Johnny Ibrahim tendría vinculaciones con el Gran Oriente francés. El propio Ibrahim ha reconocido su pertenencia a la masonería, aunque asegura no ser ya un miembro activo.
El Vaticano ha rechazado las credenciales del embajador del Líbano elegido por Beirut ante la Santa Sede, Johnny Ibrahim, una medida excepcional que, si hemos de creer a Franca Giansoldati, del periódico italiano Il Messagero, tendría una causa muy sencilla: Ibrahim es masón.
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Al menos, dice Giansoldati, Ibrahim, hasta ahora cónsul general del Líbano en Los Ángeles, tendría vinculaciones con el Gran Oriente francés, una de las dos grandes obediencias masónicas. El propio Ibrahim ha reconocido su pertenencia a la masonería, aunque asegura no ser ya un miembro activo.
El veto vaticano, que por lo demás nadie teme que afecte a las relaciones de la Santa Sede con ese país mediooriental con una amplia población cristiana, viene por lo demás a confirmar la condena de la Masonería por parte de la Iglesia y ayuda a clarificar un debate que se arrastra desde hace décadas, sobre si se ha cambiado la consideración canónica de la célebre sociedad secreta.
Sí ha habido un cambio, e incluso un periodo de incertidumbre, no tanto en la condena a la Masonería -incompatible en sus fines con la Iglesia Católica en cualquier caso- como en las penas canónicas en las que incurriría un católico que pasara a formar parte de una logia.
Si antaño la obediencia masónica llevaba aparejada la excomunicación ‘latae sententiae’ -en la que se incurre sin necesidad de proclamación alguna-, en la actualidad la pena no es tan severa. El Códifo de Derecho Canónico vigente, promulgado por San Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, señala en su canon 1374:
«Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho».
Los cambios con respecto al mismo asunto en el Código de 1917 son esencialmente dos: que la pena no es automática y que no se menciona expresamente a la masonería como asociación que conspire contra la Iglesia.
Pero lo que corrió por los mentideros vaticanos cuando se introdujo este cambio fue que la Iglesia estaba iniciando una lenta aproximación a la Hermandad que culminaría, con el tiempo, en un levantamiento general de toda condena tras una ‘guerra a muerte’ de siglos.
Cuentan, incluso, que el Cardenal Biffi, que participó en las reuniones de reforma del código, aprovechó una pausa para tomar café para comentarle al Santo Padre su alarma ante la posibilidad de levantar la condena a los masones. «Si Su Santidad levanta el veto canónico a la Masonería -vino a decir-, el próximo cónclave parecerá una tenida en una logia».
Se non è vero, e ben trovato, y se sabe que Biffi se mostró en sus últimos años especialmente preocupado por lo que temía ser una dilución y relativización de la doctrina que llevase a una ‘apostasía de facto’, un camino en el que la ‘reconcilización’ con la hermandad masónica sería solo un paso clave. La pertenencia de colegas suyas del Colegio Cardenalicio a la logia P2, desenmascarada como consecuencia de un escándalo esos años, hace explicable su alarma.
El rumor se volvió tan peligrosamente insistente que, un día antes de la entrada en vigor del nuevo código en 1983, el Cardenal Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hizo pública una aclaración exponiendo que el criterio de la Iglesia no ha cambiado en absoluto, y que si no se citaba expresamente la Masonería era solo para que se considerasen incluidas otras sociedades secretas. Los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, asegura la misiva, y los fieles que pertenezcan a obediencias masónicas no pueden acceder a la Comunión, no por estar excomulgados sino por hallarse en pecado mortal.
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Me hace mucha gracia. Están aceptando en el vaticano, uno tras otro, los planteamientos masónico-protestantes y¿ nos salen con este rechazo por ser masón ? ¿ A quien quieren engañar los Ravasis, que ya preparan la píldora en paño de oro ?
Era de una logia enemiga de la de Roma.
Tengo una duda, es que no sé si lo he entendido bien:
¿Lo rechazan por ser masón o porque ya no ejerce?
Sugiero a Infovaticana nos informe del milagro del sol en Nigeria con motivo del centenario de las apariciones de Fátima.http://www.lanuovabq.it/it/testimonianze-sul-miracolo-del-sole-avvenuto-in-nigeria
Ángel creo que por ser masón. En la masonería está permitido engañar y mentir.
Otra crítica fundada a Francisco en materia económica. Brillante Aldo. http://www.aldomariavalli.it/2017/10/23/in-difesa-del-profitto/
Esto es de chiste.
Pensé que se alegrarían, no hay quien les entienda sres. Solo mola criticar, eh? Un saludo
Si le hubirsen aceptado, criticarían al vaticano por aceptarlo,éste es el clásico catolicismo de personas de vida cómoda y aburrida, de abuela gazmoña y chismosa , la iglesia de la «carquitis» en estado puro.
Con esta noticia me he reído tanto como Putin cuando un periodista que le entrevistaba le dijo que el escudo antimisiles que la OTAN desplegaba a lo largo de la frontera rusa era para hacer frente a la «amenaza iraní»:
https://youtu.be/mQB0nE9hZ4k
Un acuerdo entre venerables hermanos: «vosotros lo presentáis y nosotros lo rechazamos»…
Genial!! Lo rechaza por masón. Si fuera homosexual lo recibiría encantado como atendió al «consorte» del primer ministro luxemburgués. Sodoma y Gomorra está bien, un masón no tanto.
https://infovaticana.com/2017/03/29/vaticano-da-tratamiento-consorte-al-marido-del-presidente-homosexual-luxemburgo/
Puro teatro para aparentar…Cuela el mosquito y se traga el camello…
Enhorabuena por esta decisión!
Y coincido con Marian, a algunos comentaristas nada parece conformarlos. Saludos.-
Muy bien en rechazarlo.Hay que ser consecuente.
Pero….con la que estå cayendo hay que ser muy infantil para no ver que ésto no es más que un tímido acto de limpieza de cara.La masonería ya está infiltrada en la Iglesia hasta la médula- si llega o no a la Cabeza se lo dejo al ejercicio intelectual de cada cual- .Éste acto va dirigido a los incautos e ingenuos que aún no acaban de creerse lo que está pasando en la Iglesia; para despistarles antes de que lleguen a conclusiones graves cuando se lleve a cabo lo que están apunto de realizar. Los incautos dirán entonces: » No es cosa de que se haya adoptado una línea masónica, el Papa sigue la Tradiciòn, miraló; ha echado a un masón.».
A mayor Gloria de Dios.
El título me parece una auténtica tomadura de pelo y lo digo porque respecto al tema masónico como infiltración dentro del Vaticano, puedo estar hablando durante horas, (modestias aparte).
Vamos a ver, yo lo tengo muy claro. Cuando Francisco hace algo aparentemente bueno no es sino una maniobra pérfida para que la gente de buena fe, pero justita de luces, le siga acompañando en su proceso demolitorio. A estas alturas de la película ya sabemos de sobra quien es el malo. Que Dios salve a su Iglesia.
Usted sí Echenique, pero la mayoría no lo sabe.