El boletín que la secta anticristiana envía cada semana incluye hoy una noticia alarmante: La Sociedad Estatal Correos y Telégrafos emite un sello para «celebrar» el tricentenario de la masonería, una historia teñida de sangre y muerte.
Así comunica la Gran Logia de España en su mensaje de hoy la emisión, por parte de Correos, del «sello del tricentenario»:
Correos emite el sello del Tricentenario
¿Sabías que el Tricentenario ya tiene su sello oficial de Correos? En él aparecen tres de los emblemas más característicos de la Masonería: el damero, la escuadra y el compás y el delta luminoso. La edición es limitada y sólo pueden conseguirse ejemplares a través de la Gran Logia de España o sus provincias. ¿Qué te parece la disposición de los elementos? Como todo diseño masónico, persigue inspirar a quién lo mira. Si quieres hacerte con uno, escribe a la Gran Secretaria de la Masonería Española.
La masonería, profundamente anticristiana
A lo largo de su historia la Iglesia católica ha condenado y desaconsejado a sus fieles la pertenencia a asociaciones que se declaraban ateas y contra la religión, o que podían poner en peligro la fe. Entre estas asociaciones se encuentra la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX persistieron en ello. Clemente XII, en “In eminenti”, había condenado a la masonería. Más tarde, León XIII, en su encíclica “Humanum genus”, de 20 de abril de 1884, la calificaba de organización secreta, enemigo astuto y calculador, negadora de los principios fundamentales de la doctrina de la Iglesia.
El mejor combate contra la masonería: Ser santos, apóstoles y decir la Verdad
En el canon 2335 del Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que “los que dan su nombre a la secta masónica, o a otras asociaciones del mismo género, que maquinan contra la Iglesia o contra las potestades civiles legítimas, incurren ipso facto en excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica”. Actualmente, la legislación se rige por el Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, que, en su canon 1374, señala:
“Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho”.
Previendo posibles confusiones, un día antes de que entrara en vigor la nueva ley eclesiástica del año 1983, fue publicada una declaración firmada por el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella se señala que el criterio de la Iglesia no ha variado en absoluto con respecto a las anteriores declaraciones, y la nominación expresa de la masonería se había omitido por incluirla junto a otras asociaciones.
Se indica, además, que los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, y que los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas no pueden acceder a la Sagrada Comunión.
Lea: Humanum Genus, de León XIII, sobre masonería y otras sectas
El Papa tiene claro que la masonería es un grave problema a combatir
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Porque son tan regresivos en su ideología católica.piensan como en la edad medís, siendo que la masoneria es una augusta institución progresista y liberal y por esencia anti conservadora. Ojalá y el gran arquitecto del universo guíe el camino de todos. Así sea¡
Pero cómo son tan cerrados de mente. La masonería existe porque tiene todo el derecho a existir. Ya no estamos en los tiempos en que una visión unívoca rige las naciones. Preocúpense más por los problemas internos de su Institución antes de mirar hacia afuera. Ahora mismo pueden ver el caso del Cardenal George Pell, otro pedófilo de las altas esferas vaticanas.
Para hablar cualquier cosa, primero hay que tener moral.
Se conoce muy bien quién controla la judeomasoneria , por lo que defenderla denota una gran ignorancia o su pertenencia a la misma…. deberían quemar esos sellos