Robert Spaemann: «Era más fácil ser un fiel cristiano durante el tiempo del nazismo que ahora»

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El filósofo alemán habla en una entrevista a OnePeterFive del profesor Josef Seifert y su cese por decisión del arzobispo de Granada, de la exhortación apostólica Amoris Laetitia y de la importancia de ser testigos de la verdad. 

La siguiente es una entrevista que el profesor Robert Spaemann concedió a Maike Hickson, de OnePeterFive, publicada el pasado 30 de septiembre. El profesor Spaemann es un importante filósofo católico alemán y antiguo miembro de la Pontificia Academia para la Vida.

Maike Hickson (MH): El profesor Josef Seifert fue uno de sus estudiantes y escribió su tesis de habilitación bajo su dirección. Esto significa que usted le conoce a él y a su trabajo personalmente. Ambos han levantado sus voces para hacer una crítica educada del documento papal Amoris Laetitia. ¿Cuál ha sido su reacción a la decisión del arzobispo de Granada, España, por haber retirado al profesor Seifert debido a su crítica a Amoris Laetitia?

Robert Spaemann (RS): Primero de todo, el profesor Seifert no fue mi estudiante, sino de Dietrich von Hildebrand. Recibió su licenciatura de habilitación en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Múnich. En lo que respecta al arzobispo de Granada y el hecho de haber retirado a Seifert, me quedé asombrado. No sabía nada sobre la intervención de Seifert. Nuestras reacciones a la decisión del arzobispo fueron totalmente independientes la una de la otra.

MH: ¿Cómo reaccionó usted al reproche del arzobispo Javier Martínez, según el cual el profesor Seifert, con su crítica a Amoris Laetitia, «daña la comunión de la Iglesia, confunde la fe de los fieles y siembra desconfianza en el sucesor de Pedro»?

RS: Como he dicho, me quedé asombrado. El arzobispo escribe que él tiene que asegurarse que los fieles no se confundan porque Seifert está socavando la unidad de la Iglesia.

La unidad de la Iglesia se basa en la verdad. Cuando la Iglesia Católica le confía a un profesor digno de confianza una misión de enseñanza, es porque confía en la enseñanza independiente de un pensador. Mientras su filosofía no esté en contradicción con la enseñanza de la Iglesia, existe una amplio terreno para su enseñanza.

En esto la Edad Media fue un modelo. Existían las más profundas y vivas diferencias de opinión. En esos debates, lo que contaba era la argumentación, no la decisión de una autoridad. A nadie se le habría pasado por la mente pensar si una idea filosófica estaba de acuerdo con la opinión del Papa reinante entonces.

MH: ¿Qué tipo de señales manda un veredicto episcopal como éste en relación a la libertad académica en general, pero también respecto a la libertad de una conciencia bien formada de un católico en particular? ¿Puede un académico católico seguir discutiendo las declaraciones papales de una manera crítica, podría ser posible?

RS: A la luz del veredicto del arzobispo, todo filósofo que trabaje en una institución eclesial tiene que preguntarse a partir de ahora si puede seguir prestando su servicio en ella.

En cualquier caso, la intervención del arzobispo es incompatible con el respeto a la libertad académica.
Lo que Seifert critica es la brecha que se ha creado con la enseñanza continua de la Iglesia y con la enseñanza explícita de los Papas Pablo VI y Juan Pablo II. San Juan Pablo II enfatizó una vez en la Veritatis Splendor, explícitamente, que no hay excepción al rechazo a los divorciados «que se han vuelto a casar» en lo que atañe a los Sacramentos. El Papa Francisco contradice la enseñanza de la Veritatis Splendor de manera muy explícita también.

MH: ¿Está usted de acuerdo con el argumento del profesor Seifert en relación con la declaración en Amoris Laetitia (303) -según la cual Dios, a veces, puede pedir a una persona en una situación matrimonial irregular permanecer por el momento en una situación objetiva de pecado (como es el caso de los divorciados «que se han vuelto a casar», que mantendrían relaciones sexuales para preservar su nueva relación por el bien de sus hijos)- que, según él, podría llevar en líneas generales a una anarquía moral y que, entonces, ninguna ley moral (por ejemplo, contra el aborto y la anticoncepción artificial) podría ser rescatada de las excepciones liberalizadoras?

RS: Estoy totalmente de acuerdo con el argumento del profesor Seifert. Lo que él condena es la teoría filosófica moral del consecuencialismo; es decir, la enseñanza que afirma que lo ético de una acción se basa en la totalidad de las consecuencias actuales y anticipadas y que, por lo tanto, no hay actos que sean siempre malos. Josef Seifert también pone algunos ejemplos: el aborto, la anticoncepción, etc., e incluye el adulterio.

Por cierto, tengo que mencionar un error en el ensayo de Seifert: él habla sobre actos que son, independientemente del contexto, siempre buenos. Santo Tomás ya contradijo este punto de vista. Todo el mundo puede nombrar actos que son siempre malos, pero ninguno que sea siempre bueno. En este contexto, vale la pena citar las siguientes palabras de Boecio a las que Tomás hace referencia a menudo: «Bonum ex integra causa, malum ex quocumque defectu». («Una acción es buena cuando es buena en todos los sentidos; es mala cuando es mala en alguno»).

MH: En abril de 2016, usted predijo que Amoris Laetitia dividiría a la Iglesia. ¿Cómo ve usted la situación de la Iglesia ahora, un año más tarde, y después de que distintas conferencias episcopales hayan publicado sus propias directrices pastorales relacionadas con Amoris Laetitia?

RS: La división dentro de la Iglesia causada por Amoris Laetitia ya ha tenido lugar. Las distintas conferencias episcopales han publicado directrices que contrastan entre ellas. Y los pobres sacerdotes están solos.

MH: Usted y el profesor Seifert han sido miembros durante muchos años de la Pontificia Academia para la Vida, en Roma. Ahora ambos han sido expulsados de ella. ¿Sabe usted por qué han sido expulsados, de esta manera tan inusual, de este importante organismo?

RS: Según los estatutos, yo dejé de pertenecer a la Pontificia Academia para la Vida cuando cumplí 80 años. Sin embargo, Seifert ha sido destituido de su cargo contrariamente a lo que dictan los estatutos. ¿Por qué? La respuesta es muy simple. Seifert crítica también la teoría del consecuencialismo, que el propio Papa enseña. Y en Roma ya no se toleran puntos de vista opuestos. No se necesita a un experto en el Vaticano para ver que el Cardenal Gerhard Müller, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tuvo que dejar su cargo en un corto periodo de tiempo.

MH: En el contexto de las nuevas enseñanzas que llegan de Roma y, sobre todo, en el contexto del Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia, ¿está usted de acuerdo, como filósofo, con el argumento antropológico y sociológico según el cual los nuevos cambios sociales implican un cambio de las leyes morales? En el contexto de las ideas científicas modernas, la gente a menudo reclama, hoy en día, por ejemplo, que en los tiempos bíblicos no se sabía que la homosexualidad es una inclinación biológica y que, por lo tanto, la enseñanza moral tiene que adaptarse y liberalizarse en consecuencia. ¿Está usted de acuerdo con este argumento «científico»?

RS: No. Los principios de la ley moral son siempre y en todas partes los mismos. Puede cambiar la aplicación. Cuando existe una ley del estado según la cual la gente anciana o con una enfermedad seria puede ser asesinada, se aplica siempre y en todas partes. La cuestión sobre cómo se lleva a cabo este asesinato depende de las costumbres de una época concreta pero, mientras el hombre siga siendo hombre, no influye sobre la ley moral.

Si existe un punto de vista dominante, y este punto de vista dominante contradice la ley moral, la esencia del hombre, entonces toda la sociedad está en un estado lamentable. Los cristianos de los primeros tiempos no se adaptaron al punto de vista moral dominante. Sus vecinos les admiraban por esto. Cuando se hablaba de los cristianos, la gente les alababa por no matar a sus hijos.

La frase de San Pedro: «Hay que obedecer a Dios más que a los hombres», sigue siendo válida. Una Iglesia que toma el camino de la adaptación no será capaz de llevar a cabo su misión. El Superior General de los Jesuitas ahora dice que hay que reinterpretar las palabras de Jesús según nuestro tiempo.
Sobre todo en lo que concierne al matrimonio, este tipo de «contextualización de las palabras de Jesús» ya no corresponde a la severidad de Jesús porque los discípulos consideraban que el Mandamiento que prohíbe el adulterio es muy estricto: «¿Quién, entonces, deseará casarse?».

MH: ¿Cuál es, entonces, la verdad en el contexto del actual debate sobre la ley moral?

RS: La pregunta: «¿Qué es la verdad?», es la respuesta de Pilato a la frase de Jesús: «Yo para esto he nacido y por esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad». «Yo soy la Verdad».

MH: ¿Qué doctrina de la Iglesia es la que se ignora más en la actualidad?

RS: Probablemente la prohibición del adulterio.

MH: ¿Qué les diría usted a los sacerdotes que se tienen que enfrentar a la petición de dar la Santa Comunión a los divorciados «que se han vuelto a casar», algo que no pueden hacer por conciencia? ¿Qué pasa si les suspenden de su oficio por ofrecer resistencia?

RS: Me gustaría dar la respuesta con las palabras del obispo auxiliar, Mons. Athanasius Schneider:
«Cuando los sacerdotes y los laicos permanecen fieles a la enseñanza y la praxis inmutable y perenne de toda la Iglesia, están en comunión con todos los Papas, con los obispos ortodoxos y los Santos de dos mil años, están en comunión especial con San Juan Bautista, Santo Tomás Moro, San Juan Fisher y los innumerables esposos abandonados que han permanecido fieles a sus votos matrimoniales, aceptando una vida de continencia para no ofender a Dios. La voz constante en este mismo sentido y significado (eodem sensu eademque sententia [Vaticanum I]) y la correspondiente práctica de dos mil años son más poderosos y seguros que la voz y práctica discordante de admitir a adúlteros no arrepentidos a la Santa Comunión, incluso si esta práctica está promovida por un único Papa o por los obispos diocesanos. […] Significa que toda la tradición católica juzga de manera segura y con certeza y es contraria a una práctica fabricada y de breve duración que, en un determinado momento, contradice todo el Magisterio de todos los tiempos. Aquellos sacerdotes que sean obligados por sus superiores a dar la Santa Comunión a adúlteros públicos y no arrepentidos, o a pecadores notorios y públicos, deben responder con santa convicción: ’Nuestro comportamiento es el comportamiento de todo el mundo católico a lo largo de dos mil años’».

Recientemente he recibido la visita de un sacerdote africano que me ha hecho, con lágrimas en los ojos, la misma pregunta. El Mandamiento: «Debes obedecer a Dios antes que a los hombres», se aplica a la enseñanza de la Iglesia. Si el sacerdote está convencido que no debe dar la Santa Comunión a «los divorciados que se han vuelto a casar», entonces tiene que seguir la palabra de Jesús y los dos mil años de enseñanza de la Iglesia. Si es suspendido por esto, se ha convertido en «testimonio de la Verdad».

MH: ¿Qué aconsejaría usted, con toda su sabiduría y experiencia de vida, y también como persona que ha crecido bajo el nazismo, a los católicos en esta difícil situación actual? ¿Cuál sería, por decirlo de algún modo, su testamento para toda la gente del mundo que escucha su voz con seriedad y anhelo?

RS: Era más fácil ser un fiel cristiano durante el tiempo del nazismo que ahora.

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Comentarios
18 comentarios en “Robert Spaemann: «Era más fácil ser un fiel cristiano durante el tiempo del nazismo que ahora»
  1. Es doctor honoris causa por la Universidad de Navarra, el único que ha hablado de la Amoris de esta universidad. ¿ Dónde están los teólogos, filósofos, canonistas e historiadores de la Universidad de Navarra ¿ ¿ Ni siquiera se van a solidarizar con sus colegas perseguidos por las SS y KGB de la misericorditis, como Seifert y muchos otros ? ¿ Se lo ha prohibido Mariano Fazio, recortador de libertades de los fieles del Opus Dei ?

  2. Es el precio que se paga por elevar siempre a las más altas dignidades de la Iglesia a personas de las que SE SABE que hace mucho que tienen la vocación muerta (o más bien matada), un afán indómito de cabildear, y años de buscar sentido únicamente al calor del frufrú populachero y la humareda mediática.

  3. “ERA MÁS FÁCIL SER UN FIEL CRISTIANO DURANTE EL TIEMPO DEL NAZISMO QUE AHORA”

    Santo Dios, ¿y alguien que dice una chorrada semejante es aplaudido y jaleado?

  4. Che cosa ha dunque detto Francesco? Ecco la frase da lui rivolta al Pontificio consiglio della nuova evangelizzazione: «La Tradizione è una realtà viva e solo una visione parziale può pensare al “deposito della fede” come qualcosa di statico. La Parola di Dio non può essere conservata in naftalina come se si trattasse di una vecchia coperta da proteggere contro i parassiti!»
    Cierto, pero una cosa es la evolución coherente del dogma y otra la incoherente, cuando no el desprecio a que nos tiene acostumbrados.

  5. Pues si Joaquin quien dice esas cosas es aplaudido y jaleado porque dice la verdad.Y esta persecucion dentro de la Iglesia no ha hecho mas que comenzar

  6. ¡Desventura, tres veces desventura si para esos pocos ya no hay santos, los últimos pabellones del Templo de Cristo! ¡Desventura, tres veces desventura si para confortar a los últimos cristianos no hay verdaderos Sacerdotes como los habrá para los primeros!

    En verdad, la última persecución, no siendo persecución de hombres sino del hijo de Satanás y de sus seguidores, será horrenda.

    ¿Sacerdotes? Tan feroz será la persecución de las hordas del Anticristo, que los de la última hora deberán ser más que sacerdotes. Semejantes al hombre vestido de lino (el hombre de la visión de Ezequiel), deberán, infatigablemente, con su perfección, marcar una Tau en los espíritus de esos pocos fieles para que llamas de infierno no la cancelen. ¿Sacerdotes? Ángeles. Ángeles que agiten el turíbulo cargado de los inciensos de sus virtudes para purificar el aire de los miasmas de Satanás. ¿Ángeles? Más que ángeles: otros Cristos, para que los fieles del último tiempo puedan perseverar hasta el final.

  7. Que yo sepa desde el regimen constitucional del 78 ni ha muerto nadie, ni ha estado en la carcel ni ha sido detenido por ser católico, en la epoca del nazismo miles murieron en campos de concentración,¿prefiere eso?, otra cosa es que le guste más el régimen nazi que el demócrata por ser más afín a sus ideas, eso ya es un tema personal.
    En la edad media, no se temía llevar la contraria al papa, savonarola jamás temió criticar al papa, lo que se temía era llevar la contraria a la inquisición, hoy en día el obispo te expulsa hasta donde llega su autoridad y tu sigues defendiendo lo que te de la gana donde quieras, en esa época maravillosa, te prohibian hablar y publicar en cualquier sitio bajo pena de muerte o directamente te quemaban con hojarasca humedecida para que el suplicio durara más, a ver si dejamos de manipular la historia, en esa epoca que le gusta tanto la inquisición ya le habría hecho detener por llevar la contraria de las autoridades eclesiasticas y ya estaría en una celd

  8. Por lo que se ve, algunos solo leen los titulares de las noticias. Desconozco lo fácil o difícil que era ser un BUEN fiel cristiano durante el nazismo (tanto dentro como fuera de Alemania). Lo que sí sé es: 1) que HOY es muy difícil ser un BUEN fiel cristiano en casi cualquier parte del mundo; 2) que Robert Spaemann es uno de los filósofos católicos más importantes de los últimos 50 años. Sin ningún género de dudas.

  9. La iglesia de la misericorditis persigue con saña a los católicos ortodoxos. Los que no aceptan la AL son aparcados de sus cargos eclesiales poco a poco. El caso Seifert resulta clamoroso y muy elocuente.

  10. Justamente esto mismo de aquí arriba les decía yo continuamente a los de la Teología de la Liberación y, ejem, Compañía. Pero ellos erre que erre: cada día más se ponían más fuera de sí (y más aún de la Iglesia, claro). Hasta que el tiempo inclemente se encargó de arreglarlo: la mayoría fue y se murió, y los que quedan, más que para teologías y liberaciones, están para sopas…

  11. La iglesia siempre persigue a los que se le oponen, ahora y siempre, en realidad es pura lógica, si crees que Dios te dio la exclusiva pues en pura lógica eliminas a los que te discuten ya que tu eres indiscutiblemente la verdad, es casi inevitable cuanto te arrogas ser la voz de Dios, todos los eclesiasticos han sido educados en ese principio

  12. José: Pensé que te habíais cansado de tus deposiciones. Pero veo que no. Sigues deponiendo. Quizá alguien te pague por deponer. O te hayan destinado a este rincón. Si no tienes Fe, ¿que narices opinas? No sabes ni de qué estás hablando. O, como dice el otro, eres tonto y en tu casa no hay botijo. Pero hombre…déjalo ya.

  13. Demanda: Practicantes eh, católicos practicantes, que no se te olvide. ¡No te fastidia!
    Por cierto, muy bueno el vídeo. Faltaba decir que todos los papas, pero desde san Pedro, eh, han llevado una esvástica tatuada en el trasero. Con lo de Bush ya se me han saltado las lágrimas (un presidente metodista saludando a un obispo y al Papa, dejando con ello fuera de toda duda las conexiones del nazismo con el catolicismo….). Los autores del vídeo podrían hacer otro para «demostrar» el comunismo larvado de Churchill y Roosevelt (ah no, que Churchill era nazi: «Los que se han encontrado con el Señor Hitler cara a cara en asuntos públicos o en términos sociales han podido apreciar que se trata de un político altamente competente, ponderado, bien informado»). Recomiendo a los lectores que no dejen de pinchar el enlace. Acredita el rigor de Demanda. Su cultura religiosa e histórica debe de estar al nivel de Dan Brown.
    Te suena Mit brennender Sorge? Probablemente ni te suene.

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