refugiados, la humanidad puede transformarse cada vez más en familia de todos, y nuestra tierra verdaderamente en “casa común”».[18] A lo largo de la historia, muchos han creído en este «sueño» y los que lo han realizado dan testimonio de que no se trata de una utopía irrealizable.
Entre ellos, hay que mencionar a santa Francisca Javier Cabrini, cuyo centenario de nacimiento para el cielo celebramos este año 2017. Hoy, 13 de noviembre, numerosas comunidades eclesiales celebran su memoria. Esta pequeña gran mujer, que consagró su vida al servicio de los migrantes, convirtiéndose más tarde en su patrona celeste, nos enseña cómo debemos acoger, proteger, promover e integrar a nuestros hermanos y hermanas. Que por su intercesión, el Señor nos conceda a todos experimentar que los «frutos de justicia se siembran en la paz para quienes trabajan por la paz».[19]
Vaticano, 13 de noviembre de 2017.
Memoria de Santa Francisca Javier Cabrini, Patrona de los migrantes.
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Lo de siempre, a falta de argumentos acude al insulto, que si fomentamos el miedo, que si sembramos violencia. Los que siembran violencia, y más que la siembran, son tantos imanes y los terroristas islámicos, pero no esperemos que Francisco la condene pues el Islam es religión de paz. Para mí que todo esto viene a cuento de la visión de Juan Pablo II de la invasión del Islam, visión confirmad y más que confirmada por los hechos. Por cierto ¿ cuándo va acoger inmigrantes en las dependencias de santa Marta ?
¿A JUAN PABLO II? PERO SI AL GRANDE Y SANTO PAPA POLACO, TÚ Y LOS DE TU CALAÑA CARCA/TRADITIO LE TENÍAIS ODIO, ¿DE QUÉ HABLAS? ¿A QUIEN PRETENDES ENGAÑAR, CAVERNARIO?
Del culo; precisamente, de ese lugar geométrico: ¡es tonto del culo! Y lo terrible es que es el legítimo Papa, al que yo debo obediencia y es tonto del culo y de parte del extranjero. Pues sí, yo obedezco a un tonto del culo, por mandato divino; espero que Dios Nuestro Señor me lo tenga en cuanta cuando me juzgue y no sea demasiado severo conmigo.
Pero el pampeño es tonto del culo, eso es innegable.
No se cansa de promover la invasion islamista y ser cómplice de la destrucción de Occidente. Este hombre sabe algo de historia más allá de la de Buenos Aires? Sabe que es Europa? O es un inculto profundo o sirve al NOM y a la ONU que tanto le gusta.
La mejor ayuda a los migrantes es que no tengan la necesidad de emigrar y que puedan volver a los suyos cuanto antes. El desarraigo es un mal, pero parece que a Francisco, con el nuevo orden mundial, le gusta, para que se de más relativismo con la mezcla de religiones, de modo que todo sea lo mismo, o sea, nada.
Aquí el que fomenta la violencia interna desde el MINUTO UNO en que nos cayó encima es él.
Las innumerables sandeces que nos impone este podemita de Francisco, no son algo nuevo. No en vano fue presidente de la comisión que redactó el documento final del documento del CELAM de Aparecida, 2007. La tesis del co-magisterio del pueblo, entendiendo como «pueblo» lo que los cubanos y venezolanos dominantes llaman «pueblo», nos lleva a la misma conclusión que un ilustre, por decirlo de algún modo, jurista socialista propugnó como actividad jurisdiccional y jurisprudencial en la nueva España progresista: mancharse la toga «con el polvo del camino». El único problema de esta curiosa deriva, es que los pulverulentos togados y mitrados, escogen apriorísticamente la parte del «pueblo» de cuyo co-magisterio se asesoran o con cuyas nubes polvorientas maculan sus antaño inmaculadas togas y capisayos. Mi abuela lo diría en plata: Este tío está para caldico y quietud. O para que le manden a hacer puñetas. Yo sería menos fino.
Para que nos aclaremos, Bergoglio era abanderado del movimiento «Teología del pueblo», una rama de la «Teología de la liberación». Salud.
Es fácil hacerse el santito, cuando los muertos los ponen otros.
Por qué nadie habla del Plan Kalergi? Si está vigente o no?
Lo increible es que no se hagan acuerdos para mejorar las situaciones que propician que la gente se vaya de sus lugares de origen, como que admiten que ya es algo imposible de solucionar y que la migracion es la solucion.
Es evidente que el Papa Francisco responde al Nuevo Orden Mundial por todas sus aristas.
A mí ya me tiene harta.
¡Qué calamidad Dios mio, qué calamidad!
¿ Oportunidad de qué, de evangelizar ? ¡ Pero si nos dices que el proselitismo es el peor pecado contra el ecumenismo ! ¿ En qué quedamos ? Un mundo de migraciones masivas es un mundo de desarraigados y, por tanto, de conflictos. El NOM quiere un hombre sin familia, un mero consumidor, sin convicciones, para ser manejado a placer.
«NO os resitais al exterminio y mexclaos y desaparecer , una unica humanidad , pars una nueva y definitiva creación «
Misericordia y Caridad: dos firmes columnas (entre otras) en las que reposa la Iglesia Católica.-
Entonces, ¿por qué en la Constitución Apostólica sobre la Vida Contemplativa del Papa Francisco (22.07.2016) se dice textualmente (en la Conclusión Dispositiva, Artículo 3, apartado 6) lo siguiente? :
«6. Aunque la constitución de comunidades internacionales y multiculturales ponga de manifiesto la universalidad del carisma, hay que evitar en modo absoluto el reclutamiento de candidatas de otros Países con el único fin de salvaguardar la supervivencia del monasterio. Que se elaboren criterios para asegurar que esto se cumpla».
¿Cómo encaja eso con la invitación a acoger inmigrantes? (No es una pregunta retórica; supongo que hay un matiz que se me escapa y agradecería que alguien me lo explique).
https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2016/07/22/cos.html
http://www.elmundo.es/sociedad/2016/07/22/5792310d468aeb335b8b45d5.html
La fobia antipapista es irrefrenable. Lo curioso que lo rígidos han tomado las costumbres de la sociedad política donde se critica a los gobernantes sin pudor alguno. En el fondo confunden el pluralismo y la libertad de expresión amplisima de la sociedades democráticas, pluralisas y abiertas con la Iglesia. Curiosa y atrinchera rigidez.
La Misericordia y la Caridad: dos pilares fundamentales (entre otros) en los cuales se sostiene la Iglesia Católica.-
¿ Hay que acallar también a san Juan Pablo II ? ¿ Quién tiene miedo de él ? http://lanuovabq.it/it/europa-e-islam-chi-ha-paura-di-giovanni-paolo-ii
La oportunidad de ser futuros mártires.
Él se abraza y se besa con los gerifaltes del Islam religión de paz y manda a los católicos al martirio, la mejor oportunidad de ganarse el cielo, a manos de los terroristas del islam religión de paz, apoyados por más del 40% de los islamistas religiosos de paz. ¡ Pues menos mal que son de paz !
Con todo respeto Santo Padre, podrías explicar cuáles son los límites que pides se cumplan cuando dices “permita el verdadero bien de su comunidad”, como tantas otras veces no te entiendo, si dices que el límite es lo que permita el verdadero bien de su comunidad es porque sabes que se puede producir «un verdadero mal para su comunidad». Por favor y por piedad quiero ser como dicen en la campaña «con algunos hay que ser más que mansos», pero explícate, por tú los límites caso contrario tu discurso es vano.
Francisco, siempre que está en apuros, utiliza a los epe para salir airoso : emigrantes-pobres-ecología. Lo tenemos ya muy visto. En el vaticano no paran de surgirle escándalos económicos, mafia gay y pedofilia. ¿ Para cuándo el enjuiciamiento de Capella y Capozzi ? ¿ Porqué tanto miedo a enjuiciarlos ? ¿ Le pueden salpicar los dos casos, ya indisolublemente unidos ?
Mucho comentarista de butacon, de sofa, comentaristas VIP, incapaces de de ensuciarse las manos para ayudar a un refugiado, a un pobre. Incapaces de vivir la pobreza, la humildad y la obediencia, quedandose a medio camino. Lengua de viboras, dispuestas a echar todo el veneno que tienen sobre el Papa, y creerse justificados con su razonamiento «por qué no se ha quedado este refugiado en su pais?», «todo lo que yo le podría dar al refugiado lo declaro Corban, es decir, ofrenda del templo», y así anulan el mandamiento de la ley de Dios, por su vano razonamiento. Como decía Benedicto XVI, epulones que se escandalizan de que haya venido un pobre a estorbarles, a removerles la conciencia, epulones que visten de seda mientras sus hermanos sufren persecucion, que se autodirigen al fuego del purgatorio
Toni, a quién te refieres ?.
Claudio, te respondo en dos tiempos.
1) Primero con una cita de San Bernardo: «La lepra de la propia voluntad y del propio jucio son mas perniciosas cuanto están más disfrazadas… pero la más perniciosa es la lepra del propio consejo, porque es más oculta, y cuanto mayor es, más sano se cree el que la padece. Esta lepra es la de los que tienen celo de Dios, pero no ajustado a sabiduría, sino según su criterio equivocado, tan obstinado que no quiere consejos… son enemigos de la unidad, que no viven la concordia y faltan a la caridad, están hinchados de vanidad, enamorados de sí mismos y se consideran grandes a sus ojos; ignoran la justicia de Dios, y quieren imponer la suya».
Toni, es precisamente S.S.Benedicto XVI quien responde a Francisco indicando que antes que un supuesto “derecho” a emigrar lo que existe es el derecho de toda persona a vivir en su patria en las condiciones más dignas posibles.
Por cierto, no existe el derecho a emigrar, cuando quien lo hace es forzado trágicamente por las circunstancias. Es la gente humilde del país de recogida quien más se opone a las políticas migratorias porque lo consideran una amenaza a su precaria situación laboral y son ellos quienes van a tener que convivir con personas de culturas muy diferentes en sus barrios. En cambio son los ricachones los que como Francisco lo ven como una “oportunidad”. Claro, van a tener mano de obra barata para sus negocios.
Chimo, vete a explicarles a los refugiados que vienen en una embarcacion precaria desde el norte de Africa, que ellos tienen derecho a vivir en su patria en las condiciones más dignas posibles. Que te crees, que ellos se han metido en el barco porque quieren ir de turismo? Precisamente por que las condiciones en su patria no son dignas se han metido en una aventura desesperada. Y tu a cerrarles las puertas, diciendoles que no tienen que venir! Hay mucho cristiano comodon que no es capaz de irse a Africa a luchar para que esta gente tenga condiciones dignas en su pais, y luego se queja cuando llegan aquí. Por que no te haces misionero y predicas con el ejemplo? Si no hay cojones para eso, por lo menos ayudales cuando vienen aquí! Y si Francisco es un ricachon, tu que tienes mas dinero que él qué eres? Bill Gates?
… y continuando con Claudio
2) Si lees cualquier articulo de este portal hay algunos comentaristas tan negativos que, diga lo que diga el Papa, siempre está mal. Son dioses que juzgan todo, que saben lo que pasa por la cabeza del Papa y saben que es imposible que haga algo con rectitud de intencion. Nunca les veras alabando nada de él, ni lo que es evidentemente bueno, ya sea invitar a dar de comer a un pobre, o no hacer fotos con el telefono durante la misa, etc.
Jesucristo dice que los pecados contra el Espiritu Santo no se perdonarán en esta vida ni en la futura, no porque el no quiera perdonarlos sino porque el que peca se cierra a la gracia, atribuyendo al diablo las cosas de Dios. Desgraciadamente en este portal hay comentaristas que van en esa dirección, que con su siembra de cizaña escandalizan (hacen pecar) a otros. No saben a qué espiritu pertenecen.
Gracias Toni por exoresar tan bien lo que yo también pienso. Un saludo
Toni: Felicitaciones por tu claridad y tu coraje. Un saludo.
Lucas: Me cuesta entdender algo. NO se que no entiendes si «La razón populista» de Laclau o los documentos de Aparecida o las dos cosas simultáneamente Dicho el concentrado de ignorancia de teoría política que has manifestado es admirable.
Toni, lo que te pedía es que identificaras a los «algunos» que mencionas como para darles el derecho de defensa. Lo que yo advierto con gran tristeza es que se trate del tema del que se trate en lugar de dedicarnos a analizarlo se termina en una confrontación personal y muchas veces agresiva. Yo hice de buena fe una pregunta referida al contenido del mensaje de PP qué significa “permita el verdadero bien de su comunidad”, qué opinas de eso ?.
Claudio, si quieres saber quienes son esos algunos solo tienes que abrir cualquier articulo de infovaticana y ver quienes escriben una y otra vez comentarios fijandose nada mas que en lo que se puede sacar de negativo a cualquier cosa que haga o diga el Papa. Evidentemente no me refiero a ti. Si quieres mi opinion sobre tu pregunta al Papa, simplemente pienso que este no es el sitio del que le vas a sacar una respuesta al Papa, pues él no escribe aquí. Lo que tienes que hacer es leer sus escritos en directo, no interpretados por la prensa sensacionalista, o por pajaros de mal aguero que ven todo negro
Hoy solemnidad de Cristo Rey se ha leído en el Evangelio la frase «venid benditos de mi Padre… porque tuve hambre y me disteis de comer… era forastero y me acogisteis…». A ver que excusas se buscan en el juicio los que rechazan al Papa y a sus enseñazas en los comentarios a este articulo. Hay que ser tontos para no darse cuenta de que a quien están verdaderamente rechazando con sus comentarios es a Cristo. El Papa Francisco les lleva ventaja en la preparacion del examen del juicio final. El al menos podrá decir: invité a mil pobres a comer en el Vaticano
D. Ricardo Blaine: Y perdóneme lo de «D». Hasta que no aprenda a expresarse en correcto español, le ruego que se abstenga de hacer comentarios; resultan más ambiguos que muchas expresiones papales y por eso no aportan nada interesante a lo que debe ser un foro abierto de opiniones diversas e incluso contrapuestas. Por lo que se refiere a su modo de argumentar, la descalificación «ad hominem» nunca ha sido un argumento. La crítica no debe ser nunca pudorosa, sino razonada y exenta de descalificaciones personales. Dígaselo a Vidal, porfa.
Don Lucas no se quien es Vidal ni me interesa. Parece ser solo un personaje de su imaginación acalorada. El modo de argumentación ha seguido su línea porque usted no ha expuesto: 1) el concepto de las demandas equivalentes; 2) Hegemononía vs. derechos y otros tanto elementos de Laclau que asume Podemos.
Estos ejes no están en los documentos de Aparecida que no se los explicaré. De allí que con toda lógica y respeto
me sigo preguntando cual de los textos no entendió. Por último, insultar al Santo Padre dos veces desde razones dogmáticas – «porque yo lo digo» -me parece irrespetuoso e irracional desde el punto de vista conceptual. Dada personal por cierto.
Don Lucas: Su plegaria no es atendida. Usted ha descalificado al Santo Padre desde una argumetnación dogmática: «porque yo lo digo». No explicó lo basico de Laclau a saber las demandas equivalentes y hegemonía vs derechos, rolo del líder. Ni una palabra. Tampoco se explayó sobre los textos de Aparecida. De modo que con todo respeto me pregunto si realmente los leyó. No insulté usted dogmáticamente al Santo Padre y estoy dispuesto a discutir ampliamente las diferencias entre la ideología de POdemos y los Obispos latinoamericanos. Un saludo Don Lucas.
D. Lucas no me dejan contestarle. Se ve que tiene buenos contactos. Pero una vez mas que su mejor argumento ees PORQUE LO DIGO YO. Ud y el censor se ´pueden dar la mano. Mis saludos
LUCAS: no se quien es Vidal. Sólo sé que existe en su imaginación. Ud. ha dado argumentos dogmáticos. No expuso ninguno de los argumentos centrales de Laclau en la «Razón Populista» como el principio de las demandas equivalente o el rol del líder. Tampoco trazó las líneas básicas de los documentos de Aparecida. Muchos menos demostró porque el Santo Padre asume la doctrina de Podemos. En pocas palabras, Ud. razona en termino «Porque lo digo yo». De manera que por favor le pido que abstenga de insultar al Santo Padre, a la Iglesia y a los fieles desde su formal ignorancia. Aplíquese su propia medicina. ESPERO QUE ME RESPETEN EL DERECHO DE REPLICA.