Los diez consejos del cardenal Burke para afrontar la crisis de confusión y división de la Iglesia

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El cardenal Raymond Leo Burke en el Rome Life Forum en mayo de 2017.

El cardenal estadounidense afirma que la desorientación y el error han entrado en la Iglesia «de una manera diabólica», pero anima a los católicos a permanecer firmes, valientes y serenos en la fe, conscientes que la victoria de Cristo «ya está escrita».

Edward Pentin / National Catholic Register- En un discurso amplio y oportuno, el Cardenal Raymond Burke ha querido explicar la esencia de la profunda crisis espiritual a la que se enfrentan la Iglesia y el mundo, ofreciendo sugerencias pastorales que animen a los fieles a enfrentarse a ella.

Durante su discurso en el Encuentro Church Teaches Forum que se ha llevado a cabo en Louisville, Kentucky, el 22 de julio pasado, el cardenal patrón de la Orden de Malta declaró que «nunca había sido tan necesaria» la «firme enseñanza» de la Iglesia visto «los preocupantes tiempos en los que viven el mundo y la Iglesia».

El cardenal afirmó que el amplio ataque a la vida humana inocente e indefensa está llevando a una violencia «sin precedentes» en la vida familiar y en la sociedad.

También mencionó otros flagelos: la ideología de género, la negación de la libertad religiosa y la objeción de conciencia, el materialismo ateo y el relativismo. Todos ellos han llevado a «un miedo legítimo a una confrontación global que puede significar sólo la destrucción y la muerte de muchos», ha afirmado.

«Claramente, si la situación actual del mundo continúa puede llevar a la aniquilación total», ha añadido.

Sin embargo, «de una manera diabólica, la confusión y el error» surgidos de los estragos de la secularización, sobre todo en Occidente, «han penetrado también en la Iglesia», ha dicho.

El cardenal Burke, uno de los mayores expertos en Derecho Canónico de la Iglesia, lamentó que la Iglesia «se está acercando a una cultura» sin «saber cuál es su propia identidad y misión» o sin tener «la claridad y la valentía de anunciar el Evangelio de la Vida y el Divino Amor a una cultura radicalmente secularizada».

Como ejemplo, citó las recientes declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx, el cual afirmó que la legalización del «matrimonio» entre personas del mismo sexo no era una cuestión que preocupara mucho a la Iglesia; lo era la intolerancia demostrada hacia quienes sufren atracción hacia el mismo sexo. El cardenal Burke recordó a su audiencia que el enfoque correcto es distinguir entre el amor por la persona y el odio que los católicos «siempre deben sentir por los actos pecaminosos».

Puso como ejemplo la vida de otro prelado alemán, el recientemente fallecido cardenal Joachim Meisner, «cada vez más confundido y asombrado» por la enseñanza de la Iglesia dentro de la propia Iglesia, pero que a pesar de todo permaneció «sereno» y determinado a «seguir la lucha por Cristo».

El cardenal Burke observó que «por lo que sea, muchos pastores permanecen callados» acerca de la crisis actual, o «han abandonado la claridad» de la enseñanza de la Iglesia y abrazan «la confusión y el error que, de manera equivocada, piensan que pueden ser la solución más efectiva para el colapso total de la cultura cristiana».

Recordó a un joven sacerdote que, recientemente, le preguntó por qué, dada la «naturaleza posiblemente apocalíptica» que viven actualmente la Iglesia y el mundo, y la necesidad de enseñar la verdad de la fe, había por parte de la jerarquía «una tal falta de claridad y valentía».

El cardenal Burke dijo que podía atribuirse a la «cultura materialista y relativista» que domina la vida moderna y que «fomenta la confusión y la división en la Iglesia». El cardenal también dijo que le preocupa que los medios de comunicación seculares ya no ataquen a la Iglesia como solían hacer, porque esto significa que la Iglesia está «fracasando estrepitosamente en su tarea de ser testimonio claro y valiente de la salvación para el mundo».

También advirtió sobre un gobierno de la Iglesia «según el mundo», en el que los que defienden lo que la Iglesia siempre ha enseñado son tildados de «rígidos fundamentalistas» que entorpecen el enfoque pastoral deseado por el Papa Francisco. Comentó el «triste espectáculo» de ver a los miembros de la jerarquía «acusándose públicamente de mantener una agenda política y mundana, tal como hacen los políticos cuando se atacan entre ellos para llevar adelante una agenda política». Aunque no se refirió directamente a ellos, el cardenal ha pagado las consecuencias de estos ataques, de los que ha sido víctima y que procedían de uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco.

Llamó la atención sobre la falsa percepción del papado, que no debe ser retratado como deteniendo el «poder absoluto» e informando que el ministerio de San Pedro «no tiene nada que ver con la revolución» —como dicen algunos de los más fervientes partidarios de Francisco—, término que es, sobre todo, «político y mundano». Les recordó a los presentes que la plenitud del poder y ejercicio del ministerio del Papa es, «precisamente, protegerle del tipo de pensamiento mundano y relativista que lleva a la confusión y la división».

Recordando las palabras del Catecismo [n. 552] que afirman que la misión del Papa es custodiar la fe «ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos», dijo que es «absurdo» pensar que el Papa Francisco puede enseñar algo distinto a lo que enseñaron sus predecesores. E insistió que no todas las palabras del Papa Francisco son enseñanza o magisterio pontificio.

Desarrollando esta cuestión, el cardenal Burke subrayó que en la Edad Media, la Iglesia hablaba de «dos cuerpos del Papa: el cuerpo del hombre y el cuerpo del Vicario de Cristo». Cuando el Papa habla de manera informal y coloquial, como hace Francisco a menudo, por ejemplo, en el avión papal o en las homilías matutinas, es el «primer cuerpo» del hombre que es Papa el que habla, afirmó el cardenal. Hacer esta distinción «no es en absoluto irrespetuoso del Ministerio Petrino», ni hace que uno sea enemigo del Papa Francisco. Por el contrario, dijo, si no hacemos esta distinción, «fácilmente perderemos el respeto» por el papado si creemos que tenemos que estar de acuerdo con todas sus opiniones personales. Un enfoque como éste constituye una «idolatría del papado», afirmó.

También recordó como Papas anteriores habían tenido mucho cuidado con las palabras que utilizaban. El Beato Papa Pablo VI, dijo, «nunca hubiera permitido la publicación de una de sus homilías sin haber revisado detalladamente el texto impreso»; una vez le dijo a un joven prelado: «Soy Vicario de Cristo en la tierra y tengo una responsabilidad muy seria, por lo que ninguna de mis palabras puede ser interpretada de manera contraria a la enseñanza de la Iglesia».

Cualquier declaración del Papa, dijo el cardenal Burke, debe ser comprendida «dentro del contexto de la enseñanza y la práctica fiel de la Iglesia» para que no cause confusión y división, que serían causa de «gran daño» a las almas y la evangelización. Recordó las palabras de San Pablo en Gálatas 1, 8: «Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!».

Citando las recientes y asombrosas palabras del superior general de los jesuitas que declaró que no podemos saber exactamente qué dijo Cristo porque sus palabras no fueron grabadas, el cardenal Burke observó una «apostasía generalizada» que no ha sido corregida en la Iglesia y sobre la que advirtió la Virgen de Fátima. El triunfo del Corazón Inmaculado nos enseña «la correcta relación con Dios y con los otros», dijo, y recordó la parábola de la oveja perdida: el pastor «no la abandona en su condición, sino que la carga sobre sus hombros para devolverla al grey».

El cardenal Burke acabó su discurso con una reflexión acerca de lo que se puede hacer en estos «tiempos dificilísimos» que «en verdad, parecen apocalípticos».

Insistiendo que la enseñanza de Cristo no cambia, enumeró diez maneras para enfrentarse y tratar con la crisis:

1- Estudiar el Catecismo en profundidad y prepararse para defender la enseñanza de la Iglesia;

2- Recordar la «gran cantidad de signos edificantes» de fidelidad a Cristo de «muchos sacerdotes y obispos que se mantienen firmes en su fe»;

3- Al recurrir a la Santísima Virgen María, imitar la unidad de su corazón con Jesús;

4- Invocar con frecuencia, «a lo largo del día», la intercesión de San Miguel Arcángel pues «definitivamente, el diablo está implicado en esta difusión de la confusión, la división y el error dentro de la Iglesia»;

5- Rezar cada día a San José para que proteja a la Iglesia de «la confusión y la división, que son siempre obra de Satanás»;

6- Rezar a los grandes Papas Santos que guiaron a la Iglesia en tiempos difíciles;

7- Rezar por los cardenales de la Iglesia, para que reciban «especial claridad y valentía»;

8- Permanecer serenos, conscientes de que nuestra confianza está puesta en Cristo, que las «puertas del infierno» no prevalecerán contra la Iglesia, y evitando «la desesperación del mundo» expresada de «maneras agresivas y no caritativas».

9- Estar dispuestos a aceptar ser «ridiculizados, no comprendidos, perseguidos, exiliados e incluso asesinados» por permanecer fieles a Cristo en la Iglesia, siguiendo el ejemplo de San Atanasio y otros grandes santos.

10- Salvaguardar el amor por el Papa Francisco rezando fervientemente por él y pidiendo a San Pedro que interceda por él.

El cardenal Burke advirtió que el cisma es «el modo de pensar del mundo», un modo que «siempre y en todo lugar es erróneo».

Concluyó su discurso diciendo que, a pesar de que tal vez estemos en el final de los tiempos, «no debemos preocuparnos», sino que debemos «permanecer fieles, generosos y valientes» al servicio de Cristo, sabiendo que Su victoria está ya escrita.

Con la ayuda de la Santísima Virgen, dijo, «escribiremos con Cristo los capítulos intermedios con nuestra fidelidad, valentía y generosidad como compañeros de trabajo, como verdaderos soldados de Cristo».

«Debemos ser los siervos buenos y fieles que están esperando abrir la puerta al Señor en su venida».

 (Artículo publicado originalmente en National Catholic Register. Traducción de Helena Faccia Serrano para InfoVaticana)

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Comentarios
36 comentarios en “Los diez consejos del cardenal Burke para afrontar la crisis de confusión y división de la Iglesia
  1. Su lectura me ha recordado a las tres campanadas de San Josemaría Escrivá, publicadas recientemente por Infovaticana, que, tarde o temprano, tendrá que exhumar el Opus Dei si de verdad quiere ser fiel a su fundador.

  2. Considerando lo 10 puntos que señala el Cardenal Burke nada nuevo aporta ya que son cuestiones que hace tiempo – diría que desde antes del Concilio Vaticano II – hay que tener en cuenta. Desde la antigua teología de la liberación hasta los desmanes liturigicos.
    Falta la autocrítica de lo que hizo su generación por la Iglesia. ¿Que pasó con su generación por la que ahora la Iglesia se encuentra en esta situación?
    Asimismo que plantea los errores como algo nuevo cuando lo que ahora vemos es consecuencia de un proceso histórico bastante más complejo.
    Finalmente, su mensaje deja un sabor pesimista en el que olvida los ejemplos de miles de misioneros, de católicos perseguidos y de gente que da la vida por la Iglesia. Me viene a la memoria tan sólo el ejemplo silencio de Sor Isabel Sola que murió asesinada en Haití.
    Finalmente, la crítica mediante comparación a Francisco desde luego se vuelve como un boomerang en su contra.

  3. No es cardenal, pero tiene méritos sobrados para serlo. Quizás en el siguiente y ya próximo pontificado.

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    Conferencia del arzobispo de Filadelfia en la que invita a los católicos a no huir del mundo

    «El futuro pertenece a las personas con hijos, no con cosas»: análisis profético del obispo Chaput

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    Chaput ha hecho un llamamientos a los católicos a dar la batalla y vivir radicalmente el Evangelio

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    Javier Lozano / ReL9 agosto 2017

    Charles J. Chaput es uno de los obispos más activos y con mayor carisma de Estados Unidos. El arzobispo de Filadelfia, de ascendencia de la tribu de los piel roja, es un destacado promotor de la nueva evangelización y de la implicación de los católicos en la vida pública.

    En una conferencia pronunciada el pasado 27 de julio en el Napa Institute, que forma a líderes católicos, el arzobispo Chaput hizo una interesante disertación sobre la situación actual del mundo actual y de la respuesta que los católicos deben dar ante esta situación histórica.

    «Nuestras decisiones son importantes»
    “Mi objetivo hoy es hablar de lo que viene para ofrecer algunas reflexiones sobre cómo vivir como católicos en un mundo que puede parecer radicalmente nuevo. Hay buenas noticias y no tan buenas”, comenzaba.

    El arzobispo estadounidense afirmaba que “la no tan buena noticia” es que un mundo “nuevo” no significa que “sea bueno o incluso un poco mejor”. La buena noticia, según Chaput, es que “hacemos el mundo. San Agustín dijo que no sirve de nada quejarse de los tiempos, porque somos los tiempos. Nuestras acciones son importantes. Nuestras decisiones importan. Nuestras vidas son importantes. Es a través de nosotros que Dios actúa en la sociedad y el Evangelio de Jesucristo es llevado adelante”.

    ¿Cambiará algo para mejor si hacemos esto? El arzobispo, perteneciente a la orden franciscana, considera que “nuestra historia –a pesar de todos sus desafíos- es realmente un momento privilegiado para los cristianos”.

    «Este no es tiempo para retirarse del mundo»
    Y en este punto hace un llamamiento importante a los católicos. “Este no es un tiempo para retirarse del mundo. Necesitamos involucrar al mundo y convertirlo”. A su juicio, la única manera de crear un nuevo mundo en la cultura actual es “vivir nuestras vidas alegre y fructíferamente, como individuos gobernados por convicciones mayores que nosotros mismos y compartido con personas que conocemos y amamos. Es un camino que es muy simple y muy difícil al mismo tiempo. Pero es la única manera de hacer una revolución que importa”.

    Chaput hablando a un grupo de jóvenes en una vigilia de evangelización

    «Amaos, casaos y tened muchos hijos»
    De este modo, Chaput proseguía su conferencia afirmando que “cuando los jóvenes me preguntan cómo cambiar el mundo, les digo que se amen, se casen, se mantengan fieles los unos a los otros, tengan muchos hijos y eduquen a esos niños para que sean hombres y mujeres de carácter cristiano. La fe es una semilla. No florece durante la noche. Se necesita tiempo, amor y esfuerzo”.

    “El dinero es importante, pero nunca es lo más importante. El futuro pertenece a las personas con hijos, no con cosas. Las cosas se oxidan y se rompen. Pero cada niño es un universo de posibilidades que llega a la eternidad, conectando nuestros recuerdos y nuestras esperanzas en un signo del amor de Dios a través de las generaciones. Eso es lo que importa. El alma de un niño es para siempre”, sentenciaba el prelado estadounidense.

    «La cara de Europa en 100 años»
    En su radiografía de la sociedad actual, agregaba que “si quieres ver la cara de Europa en 100 años, salvo un milagro, mira a los rostros de los jóvenes inmigrantes musulmanes. El Islam tiene un futuro porque el Islam cree en los niños. Sin una fe trascendente que haga que la vida valga la pena vivir, no hay razón para tener hijos. Y donde no hay niños, no hay imaginación, no hay razón para sacrificar, y no hay futuro. Al menos seis de los líderes nacionales más antiguos de Europa no tienen hijos. Su mundo termina con ellos. Es difícil evitar la sensación de que gran parte de Europa ya está muerta o moribunda sin saberlo”.

    El arzobispo de Filadelfia considera que todavía hay tiempo y que lo hagamos o dejemos de hacer tiene consecuencias. Así, explicó que “el infierno ha sido descrito de muchas maneras, desde una burocracia sin alma, hasta un horno de fuego, hasta un lago de hielo. Pero creo que CS Lewis lo describió mejor en una de sus novelas cuando dice que el infierno es ruido. Si eso es verdad, y creo que sí, entonces gran parte de la vida moderna que compartimos, también la hacemos infernal, llenándola de discordia, confusión y ruido. Cada día, cada una de nuestras elecciones es un ladrillo en la estructura del cielo o el infierno que estamos construyendo para nosotros mismos en la próxima vida. Y nunca lo entenderemos a menos que apaguemos el ruido que nos rodea en ansiedades y apetitos del consumidor”.

    Estar presentes en el mundo actual, también en la política
    Por ello, los católicos deben avanzar con fuerza en sus “ministerios sociales”, que son “expresiones vitales de la caridad cristiana. También significa estar y permanecer involucrados políticamente. Nunca podremos construir el cielo en la tierra. Pero podemos hacer de este mundo, al menos, un poco más amoroso, libre, misericordioso y justo debido a nuestras acciones en la plaza pública”.

    Por último, Chaput quiso acabar su intervención contando esta historia con un importante trasfondo:

    “Un amigo mío fue estudiante en Francia en 1967-68 en la Universidad Católica del Oeste. Y un día su clase visitó un castillo en el Valle del Loira. El profesor los llevó a una habitación con un enorme tramo de tela colgante. Y en la tela había cientos de nudos feos y enredos de hilos sueltos en un caos de formas confusas que tenían muy poco sentido. Y el docente dijo: ‘Esto es lo que vio el artista mientras trabajaba’.

    El día que veremos el bien que hayamos hecho
    »Entonces el profesor llevó a mi amigo al otro lado para ver la parte delantera de la tela. Y lo que vieron era el gran Tapiz del Apocalipsis de San Juan, la historia del Libro del Apocalipsis en 90 paneles inmensos. Creado entre 1377 y 1382, es una de las expresiones más impresionantes y hermosas de la civilización medieval, y entre los mayores logros artísticos de la herencia europea.

    »Aquí está el punto. No vemos los efectos completos del bien que hacemos en esta vida. Tanto de lo que hacemos parece un enredo de frustraciones y fracasos. No vemos – en este lado del tapiz – el patrón de significado que nuestra fe teje. Pero un día estaremos de pie al otro lado. Y ese día, veremos la belleza que Dios nos ha permitido añadir a la gran historia de su creación, la revelación de su amor que va de edad en edad, no importa cuán buenos o malos sean los tiempos. Y por eso nuestras vidas son importantes”.

    Si quiere leer la conferencia íntegra de monseñor Chaput (en inglés) puede hacerlo pinchando AQUÍ

  4. «El cardenal Burke observó que “por lo que sea, muchos pastores permanecen callados” acerca de la crisis actual, o “han abandonado la claridad” de la enseñanza de la Iglesia y abrazan “la confusión y el error que, de manera equivocada, piensan que pueden ser la solución más efectiva para el colapso total de la cultura cristiana”.

    Esto que dice es clave:
    Ya que muchos superponen la unidad de la Iglesia a la claridad de la fe y renunciando a dar testimonio de la fe se hacen complices de una iglesia apostata…que lleva a la perdida de le fe.
    Perdida de la fe en el matrimonio sagrado.
    Perdida de la fe sobre los mandamientos.
    Perdida de la fe en la mision de evangelizar.
    Perdida de la fe en la Eucaristia.
    Perdida de la fe en la existencia del infierno.
    Perdida de la fe en la dignidad humana y la procreacion de la vida.
    Perdida de la fe en la conversion.
    Perdida de la fe en la amistad con Dios.

  5. Ante esta terrible crisis..descubrir como la Santa Sede esta comprometida con la ONU para llevar al exito la Agenda 2030 que es la destruccion de la Familia mediante un totalitarismo ideologico marxista contrario a la Fe Cristiana…nos hace sentir hormigas incapaces de defender y dar batalla.

    Vemos que Benedicto opto por interceder en oracion..el Cardenal Meinster sin poder corregir al Papa opto por ponerse en manos de Dios y murio con fe orando con su breviario.

    Nos preguntamos si es mejor dedicarse a orar que abrir el cuerpo de mistico y encontrar heridas podridas que hieden en el Vertice de nyesrra Iglesia.. encontrando que se proclama el dialogo por la paz y se renuncia a Evangelizar..se proclama el cuidado de la creacion y se denigra la naturaleza humana.

    En el Apocalipsis se dice que el Diablo bajò a la tierra a seducir a todo el Universo y que los que se dejaron llevar por el diablo …que era una inmensa parte de los pobladores de la Tierra no estan inscriros sus nombres en el Lbro de la Vida…

    Los que perceveraran en la fe SON LOS QUE CUMPLEN LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS Y DAN TESTIMONIO DE CRISTO

    No podemos escondernos…ni callar en razon de una falsa unidad…si queremos DAR TESTIMONIO DE CRISTO aunque veamos que la mayoria de nuestros hermanos aun no toman concienxia de que alguien se ha apoderado del trono de Dios.

  6. Cuando leía el artículo me decía ¡uf, cuánto necesitamos esos consejos en estos tiempos de confusión!, pero después, estoy de acuerdo con todo lo que dice Ricardo. El problema viene de mucho tiempo atrás y de un proceso histórico complejo. Creo que hay momentos en la historia en que el clero no ha sabido defendernos y nos ha dejado como ovejitas sin pastor. Por ejemplo, estoy leyendo un libro sobre los Tudor y estoy cabreada con el clero inglés por agachar la cabeza ante el monstruo degenerado de Enrique VIII y permitirle destrozar la Iglesia. Sólo unos pocos como el cardenal John Fisher y Sir Thomas More tuvieron lo que hay que tener para negarse a las aberraciones del rey y acabaron sin cabeza. Pues si llega el momento de luchar, aunque acabemos sin cabeza como ellos tendremos que defender la verdadera Iglesia.

  7. Vendrá de mucho tiempo atrás, pero Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI trataron de poner remedio y lo consiguieron con documentos maravillosos como la Humanae Vitae, la Familiares Consortio, la Veritatis Splendor, el Catecismo, la Dominus Iesu y muchos otros. La diferencia, la tremenda diferencia, la abismal diferencia es que este papa está contribuyendo con todas sus fuerzas a la mayor confusión y cisma de la historia de la Iglesia. La Amoris es el mayor monumento a la ambigüedad, la confusión y la división. Lamentable. Señor, que acabe ya este tiempo de prueba.

  8. Bellisimas palabras y sobre todo nitidas, transparentes y luminosas, como estabamos acostumbrados antes , a escuchar siempre dentro de la Iglesia.

  9. Marco Tosatti nos presenta un libro interesantísimo de un converso a la Iglesia Católica, no a la nueva iglesia de la misericorditis, que exalta a u Pannella y una Bonnino, del Partito Radicale, de donde procede el converso, quien conoce perfectamente a tales sujetos implicados en tantas iniciativas antivida y antifamilia.
    DISORIENTAMENTO PASTORALE. UN LIBRO DI DANILO QUINTO SULLA CHIESA E I TEMPI CHE VIVIAMO. DA LEGGERE.
    MARCO TOSATTI
    Oggi voglio parlare di un libro duro e difficile, come lo è stata, e lo è, la vita di chi l’ha scritto, Danilo Quinto. Una vita nel Partito Radicale, e poi una conversione profonda. Che lo porterà a scrivere la sua prima opera, “DA SERVO DI PANNELLA A FIGLIO LIBERO DI DIO – Dalla più formidabile macchina mangiasoldi della partitocrazia italiana per arrivare a Cristo”, con la prefazione di Mons. Luigi Negri, allora vescovo di Ferrara (Edizioni Fede & Cultura).

    Il libro di oggi invece è “Disorientamento pastorale. La fallacia umanistica al posto della verità rivelata?”, con un’introduzione teologica di mons. Antonio Livi, per i tipi della Casa editrice Leonardo da Vinci.

    Un’introduzione che molto opportunamente si intitola: che cosa succede con papa Francesco? Perché la libertà di linguaggio del Pontefice, e la sua disinvoltura nel trattare i problemi alla presenza di giornalisti ed estranei fanno sì che molti discorsi e molte iniziative di papa Francesco siano “visti dall’opinione pubblica come una radicale riforma, se non proprio una rivoluzione, della Chiesa cattolica, con l’apparente rifiuto del magistero precedente al Vaticano II, l’adozione sistematica del linguaggio proprio del progressismo teologico e la definitiva rinuncia all’annuncio del Vangelo in termini dogmatici”.

    Sappiamo che non tutto ciò che viene detto dal pontefice ha un significato autentico di “magistero”; “ma le parole di papa Bergoglio sono interpretate dai media di ispirazione anticattolica (cioè da quasi tutti i media purtroppo) come espressione di riformulare in modo radicale la dottrina cristiana”.

    Da qui lo sconcerto e il disorientamento, sempre più palpabili, fra i “fedeli della strada”; di qui il libro di Danilo Quinto, un libro estremamente documentato e ricco di citazioni e riferimenti. Non solo ai pronunciamenti più o meno estemporanei e sorprendenti del Pontefice regnante, ma anche, come contrappunto, a ciò che scrivevano e pensavano sugli stessi argomenti studiosi, pontefici precedenti, dottori della Chiesa e santi.

    È, a mio personale giudizio, un libro prezioso e deprimente. Deprimente perché la quotidianità cancella molta memoria, e ci impedisce di ricordare, uno dopo l’altro, i motivi di perplessità o di sincero scandalo occasionati da parole di un Pontefice di cui forse la prudenza e il giudizio ponderato non sono le virtù più evidenti. “In piena coscienza – scrive Danilo Quinto – mi sento di affermare che ogni giorno – anche quello dell’omelia quotidiana è un fatto sorprendente – il papa usa un linguaggio che si presta all’ambiguità e genera confusione rispetto ai dogmi della Chiesa cattolica”.

    La lista è lunga. Episodi, prese di posizione, elogi (quello a Emma Bonino, che Danilo Quinto conosce benissimo, avendo lavorato con lei per anni e anni è esemplare nella sua – chiamiamola così, ingenuità), letture problematiche del Vangelo; tanto lunga che sarebbe troppo cercare di completarla. Ma credo che sia un libro, quello di Danilo Quinto, che valga la pena di leggere, anche perdonando certi toni che provengono ex abundantia cordis. L’autore ha pagato un prezzo alto, può permetterseli.

  10. Teresa muchas gracias por compartir tus comentarios, nunca renuncies a esa moción que te lleva a volcar tu esfuerzo y tu tiempo en compartirlos con nosotros, estamos en los días de la Mujer Vestida de Sol y Ella se sirve de Sus pequeños para hacer auténticos prodigios.
    El Señor te bendiga y nuestra Madre del Cielo te cuide.

  11. Tanto cisma y división SOLO por la posibilidad de que los divorciados podrían comulgar,
    Y nada de nada por el HECHO de que un defensor de asesinos como Setién de la comunión a quienes apoyan a una banda de asesinos.
    ES REPUGNANTE

  12. Si el Cardenal Burke dice ……. : «lamentó que la Iglesia “se está acercando a una cultura” sin “saber cuál es su propia identidad y misión” o sin tener “la claridad y la valentía de anunciar el Evangelio de la Vida y el Divino Amor a una cultura radicalmente secularizada”.

    La verdad , no sé lo que hace a dentro de » esa Iglesia » .

  13. Lindor

    Etiene razon el Cardenal ya que la Santa Sede esta comprometiendose …a una agenda 2030 de la ONU con objetivos contrarios la familia y la vida.. es decir objetivos de aborto..anticoncepcion y a penalizar a quienes eduquen a la infancia en favor del matrimonio fundado en el Genesis.

    La Iglesia esta promoviendo la proteccion de la Creacion como un deber moral superior al de Dominarla…la Pontificia Academia para las Ciencias esta llamando Magisterio a la obligacion de disminuir la actividad humana …mediante la esterilizacion de la mujer..educandola para que tenga un hijo aunque se una a varios hombres como lo dijo el Presidente de dicha Academia.

    El Papa Francisco esta mandando a las vocaciones respetar la doversidad de Asia y dialogar… rwnunciando a la evangelizacion.. lo que es cobtrario a nuestra identidad decristianos y es letal para la fe.

    Francisco esta llamando a los pecadores pero no les da una catequesis sobre como cumplir con los mandamientos y dar testimonio de Cristo les dice que todos nos salvaremos y que la logica del Evangelio no es la condenacion.. negando la realidad sobrenatural.

    La Iglesia gobernada desde el verice esta amenazando nuestra Fe…pues los representantes de la Santa Sede estan negociando con la ONU…con los jefes de Estado participantes del Acuerdo ds Paris…y con autores de politicas de Globalizacion y Orden Mundial.. Lo que trabajaran es darle un lenguaje teologico y filantropico…lo que han conseguido ya con Amoris Laetitia y Laudato Si.

  14. Echenique: La abismal diferencia que señalas no es tal. La AL es sencillamente un documento que en nada conmueve la moral católica si se interpreta rectamente. Claro está que con interpretaciones facilistas el documento se puede distorsiona.
    Sin menoscabar las formidables virtudes de Pablo VI y Benedicto XVI que poca gente se interesaba por sus discursos y los seguía. Ahora tenemos un Santo Padre cuyas homilías están al alcance de la mano, que además, ayuda a los sencillos de corazón. Cada Papa ha tenido sus virtudes y sus defectos. No es nuestro deber atrincherarnos en la crítica.

  15. Teresa..

    «Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. »

    Está claro . No se si el Cardenal Burke cree en la SANTA IGLESIA , y en el ESPÍRITU SANTO . que la dirige .

  16. Hay que estar con el Papa en la medida, y sólo en esa, en que el Papa está con la Iglesia, que es muy poca. Sus opiniones políticas, en las que abunda, o pastoralistas de rebajas, a mí no me interesan lo más mínimo. Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam. Todos con Pedro, pero a Jesús por María, no al huerto, y menos protestante.

  17. SAN VICENTE DE LERINS, PADRE DE LA IGLESIA, EXPLICA LA ADVERTENCIA DE SAN PABLO

    ADVERTENCIA DE SAN PABLO
    A LOS GÁLATAS

    Individuos de esa ralea, que recorrían las provincias y las ciudades mercadeando con sus errores, llegaron hasta los Gálatas. Éstos, al escucharlos, experimentaron como una cierta repugnancia hacia la verdad; rechazaron el maná celestial de la doctrina católica y apostólica y se deleitaron con la sórdida novedad de la herejía.

    La autoridad del Apóstol se manifestó entonces con su más grande severidad: «aun cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema».

    ¿Y por qué dice San Pablo aun cuando nosotros mismos, y no dice ¿aunque yo mismo?

    Porque quiere decir que incluso si Pedro, o Andrés, o Juan, o el Colegio entero de los Apóstoles anunciasen un Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

    Tremendo rigor, con el que, para afirmar la fidelidad a la fe primitiva, no se excluye ni así mismo ni a los otros Apóstoles.

    Pero esto no es todo: aunque un ángel del cielo os predicase un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema.

    Para salvaguardar la fe entregada una vez para siempre, no le bastó recordar la naturaleza humana, sino que quiso incluir también la excelencia angélica: aunque nosotros -dice- o un ángel del cielo.

    No es que los santos o los ángeles del cielo puedan pecar, sino que es para decir: incluso si sucediese eso que no puede suceder, cualquiera que fuese el que intentase modificar la fe recibida, este tal sea anatema.

    ¡Pero quizá el Apóstol escribió estas palabras a la ligera, movido más por un ímpetu pasional humano que por inspiración divina! Continúa, sin embargo, y repite con insistencia y con fuerza la misma idea, para hacer que penetre: «cualquiera que os anuncie un Evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema».

    No dice: si uno os predicara un Evangelio diferente del nuestro, sea bendito, alabado, acogido; sino que dice: sea anatema, es decir, separado, alejado, excluido, con el fin de que el contagio funesto de una oveja infectada no se extienda, con su presencia mortífera, a todo el rebaño inocente de Cristo.

    VALOR UNIVERSAL
    DE LA ADVERTENCIA PAULINA

    Podría pensarse que estas cosas fueron dichas sólo para los Gálatas. En ese caso, también las demás recomendaciones que se hacen en el resto de la carta serían válidas solamente para los Gálatas. Por ejemplo: «..si vivimos por el Espíritu, procedamos también según el Espíritu. No seamos ambiciosos de vanagloria, provocándonos los unos a los otros y envidiándonos recíprocamente».

    Pues si esto nos parece absurdo, ello quiere decir que esas recomendaciones se dirigen a todos los hombres y no sólo a los Gálatas; tanto los preceptos que se refieren al dogma, como las obligaciones morales, valen para todos indistintamente. Así, pues, igual que a nadie es lícito provocar o envidiar a otro, tampoco a nadie es lícito aceptar un Evangelio diferente del que la Iglesia Católica enseña en todas partes.

    ¿Quizá el anatema de Pablo contra quien anunciase un Evangelio diferente del que había sido predicado sólo valía para aquellos tiempos y no para ahora?

    En este caso, también lo que se prescribe en el resto de la carta: «Os digo: proceded según el Espíritu y no satisfaréis los apetitos de la carne», ya no obligaría hoy.

    Si pensar una cosa así es impío y pernicioso, necesariamente hay que concluir que, puesto que los preceptos de orden moral han de ser observados en todos los tiempos, también los que tienen por objeto la inmutabilidad de la fe obligan igualmente en todo tiempo.

    Por consiguiente, anunciar a los cristianos alguna cosa diferente de la doctrina tradicional no era, no es, no será nunca lícito; y siempre fue obligatorio y necesario, como lo es todavía ahora y lo será siempre en el futuro, reprobar a quienes hacen bandera de una doctrina diferente de la recibida.
    Así las cosas, ¿habrá alguien tan osado que anuncie una doctrina diferente de la que es anunciada por la Iglesia, o será tan frívolo que abrace otra fe diferente de la que ha recibido de la Iglesia?

    Para todos, siempre, y en todas partes, por medio de sus cartas, se levanta con fuerza y con insistencia el grito de aquel instrumento elegido, de aquel Doctor de Gentes, de aquélla campana apostólica, de aquel heraldo del universo, de aquel experto de los cielos: «Si alguien anuncia un nuevo dogma, sea excomulgado».

    Tomado de:
    CONMONITORIO
    (APUNTES PARA CONOCER LA FE VERDADERA )

  18. Echenique: Más del 66% de los obispos estuvieron con la AL. Si quieres la puedes interpretar restrictivamente pero no te concedo que desde tu propia iluminación expulses al Santo Padre de la Iglesia y te coloques tu dentro de la misma. Te queda inmensa.

  19. Ricardo soy separada y te digo que Amoris Laetitia esta llena de ambigùedad y ha confundido al Pueblo de Dios…el catolico de a pie ha escuchado alguna vez que un divorciado vuelto a casar puede comulgar…es decir esta libre de pecado.

    Te has puesto a pensar la cantidad de sacrilegios que se han dado a partir de dicha exhortacion apostolica????

  20. Teresa: No subestimes la conciencia del Pueblo de Dios ni tampoco a sus pastores. La cantidad de sacrilegios que afirmas es un dato que no se donde lo sacas pero bueno contarás con alguna iluminación especial. Lo que nadie te quita es el espectáculo público que das criticando sin paliativos al Santo Padre. Ese es un hecho objetivo y no dudes que tiene consecuencias morales.

  21. Lindor se puede dar sacramentos a los adulteros en Alemania..Filipinas..Sicilia…Roma y parece que tambien en Brasil.
    No se puede dar la comunion a adulteros en Polonia..ni en Chur..ni decenas de diocesis donde los Obispos han pedido continuar con el Magisterio .

    Ricardo no hay espectaculo solo hay denuncia..la denuncia es santa si es para mantener integro el deposito de la fe…y somos muchos los catolicos perplejos.
    Como dice Juan Pablo II que pasa si la sal pierde su sabor?

  22. Me parece que aqui Amoris y tu tienen una confusion… el adulterio no es una situacion subjetiva sino objetiva…de injusticia al legitimo conyuge.
    No es una situacion de fuero interno…puesto que Cristo dijo TODO EL QUE SE DIVIRCIA Y SE UNE A OTRO COMETE ADULTERIO.. Es una norma absoluta.. y el deber de la Iglesia es advertir a un adultero en ejercicio que aunque desee seguir asi se encuentra en estado de pecado grave y que comulgar el Cuerpo de Cristo es un sacrilegio..un pecado verdaderamente grave ..que lo lleva a la condenacion.

    Si amas al pecador debes procurar que no comulgue y decirle cual es esa situacion de pecado..su fuero interno es engañoso. Hablo de lo que vivo Lindo.

    En la «Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar», aprobada por el papa San Juan Pablo II y enviada a los obispos por el entonces Cardenal Joseph Ratinzger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (luego papa Benedicto XVI), el 14 de septiembre de 1994:

    6. El fiel que está conviviendo habitualmente «more uxorio» con una persona que no es la legítima esposa o el legítimo marido, no puede acceder a la Comunión eucarística. En el caso de que él lo juzgara posible, los pastores y los confesores, dada la gravedad de la materia y las exigencias del bien espiritual de la persona y del bien común de la Iglesia, tienen el grave deber de advertirle que dicho juicio de conciencia riñe abiertamente con la doctrina de la Iglesia. También tienen que recordar esta doctrina cuando enseñan a todos los fieles que les han sido encomendados.

    7. La errada convicción de poder acceder a la Comunión eucarística por parte de un divorciado vuelto a casar, presupone normalmente que se atribuya a la conciencia personal el poder de decidir en último término, basándose en la propia convicción,sobre la existencia o no del anterior matrimonio y sobre el valor de la nueva unión. Sin embargo, dicha atribución es inadmisible. El matrimonio, en efecto, en cuanto imagen de la unión esponsal entre Cristo y su Iglesia así como núcleo basilar y factor importante en la vida de la sociedad civil, es esencialmente una realidad pública.

    Igualmente, San Juan Pablo II, Papa, explica en la encíclica Ecclesia de Eucharistía, la enseñanza de la Iglesia en relación a quienes comulgan en pecado mortal y la de quienes, aun no creyendo estar en pecado mortal, viven públicamente de forma contraria a la moral católica:

    36. La integridad de los vínculos invisibles es un deber moral bien preciso del cristiano que quiera participar plenamente en la Eucaristía comulgando el cuerpo y la sangre de Cristo. El mismo Apóstol llama la atención sobre este deber con la advertencia: « Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa » (1 Co 11, 28). San Juan Crisóstomo, con la fuerza de su elocuencia, exhortaba a los fieles: «También yo alzo la voz, suplico, ruego y exhorto encarecidamente a no sentarse a esta sagrada Mesa con una conciencia manchada y corrompida. Hacer esto, en efecto, nunca jamás podrá llamarse comunión, por más que toquemos mil veces el cuerpo del Señor, sino condena, tormento y mayor castigo»

    Precisamente en este sentido, el Catecismo de la Iglesia Católica establece: « Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar» Deseo, por tanto, reiterar que está vigente, y lo estará siempre en la Iglesia, la norma con la cual el Concilio de Trento ha concretado la severa exhortación del apóstol Pablo, al afirmar que, para recibir dignamente la Eucaristía, « debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal »

    37. La Eucaristía y la Penitencia son dos sacramentos estrechamente vinculados entre sí. La Eucaristía, al hacer presente el Sacrificio redentor de la Cruz, perpetuándolo sacramentalmente, significa que de ella se deriva una exigencia continua de conversión, de respuesta personal a la exhortación que san Pablo dirigía a los cristianos de Corinto: « En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! » (2 Co 5, 20). Así pues, si el cristiano tiene conciencia de un pecado grave está obligado a seguir el itinerario penitencial, mediante el sacramento de la Reconciliación para acercarse a la plena participación en el Sacrificio eucarístico.

    El juicio sobre el estado de gracia, obviamente, corresponde solamente al interesado, tratándose de una valoración de conciencia. No obstante, en los casos de un comportamiento externo grave, abierta y establemente contrario a la norma moral, la Iglesia, en su cuidado pastoral por el buen orden comunitario y por respeto al Sacramento, no puede mostrarse indiferente. A esta situación de manifiesta indisposición moral se refiere la norma del Código de Derecho Canónico que no permite la admisión a la comunión eucarística a los que « obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave».

    En el mismo sentido se pronunció el papa Benedicto XVI en la exhortación apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis:

    El Sínodo de los Obispos ha confirmado la praxis de la Iglesia, fundada en la Sagrada Escritura (cf. Mc 10,2-12), de no admitir a los sacramentos a los divorciados casados de nuevo, porque su estado y su condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia que se significa y se actualiza en la Eucaristía.

  23. De acuerdo con José, Lindor y Ricardo, un respeto al Vicario de Cristo en la Tierra. No hay Iglesia sin sucesor de Pedro ¿o acaso queréis ser como los anglicanos? Todos los papas han sido humanos y habrán hecho cosas mejores o peores, pero los fieles debemos permanecer unidos en la fe.

  24. El cardenal Onaiyekan denuncia las presiones para relajar las condiciones para comulgar

    Al participar la semana pasada en el Congreso Eucarístico Nacional de Ghana, celebrado en Jasikan, El cardenal nigeriano John Olorunfemi Onaiyekan dijo que es lamentable la presión de algunos sectores de la Iglesia para relajar las condiciones de la recepción de la Santa Comunión.

    16/08/17 5:21 PM

    (InfoCatólica) Tal presión, aseveró el cardenal, se puede ver en los esfuerzos para permitir que los católicos divorciados y vueltos a casar puedan comulgar sin que se haya producido una nulidad matrimonial o hayan decidico abstenerse de mantener relaciones sexuales con su nueva pareja

    Los antiguos principios de la unidad y la indisolubilidad del matrimonio no pueden ser comprometidos para acomodarse a «las tendencias modernas», dijo el purpurado.

    «En un mundo donde existe una la laxitud moral generalizada, la Iglesia de Dios no puede abdicar de su responsabilidad de mantener los altos estándares del Evangelio del Señor Jesucristo», dijo el cardenal Onaiyekan a los católicos reunidos para el congreso.

    En cuanto a la exhortación apostólicaAmoris Laetitia, el prelado africano la interpreta conforme al Magisterio previo de la Iglesia y asegura que el Papa Francisco planteó la cuestión de los católicos que están en situaciones problemáticas, pero sin cambiar la norma. El Papa pretende animar a las personas que están en dificultades para que entiendan que la iglesia está al tanto de sus cargas y luchas y que nadie está excluido de la misericordia de Dios. Pero, recuerda el cardenal, la misericordia divina no reemplaza ni cancela las leyes de Dios ni las normas de la iglesia.

    Con información del Catholic Herald

  25. Me ha llamado la atención, que en ningún momento diga: «leer la Palabra de Dios y ponerla por obra».
    Creo que todo ha de empezar por la fe en Cristo revelado en su palabra.
    Tradiciones, oraciones y costumbres, son de segunda categoría en comparación con el Mensaje de Cristo. NO me gustan las personas que no ponen a Cristo en primer lugar.

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