El Papa advierte de que la Misa es el memorial de la Pascua de Cristo, ‘no un espectáculo’

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«Cuando entramos en una iglesia para ir a misa pensemos en esto: entro en el calvario, donde Jesús da su vida por mí, y así se acaba el espectáculo», ha recordado el pontífice en la audiencia de este miércoles, añadiendo que «la misa es rehacer el calvario, no un espectáculo».

En la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha proseguido su nuevo ciclo de catequesis dedicada a la Santa Misa con el tema “La misa es el memorial del misterio pascual de Cristo”.

La Santa Misa, tal como ha recordado el pontífice, nos hace partícipes de la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, dando un significado pleno a nuestra vida. «Participar en la Misa, especialmente el domingo, significa entrar en la victoria del Resucitado.»

El Santo Padre ha subrayado la necesidad de entender el significado bíblico del «memorial» y advertir que no se trata de un recuerdo, sino que es mucho más, es hacer presente lo que sucedió hace veinte siglos: «Esto es la misa: entrar en esta pasión, muerte, resurrección, ascensión de Jesús. Cuando vamos a misa es como si fuéramos al calvario, lo mismo.»

En este sentido, el Papa se ha dirigido a los fieles para advertirles: «Pero pensad: Si en el momento de la misa vamos al calvario y sabemos que el hombre que está allí es Jesús: ¿Nos pondríamos a hablar, a sacar fotografías, a hacer un espectáculo? ¡No! ¡Porque es Jesús!»

«Cuando entramos en una iglesia para ir a misa pensemos en esto: entro en el calvario, donde Jesús da su vida por mí. Y así se acaba el espectáculo, se acaban las charlas, los comentarios y estas cosas que nos alejan de algo tan hermoso como es la misa, el triunfo de Jesús», ha señalado.

A continuación, la catequesis del Santo Padre:

Queridos hermanos y hermanas: ¡buenos días!

Continuando con la catequesis sobre la misa, podemos preguntarnos: ¿Qué es esencialmente la misa? La misa es el memorial del misterio pascual de Cristo. Nos hace partícipes de su victoria sobre el pecado y la muerte, y da un significado pleno a nuestra vida.

Por eso, para comprender el valor de la misa, debemos entender ante todo el significado bíblico del «memorial». No es “solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado en favor de los hombres (cf Ex 13,3). En la celebración litúrgica, estos acontecimientos se hacen, en cierta forma, presentes y actuales. De esta manera Israel entiende su liberación de Egipto: cada vez que es celebrada la pascua, los acontecimientos del Éxodo se hacen presentes a la memoria de los creyentes a fin de que conformen su vida a estos acontecimientos”. «(Catecismo de la Iglesia Católica, 1363). Jesucristo, con su pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo, ha llevado a cumplimiento la Pascua. Y la misa es el memorial de su Pascua, de su «éxodo» que cumplió por nosotros, para sacarnos de la esclavitud y hacernos entrar en la tierra prometida de la vida eterna. No es solamente un recuerdo, no; es mucho más: es hacer presente lo que sucedió hace veinte siglos.

La Eucaristía nos lleva siempre a la cumbre de la acción salvífica de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido para nosotros, derrama sobre todos nosotros su misericordia y su amor, como hizo en la cruz, con el fin de renovar nuestro corazón, nuestra existencia y nuestra forma de comunicarnos con Él y con nuestros hermanos. Dice el Concilio Vaticano II:.. » La obra de nuestra redención se efectúa cuantas veces se celebra en el altar el sacrificio de la cruz, por medio del cual «Cristo, que es nuestra Pascua, ha sido inmolado»» (Const. dogmática Lumen Gentium, 3).

Cada celebración de la Eucaristía es un rayo de ese sol sin ocaso que es Jesús resucitado. Participar en la Misa, especialmente el domingo, significa entrar en la victoria del Resucitado, ser iluminados por su luz, calentados por su calor. A través de la celebración eucarística, el Espíritu Santo nos hace partícipes de la vida divina que es capaz de transfigurar todo nuestro ser mortal. Y en su paso de la muerte a la vida, del tiempo a la eternidad, el Señor Jesús también nos arrastra con Él para hacer  Pascua. En la misa se hace Pascua. En la misa nosotros estamos con Jesús, muerto y resucitado y Él nos empuja hacia adelante, a la vida eterna,  En la misa, nos unimos a Él. Más aún, Cristo vive en nosotros y nosotros vivimos en Él. » Con Cristo estoy crucificado, -dice San Pablo- y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí. La vida que vivo al presente, en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí «(Gálatas 2: 19-20). Así pensaba Pablo.

En efecto,  su sangre nos libera de la muerte y del miedo a la muerte. Nos libera no solo del dominio de la muerte física, sino también de la muerte espiritual, que es el mal, el pecado, que se apodera de nosotros  cada vez que somos víctimas de nuestros pecados o de los pecados de los demás. Y entonces nuestra vida se contamina, pierde belleza, pierde significado, se marchita.

Cristo, en cambio, nos vuelve a dar la vida; Cristo es la plenitud de la vida, y cuando se enfrentó a la muerte la aniquiló para siempre: «Resucitando destruyó la muerte y nos dio nueva  vida”.  La Pascua de Cristo es la victoria definitiva sobre la muerte porque Él transformó su muerte en acto supremo de amor. ¡Murió por amor! Y en la Eucaristía quiere comunicarnos este amor pascual y victorioso. Si lo recibimos con fe, también nosotros podemos amar verdaderamente a Dios y al prójimo, podemos amar cómo Él nos amó, dando la vida.

Si el amor de Cristo está en mí, puedo entregarme plenamente al otro en la certeza interior de que si el otro me hiriera, yo no moriría; de lo contrario, debería defenderme. Los mártires han dado sus vidas por esta certeza de la victoria de Cristo sobre la muerte. Solo si experimentamos este poder de Cristo, el poder de su amor, somos verdaderamente libres de darnos sin temor. Esto es la misa: entrar en esta pasión, muerte, resurrección, ascensión de Jesús. Cuando vamos a misa es como si fuéramos al calvario, lo mismo. Pero pensad: Si en el momento de la misa vamos al calvario- imaginadlo- y sabemos que el hombre que está allí es Jesús: ¿Nos pondríamos a hablar, a sacar fotografías, a hacer un espectáculo? ¡No! ¡Porque es Jesús! De seguro estaríamos en silencio, en llanto y también con la alegría de ser salvados. Cuando entramos en una iglesia para ir a misa pensemos en esto: entro en el calvario, donde Jesús da su vida por mí. Y así se acaba el espectáculo, se acaban las charlas, los comentarios y estas cosas que nos alejan de algo tan hermoso como es la misa, el triunfo de Jesús.

Creo que está más claro ahora que la Pascua está presente y activa cada vez que celebramos la misa, es decir, el sentido del memorial. La participación en la Eucaristía nos adentra en el misterio pascual de Cristo, haciéndonos pasar con Él de la muerte a la vida, es decir, allí en el calvario. La misa es rehacer el calvario, no un espectáculo.

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Comentarios
11 comentarios en “El Papa advierte de que la Misa es el memorial de la Pascua de Cristo, ‘no un espectáculo’
  1. “Esto es la misa: entrar en esta pasión, muerte, resurrección, ascensión de Jesús. Cuando vamos a misa es como si fuéramos al calvario, lo mismo.”
    Me alegran estas palabras. ¿ Nos sorprenderá algún día hablando de la transubstanciación, de la conversión de la sustancia del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad ?

  2. Echenique, a mi también me alegran sus palabras en este caso, pero me temo que los curas y obispos papólatras y amigos de hacer de la misa su función teatral semanal, en este caso no se van a dar por aludidos y seguirán haciendo de las suyas, es decir su espectáculo semanal.

  3. Blogger todos mis comentarios estan borrados en Hakuna… el obispop sobre la ideologia de genero y spbre las diferencia con el budismo.respecto a la eco espiritualidad.. Fueron muchas reflexiones…no creo que tu las hayas suprimido.. estoy preocupada que este intervenida

  4. Blogger creo que todos mis comentarios y reflexiones han desaparecido de todos los articulos de Infovaticana por hablar de Cristro Crucificado
    Querido Blogger… despues de haber hecho oracion personal… estoy tomando la decision de irme a mi desierto espiritual por una temporada … es decir que voy a dejar el blog por un tiempo porque es muy extrano que mi word no funciona al comentar es decir, la mayoria de las veces me impide borrar mis comentarios muchas veces, ni modificarlos,,, ni corregir ortografia,,, o como en este caso que una veintena de comentarios y reflexiones hechos con investigacion o reflexiones teologicas o morales han desaparecido .. desaparecen…otras veces no he tenido acceso …es como si mi P C estuviera intervenida. Si te llega este mensaje …agradezco mucho todo lo que haceis por la Iglesia como dice

  5. «Cada celebración de la Eucaristía es un rayo de ese sol sin ocaso que es Jesús resucitado. Participar en la Misa, especialmente el domingo, significa entrar en la victoria del Resucitado, ser iluminados por su luz, calentados por su calor». Gracias Santo Padre.

  6. Trento dice que la misa es propiamente y visiblemente el sacrificio redentor de Cristo en la cruz. Un banquete ritual ni es propiamente ni visiblemente un sacrificio ritual. Ese es el misterio de nuestra fe. Ni la encarnacion nos salva ni la resurreccion nos redime. Ningun memorial hace presente nada. La transubstanciacion solamente hace presente el sacrificio de la cruz. No esta presente ni la anunciacion ni la ascension ni la resurreccion, ni la presentacion en el templo.

  7. Uno: Hay vida despues de Trento.
    VI. El banquete pascual
    1382 La misa es, a la vez e inseparablemente, el memorial sacrificial en que se perpetúa el sacrificio de la cruz, y el banquete sagrado de la comunión en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Pero la celebración del sacrificio eucarístico está totalmente orientada hacia la unión íntima de los fieles con Cristo por medio de la comunión. Comulgar es recibir a Cristo mismo que se ofrece por nosotros.
    Si fuera ciento lo que dices recibiríamos el cuerpo muerte de Nuestro Señor. Sin la resurrección es vana nuestra fe.

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