No llega a mil el número de personas que han asistido este jueves al acto interreligioso en memoria de las víctimas de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, celebrado en el Museo Marítimo de Barcelona, donde han participado hasta una docena de confesiones religiosas, así como agrupaciones ateas y laicas.
Al acto han asistido también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, entre otros representantes de instituciones y partidos.
La ceremonia ha arrancado con la actuación musical de la Orquesta Árabe de Barcelona, que ha dado la bienvenida a las comunidades de distintas confesiones y convicciones: judías, cristianas ortodoxas, cristianas católicas, cristianas evangélicas, musulmanas, laicas, ateas, budistas, taoístas, sikh, bahà’i, hinduistas y de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La actriz Carme Sansa, que ha sido la encargada de conducir el acto, ha leído un texto en que ha llamado a la paz como “la mejor respuesta” que puede dar la ciudad de Barcelona a los atentados sufridos hace una semana y ha continuado la ceremonia con la mención de los nombres de cada una de las quince víctimas en Cataluña.
Además, se ha dado paso a la lectura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a fragmentos de la Biblia, el Corán, textos budistas y la Torá, a cargo de cinco jóvenes del proyecto “Constructores de Puentes”, de la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso (AUDIR).
Al finalizar la lectura de los textos religiosos, un grupo de treinta jóvenes han llevado hasta el escenario 15 ramos de flores, donados por la Asociación de Floristas de la Rambla, uno por cada víctima mortal del atentado, con los que se ha elaborado un “puente de flores”.
Los jóvenes del programa de la AUDIR han llevado este arreglo floral hasta el mosaico de Joan Miró en La Rambla, un lugar que se ha convertido en un memorial para la ciudadanía, que a lo largo de esta semana ha ido a este punto neurálgico de la ciudad para hacer sus homenajes a las víctimas del atentado.
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha señalado que el acto ha sido “una llamada a vivir todos juntos, pidiendo por la paz y la concordia. Es fundamental -ha añadido- que todos trabajemos en esta dirección”.
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Lo que no entiendo es como Omella se ha prestado a esta mascarada. Parece un desfile de moda.
Acto interreligioso por la paz ¿Han tenido algo que ver judíos y cristianos con el atentado? _En nuestos días sólo hay una religión que empuja a la violencia y esa es la islámica.
Miguel Madrid, hijo, tómate la medicación que te estás poniendo malito y dices tonterías que avergüenzan a papá y a mamá.
Y además te tenemos dicho que no uses el ordenador para mirar cosas de adultos, ala monín, tú a los teletubbies.
Claro que fracasó, mil personas, ante un acontecimiento de esta envergadura son muy pocas. Además los católicos no hablamos del mismo Dios cuando hablamos de Dios que los musulmanes y los ateos y «civiles» ¿qué pintan? ¿sentirse confortables en su necia incredulidad en vez de interpelados por la fe?. Para actos interculturales ya están los políticos. Lo que necesitan las víctimas y las familias, es la oración católica por ellas y, especialmente, el sacrificio de la Misa. Qué manera de renunciar a la fe tan chunga, Omella, incluido y no dar el testimonio católico que podría ser impactante. ¿Y después se quejan de la falta de fieles, de sacerdotes, etc. etc.?
Por un lado, creo que son positivos los esfuerzos y la unidad de todas las instituciones tanto religiosas como laicas contra el terrorismo y la promoción de la paz. Pero por otro lado, la realidad es que solo hay UNA religión que incita a la violencia, por tanto, deberían ser los musulmanes moderados que hicieran frente a los violentos, si quieren apartar la violencia de su religión. Por desgracia la manifestación de musulmanes contra la violencia en Barcelona, eran pocos centenares de personas.
Creo que el reducido numero de personas a este acto, entre otras causas, se debe a que los ciudadanos cada día tienen menos confianza en las instituciones.
Tú, Kamilo, no olvides tomarte el reconstituyente mental, que lo necesitas y un tranquilizante más , para no insultar.
¿Cómo no va a fracasar si es un acto estúpido? ¿A quien va a consolar que se digan cuatro obviedades con un poco de música de fondo? Por Dios, que la gente no es tan tonta. Aunque haberlos, haylos, claro: los que lo han organizado.