‘Si somos fieles a nuestro Bautismo, difundiremos la luz de la esperanza’

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El Papa Francisco ha continuado su ciclo de catequesis sobre la esperanza en la audiencia general de este primer miércoles de agosto. 

En su catequesis, el pontífice ha recordado que los cristianos «no creen en la oscuridad, sino en el resplandecer del día; no sucumben en la noche, sino esperan la aurora; no son derrotados por la muerte, sino anhelan el resucitar; no son doblegados por el mal, porque confían siempre en las infinitas posibilidades del bien».

«¡Nosotros somos aquellos que creen que Dios es Padre: esta es la luz! No somos huérfanos, tenemos un Padre y nuestro Padre es Dios», ha asegurado Francisco, añadiendo: «¡Creemos que el Espíritu Santo obra sin descanso por el bien de la humanidad y del mundo, e incluso los dolores más grandes de la historia serán superados!»

El Papa ha preguntado a los asistentes a la audiencia general: «¿Cuántos de ustedes recuerdan la fecha de su Bautismo? Hoy tienen una tarea para la casa, ir donde la mamá, el papá, la tía, el tío, la abuela, el abuelo y preguntarle: ¿Cuál es la fecha de mi bautismo? Y no olvidarlo nunca».

«Si somos fieles a nuestro Bautismo, difundiremos la luz de la esperanza, el Bautismo es el inicio de la esperanza, esa esperanza de Dios y podremos transmitir a la generaciones futuras razones de vida», ha señalado Francisco.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco traducido por Radio Vaticano:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Existió un tiempo en el cual las iglesias estaban orientadas hacia el este. Se entraba en el edificio sagrado por una puerta abierta hacia occidente y, caminando en la nave, se dirigía hacia oriente. Era un símbolo importante para el hombre antiguo, una alegoría que en el curso de la historia ha progresivamente decaído. Nosotros, hombres de la época moderna, mucho menos acostumbrados a coger los grandes signos del cosmos, casi nunca nos damos cuenta de un detalle particular de este tipo. El occidente es el punto cardinal del ocaso, donde muere la luz. El oriente, en cambio, es el lugar donde las tinieblas son vencidas por la primera luz de la aurora y nos recuerda al Cristo, Sol surgido de lo alto al horizonte del mundo (Cfr. Lc 1,78).

Los antiguos ritos del Bautismo proveían que los catecúmenos emitieran la primera parte de su profesión de fe teniendo la mirada dirigida hacia occidente. Y en esa posición eran interrogados: “¿Renuncian a Satanás, a su servicio y a sus obras?” – Y los futuros cristianos repetían en coro: “¡Renuncio!”. Luego se giraban hacia el ábside, en dirección de oriente, donde nace la luz, y los candidatos al Bautismo eran nuevamente interrogados: “¿Creen en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo?”. Y esta vez respondían: “¡Creo!”.

En los tiempos modernos se ha parcialmente perdido el encanto de este rito: hemos perdido la sensibilidad del lenguaje del cosmos. Nos ha quedado naturalmente la profesión de fe, hecha según la interrogación bautismal, que es propio de la celebración de algunos sacramentos. Ésta permanece de todos modos intacta en su significado. ¿Qué cosa quiere decir ser cristianos? Quiere decir mirar a la luz, continuar a hacer la profesión de fe en la luz, incluso cuando el mundo está envuelto por la noche y las tinieblas.

Los cristianos no están eximidos de las tinieblas, externas y también internas. No viven fuera del mundo, pero, por la gracia de Cristo recibida en el Bautismo, son hombres y mujeres “orientados”: no creen en la oscuridad, sino en el resplandecer del día; no sucumben en la noche, sino esperan la aurora; no son derrotados por la muerte, sino anhelan el resucitar; no son doblegados por el mal, porque confían siempre en las infinitas posibilidades del bien. Y esta es nuestra esperanza cristiana. La luz de Jesús, la salvación que nos trae Jesús con su luz y nos salva de las tinieblas.

¡Nosotros somos aquellos que creen que Dios es Padre: esta es la luz! No somos huérfanos, tenemos un Padre y nuestro Padre es Dios. ¡Creemos que Jesús ha venido en medio de nosotros, ha caminado en nuestra misma vida, haciéndose compañero sobre todo de los más pobres y frágiles: esta es la luz! ¡Creemos que el Espíritu Santo obra sin descanso por el bien de la humanidad y del mundo, e incluso los dolores más grandes de la historia serán superados: esta es la esperanza que nos vuelve a despertar cada mañana! ¡Creemos que todo afecto, toda amistad, todo buen deseo, todo amor, incluso aquellos más pequeños y descuidados, un día encontraran su cumplimiento en Dios: esta es la fuerza que nos impulsa a abrazar con entusiasmo nuestra vida todos los días! Y esta es nuestra esperanza: vivir en la esperanza y vivir en la luz, en la luz de Dios Padre, en la luz de Jesús Salvador, en la luz del Espíritu Santo que nos impulsa a ir adelante en la vida.

Luego hay otro signo muy bello de la liturgia bautismal que nos recuerda la importancia de la luz. Al final del rito, a los padres – si es un niño – o al mismo bautizado – si es un adulto – se le entrega una vela, cuya llama es encendida del cirio pascual. Se trata del gran cirio que en la noche de Pascua entra en la iglesia completamente oscura, para manifestar el misterio de la Resurrección de Jesús; de este cirio todos encienden la propia vela y transmiten la llama a los vecinos: en este signo esta la lenta propagación de la Resurrección de Jesús en la vida de todos los cristianos. La vida de la Iglesia – diré una palabra un poco fuerte – la vida de la Iglesia es contaminación de luz. Cuanta luz de Jesús tenemos nosotros los cristianos, cuanta más luz existe en la vida de la Iglesia más es viva la Iglesia. La vida de la Iglesia es contaminación de luz.

La exhortación más bella que podemos dirigirnos recíprocamente es aquella de recordarnos siempre de nuestro Bautismo. Yo quisiera preguntarles: ¿Cuántos de ustedes se recuerdan la fecha de su Bautismo? No respondan porque alguien se avergonzará. Piensen. Yo no lo recuerdo. Bien, hoy tienen una tarea para la casa, ir donde la mamá, el papá, la tía, el tío, la abuela, el abuelo y preguntarle: ¿Cuál es la fecha de mi bautismo? Y no olvidarlo nunca. ¿Está claro? ¿Lo harán? Hoy aprenderán a recordar la fecha del Bautismo, que es la fecha del renacer, es la fecha de la luz, es la fecha en la cual – me permito una palabra – en la cual hemos sido contaminados por la luz de Cristo. Una tarea para la casa, recordar cual es la fecha del Bautismo. ¿Claro? Bien. Nosotros hemos nacido dos veces: la primera a la vida natural, la segunda, gracias al encuentro con Cristo, en la fuente bautismal. Ahí hemos muerto a la muerte, para vivir como hijos de Dios en este mundo. Ahí nos hemos convertido en humanos como jamás lo habríamos imaginado. Es por esto que todos debemos difundir el perfume del Crisma, con el cual hemos sido marcados en el día de nuestro Bautismo. En nosotros vive y opera el Espíritu de Jesús, primogénito de muchos hermanos, de todos aquellos que se oponen a la inevitabilidad de las tinieblas y de la muerte.

¡Qué gracia cuando un cristiano se hace verdaderamente un “cristóforo”, ¿qué quiere decir cristóforo? Quiere decir, “portador de Jesús” al mundo! Sobre todo para aquellos que están atravesando situaciones de luto, de desesperación, de oscuridad y de odio. Y esto se comprende de tantos pequeños detalles: de la luz que un cristiano custodia en los ojos, de la serenidad que no es quebrada ni siquiera en los días más complicados, del deseo de recomenzar a querer bien y caminar incluso cuando se han experimentado muchas desilusiones. En el futuro, cuando se escribirá la historia de nuestros días, ¿qué se dirá de nosotros? ¿Qué hemos sido capaces de la esperanza, o quizás qué hemos puesto nuestra luz debajo del celemín? Si somos fieles a nuestro Bautismo, difundiremos la luz de la esperanza, el Bautismo es el inicio de la esperanza, esa esperanza de Dios y podremos transmitir a la generaciones futuras razones de vida. Y para no olvidarme yo cual es la tarea para la casa, díganlo ustedes. ¡No escucho, recordar la fecha del propio Bautismo!

(Traducción del italiano, Renato Martinez – Radio Vaticano)

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Comentarios
13 comentarios en “‘Si somos fieles a nuestro Bautismo, difundiremos la luz de la esperanza’
  1. Blasfemia tras blasfemia!!!!!!!

    «Hoy aprenderán a recordar la fecha del Bautismo, que es la fecha del renacer, es la fecha de la luz, es la fecha en la cual – me permito una palabra – en la cual hemos sido contaminados por la luz de Cristo.»

    Es una herejia y blasfemia decir que Cristo contamina.. que nadie va reaccionar ante tal sacrilegio… aDios Puro tres veces santo.. ???????

    Los masones son iluministas..creen en las luces de la razon…no reconocen que Cristo es la Luz en singular que las tinieblas no reconocieron como dice San Juan.

    Pero este sermon parece que el cristiano es un agente pasivo…Jesus le salva…no le derrota el mal o la muerte porque anhela la resurreccion.

    Pero en realidad todos resucitaremos y unos iran a la Vida Eterna y otros seran condenados.
    Los cristianos aun cuando tienen un Padte pueden perder esa paternidad ya que Cristo declaro de ciertos Fariseos que no eran hijos de Dios sino del Padre de la Mentira.
    Asi que este Papa mediante da una parcial verdad.. engaña a los bautizados por el hecho de su baurismo que obtendran la salvacion eterna sin seguir las huellas de Cristo..

    El Papa Francisco siempre dice que nuestro camino es «ir adelante»…pues los de Hegel con su dialectica siempre quieren ir adelante y los masones tbien..adelante con unas ideas que van evolucionando y asi como este Papa reformar es ir adelantw y dejar atras el Evangelio que es ya muy anticuado como los mandamientos que son muy rigoristas para esta epoca.

  2. Tal vez la palabra contaminación no sea la adecuada, dado que su significado literal es : ¨Presencia en la atmósfera, en el agua o en la tierra, de sustancias resultantes de la actividad humana o procedentes de procesos naturales que ocasionan efectos negativos en el hombre y en el medio ambiente.
    Parece que obviamente no ha querido decir eso sino lo contrario , lo lamentable es que quiera remarcar precisamente esa frase que puede llevar a lio, en medio de otras muchas palabras , pero por desgracia «llueve sobre mojado» y es natural que haya quien se escandalice

  3. So nos guiamos por su significado segun la definicion de la Real Academia, seria aun mas grave:
    Contaminar:
    1. tr. Alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos. U. t. c. prnl.
    2. tr. Contagiar o infectar a alguien. U. t. c. prnl.
    3. tr. Pervertir, corromper la fe o las costumbres. U. t. c. prnl.
    4. tr. Profanar o quebrantar la ley de Dios
    5. tr. Alterar la forma de un vocablo o texto por la influencia de otro.

  4. Ya no engañan sus bellas palabras sino a los incautos y quienes no conocen la triste realidad de los hechos y su persecución a los católicos.

  5. E sorprendente como un grupúsculo de los iluminados dedicados a criticar al sucesor de Pedro diga lo que diga. Se creen que hacen más creíble la Iglesia y el Evangelio. Claro que generan rechazo pero nunca seguimiento.

  6. Desde luego más iluminados que otros está chupao.Newman lo tiene clarísimo y nos ilumina a todos.
    Religione del giorno» o «religione del mondo»: Newman chiamava così la versione annacquata e ridotta della fede, modificata in modo tale da ottenere diritto di cittadinanza senza troppi problemi. È una fede all’apparenza ancora cristiana, ma non ha origine divina, bensì umana. Pensata per piacere e compiacere, esclude il timor di Dio e il senso del peccato. Contiene un po’ di verità, ma non tutta la verità. Ma noi, dice Newman nel sermone intitolato proprio «La religione del giorno» (1832), «sappiamo benissimo dalle più comuni esperienze della vita che una mezza verità è spesso la più grossolana e dannosa delle menzogne». La religione del giorno, à la carte, sceglie del Vangelo «il suo lato più sereno: l’annuncio della consolazione, i precetti di reciproco amore», e lascia sullo sfondo, dimenticati, «gli aspetti più oscuri e più profondi della condizione e delle prospettive dell’uomo». È una religione indipendente dalla Rivelazione. E «Satana l’ha accortamente ornata e perfezionata».

    «Invero – commentava Newman nel “Discorso del biglietto” –, non c’è mai stato un piano del Nemico così abilmente architettato e con più grandi possibilità di riuscita. E, di fatto, esso sta ampiamente raggiungendo i suoi scopi, attirando nei propri ranghi moltissimi uomini capaci, seri ed onesti, anziani stimati, dotati di lunga esperienza, e giovani di belle speranze».

    Subito dopo, però, il cardinale spiegava di non essere affatto sfiduciato o, peggio, spaventato da quella che definiva la «grande apostasia»: «Certo ne sono dispiaciuto, perché penso possa nuocere a molte anime, ma non temo affatto che abbia la capacità di impedire la vittoria della Parola di Dio, della santa Chiesa, del nostro Re Onnipotente, il Leone della tribù di Giuda, il Fedele e il Verace, e del suo Vicario in terra. Troppe volte ormai il cristianesimo si è trovato in quello che sembrava essere un pericolo mortale; perché ora dobbiamo spaventarci di fronte a questa nuova prova. Questo è assolutamente certo; ciò che invece è incerto, e in queste grandi sfide solitamente lo è, e rappresenta solitamente una grande sorpresa per tutti, è il modo in cui di volta in volta la Provvidenza protegge e salva i suoi eletti. A volte il nemico si trasforma in amico, a volte viene spogliato della sua virulenza e aggressività, a volte cade a pezzi da solo, a volte infierisce quanto basta, a nostro vantaggio, poi scompare. Normalmente la Chiesa non deve far altro che continuare a fare ciò che deve fare, nella fiducia e nella pace, stare tranquilla e attendere la salvezza di Dio».

    Durante un viaggio in Italia, in Sicilia, Newman scrisse una preghiera «Lead, Kindly Light», divenuta celebre e anch’essa attualissima: «Guidami luce gentile; tra le tenebre, guidami Tu. Nera è la notte, lontana la casa: guidami Tu. Amavo scegliere la mia strada, ma ora guidami Tu. Sempre mi benedisse la tua potenza; ancora oggi mi guiderà per paludi e brughiere, finché svanisca la notte e l’alba sorrida sul mio cammino».

    Aldo Maria Valli

  7. Que raro que algún iluminado particularmente antipapista responda por boca de otro. Será que carece de argumentos. Desde luego que esos iluminados no evangelizan, no dan doctrina, no presenta la Palabra. Sólo calumnian al Romano Pontífice desde sus «iluminaciones».
    Si al menos tuvieran el equilibrio intelectual de la ponderación ganarían en credibilidad pero no son iluminados que contestados con panfletistas italianos. Doy gracias a Dios Nuestro Señor que sean una minoría!!!

  8. Cuanto me gustaria ser acritico como vd. Ricardo con todo lo que viene del Vaticano, pero desgraciadamente y no sin dolor, el compromiso con
    la Versad eterna y universal escrita en los evangelios ( aunque no hubiera grabadoras entonces para creer en ellos) es superior a la sumision o acatamiento ciego de todos los vaivenes, contradicciones y/o aberraciones que vienen del Vaticano y mas concretamente de su maximo representante .

  9. Fernando Ud. se equivoca. Sencillamente estoy en contra de todos los antipapistas que nada bueno ven en el Sumo Pontífice. Iluminados que crean una doctrina que sostienen que es católica. Una doctrina que no atrae, que no catequiza, que no ilumina, que solo destila crítica desde una supuesta pureza doctrinal. El resto no pasa de cotilleos de comadres. Otros toman una palabra y al igual que los fariseos se pierden en estupideces semánticas. No, no soy acrítico pero cumplo con las reglas de la Iglesia en relación a como manifestar el disenso con la doctrina que se propone sin romper la comunión eclesial. Pero de allí a la difamación constante del Romano Pontífice y a la vez sostener que están en la sana doctrina es una perfecta confusión doctrinal salvo que se crean poseedores de iluminaciones especiales.

  10. Fernando permitame una pequeña aclaración. Sencillamente estoy en contra de todos los antipapistas que nada bueno ven en el Sumo Pontífice. Son iluminados que crean una doctrina que sostienen que es católica. Una doctrina que no atrae, que no catequiza, que no ilumina, que solo destila crítica desde una supuesta pureza doctrinal. El resto no pasa de cotilleos de comadres. Otros toman una palabra y al igual que los fariseos se pierden en estupideces semánticas. No, no soy acrítico pero cumplo con las reglas de la Iglesia en relación a como manifestar el disenso con la doctrina que se propone sin romper la comunión eclesial. Pero de allí a la difamación constante del Romano Pontífice y a la vez sostener que están en la sana doctrina solo dan vergüenza ajena pero no doctrina.

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