Secuestran y asesinan a un sacerdote católico en Nigeria

|

Un sacerdote católico fue secuestrado y hallado muerto en Nigeria hace unos días, según informa fuentes locales.

Según informa el diario local Vanguard, el P. Cyriacus Onunkwo fue secuestrado por hombres armados cuando estaba en su auto el pasado 1 de septiembre en la localidad de Orlu en el estado de Imo en el sur de Nigeria.

La policía informó que más temprano ese mismo día, otro sacerdote, el P. Jude Udokwu también fue secuestrado en la misma localidad pero el presbítero logró escapar.

En el lapso de 24 horas, el cuerpo del P. Onunkwo fue encontrado cerca de la localidad de Orlu, por lo que los sacerdotes de la diócesis fueron llamados para identificarlo.

El cuerpo del fallecido sacerdote no mostraba ninguna herida, por lo que las autoridades creen que fue estrangulado. Las investigaciones aún prosiguen.

La muerte de este sacerdote se da semanas después de que tres hombres fueran arrestados por la muerte del P. Raphael Pankyes, que fue encontrado muerto en el estado Plateau en el centro del país en julio.

La violencia contra los cristianos en el país ha aumentado en Nigeria desde que el grupo terrorista Boko Haram irrumpiera en el norte, junto a otros grupos violentos en el sur.

En el año 2016 un Obispo nigeriano lamentaba que los cristianos esencialmente se han convertido en “un objetivo”.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva para ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
1 comentarios en “Secuestran y asesinan a un sacerdote católico en Nigeria
  1. Esta es la realidad de la Iglesia. Mientras unos sacerdotes se dedican a discutir entelequias y a manejar temas burocráticos, otros sacerdotes riegan con su sangre inocente el camino de la fe por el que vamos andando y lo hacen con la humildad y la sencillez de los mártires . Porque viven su consagración a Dios en total anonimato, entregan cada día su vida por el prójimo, permanecen a su lado en la miseria, la enfermedad y la desolación, soportan con valor la amenaza de los terroristas y finalmente mueren en silencio, sin que ni siquiera nadie se moleste en escribir un simple comentario para agradecerles su labor. Son héroes de la fe, anónimos para nosotros, pero no para Dios. Y ya también, igual que el Cardenal Caffarra, estará contemplado su rostro por toda la eternidad. porque su peregrinaje ha terminado. Porque ya es Iglesia triunfante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles