¿Los vientos de cambio del papa se van a convertir en el ‘huracán Bergoglio’?

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Robert Mickens analiza en La Croix el traslado de Roma a Atenas del arzobispo Mons. Savio Hon Tai-Fai, importante aliado del cardenal Joseph Zen en el Vaticano y ahora nuncio papal en Grecia. 

(Robert Mickens- La Croix) El Cardenal Joseph Zen, anterior obispo de Hong Kong y el mayor crítico a la política de acercamiento llevada a cabo por el Papa Francisco en relación con el régimen comunista chino, ha perdido uno de sus aliados más importantes en el Vaticano.

El Papa sorprendió a muchos observadores cuando trasladó al arzobispo Mons. Savio Hon Tai-Fai, compañero salesiano del cardenal y segundo en el mando en la poderosa Congregación para la Evangelización de los Pueblos (Propaganda Fide), fuera de Roma, a Atenas, donde prestará servicio como Nuncio Papal en Grecia.

El prelado, que cumplirá 67 años el próximo mes, no tiene ninguna experiencia diplomática anterior.

Desde 2010 Savio Hon ha sido los ojos y oídos de Zen en la curia romana. En ese año Benedicto XVI, siguiendo la recomendación de Zen y de otro salesiano poderoso, el entonces Secretario de Estado Cardenal Tarcisio Bertone, nombró al arzobispo nacido en Hong Kong secretario de Propaganda Fide.

Mons. Hon era el oficial de origen chino de más alto rango de la curia romana. En el anterior pontificado gozaba de mucha preeminencia, más en sintonía con la línea dura del Cardinal Zen en el trato (que a veces se convertía en franca confrontación) con las autoridades comunistas chinas.

Pero cuando el Papa Francisco y su Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, cambiaron hacia un estilo más de Ostpolitik en relación con dichas autoridades, el Cardenal Zen y el arzobispo han sido aislados cada vez más.

En junio de 2016, justo cuando la Santa Sede y los oficiales del gobierno chino estaban intensificando unas delicadas negociaciones cuyo fin era encontrar un compromiso en el nombramiento de los obispos católicos en el continente, Savio Hon fue enviado de manera temporal a Guam, donde sirvió durante varios meses como administrador apostólico en la archidiócesis de Agaña, donde el obispo local estaba siendo investigado por presuntos abusos sexuales de menores.

El arzobispo salesiano llevaba apenas un año trabajando de nuevo en Propaganda Fide a tiempo completo cuando se ha anunciado su nuevo nombramiento.

¿Qué significa todo esto?

En primer lugar, indica que el Papa Francisco tiene una estrategia muy clara en sus relaciones con la China comunista, y en esta difícil operación insiste en tener ayuda por parte de personas que acepten totalmente este proyecto. El Cardenal Zen ha criticado vehemente y públicamente al Papa por ser, entre otras cosas, ingenuo en su enfoque. Savio Hon, como representante no oficial de Zen, era considerado muy poco colaborador al respecto.

Hace tiempo, además, que se susurra que el arzobispo no tiene una buena relación de trabajo con el actual prefecto de Propaganda Fide, el Cardenal Fernando Filoni, un diplomático vaticano de carrera que sirvió como Nuncio Papal en Iraq y Filipinas y que también ha sido sustituto del Secretario de Estado para asuntos internos. Algunos empleados dicen que las diferencias entre el prefecto y su secretario derivan de otras cuestiones, además de China.

Algunos considerarán una ironia, y otros un castigo, el hecho que Savio Hon, que no tiene formación como diplomático pontificio, sea nombrado nuncio.

Ser el jefe de la nunciatura de la Santa Sede en Atenas no está considerado exactamente como un cargo de nivel superior. Pero probablemente sea el final del camino eclesiástico para este prelado nacido en Hong Kong, visto que este tipo de nombramientos duran unos cuatro años. Cuando llegue ese momento tendrá casi 71 años, un año más de la edad en que un nuncio puede pedir el retiro.

Si bien algunos sentirán la tentación de considerar todo esto como una bofetada en la cara o un descenso de categoría, no debemos olvidar que Atenas es el lugar donde el arzobispo Mons. Angelo Roncalli (el futuro Papa Juan XXIII) sirvió como nuncio durante más de una década. De hecho, también era un oficial de Propaganda Fide sin formación diplomática formal cuando Pío XI le nombró su visitador apostólico en Bulgaria en 1925, iniciando así los largos años de servicio distinguido de Roncalli como embajador pontificio.

Pero también en tiempos recientes los Papas han nombrado a personal no diplomático de Propaganda Fide como nuncios. Uno de los casos más memorables -e intrigantes por las circunstancias que lo rodearon- sucedió en 2004, cuando Juan Pablo II envió al arzobispo Mons. Malcolm Ranjith, entonces el número dos de Propaganda, a Indonesia como nuncio.

Ranjith, que había sido Cardenal arzobispo de Colombo desde 2009, era un aliado y amigo muy cercano del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger. El prelado cingalés era conocido por ser un firme defensor de la Misa Tridentina y, como obispo de la diócesis de Ratnapura (1996-2001), había jugado un papel clave en la investigación de la Congregación de la Doctrina de la Fe que había llevado a la excomunión  en 1997 de un teólogo de su diócesis, el padre Tisa Balasuriya OMI.

Muchos creen que Ratzinger influyó en la decisión de Juan Pablo II de llamar a Ranjith a Roma en 2001 para servir como secretario de Propaganda Fide cuando el Cardenal Crecenzio Sepe era el prefecto de dicho dicasterio.

Ratzinger y Sepe nunca fueron muy amigos, por decirlo suavemente. Y algunos creen que Ratzinger quiso a Ranjith en Propaganda para que vigilara al cardenal italiano, famoso por ser derrochador y un chanchullero en todo tipo de cuestiones, sagradas y profanas. Es un secreto mal guardado que cuanto ocurrió después fue una clara represalia: Sepe convenció a un enfermo Juan Pablo II a enviar a Ranjith a Indonesia, país que tenía en esa época graves conflictos civiles.

Sepe, que había estudiado en la academia de élite para los diplomáticos pontificios, se aseguró del traslado de Ranjith con la ayuda del entonces Secretario de Estado, el Cardenal Angelo Sodano, otro oficial del vaticano que tenía una fría relación con Ratzinger.

Pero los giros de la historia pueden traer sorpresas amargas. Juan Pablo II falleció en abril de 2005 y Ratzinger fue elegido su sucesor. Ocho meses después de su elección, Benedicto XVI hizo volver a Roma al arzobispo Mons. Ranjith, con el cargo de secretario de la Congregación para el Culto Divino. El exilio en Indonesia acabó menos de dos años después de que iniciara.

Cinco meses después del nuevo nombramiento de Ranjith se anunció otra caída. Benedicto destronó bruscamente al Cardenal Sepe de su lugar de mando en Propaganda Fide y le envió a Nápoles como arzobispo.

Todo esto demuestra que lo que el Papa Francisco ha hecho con el arzobispo Savio Hon tiene precedentes.

Sin embargo, persisten otras cuestiones. Nadie ha sido nombrado para ocupar el cargo que tenía Savio Hon en Propaganda. ¿Elegirá Francisco a un oficial de nivel medio que ya esté trabajando en este dicasterio o traerá a alguien nuevo de fuera?

¿Y qué pasa con el hecho que ahora no hay nadie de origen chino que ocupe una posición importante en la curia romana? De hecho, la presencia de asiáticos, en general, es mínima.

A medida que los máximos jefazos del Vaticano se preparan para irse, bien porque han llegado a la edad de retiro o han acabado su mandato, tal vez el Papa empiece a mirar hacia el Este buscando a quienes los sustituyan.

No obstante, una cosa parece cierta: el traslado del arzobispo Savio Hon a Grecia es sólo el principio de una serie de cambios a nivel de los altos cargos que Francisco pondrá pronto en marcha en el Vaticano.

Esto ha causado escalofríos en esos oficiales de curia que se han sentido poco emocionados con las reformas y ajustes que el Papa jesuita ha puesto en marcha, a pesar de que lo ha hecho a un ritmo lento e inalterable. Algunos de estos oficiales ahora temen que los vientos de cambio están a punto de convertirse en el huracán virtual Bergoglio

Entonces veremos cuántos eclesiásticos escépticos sobre el cambio climático quedarán en la jerarquía católica.

(Artículo publicado originalmente en La Croix. Traducción de Helena Faccia Serrano para InfoVaticana)

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Comentarios
9 comentarios en “¿Los vientos de cambio del papa se van a convertir en el ‘huracán Bergoglio’?
  1. Política poco original porque la apertura al Este del siglo XX se produjo para lugares de tradición cristiana y cercanos a nuestro mundo pues eran Europa. China además de lejana es una gran desconocida, con costumbres muy diferentes, donde el comunismo lleva ya muchos años y es un tipo de comunismo más monolítico, para colmos aceptan lo peor del capitalismo pero sin libertades civiles y sobre todo donde la Religión es muy mal mirada y donde pretenden que haya una Iglesia católica que poco tenga de ello y que se pliegue al poder. La llamada Iglesia patriótica china. El Papa debería ser fiel y transparente con los que nunca han cedido a esto, ni antes de ser Papa ni ahora y no ponerse a remar al contrario para ver si así se apunta un tanto de masas y pasar a la Historia como el pontífice al que le abrió la puerta China. Si andas con comunistas, hablas como un comunista, recibes con más alegría a comunistas y éstos estan encantados contigo pues o eres comunista o un cándido.

  2. La auténtica Iglesia Católica prohibida en China es la «subterránea», no la Asociación Patriótica Catòlica dirigida por los comunistas, que como en la antigüa Roma se reunían en las catacumbas para no ser detenidos y torturados.
    Mi temor es que el papa Francisco tan proclive a la teología de la liberación y amigo de confesos dirigentes comunistas abandone a su suerte a los Católicos de la Iglesia subterránea y formalice la unión con los comunistas. Sería un desastre huracanado bergoliano para nuestros hermanos en Jesús Cristo.

  3. El Papa es el Papa y se le obedece. Punto. Así me enseñaron cuando todo se prohibía. Así debe ser cuando ha llegado el tiempo de la misericordia y del Evangelio. Bendito sea el Papa Francisco

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