Custodio Ballester: «La condición de cada uno, ser homosexual, no es pecado en sí mismo»

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En una entrevista con Naciodigital traducida por InfoVaticana, el párroco de L’Hospitalet matiza sus palabras pronunciadas en una homilía y que le han costado un expediente sancionador de la Generalitat.

-Padre, debe admitir que está en medio de la polémica. ¿Se siente atraído por la polémica?

-La Polémica en sí no me atrae, pero si me veo en medio de ella, me gusta coger el toro por los cuernos. Me gusta dar la cara y ser transparente. No quisiera que la gente pensara que guardo piedras en el bolsillo.

-La última polvareda que ha generado ha sido con motivo de la homilía del 24 de junio cuando dijo que «la homosexualidad es un pecado gravísimo» y que se quería hacer creer a la gente que «lo de ser gay es guay». El Gobierno de la Generalitat le acaba de abrir un expediente

-Si por hacer una consideración moral -no legal ni jurídica- sobre un determinado comportamiento hecho en la homilía de una misa católica, el poder político se atreve expedientar administrativamente a un cura, es que hemos entrado en una dinámica de persecución estalinista para reducir a la Iglesia en Cataluña al silencio. Mire, la homilía es un género oratorio muy singular. Yo hice una consideración moral sobre el pecado, que no es un concepto jurídico sino moral. Si a un cura se le niega la posibilidad de hacer consideraciones  morales, estamos conculcando la Ley de libertad religiosa.

-Desde su óptica, ¿la homosexualidad es un pecado?

-Sí. Un pecado es una acción o una omisión contra la Ley de Dios, que son los Mandamientos. La condición de cada uno, ser homosexual, no es pecado en sí mismo. Lo que sí es pecado es la acción. Una persona homosexual está llamada a vivir la castidad, como un soltero o un cura. La moral católica nos dice que hay unos actos impuros que manchan nuestra alma. Mi sermón estaba enmarcado en el contexto de la celebración del Orgullo Gay, esa fiesta que yo considero una provocación. Si es posible vivir normalmente la condición homosexual, que yo no lo creo, pero si fuera así, esta fiesta seria innecesaria. Saca la homosexualidad de cualquier posible normalidad. Estas manifestaciones exteriores están agrediendo el pudor de mucha gente, y també de muchos homosexuales que no están de acuerdo con esta sobreactuación.

-¿Cree seriamente que desde los poderes públicos se promueve la homosexualidad, como ha dicho usted alguna vez?

-Sí, yo creo que hay una presión política e incluso legal y jurídica para que la gente termine aceptando como normal algo que yo creo que, moralmente, no lo es. En el plano legislativo se percibe en las leyes que se han hecho.

-¿Me puede citar alguna?

-La Ley Cifuentes. Una Ley por la cual se castiga toda crítica a la condición homosexual e incluso, hacer alguna terapia para que un homosexual deje su práctica. Quieren crear un blindaje para que a los católicos nos parezca bueno lo que para nosotros no lo es moralmente. Pienso que deben respetar nuestra libertad de discrepar.

-¿Usted cree que la homosexualidad requiere de alguna terapia? ¿Por qué lo cree?

-De terapias se han probado muchas. Terapias psicológicas… Pero yo pienso que la única terapia que hay es la fe en Cristo,  su poder de curar todas nuestras heridas. Las de todos. La confianza en un Dios misericordioso que está dispuesto a acoger todos aquellos que se arrepienten.

-Usted saltó al primer plano a raíz de que en 2013 invitó al Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios a la procesión de Semana Santa.

-Lo hice hace 3 años, hasta el 2015.

-¿Comparte el espíritu legionario?

-Mire, sí. Es un espíritu muy antiguo. Hay una película, Zona hostil, que relata la experiencia real de una docena de legionarios en Afganistán. En un momento dado, quedan rodeados por los talibanes, muy superiores en número y el oficial con el cual están en contacto telefónico, exclama: «¡El espíritu de la muerte!». Y ellos contestan: «Morir en combate es el mayor honor. La muerte no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde». Al final, la llegada de unos helicópteros estadounidenses los salvó. Y yo tengo todo el derecho de sintonizar con este espíritu. Debemos vivir la vida con valentía. Comparto a los valores legionarios de lealtad y patriótica disciplina.

-Este vínculo legionario le generó un enfrentamiento con el Ayuntamiento de L’Hospitalet. ¿Cómo están sus relaciones con la alcaldesa Núria Marín?

-A mi me llama la atención que lo que está bien en Málaga, o en Ronda, esté mal aquí porque un ayuntamiento lo dice. Somos un país libre. Yo me siento agredido en mi libertad de cura para decidir cómo celebrar una procesión de Semana Santa. Para eso tengo una Licenciatura en Teología. Si un ayuntamiento puede intervenir en el contenido de una manifestación religiosa, no estamos en un estado de derecho.

-¿Cómo ve la situación del catolicismo en Cataluña?

-Es un tema complejo. Hace cincuenta o sesenta años, Cataluña era católica. El obispo Torras y Bages explicaba que cuando iba por los pueblos siempre encontraba a las familias rezando. Todo esto ha cambiado. No hemos transmitido la fe a los hijos. Con la prosperidad económica, mucha gente piensa que todo depende de nosotros. Mire, yo creo que en estos momentos hay miedo. La evolución histórica hace que la predicación del Evangelio y la evolución del mundo lleve a un choque de trenes. El sermón sobre el Orgullo Gay y la homosexualidad lo demuestra. El mundo no soporta que haya una instancia que no esté al servicio del poder y establezca criterios sobre la verdad y la mentira.

-Arguménteme en favor de ceder su parroquia para un homenaje a la División Azul.

-Aquello fue con motivo del 75 aniversario de la División Azul. El acto tuvo dos partes, una religiosa, que fue una misa por los difuntos, y una académica con dos historiadores especialistas sobre los divisionarios. Y este acto se hizo en la sala de teatro, con una exposición de coleccionismo militar con banderas de los bandos en guerra. También había banderas de la URSS. El señor Arzobispo me hizo la reflexión de que una misa para los difuntos no se puede negar a nadie, pero que era discutible haber hecho el otro acto en la parroquia. Y reconozco que quizás sí que no tenía que haberlo hecho aquí. Yo lo hice por los seis divisionarios que quedan vivos en Barcelona, ​​con más de 90 años.

-Pero no me negará que hacer un acto de estas características implica cierta simpatía ideológica …

-Entiendo lo que dice, pero este acto no implicaba más que un homenaje a los divisionarios que quedan vivos. Creo que ha quedado clara la buena voluntad de aquellos españoles y catalanes de la División Azul que fueron a Rusia a luchar contra el comunismo. Quisieron luchar contra un régimen totalitario junto a otro régimen totalitario que resultó ser criminal. Pero esto lo vemos en este momento. La concreción histórica fue equivocada, pero en ese contexto era difícil verlo. Debemos salvar la buena intención básica de la gente que fue a Rusia.

 -En la web de su parroquia se capta enseguida que el combate contra el aborto es un gran caballo de batalla para usted. Ha denunciado en varias ocasiones que hay hospitales vinculados a la Iglesia que practican abortos.

-Eso me preocupa porque yo no puedo ir a protestar contra los abortos ante una clínica privada cuando en los hospitales que están vinculados a la Iglesia, al nivel que sea, se están haciendo también prácticas contra la vida. Hemos conseguido que en el Hospital de Sant Pau estos abortos se hayan reducido muchísimo. Nosotros hemos hablado con la dirección de San Pablo …

-Cuando dice nosotros …

-La plataforma Derecho a Vivir. Les propusimos abrir una oficina de atención a la mujer embarazada con problemas. Hay un convenio con la Generalitat y el Ayuntamiento para que en la actividad médica tanto del San Pablo, como el de Granollers, como el de Santa Tecla de Tarragona, se respeten los principios morales de la Iglesia. Pienso que el señor Arzobispo está interesado que en San Pablo se cumpla este convenio. Hemos ofrecido al Hospital de San Pablo hacer una auditoría gratuita para comprobar que realmente es así. Estamos esperando una respuesta.

-¿Cuántos hospitales hay con presencia de la Iglesia en el patronato?

-San Pablo en Barcelona, el Hospital General de Granollers, San Celoni y San Pablo y Santa Tecla de Tarragona. Y luego está el caso más escandaloso, el Hospital de San Juan de Dios de Esplugues, porque este es propiedad de los hermanos de San Juan de Dios. Hacen una gran labor de atención a los niños enfermos, pero también es verdad que en las urgencias dan la píldora del día después, hacen esterilizaciones y tienen un centro de reproducción asistida que se convierte en una gran nevera de embriones congelados.

-Pero usted ¿cree que un aborto es un asesinato?

-Jurídicamente, tal vez no se podría decir, pero yo creo que, moralmente, es un asesinato. Alguien me ha dicho que estoy obsesionado con eso, pero yo lo que estoy es especializado. Mire, cuando ocurrió el caso del doctor Morín, que hacía abortos en unas clínicas privadas, los activistas que iban a las bolsas de basura cercanas, venían aquí a hacer la revisión de lo que habían encontrado.

-¿Aquí en la parroquia?

-Sí, y con las pruebas que encontraron pudieron ir a juicio. Se pudo encontrar mucha documentación, como papeles del psicólogo firmados que eran el certificado de daño psicológico con el nombre de la paciente en blanco. Pero a mí lo que me afectó fue que un día me encontré una gasa llena de sangre y, en medio, una mano de la dimensión de la uña del pulgar, cortado a la altura de la muñeca… Yo cuando hablo del aborto pienso en aquella mano.

-¿Cómo ve la situación política en Cataluña?

-Bueno, voy a opinar a título personal, no como párroco. Para mí, Cataluña es en primer lugar su lengua, que se habla también en la Franja, en la Cataluña Norte, en Baleares, en Valencia… Pero para mí, Cataluña tiene sentido si forma parte de una unidad más grande, que es España, que es una unidad geográfica, una unidad de fe y una unidad política.

-¿Usted diría lo mismo que en un documento del episcopado español hace unos años, que la unidad de España es un bien moral?

-No, discreparía. Yo diría que es un bien y punto. Los bienes morales son los Mandamientos.

-¿Qué piensa del proceso soberanista?

-Creo que es un ente montado desde un poder político que quiere un estatus económico que el Estado no le quiere conceder. Mire, el País Vasco tal vez tiene más independentistas, pero allí tienen el concierto económico, les llueven los millones y no se les ocurre pedir la independencia o iniciar un proceso soberanista y revolucionario. El proceso comenzó como un elemento de presión y ahora es una bola de nieve que puede arrastrar a los mismos que lo impulsan.

-¿Cree que el proceso soberanista es revolucionario?

-Hombre, si llegara sólo hasta Mas, o incluso a Junqueras, puede que no. Pero, con la CUP, tiene elementos de proceso revolucionario que puede llevar a una ruptura social y a heridas graves. El nuevo Estado catalán o la nueva República catalana lleva consigo fuerzas revolucionarias y viene con la ideología de género, una idea sesgada de familia y el aborto.

-El Parlamento de Cataluña acaba de votar una proposición de ley para anular los consejos de guerra del franquismo. ¿Coincide?

-Yo estoy de acuerdo, pero que también declaren la nulidad de los juicios de los tribunales populares de la zona republicana. ¿Qué ganamos de remover a los difuntos de sus tumbas? Los difuntos están juzgados y en brazos de la misericordia de Dios. Si pudieran hablarnos desde la eternidad nos dirían: olvidad y perdonad. La política de memoria histórica es un error contra el olvido y el perdón.

-¿No comprende que las familias quieran recuperar a sus parientes muertos?

-Sí, claro, están en su derecho. Pero si hay que hablar de víctimas, tenemos que hablar de todas. En el caso de Cataluña, estuvo durante la Guerra Civil bajo el control republicano y hubo muchas sentencias de tribunales revolucionarios. No sé cuál de los dos bandos tuvo más víctimas.

 -¿El papado de Francisco ha supuesto un cambio dentro de la Iglesia. Comparte su orientación?

-La fe católica es como un piano. Hay papas que tocan todas las teclas, otros, sólo unas cuantas, pero la sinfonía también sale. Este papa tiene algunas prioridades, pero las tenemos que acoger porque quizás algunas de ellas las dábamos por supuestas. Por ejemplo, el tema de la misericordia. Francisco tiene una gran sensibilidad por este Señor que acoge a los pecadores.

-¿Cuál es su Papa?

-Juan Pablo II. Era un magnífico comunicador. Benedicto XVI es un gran intelectual, pero con un nivel de discurso muy elevado. A mí me gusta decir que la Iglesia es como un avión en el que el Papa pilota, pero que tiene además un piloto automático. Puede haber malas travesías, pero siempre se llega a destino.

-Hace unos días, uno de los hombres más poderosos de la curia, el cardenal Pell, ha sido imputado por supuestos casos de pederastia. Le importa mucho el aborto, pero ¿cómo define los escándalos de pederastia?

-Son casos de una gravedad especial porque aquí se juega con la inocencia. Hay muchos factores que han intervenido en estas situaciones. Una es que los obispos deben hacer una tarea de observación de los curas y ver los que pueden presentar problemas. La vida en la parroquia exige mucha responsabilidad. A menudo, el cura está solo, lejos de su familia, y ha de administrar bien su tiempo. Después, a finales de los sesenta, fruto de lo que supuso el Mayo del 68, hubo una liberalidad de las costumbres que se extendió por todas partes, incluso en los seminarios, con una indulgencia excesiva hacia las actitudes y las tendencias homosexuales.

-¿Cómo son sus relaciones con el arzobispo Omella, ahora cardenal?

-El señor Arzobispo es una persona simpática, accesible, empática. Si un sacerdote quiere hablar, lo recibe en pocos días, que es algo muy importante para conocer la diócesis.

-¿Cree que continuará al frente de la parroquia?

-No lo sé. Ya llevo aquí dieciséis años. Si sólo llevara tres o cuatro, podría decir que todavía no he culminado mi plan pastoral. El señor arzobispo tiene todo el derecho de cambiarme de lugar o de mantenerme en la misma parroquia.

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Comentarios
6 comentarios en “Custodio Ballester: «La condición de cada uno, ser homosexual, no es pecado en sí mismo»
  1. Brillante entrevista. Custodio Ballester me parece un sacerdote cabal y que sabe comunicar. Quienes le atacan harían bien en conocerle mejor.

  2. Precisando algún punto: La esclavitud no se inventó en la Europa cristiana ni greco-romana, es muy anterior y multigeográfica, pero parece que a Chus sólo le interesan los pecados de los cristianos.
    Otra precisión: se estima que entre 11 y 18 millones de esclavos africanos negros cruzaron el Mar Rojo, el Océano Índico y el Desierto del Sáhara entre el 650 DC hasta el 1900 DC comparados con entre 9,4 y 12 millones de africanos que pudieron haber sido llevados hacia América.
    Los esclavos de Europa Central y Oriental eran generalmente conocidos como Saqaliba (que se podría traducir por «eslavos»). Los moros, desde el siglo XVI, también llevaron a cabo razzias en las zonas costeras del Mar Mediterráneo y del Océano Atlántico, siendo conocidos como piratas berberiscos. Se estima que capturaron alrededor de 1.25 millones de esclavos blancos de Europa entre los siglos XVI y XIX. La expresión «no hay moros en la costa» procede de ese peligro permanente que afectó económica y demográficamente a las zonas costeras del mediterráneo (griego, italiano, español y portugués). Por cierto la palabra en latía para esclavo era «servus», mientras que esclavo y eslavo tienen el mismo origen, que en inglés es la misma palabra «slave».
    Y la última. Fueron las potencias occidentales (creo que Inglaterra especialemente) quienes se implicaron en la prohibición de la esclavitud. Unos apuntes ilustran bien esto que digo: A fines del siglo XIX en el Califato de Sokoto había de 2 a 2,5 millones de esclavos. En los años 30 la población esclava en Etiopía era de 2 millones en una población total de 8 a 16 millones, según la Anti-Slavery Society. En 1841 se estima que había de 8 a 9 millones de esclavos en India.

  3. Es una lástima que no quieran entender que la homosexualidad es una condición natural de una minoria de personas, dentro de cincuenta años la iglesia católica lo aceptará, pero mientrastanto hace sufrir a un montón de gente absurdamente y se hace daño a sí misma, la religión nunca debe apartarse del sentido común

  4. ¡Cómo admiro al Padre Custodio! ¡Que claras tiene las ideas y que valiente es, no rehúye ninguna pregunta, aún cuando alguna tenga que contestarla a título personal! ¡Es un hombre de Dios y un defensor acérrimo de la vida. Con unos cuántos sacerdotes como él, se solucionaba el problema del aborto : Cerca de 100.000 fetos asesinados en España en 2106! . Jose, todos tenemos que negarnos a nosotros mismos para seguir a Cristo, unos en unas cosas y otros en otras. Es así.

  5. Muy bien toda la entrevista.
    Una pequeña pero importante acotación. La Patria es un bien moral porque es la suma de bienes materiales y espirituales que hemos recibido de nuestros antepasados. Sí procede de los Mandamientos, del Cuarto Mandamiento, el amor, respeto y cuidado de nuestros padres, que se extiende a nuestros antepasados y a nuestra Patria, palabra que procede de padres. Y que es deber nuestro transmitir y acrecentar para nuestros hijos y descendientes.

  6. «A los homosexuales les hace sufrir que la iglesia diga que sus relaciones sexuales son pecado» Si coge un catecismo de los mil y un pecados, los de la lujuria son sólo unos pocos (o si prefiere de los mandamientos de la ley de Dios es uno sólo el de los actos, y otro el de los pensamientos y deseos). Con respecto al sexto, hay mil y un pecados además del de sodomía (por no entrar en más), sea la heterosexual o la homosexual. ¿También les hace sufrir que la declaración universal de los derechos humanos no cite el derecho a la penetración anal, al annilingus, al fisting, etc.? ¿No les hace sufrir que la Academia francesa mentenga la definición de «mariage», sin incorporar la LGTBI?
    Oiga, y a los disidentes como yo, ¿no nos hacen sufrir ss acusaciones de homofobia, transfobia, heteropatriarcalismo, micromachismo, etc. cada vez que expresamos nuestra disidencia?

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