La Asamblea Plenaria que deja un nombre para el futuro de la Iglesia en España

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La Asamblea Plenaria que termina nos deja dos conclusiones: un nombre para el futuro de la Iglesia española, y un arzobispo que ha quedado derrotado. 

La Asamblea Plenaria que termina hoy deja varias incógnitas resueltas. La primera de todas, y muy importante, que los obispos han querido dejar claro que la división que plumillas con poco prestigio se empeñan en hacer entre «hombres del Papa» y «enemigos de Francisco» sólo tiene fundamento en la imaginación de algunos. Lo que hay es algunos obispos en los que sus compañeros confían para liderar el futuro de la Iglesia española. Veamos quiénes son. Las votaciones para presidente, vicepresidente, y comité ejecutivo se han desarrollado de la siguiente manera:

Presidente: El resultado de la votación ha sido: cardenal Ricardo Blázquez con 52 votos, cardenal Antonio Cañizares con 20 votos y el cardenal Carlos Osoro con 4 votos.

Vicepresidente:El resultado ha sido: Antonio Cañizares con 45 votos, el cardenal Carlos Osoro con 28 y Mons. Juan José Omella con 3.

Y en el Comité Ejecutivo se elegían tres plazas:

  1. Mons. Juan José Omellaarzobispo de Barcelona. En primera votación con 47 votos; 20 votos Mons. Jesús Sanz; y 4 votos Mons. Vicente Jiménez Zamora.
    Primer trienio
  2. Mons. Jesús Sánz Montes, arzobispo de Oviedo. En segunda votación con 42 votos; 32 Mons. Vicente Jiménez; 2 Mons. Ginés García; y 2 Mons. Fidel Herráez. Primer trienio
  3. Mons. Vicente Jiménez Zamoraarzobispo de Zaragoza. En primera votación con 54 votos; 21 Mons. Fidel Herráez;  1 Mons. Ginés García; 1 Mons. Jesús Catalá; y 1 Mons. Juan Antonio Reig. Primer trienio

Las «legislaturas» en la Conferencia Episcopal, salvo para el caso del secretario general y portavoz, duran tres años. En abril de 2020, por tanto, los obispos en los que sus compañeros hoy más confían para guiar la Iglesia que peregrina en España tendrán:

  • Ricardo Blázquez. 78 años. Habrá presentado ya su renuncia.
  • Antonio Cañizares. 74 años. A punto de presentar su renuncia.
  • Juan José Omella. 74 años. A punto de presentar su renuncia.
  • Jesús Sanz. 65 años. A 10 años de presentar su renuncia.
  • Vicente Jiménez Zamora. 76 años. Habrá presentado ya su renuncia.

Un nombre para el futuro de la Iglesia en España

Por edad, de los más votados esta semana por sus compañeros en el episcopado, el arzobispo de Oviedo, el franciscano Jesús Sanz Montes, es el único que seguirá teniendo algo que decir en las próximas «legislaturas» de la Conferencia Episcopal, y sin duda este trienio en el que formará parte del Comité Ejecutivo será clave para que los obispos vean si tiene la talla suficiente para ser el próximo presidente de la Conferencia Episcopal, y quién sabe si arzobispo de Madrid.

El principal reto al que se enfrenta, el «grave pecado de omisión» que según algunos obispos está cometiendo la Conferencia Episcopal en temas como la defensa de la vida, de la familia como institución natural, de la libertad educativa y de la dignidad del ser humano. Sin duda la presencia de Sanz Montes en el Ejecutivo debe suponer un cambio importante en la línea editorial de los medios de la CEE, entregados hoy al Partido Popular.

Jesús Sanz, de 62 años, con estudios de economía y derecho mercantil y tras un breve paso por la banca privada, ingresó con veinte años en el Seminario Conciliar de Toledo, y con 26 en la Orden Franciscana. Desde hace unos años tiene su particular cruz: Ser consiliario de Lumen Dei, algo que le ha costado varias querellas criminales, todas ellas archivadas. La última el viernes pasado. Falsedad documental, estafa, alzamiento de bienes… Todas las acusaciones han quedado desmontadas siempre en primera instancia.

La derrota de Osoro y el ocaso de Gil Tamayo

El gran derrotado de la semana, sin duda es Carlos Osoro, quien a pesar de los esfuerzos de varios medios por presentarle como «el hombre del Papa en España», ha sufrido un duro golpe por parte de sus hermanos. Sólo 4 obispos le dieron su apoyo para ser presidente de la Conferencia Episcopal, y perdió la vicepresidencia, que pasa a su sucesor en Valencia, Antonio Cañizares. Sin duda ha hecho mella en la opinión que de él tienen sus hermanos obispos su negativa a condenar las leyes totalitarias que se han aprobado en Madrid, o la agresión al colegio Juan Pablo II de Alcorcón. El temor de Carlos Osoro hoy es pasar a la historia como el primer arzobispo de Madrid que no fue presidente de la CEE.

Tampoco ha sido buen mes para GIl Tamayo, tras «perder» Plasencia, tiene muy difícil ser reelegido secretario general en octubre de 2018 y sabe que si no logra una plaza episcopal antes de esa fecha, se tendrá que volver a Zalamea de la Serena. Quiere ser obispo de Ávila, pero tiene que ganarse a quien manda en esa diócesis, Lidia Jiménez, que por ahora prefiere para esa sede a su amigo Juan Antonio Martínez Camino.

 

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