Martínez Camino: «Aunque el Papa fuera un hereje, que lo puede ser, no hay razón para hacer una iglesia al lado de la del Papa»

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El obispo auxiliar de Madrid, el jesuita Juan Antonio Martínez Camino, calificó ayer de «fracaso» la reforma luterana, y pidió unidad en la Iglesia.

Según relata el diario El Comercio, el Obispo auxiliar de Madrid, el jesuita asturiano Juan Antonio Martínez Camino (Siero, 1953), que fue secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal de Española entre 2003 y 2013, calificó ayer de «fracaso» la reforma de Lutero durante su intervención en la última jornada del curso de clausura de La Granda, dedicado al cisma que hace quinientos años rompió la unidad del cristianismo.

«La obra de Lutero tuvo dos graves efectos negativos contrarios a su intención, la ruptura de la unidad de la Iglesia latina, que se consumó con la creación de una aparato eclesiástico enfrentado a la Iglesia Católica, y la configuración progresiva del secularismo, de tal modo que la religión se quedó relegada a la esfera de lo privado», señaló. Son las indeseables e indeseadas consecuencias de una reforma que pretendía propiciar la renovación religiosa de la sociedad y del estado, según explicó. «Había mucho que reformar, príncipes y obispos copaban los cargos, pero sus consecuencias fueron indeseables», subrayó.

Martínez Camino defendió con firmeza la unidad de la Iglesia. «Aunque las circunstancias sean escandalosas, aunque el Papa fuera un hereje, que lo puede ser, no hay razón suficientes para hacer una iglesia al lado de la del Papa», dijo al respecto.

Escritura y revelación

Una de las bases del protestantismo es la libre interpretación de la Biblia, El obispo auxiliar de Madrid rebatió tal principio con el argumento de que necesita ser interpretada de acuerdo con la revelación. «Este es el asunto que propició el gravísimo paso que dio el reformador, optar por su propia interpretación. La escritura es un objeto, la revelación no», explicó, añadiendo que «no es algo que pueda meterse en el bolsillo, es una realidad viva. Su error fue pensar que la palabra caía del cielo y que una vez en la tierra funcionaba por sí misma, cuando la realidad es que no hay escritura sin testigo. Y el testigo adecuado de la palabra de Dios es la Iglesia. La revelación no se da por internet».

La reforma de Lutero dio paso a las llamadas Guerras de Religión, más de cien años que llegaron a su fin con la Paz de Westfalia, en 1648. Martínez Camino admitió que si bien «subyace una connotación religiosa, tienen una raíz política y económica, no se puede hablar de guerras de religión. El primer paso fue la desecularización. Los monasterios, los caminos, las catedrales, todos los bienes de la Iglesia pasaban a los príncipes, con el consiguiente conflicto de intereses. La reforma de Lutero trajo consigo la ruptura de la iglesia y de la realidad sociopolítica de Europa», concluyó.

Olegario González, de la Universidad Pontificia de Salamanca, pronunció la conferencia de clausura. Se refirió a la reforma como «una revolución interna que deja sin fundamentos reales lo que es la Iglesia o el cristianismo», y descartó toda posibilidad de reencuentro. Las iglesias protestantes «surgen de comunidad que se reúnen, no tienen una dimensión constitutiva, ni hay sucesión apostólica ni autoridad decisiva. Las relaciones son cordiales, pero las cuestiones de fondo siguen enteras. No hay posibilidad de lograr un acuerdo».

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Comentarios
7 comentarios en “Martínez Camino: «Aunque el Papa fuera un hereje, que lo puede ser, no hay razón para hacer una iglesia al lado de la del Papa»
  1. Que chorrada, como si la Iglesia hubiera tenido la mas minima » incomodidad» con los protestantes. ¡¡Si estáis a partir un piñón con vuestro apocalipsis de pacotilla!!
    Ecumenismo del odio lo llaman ¿ Que tiene el odio que ver con Jesucristo?

  2. Nunca pude imaginar que entre la alta jerarquia de la Iglesia pudiera existir tanto analfabeto bíblico, ¿verdad monseñor Martínez Camino?

  3. En la Iglesia de España, todo el mundo conoce qué es lo que Mons. Camino dice al decir unidad: «que todo el mundo pase por el aro de lo que yo digo». Lo que sucede es que ahora, Martínez Camino no tiene la autoridad que tenía antes. En otros tiempos, su concepto unidad estaba ligado a la uniformidad, a la uniformización, no a la verdadera unidad de la que habla la Iglesia Madre: unidad en la diversidad, comunión en la pluralidad, etc. Basta leer el Magisterio Pontificio de JP II, de Benedicto XVI o de Francisco para comprender mejor esto.

  4. Mis felicitaciones más cordiales a los dos ponentes exponentes y expuestos, muy expuestos al linchamiento de la tiranía mediática del pensamiento único. Que se preparen porque los van a acribillar, como a Santiago Martín. Reconforta oir voces como éstas que se salen del coro habitual por decir la mayor aberración con el silencio cómplice de quien tiene la obligación moral de corregir para confirmar en la Fe.

  5. Monseñor Martínez Camino es una de las pocas voces libres que quedan. Tengo un excelente libro suyo de hace unos 12 años, que con un formato de preguntas y respuestas da razones de la fe verdadera, la católica, profundo y a la vez, didáctico. Necesario en los tiempos que corren. Vamos, lo que el señor Osoro Sierra siguiendo la voz de su humano calificaría de proselitismo venenoso.

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