El arzobispo de Bolonia no contaba con el respaldo de la Santa Sede

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El arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi (i) durante una rueda de prensa en Bayona. / EFE

El arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, acudió en un jet privado al acto de «entrega de armas» que tuvo lugar el pasado sábado en la localidad francesa de Bayona, sin informar al obispo local y sin ningún tipo de respaldo de la Santa Sede.

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha negado que la Iglesia haya estado implicada en el acto de entrega de armas de ETA en Bayona y ha manifestado la sorpresa de los prelados vascos ante la aparición en escena del arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi.

El pasado 8 de abril, el arzobispo de Bolonia -que habría acudido a Bayona en jet privado según informaron varios medios- actuó como testigo de la entrega de la documentación correspondiente a la localización de ocho depósitos de armas de ETA.

Zuppi es un miembro destacado de la Comunidad de Sant’Egidio, movimiento conocido por su actividad mediadora en conflictos en varios países, pero que también se ha visto desprestigiado en algunos ámbitos por ser víctima de una excesiva atracción por el poder político y mediático.

«En esa escenificación que se hizo el sábado en Bayona de la entrega de las armas, para sorpresa de los obispos y de la Iglesia del País Vasco apareció el arzobispo de Bolonia», ha señalado Munilla en el programa Sexto Continente de Radio María, añadiendo que el obispo de Bayona, Marc Aillet, no había sido informado de que Zuppi acudiría al acto que tuvo lugar en su diócesis.

La presencia en Bayona del arzobispo de Bolonia fue interpretada por algunos medios como una manifestación de un supuesto «respaldo» del Vaticano al acto, un punto que Munilla ha negado categóricamente.

«No había recibido ninguna bendición de la Santa Sede, lo ha hecho por su cuenta y riesgo», ha recalcado el obispo de San Sebastián, que también ha querido dejar claro en varias ocasiones durante el programa que «no es cierto que la Iglesia haya estado presente en ese acto».

«Si está un arzobispo a título particular y al margen del envío y de la encomienda que la Iglesia le ha hecho, no se puede decir que la Iglesia haya estado ahí», ha subrayado Munilla.

Fuentes consultadas por InfoVaticana aseguran que antes de acudir a Bayona, Zuppi llamó al Vaticano, donde un funcionario de alto nivel le advirtió de que no tenía ni el respaldo ni la bendición de la Santa Sede para su actuación en relación con el «desarme» de ETA.

Munilla ha afirmado en Sexto Continente que desde la Secretaría de Estado del Vaticano han comunicado al obispo de Bayona que puede decir públicamente que el arzobispo de Bolonia acudió al acto a título meramente particular, sin ningún tipo de bendición ni explícita ni implícita por parte de la Santa Sede.

Según ha podido saber InfoVaticana, quienes cuentan con pleno respaldo del Vaticano en su postura sobre el «desarme» de ETA son los obispos vascos. Una postura que quedó reflejada en una entrevista conjunta concedida por Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, Mario Iceta, obispo de Bilbao y el obispo de San Sebastián a El Correo hace apenas unas semanas.

En esta entrevista, los obispos vascos manifestaron que el anuncio del «desarme» de ETA nacía más una estrategia política que de una decisión ética y era «claramente insuficiente», ya que la única respuesta que la sociedad espera es «la disolución definitiva de la banda terrorista».

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Comentarios
9 comentarios en “El arzobispo de Bolonia no contaba con el respaldo de la Santa Sede
  1. El coronel Pérez, sin conocimiento del jefe de la División en la que se integra su Regimiento, se desplaza al festival de Guardianes de la Paz de Nueva York, que conmemora su fundación tras veinte años en que ha disminuido progresivamente la delincuencia callejera en la gran ciudad. El alcalde que preside la ceremonia, no tenía ni idea de que el ejército apoyase esta iniciativa. Y al final, tras dejar la leche y las pastitas a su abuela, Caperucita vuelve a su casa, donde su mamá lleva un rato interrogando hábilmente al pretendiente de la chica. El bosque respira tranquilidad y las calles neoyorkinas rezuman calma; todo es bello, todo funciona del mejor modo posible. ¡Ah! olvidaba decir que la esposa del general recibió con mucho agrado un imán de nevera que le trajo el coronel de su marido, que representa a la estatua de la libertad, la «Madonna americana» que decía la tía de Apolonia, la primera esposa del joven Padrino.

  2. Zarzalejos, en «El Confidencial», considera que el Vaticano estaba al corriente de la presencia de Zuppi en Bayona: «Personalmente, me permito dudar de que en la plaza de las esculturas de Bernini se registre malestar alguno. Hace unas semanas, el lendakari se presentó en Roma y se entrevistó con el secretario de Estado, el cardenal Parolín; también fueron puenteados los diocesanos de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, se quejaron igualmente y no pasó nada.

    » De entre las muchas instituciones y colectivos que deben pedir perdón —lo ha hecho incluso el PNV por su dureza y falta de conexión sentimental con las víctimas— está la Iglesia católica en el País Vasco. Las sacristías de la Euskadi profunda han sido refugio seguro para no pocos terroristas y ni una sola persona con hábito talar ha sido víctima de sus asesinatos. Por algo será. De ahí que en su participación en el aquelarre de Bayona, no faltase una representación al nivel de arzobispo. No es poco, desde luego.»

    Ese sí que es un importante punto de concentración: es innegable que amplios sectores de la «Iglesia» vasca apoyaron -y siguen haciéndolo- por acción u omisión a la banda asesina y, por tanto, son su complicidad es tan manifiesta que las manos de ciertos religiosos están tan manchadas de sangre como la de quienes apretaron el gatillo.

    «…el otro fantasma lívido del pasado, -prosigue Zarzalejos- monseñor Setién, aquel obispo de San Sebastián que nunca tuvo un solo gesto de piedad hacía ninguno de los asesinados. Monseñor Setién enuncia fríos silogismos sobre lo que él llama `derechos colectivos´ moviendo unas manos pálidas que parecen tan heladas como la expresión de su cara. Ronda las palabras antes de decirlas como si manejara vísceras dudosas con un bisturí. Una vida entera de hipocresía vaticana y frialdad de corazón han adiestrado sus músculos faciales en esa perfecta impasibilidad que parece exclusiva de los grandes inquisidores y de esos salvadores y líderes que por amor a una comunidad ideal -un pueblo, una patria, una clase, la humanidad- están dispuestos a aprobar e incluso a bendecir tantas ejecuciones como sea necesario».

    (Johnny-Gin)

  3. ¿ A título personal ? A título personal puedo ir yo. Un obispo en una comparecencia pública como obispo está involucrando a la Iglesia, máxime cuando Roma ni lo ha desautorizado ni lo ha prohibido. Quienes sí han quedado desautorizados por Roma son precisamente los obispos vascos, en especial Munilla, quienes no son suficientemente “misericordiosos”. Pagola, teólogo heterodoxo vetado por Elizalde, se ha vengado.

  4. Tiene respaldo francisquita. Eso lo tengo muy claro. Lo que ignora, porque no se lo han contado, es que nada menos que un 40% de asesinatos etarras aún no se ha esclarecido ni se esclarecerá ya, pues ni la banda ni el Estado de Derecho están por la labor. Esto es lo que puede certificar el arzobispo de Bolonia y contárselo a su amo, cual perro faldero : La derrota del Estado de Derecho. La nueva iglesia de la misericordia lo es con los asesinos, pero no con las víctimas. Que se pudran.

  5. El Zuppi ese lleva todo el tiempo la cruz pectoral metida en el bolsillo de la camisa, para no erizar la fina piel del farsante Otegui y su mariachi proetarra. De tener que ver cara a cara a tanto barrabás y a tanto judas, se libró al menos el Crucificado…

  6. La foto lo dice todo. Los asesinos la mar de sonrientes y el arzobispo todavía más. Todos contentos, todos farsantes. Jesucristo, una vez más, crucificado. la Verdad, una vez más, sacrificada, en aras a las apetencias personales de unos y otro.

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