La estremecedora carta de una madre de alquiler: «No sé cómo te llamas, ni si estás bien, ni si siquiera existes»

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En el día de la madre, recordamos una carta que muestra la estremecedora realidad que se oculta detrás del alquiler de vientres, un lucrativo negocio por el que centenares de personas ganan dinero en España, a pesar de ser ilegal.

Esta carta te la debo desde el día en que naciste. Ni siquiera me dejaron verte: sentí trastear entre mis muslos, sentí el cuerpo abierto de dolor, y enseguida te sentí llorar. Fue un ay y un adiós. “Intenta descansar”, me dijeron; pero los vi como a hienas, ensangrentados, saliendo a todo correr con el festín de mis entrañas.

Todas éramos adultas, libres, altruistas -nos decían- para tomar la decisión de hacer felices a otras personas. Pero no. Yo lo hice por dinero. Durante nueve meses dispusieron de mí: me obligaron a seguir una dieta específica, a no fumar, a no beber, a no tener relaciones sexuales con extraños; y me fueron pagando mes a mes, para tenerme controlada. El resto me lo dieron al final, todo junto, como a Judas.

Sé que existen países en donde se puede comprar una esposa; yo no fui propiedad de ningún hombre, pero arrendé mi cuerpo. El contrato que firmé no me permitía ni siquiera abortar. Fui una ramera: el útero es más íntimo aún que la vagina.

En la clínica –se me antojaba una granja de conejas parideras- en la que negociaban con nuestros vientres, nos insistían en que estábamos haciendo una obra de caridad, en que éramos buenas samaritanas; estéril alegato: una mujer rica jamás cederá su cuerpo para que una pobre pueda tener un bebé; es más, conociendo nuestras procedencias, los ricos ni nos dejarían entrar en sus hogares.

Tus padres, bueno, los que pagaron por ti, eran una pareja de homosexuales. Una noche, en cama, los senos turgentes como un balón, el ombligo brotado como un níspero, mientras sentía tus piececitos golpear en mi conciencia sentí rabia: ‘Estos deben pensar que les cuesta igual a ellos echar un flato que a una mujer parir un hijo’. Seguro que lo entenderás cuando seas mayor. Espero que también se lo reproches: a mí me quedó lidiar con esta culpa que me mata; ellos tendrán apoyo psicológico y permiso por maternidad en su país.

Hasta he llegado a maliciar que, con tal de no tener dolores de parto, ni estrías, ni senos caídos, algunas mujeres pijas, en el futuro, podrán encargar un hijo como se encarga un cake en la tahona.

Dicen que no tenemos ningún vínculo, pero yo no soy un marsupial: de mí recibiste las proteínas y el alimento que necesitabas; y hubieses recibido mi anemia, o mis infecciones, si las hubiese tenido.

Dicen que soy una mera incubadora; pero el amor se siente, no se razona: un padre, aunque lo obligue la ley, no lo es por un encuentro fortuito; una madre siempre lo será, así la parta en dos la justicia salomónica.

Dicen que la paternidad es un derecho: lo sería si todos los huérfanos lo tuvieran primero a ser adoptados. A todo esto no sé cómo te llamas, ni si estás bien, ni si siquiera existes. ¿Y si a pesar de mis cuidados hubieses nacido enana o con síndrome de Down? ¿Devolverían el producto? Quiera Dios no estés en un orfelinato.

El fin no justifica los medios. Lo mío fue un contrato mercantil: Dignidad subrogada, cosificación, trata de vientres, estraperlo de bebés: rotura de principios, no de tabúes. La maternidad es fuente de vida, no de ingresos. Y no, no he donado un órgano. He vendido un ser vivo.

Ya no merezco seguir viviendo.

Esta carta (no sé cirílico) la encontraron en el bolso de Svitlana. A Svitlana, una mujer joven, la encontraron flotando en el río Niéper. En Ucrania es legal la gestación subrogada.

Publicada en LA REGIÓN

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Comentarios
10 comentarios en “La estremecedora carta de una madre de alquiler: «No sé cómo te llamas, ni si estás bien, ni si siquiera existes»
  1. A mí me encantaría tener un montón de niños, dan alegría y vida; pero afortundamente gozo del sentido común de no comprarlos ni en a ni en b. Si no estás casado ni sale del vientre de tu mujer, adoptarlo está genial para criarlos entre padre y madre. Si no es así AGUA y AJO que los experimentos en casa y con GASEOSA y si es la casera..mejor! Soy así de simplicísimus.

  2. El vientre de alquiler es la máxima reificación, y desde luego nunca entenderé padres que puedan disfrutar de su hijo bajo esos MEDIOS.

  3. Esta sseñoras aunque se crean ellas lo contrario están más machacadas por los hombres que el resto de las mortales, estos hombres que se ponen de parte de ellas, las utilizan de una forma mucho más sibilina y con mayor maltrato que el normal que se pueda ver del insulto. Con eso de que cada uno hace lo que quiere, y nadie pertenece a nadie, ménudos pájaros son ellos, y ellas a tragar en pos de que con mi cuerpo hago lo que quiero, y soy del viento, sí sí lo que quieren ellos. Ya he visto yo bastante en ese ambiente. Ahora al servicio del hombre gay.

  4. La maternidad subrogada , igual
    que la donación de órganos intervivos, solo podría tener cabida como acto de generosidad entre familiares o amigos , sin compensación económica de por medio y respetando los derechos de la madre gestante a compartir la vida de ese ser que ha nacido gracias a ella….. todo lo demás es abuso del
    Rico sobre el
    Pobre , mercantilizacion del cuerpo femenino, pisoteo de los derechos humanos, del niño, porque se lempriva de su madre , a la que reconoce por el
    Olor, por el sonido de su voz, por la cadencia de su corazón y que está inundada de hormonas que la predisponen al
    Amor , el cuidado y la protección de ese niño, y a la madre , porque se le
    Arrebata el fruto de sus entrañas, al que su instinto le siente como hijo , y se le
    Priva de todo contacto con el, entregándolo a personas completamente ajenas , ajenas a su gestación y a menudo ajenas a sus genes …. no puede mayor atropello a los derechos del no nacido que arrebatarle todo lo que le corresponde por naturaleza: su madre biologica, su madre gestante, su familia genética, …. esos hijos crecerán y no duden que algunos reclamarán a la
    Sociedad que les indemnicen por el abuso cometido contra ellos…. pobre Madre’s pobres, pobres vientres pagados , pobres huérfanos creados a la carta, pisoteados en todos sus derechos desde el
    Primer momento de su existencia….

  5. Otra indignidad más del ser humano, muy permisivo para lo que le conviene y muy intransigente para lo que no. El niño no es una mercancía ni un derecho. Todos los derechos son de el.

  6. Sí, pero la nueva iglesia de la misericordia lleva camino de aceptar esta práctica «altruísta», como ya ha aceptado el divorcio católico, la eutanasia católica y el aborto católico. Dentro de muy poco tendremos el vientre católico.

  7. Guao quedé impactada al leer la carta.. tengo una nena de 3 meses y al escuchar eso la verdad no creo ser capas de alquilar mi vientre.. sería muy duro uno se apega a los bebés… Había escuchado eso de alquilar vientre pero al leer esto creo q no lo haría
    Como dice ella a cambio de dinero vendí a mi hijo xq a la.final todas siente ese amor x ese bb que llevo x 9 meses. Es duro e leído otras cartas y dicen q es el peor error q an cometido..

  8. Un drama ,como el de muchas mujeres que explotan por sexo e incluso las matan por ello , hay países que es legal está práctica como todos sabemos ,y dentro de ese contrato está el que la madre gestante pueda tener contacto y sepa de la vida de ese niño ,a mi me parece más cruel que haya niños q se los quiten a sus padres ,pq se hayan quedado sin trabajo y los metan en centros de acogida ,de eso parece no se habla ,o los que están en orfanatos y por burocracia estén años sin poder ser adoptados, no se los motivos o circunstancias q tienen estas madres a gestar por otra o otros ,pero imagino q si es legal , no son obligadas como si lo son los que trafican con la trata de sexo .

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