Los tres errores de Rocco Buttiglione

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En su crítica a los firmantes de la ‘correctio filialis’, el filósofo italiano incurre en varios errores que analiza el canonista americano Edward Peters.

El filósofo italiano Rocco Buttiglione, que hace unos años se hizo famoso como defensor en Bruselas de la herencia cristiana de Europa, ha vuelto estos días a saltar a la palestra como inopinado crítico de la ‘correctio filialis’ dirigida al Papa criticando ciertos puntos de su exhortación Amoris Laetitita. Sostiene Buttiglione que «el método es incorrecto: no discuten, condenan».

Pero en su defensa del texto papal -o, por mejor decir, en su ataque a los firmantes de la ‘correctio’-, Buttiglioni ha incurrido en varios errores de bulto que el canonista americano Edward Peters analiza en su blog, ‘In the light of the law’.

Expone el filósofo italiano: «Hay una imposibilidad absoluta de dar la Eucaristía a quienes están en pecado mortal (y esta norma es de ley divina y, por tanto, imperativa), pero si, debido a la falta de plena advertencia o perfecto consentimiento, no hay pecado mortal, puede darse la comunión, desde el punto de vista de la teología moral, también a un divorciado que se ha vuelto a casar. Hay también otra prohibición, no moral sino legal. La cohabitación extraconyugal claramente contradice la ley de Dios y genera escándalo. A fin de proteger la fe de la gente y fortalecer la consciencia de la indisolubilidad del matrimonio, la autoridad legítima puede decidir negar la comunión al divorciado vuelto a casar aun cuando no estuviere en pecado mortal. Sin embargo esta norma es de derecho humano y la autoridad legítima puede permitir excepciones si existen buenas razones»

En un texto tan breve y aparentemente razonable, Peters considera que Buttiglione ha incurrido en, al menos, tres errores, que pasamos a glosar.

«Hay una imposibilidad absoluta de dar la Eucaristía a quienes están en pecado mortal». Primer error. Obviando que es imposible que el sacerdote pueda analizar el alma de quien se acerca a comulgar para saber si está o no en gracia, a los sacerdotes se les exige, no simplemente se les «permite», que no nieguen la comunión públicamente a nadie mientras no se den todos los exigentes requisitos del Canon 915 de una «obstinada perseverancia en un pecado grave y manifiesto», incluso si el sacerdote tiene buenas razones para suponer que el fiel está en pecado mortal.

Y si esta es la ley canónica, difícilmente podrá estar en contradicción con la ley divina, como dice Buttiglione. Mal comienzo.

Segundo: «La cohabitación extraconyugal claramente contradice la ley de Dios y genera escándalo». No, desde luego; es el sexo extraconyugal, no ha cohabitación «per se», que en ocasiones -por ejemplo, en caso de tener la nueva pareja hijos a su cargo o en situaciones análogas- puede ser incluso aconsejable. Puede parecer un exceso de precisión, pero la precisión es absolutamente fundamental en estas materias.

Por último, «a fin de proteger la fe de la gente y fortalecer la consciencia de la indisolubilidad del matrimonio, la autoridad legítima puede decidir negar la comunión al divorciado vuelto a casar aun cuando no estuviere en pecado mortal. Sin embargo esta norma es de derecho humano y la autoridad legítima puede permitir excepciones si existen buenas razones».

Una vez más, no se trata de dar al sacerdote superpoderes para que adivine si el fiel que se acerca a comulgar está o no en gracia. El Canon ya citado, el 915, que se refiere a la prohibición que pesa sobre los sacerdotes de administrar la comunión en público a quienes demuestren una «obstinada perseverancia en un pecado grave y manifiesto» se refiere exactamente al caso que nos ocupa.

El mal que se pretende evitar en este caso es el escándalo, que el Catecismo define como «una ofensa grave» que se ve agravada «cuando la cometen aquellos que por naturaleza o cargo están obligados a enseñar y adoctrinar a otros». Pero el escándalo no es ya meramente ‘ley humana’, sino divina, lo que contradice las palabras finales del filósofo.

No se trata de que al cura le conste que el fiel ha estado manteniendo relaciones sexuales ilícitas, perfectamente consciente y con absoluto consentimiento desde su última confesión; se trata de considerar si darle la comunión ante quienes conocen que se trata de un adúltero público puede llevar a la comunidad a dudar de la gravedad objetiva de la situación y de la realidad sacramental del matrimonio tal como lo enseñan Cristo y su Iglesia.

Añade Peters que incluso cuando se da la célebre convivencia «como hermano y hermana» que se suele imponer a los divorciados vueltos a casar y penitentes, la comunión solo debe administrarse en público cuando se entiende que la comunidad conoce esta circunstancia. Que luego cumplan o no la condición, naturalmente, es algo que ni el sacerdote puede saber ni puede por tanto influir en su decisión.

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Comentarios
12 comentarios en “Los tres errores de Rocco Buttiglione
  1. Antes era más juanpablista que Juan Pablo II; ahora se nos ha hecho más francisquita que el propio Francisco. En compensación ya ha recibido un cargo retribuido. Comuniones e Liberazione, al igual que el Opus Dei, a la deriva, como señala Antonio Socci.

  2. La ignorancia y el error no se vencen con la comunión sacrílega sino con una buena catequesis. Le reto a Rocco a que me presente un sólo caso de adulterio constante por ignorancia, salvo Alzheimer bien avanzado.

  3. Porqué encerrar la fe, la misericordia y el amor divino en medio de leyes y planteamientos supermoralistas que superan al hombre y que pretenden superar a Dios. la Ley ha sido creada para direccionar la conducta humana, pero tambien es cierto que las leyes inmutables serán unicámente las leyes divinas pero que con todo el rigor que tiene y les merece deben ser leídas y aplicadas a la luz de los tiempos actuales sin que pierdan su esencia y naturaleza. Aferrarse a postulados sin dejarse llevar por el espíritu Santo, lo unico que ha creado es una hipoxia en la fe del pueblo y de eso ya tenemos bastante historia en nuestra madre iglesia. HAY QUE PENSAR COMO HOMBRES, NO COMO LIBROS.

  4. Sin leyes precisas y firmes se incurre en la arbitrariedad, la prepotencia de los más fuertes y la injusticia. Eso es lo que olvidan todas las cabezas blandas que se pasan el día declamando sobre la misericordia. Cabeza blanda, corazón duro.

  5. Può esistere il caso che un risposato consideri nullo il suo matrimonio precedente per motivi che pure riconosce la Chiesa.Quindi l’accostarsi alla Santa comunione non è peccaminoso.Naturalmente dovrebbe essere il suo confessore a consigliarlo.

  6. Echenique, tienes razón. Me parece ridículo en la Era de la Informacion universal e inmediata que haya un divorciado vuelto a casar que tenga ignorancia no culpable de su situación. Qué chorrada

  7. Totus tuus pero ¿de qué habla exactamente? ¿dónde esta la misericordia cristiana con el conyuge y los hijos anteriores? ¿ donde la misericordia con la comunidad? Porque no sé si sabe que en esa comunidad hay un 40, o un 50 % de matrimonios con una situación dificil, de lucha, de oración, de perdón , de aceptar la cruz cada día, de tener fe en que el Señor puede resucitar un matrimonio, durante años y años…y se quedan con una cara de gilipollas…que si esto es lo que dice el papa, yo me bajo de la vida (como dice la vecinarubia). Qué hago yo aquí muriendo, cuando está muy bien comulgar en adulterio. Es que todos pensamis que nuestro caso es terrible ¿sabe? La misericordia es decir la verdad. No generar una onda imparable a la qie todos los gilipollas nos uniríamos si eso es lo que ha dicho Cristo

  8. Pierantoni sostiene che Amoris Laetitia intreccia abilmente l’autentica dottrina cattolica delle circostanze attenuanti con i concetti eterodossi dell’etica della situazione.
    La prima, dice Pierantoni, «sostiene che, per quanto un’azione in se stessa sia cattiva, ci possono però essere elementi, come uno stato di grave alterazione psicologica, o l’ignoranza, che diminuiscono, o addirittura annullano, la colpevolezza soggettiva. Invece la morale di situazione afferma che in assoluto non esistono azioni intrinsecamente cattive e che, in alcune situazioni, quello che è normalmente cattivo, può essere la scelta corretta, quindi può essere oggettivamente una buona azione». Qui il riferimento è poi rivolto al famigerato paragrafo 303 di Amoris laetitia, quello già portato all’attenzione dal filosofo Josef Seifert, in cui, dice Pierantoni, si dice che «una situazione non rispondente al comandamento del Vangelo” sarebbe “ciò che Dio stesso sta richiedendo”».

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