‘Un Paraíso sin matrimonio no habría sido Paraíso’

|

El profesor Eloy Bueno ofreció las primeras reflexiones teológicas sobre el tema que ocupó la 70 Semana Española de Misionología, «Familia y Misión».

(Archidiócesis de Burgos)– «Un Paraíso sin matrimonio no habría sido Paraíso». Con estas palabras iniciaba Eloy Bueno, de la Facultad de Teología del Norte, sede de Burgos, su conferencia titulada «La Iglesia se hace ‘misión’ en la familia» en el marco de la Semana Española de Misionología. El teólogo mostró cómo el primer ser humano (Adán) reclamaba una relación interpersonal para ser realmente feliz. La alianza de Dios con los hombres no es con un individuo, sino con una relación de amor. El plan de Dios se realiza con una relación entre el hombre y la mujer. Este hecho antropológico se ha visto viciado a lo largo de la historia por una visión clerical de la familia como «algo de laicos»: La alianza de Dios con el ser humano, testimoniada en la pareja Adán-Eva dará lugar a la imagen de la carta de San Pablo a los Efesios: Cristo-Iglesia.

Esta relación es la que se percibe en las primeras comunidades cristianas, que son «iglesia doméstica»: la iglesia no estaba al lado de las familias, al lado de las casas, sino «en las casas». Familia e Iglesia se identifican en los primeros siglos del cristianismo. El hogar es el centro de reunión, de celebración y de misión. Por tanto, el hogar-familia se convierte en el icono de la Iglesia, en el lugar de salvación. Sin embargo, esto se desvía posteriormente hacia el monasterio, convirtiéndose la comunidad religiosa en «lugar de la santidad».

Tras estas reflexiones y su contextualización en el Concilio Vaticano II, sugirió una revisión de la pastoral de la Iglesia y, sobre todo, una reflexión sobre los acentos sobre la familia. No es una cuestión de los laicos, sino que «la Iglesia se realiza a medida de la familia». De ahí que sea «familia de familias». La Iglesia nace de una experiencia cotidiana, de una fraternidad… Algo sucede en la Iglesia cuando se unen un bautizado y una bautizada. La Iglesia se «autorrealiza» y visibiliza el amor de Dios.

La familia debe ser el néctar transformador de la cultura

Tras la ponencia de Eloy Bueno, Mª Jesús Hernando, de la Universidad San Dámaso de Madrid, se centró en el contexto de la familia que vive la misión. Es necesario redescubrir el humus necesario para que la comunidad de familias se realice en la acción misionera. A partir de esta afirmación mostró los diferentes contextos para una efectiva misión ad intra y ad extra. La familia se tiene que implicar, como ‘pequeña iglesia’ que es, en todos los ámbitos, ya que la familia llega a todos los rincones. Debe ser el néctar transformador de la cultura y de la sociedad. Por eso la familia cristiana debe estar en actitud permanente de servicio y diálogo con todos los hombres.

La jornada concluyó con la mesa redonda «Familias en la ‘misión’», moderada por José Manuel Madruga, delegado de Misiones de Burgos. Rubén Fernández y Teresa Sarabiaexpusieron su experiencia misionera en México, e hicieron lo propio Israel Peralta y Begoña de Castro en Mozambique e Irene Sánchez y Marcos García en Taiwán.

‘La familia cristiana deber ser espacio privilegiado de acogida al necesitado’

El Aula Magna de la Facultad de Teología de Burgos acogió el acto de inauguración de la 70 Semana Española de Misionología, donde más de 150 personas (hay 95 inscripciones hasta el momento) escuchó las palabras de don Fidel Herráez, arzobispo de Burgos: «Si importantes son los que iniciaron este evento, más aún los que lo continúan después de 70 años. Burgos y la Facultad de Teología se sienten orgullosos de acoger esta edición tan bien preparada en sus temas y en sus actividades. La Iglesia necesita de la familia y merece reflexionar que demanda la familia de hoy a la Iglesia». En estas palabras del Papa Francisco se apoyó D. Fidel para saludar a todos los asistentes, a los que agradeció su trabajo como misioneros, como delegados de misiones o como gente interesada por las misiones. En las jornadas hay participantes de Málaga, Tarragona, Cáceres, Canarias, Tarragona, Pamplona… de todo el territorio español.

El saludo del arzobispo introdujo la presentación académica a cargo del decano de la Facultad de Teología, José Luis Cabria: «Es un honor para esta Facultad, que cumple 50 años en el presente curso, acoger esta reflexión teológica y sociológica sobre la familia y la misión». De esta manera destacó la altura de las ponencias, con expertos de seis universidades, y la dimensión vital de las tres mesas redondas.

A continuación tomó la palabra del obispo de Bilbao, D. Mario Iceta, quien disertó sobre la dimensión misionera de la familia, a la luz de la exhortación Amoris Laetitia. Este obispo, médico de formación y profesión, presidente de la subcomisión de Familia, mostró el conocimiento tan certero y cercano del Papa en dicha exhortación. Recordó que el texto papal es una reflexión emanada de las consultas a toda la iglesia. Insistió en la importancia del testimonio cristiano de la familia en tantos foros actuales. Sin prepotencia, sin reproche, sino desde la acogida, desde el respeto, pero invocando el ser cristiano y ciudadano. La exhortación es una joya para la familia cristiana. Se trata de una reflexión que pisa tierra y que apuesta por el peso de la familia en todos los campos sociales, especialmente en el educativo y en el de los más pobres: la familia cristiana debe ser espacio privilegiado de acogida al necesitado. ¿Dónde se puede sentir más acogido? De este testimonio de acogida es desde donde surge la vocación de tantas familias; de esas 250 familias misioneras españolas.

 

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles