Milagro de Hiroshima: Cuatro jesuitas sobrevivieron a la bomba atómica gracias al Rosario

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Hace unos días se cumplió un aniversario más del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, uno de los episodios más dramáticos de la historia de la humanidad. El 6 de agosto de 1945, fiesta de la Transfiguración, muy cerca de donde cayó la bomba “Little Boy”, cuatro sacerdotes jesuitas alemanes sobrevivieron a la catástrofe, y la radiación -que mató a miles en los meses siguientes- no tuvo efecto en ellos. Esta historia, documentada por historiadores y médicos, es conocida como el Milagro de Hiroshima.

Los jesuitas Hugo Lassalle, superior en Japón, Hubert Schiffer, Wilhelm Kleinsorge y Hubert Cieslik, se encontraban en la casa parroquial de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los pocos edificios que resistió a la bomba. En el momento de la explosión, uno de ellos se encontraba celebrando la Eucaristía, otro desayunaba y el resto en las dependencias de la parroquia.

Según escribió el propio P. Hubert Cieslik en un diario, únicamente sufrieron daños menores producto de cristales rotos, pero ninguno a consecuencia de la energía atómica liberada.

Los médicos que les atendieron tiempo después les advirtieron que la radiación recibida les produciría lesiones graves, así como enfermedades e incluso una muerte prematura.

El pronóstico nunca se cumplió. No desarrollaron ningún trastorno y en 1976, 31 años después del lanzamiento de la bomba, el P. Schiffer acudió al Congreso Eucarístico de Filadelfia y relató su historia, confirmando que los cuatro jesuitas estaban aún vivos y sin ninguna dolencia. Fueron examinados por decenas de doctores unas 200 veces a lo largo de los años posteriores, sin que se hallase en sus cuerpos rastro alguno de la radiación.

Los cuatro religiosos nunca dudaron de que habían gozado de la protección divina, y en particular de la Virgen: “Vivíamos el mensaje de Fátima y rezábamos juntos el Rosario todos los días”, explicaron.

El P. Schiffer escribiría “El Rosario de Hiroshima”, un libro en el que da cuenta de todo lo que vivió.

Hace un año, al celebrarse un aniversario más de Hiroshima, el Obispo de Niigata y Presidente de Cáritas Asia, Mons. Tarcisius Isao Kikuchi, difundió un mensaje en el que subraya que Japón puede contribuir a la paz “no con nuevas armas, sino con sus actividades de nobleza y amplia historia en el crecimiento mundial, de modo particular en las consideradas naciones en vía de desarrollo”.

El prelado añade que “con esta contribución al desarrollo, que lleva al pleno respeto y a la realización de la dignidad humana, sería muy apreciado y respetado por la comunidad internacional”. Cada año, del 5 al 15 de agosto, el país celebra una Oración por la Paz.

En Hiroshima y Nagasaki murieron unas 246 mil personas, la mitad en el momento del impacto y el resto en las semanas posteriores por los efectos de la radiación. La bomba de Hiroshima coincidió con la solemnidad de la Transfiguración del Señor y la rendición de Japón ocurrió el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen María.

(Artículo publicado originalmente en Aciprensa)

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Comentarios
9 comentarios en “Milagro de Hiroshima: Cuatro jesuitas sobrevivieron a la bomba atómica gracias al Rosario
  1. Por favor, un poco más de rigor. Aunque lo diga Aciprensa, no se trata de un milagro. La Iglesia no lo reconoce y los propios jesuitas «protagonistas», como el P. Hubert Schiffer, lo desmintieron. Su edificio era muchísimo más sólido que las casas de madera cercanas, y no estaba en la zona 0, sino a 1,6 km de distancia, donde un 14% de los habitantes no sufrió daño radiactivo. Si nos dedicamos a difundir supercherías, damos argumentos a los enemigos de la Iglesia.

  2. No hace falta que la Iglesia reconozca el milagro. En cualquier caso la noticia es sorprendente y es fácil ver la mano de una especial Providencia de Dios en el relato.

  3. En Hiroshima había el día de la bomba unas 348 mil personas. De estas unas 130 mil murieron a causa de la bomba.
    http://www.johnstonsarchive.net/nuclear/radevents/1945JAP1.html

    La probabilidad de un milagro es como de 1/3. Como además el templo estaba «lejos», pues la probabilidad decrece todavía más… vamos, como que no.

    ¿Por qué será que por mucho que rece a un amputado no le crece de nuevo lo pierna, o el brazo? ¿Por qué será que los milagros siempre son en cuestiones como ésta?

  4. «Su edificio era muchísimo más sólido que las casas de madera cercanas, y no estaba en la zona 0, sino a 1,6 km de distancia, donde un 14% de los habitantes no sufrió daño radiactivo.»
    Pues pregunte al 86% restante, a ver qué le dicen.
    El hipocentro de la explosión estaba a 0,9 km y las supuestas casas de madera aquí:
    https://martinher85.files.wordpress.com/2013/08/hiroshima-antes-y-despuc3a9s.jpg
    El santo Rosario no se reza para uno y sólo para uno.

  5. Nagsaki no era ningún objetivo militar, no había nada, solo católicos, era la ciudad con mayor número de católicos, la mayoría de la población era católica. Mientras que en el resto de ciudades la presencia católica era mínima. ¿Por qué destruyeron Nagasaki? adivina.

  6. Demanda: la Fe y la Oración han originado todo tipo de milagros, incluido ese de hacer crecer una pierna amputada:
    https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Pellicer
    En el santuario de Lourdes van ya por la 70ª curación milagrosa (reconocidas por la Iglesia, tras el testimonio de equipos médicos que certifican que la medicina actual es incapaz de explicar esas curaciones).
    Pero el que está cerrado a creer en lo sobrenatural nunca creerá en los milagros, pues como dice el refrán «no hay peor sordo que el que no quiere oír».

  7. El Obispo, respondo a su pregunta:
    Para crearse una coartada, Estados Unidos es también católico, hay 50 universidades jesuitas con alta influencia en sus élites el catolicismo es denominación religiosa mayoritaria

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