Seis claves sobre la transexualidad explicadas desde la bioética

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Expertos del Centro Nacional Católico de Bioética de Estados Unidos explican seis ideas sobre la llamada «disforia de género» y las «operaciones de cambio sexo».

El Centro Nacional Católico de Bioética de Estados Unidos, fundado en 1972 con el objetivo de llevar a cabo la investigación, ofrecer consultas y publicar artículos educativos para elevar la dignidad humana en el cuidado de la salud y las ciencias de la vida, expone seis ideas sobre la llamada «disforia de género» y las «operaciones de cambio sexo».

El informe, recogido por Religión en Libertad, resume en seis apartados las claves de ambas cuestiones desde un punto de vista moral y ético. Los profesionales explican en qué consisten las operaciones de «cambio de sexo», por qué es algo inmoral o cual es la diferencia entre sexo y género.

Pero antes, para comprender el absurdo al que ha llegado el colectivo LGTB, les invito a que vean este vídeo en el que un transexual, sin argumentos científicos reales, defiende que los transexuales que nacieron hombres, «nunca fueron hombres biológicamente».

Los miembros del Centro Nacional Católico de Bioética de Estados Unidos explican lo siguiente:

1. Las operaciones, cada vez más comunes

Los miembros del Centro Nacional Católico de Bioética de Estados Unidos explican, en primer lugar, que las operaciones de cambio de sexo son cada vez más comunes. «Esto ha obligado a las instituciones cristianas y católicas a estudiar la moralidad de las operaciones de cambio de sexo, ya que pueden ser parte obligatoria de la cobertura de seguros, o del empleo en escuelas católicas»

2. ¿Qué es una operación de cambio de sexo?

Una operación típica de cambio de sexo tiene dos partes. Primero, a la persona se le somete a unas pruebas psicológicas. Después se le aplica un régimen de hormonas, y después se le hace una cirugía en la que los genitales originales se le extirpan y se sustituyen con los genitales deseados. Las operaciones de cambio de sexo dejan a la persona estéril.

3. ¿Es inmoral una operación así?

Hablando propiamente, una persona no puede cambiar su identidad sexual. Una persona es la unidad de cuerpo y alma, y el ‘alma’ no debe entenderse como un yo inmaterial, sino como lo que hace que el cuerpo sea una persona humana. Somos personas masculinas o femeninas y nada puede cambiar eso. Una persona puede mutilar sus genitales pero no podrá cambiar su sexo. Cambiarse el sexo es fundamentalmente imposible: estos procedimientos son básicamente actos de mutilación.

La mutilación implica que la persona queda impotente y estéril y dependiente el resto de la vida de un régimen hormonal que le hace parecer lo que no es. No hay nada erróneo en los genitales de esas personas, pero los quitan para seguir la creencia subjetiva de la persona de lo que quiere ser. Lo que hace inmoral a las operaciones de cambio de sexo es que el cuerpo de esa persona se mutila.

4. ‘Una persona puede cambiarse los genitales pero no el sexo’

Una persona puede cambiarse los genitales pero no el sexo. Recibir hormonas del sexo opuesto y quitarse los genitales no es suficiente para cambiarse el sexo. La identidad sexual no se reduce a los niveles hormonales o a los genitales, sino que es un hecho objetivo enraizado en la naturaleza específica de la persona.

5. ¿Cuál es la diferencia entre sexo y género?

La identidad sexual no es un constructo social sino un hecho objetivo enraizado en  nuestra naturaleza como personas masculinas o femeninas. El hecho más obvio sobre nosotros es que somos o varón o mujer.

Por supuesto hay una distinción importante que hay que hacer respecto al género y la identidad sexual. La identidad sexual se refiere a la propiedad de ser varón o mujer. Se refiere al sexo específico de la persona humana. Ser hombre o mujer es una propiedad esencial de lo que somos como personas. Por ejemplo, un hombre no puede gestar ni llevar en su interior niños. No tienen esa potencialidad: las mujeres sí.  Así, ser uno u otra, es esencial a lo que somos.

Por otra parte, el “género” se refiere a ciertas disposiciones emocionales o rasgos característicos de la feminidad o la masculinidad. La feminidad y la masculinidad son términos de género y se refieren a rasgos específicos.

 

6. ¿Por qué dejar que el cuerpo sea quien dicte la sexualidad, y no la mente?

Se da por garantizado y está bien aceptado que el ‘yo’ de una persona –la constelación de creencias, deseos, disposiciones emocionales y rasgos de personalidad- constituyen la auto-imagen y la auto-comprensión de uno mismo. Pero hay que admitir que no todas nuestras creencias, deseos y auto-comprensiones se conforman según la verdad.

Nuestras capacidades de razonamiento, memoria y sensaciones básicas como la percepción visual pueden estar equivocadas y darnos falsas creencias. La respuesta que tomamos en esos casos es corregir las creencias equivocadas. Cuando nuestro yo entiende algo erróneo sobre nosotros, debemos corregirlo, no autorizarlo.

Por responder las preguntas más directamente: los que mantienen esa posición asumen un dualismo entre mente y cuerpo. Propiamente, las personas o son hombres o son mujeres. El cuerpo de la persona es una indicación fundamental de a qué sexo pertenecemos. Es una realidad física verificable empíricamente que no cambiará solo porque lo deseen nuestras creencias. Una vez se rechaza el dualismo en esta pregunta, y uno reconoce que nuestro sexo lo indica nuestro cuerpo, podemos ver que la identidad sexual es un hecho objetivo, discernible con accesibilidad, acerca de nosotros. Como dicen algunos filósofos, somos cuerpos.

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Comentarios
18 comentarios en “Seis claves sobre la transexualidad explicadas desde la bioética
  1. Repentino, deja de darnos la matraca. Esa pregunta tan específica deberías dirigirla a un médico especialista o al tribunal de la diócesis donde te quieras casar. En cualquier caso no despreciar la acertada información que aquí se ofrece.

  2. Los hermafroditas verdaderos, sin intervención artificial médica, quirúrgica y farmacológica serían estériles, pero definidos sexualmente porque uno de los dos sexos es dominante en la madurez. Son quimeras naturales y como tal desaparecen.

  3. Un esquema válido . la intersexualidad es natural, la transexualidad es cuando se elige cambio de sexo , siempre hay un sexo genético que se diagnóstica por un cariotipo ,aunque hay genitales ambigüos es decir un fenotipo no adaptado a su cariotipo genético, que se conoce como sindromes y que falla alguna secuencia del proceso de sexuación.

  4. Aunque llevamos muchos años advirtiendo sobre la ideología de género,parece que es ahora cuando al salir el autobús de Hazte oir se desató la tormenta oculta que iba devastando poco a poco a los jóvenes empezando en la pubertad, pero el gran clamor surge cuando en Pamplona y País Vasco hacen con sus carteles un inversión de la sexuación normal.
    Y lo grave se plantea, no cuando lo elige un adulto ,sino cuando eso va a niños que teóricamente y bajo todas las leyes ,si es que somos razonables deben ser protegidos.

    El asunto no se plantea con la homosexualidad que ya existe, sino con la tran-sexualidad que afecta directamente al cuerpo de los niños a su propia identidad según el sexo niño o niña sexuado y que si se hormona desde pequeño desciende el crecimiento y los hace estériles.

    Es una educación errónea y maligna para los peques, por eso si en la población sana no provoca respuestas es que entonces no nos enteramos suficientemente, el autobús habla de libertad de expresión ni le dejan como ayer en la Complutense ,pero el asunto es mucho mas grave es cambiar cuerpo y mente de los niños.

    Los casos de niños intersexuales son 1 por 100000 son datos que coinciden con niños explorados o sea datos reales, las estadísticas son de la tran-sexualidad o sea que para implementar un programa en la escuela debe haber una estadística de patología mucho mas elevada y no es esto lo que se desprende de las estadísticas ,además si es así, los que sean intersexuales operados deben ser atendidos en centros hospitalarios y centros de salud y no en la escuela y no alterar a los padres que son el 99,99 % y resto de los niños.

    Por eso Hazte Oir debe triunfar independIente cual sea su ideología política ,ya que defiende una verdad biológica, así que la Jerarquia eclesial,educadores, padres ,sacerdotes, iglesia entera, animen a los padres a implicarse en lo que otros, llevamos años explicando la verdad sexuada.

    Ya que el asunto cuando se mete en educación escolar normalizando lo que el desarrollo de los niños no es ,debemos gritar, al menos eso es lo que debemos ,enseñar la verdad sexuada como varón como mujer o niño niña ,que son nuestros peques cuerpos sanos y mentes sanas y respeto a los que por naturaleza tienen patología o algún sindrome en su sexuación

  5. Estimados señores,
    Como persona transexual, operada, planteo mis comentarios a estos seis puntos con ánimo de acercarnos a la Iglesia Católica desde el punto de vista de nuestra experiencia, y en presencia de Dios, puesto que yo también me la juego ante Él.
    =1. Sí, las operaciones van siendo más comunes, aunque seguirán siendo siempre muy pocas, porque no somos muchas las personas para las que haya algo que valga más que esa amputación, hasta el punto de que se desee.
    =2. Una operación de cambio de sexo intenta adaptar nuestra experiencia interior de la genitalidad a la experiencia exterior de nuestro cuerpo, en la medida de lo posible.
    =3. La moralidad de esta operación dependerá de la verdad objetiva que haya en ella. En mi caso, para que yo sobreviviera, mi madre tuvo que inyectarse valerato de estradiol, un estrógeno muy fuerte, con efecto depot, antes o durante los primeros tiempos de mi embarazo, lo que parece que feminizó mis funciones cerebrales y me impidió reconocer como propia la genitalidad masculina después de la pubertad. Otras personas transexuales no conocen su historia biológica, como casualmente yo conozco la mía, pero en estas personas deben haberse dados procesos parecidos a éste u otros espontáneos de alteraciones endocrinas.
    =4. Aunque la cuestión del sexo cerebral se sigue discutiendo, puede ser que las conclusiones estén en línea con lo que digo. Entonces, las personas transexuales entraríamos en la amplia gama de las realidades intersexuales, por la divergencia entre el sexo cerebral y el externo. Lo mismo que, a veces, las personas intersexuales piden un reajuste quirúrgico, también a veces lo pediríamos por nuestra parte.
    =5. El sexo con sus complejidades (intersexuales) es la parte biológica, innata, que hay en nosotros. En cambio, el género es lo cultural, adquirido que hay en nosotros, que como cultural y adquirido se puede cambiar, mejorar o empeorar. Yo creo que la transexualidad es cuestión de sexo y que la Ideología de Género no nos entiende, al suponer que todo en nuestra manera de ser es cultural y variable, y que es así en todas las otras personas, lo que es erróneo. Más bien, somos la prueba de su error, porque las transexuales femeninas , pongo por caso, hemos recibido una educación insistente como varones, y siempre nos hemos resistido, desde nuestro interior.
    =6. Dejamos que sea la mente la que mande, porque en el ser humano debe ser siempre la mente la que mande. En nuestro caso, es una mente que nace feminizada, no masculinizada como parecería, y por tanto lo que piensa y siente está feminizado, lo mismo que en los transexuales masculinos se produce con naturalidad lo contrario.

  6. Preguntar está bien, pero mejor es leer y aceptar lo que muestran los expertos en Biología, Medicina y Bioética, por supuesto, para los católicos lo que se dice en los Evangelios. Indudablemente los investigadores son objetivos y lo que se ha de hacer es escucharlos al menos y no descalificar como «matraca» lo que es evidencia empírica. ¡Menudo argumento! Y mi aplauso para María de las Nieves por la claridad de su juicio a través de sus palabras.

    Es manifiesto que la Naturaleza en ocasiones impone unas situaciones inevitables y a quienes afectan se ven abocados a tener que tomar ciertas decisiones. Pero lo «otro» no, lo otro es pura ideología y a nadie se le pueden imponer ideologías que sean ajenas. De todos modos, la ofensiva actual tiene dos facetas: la extensión y rapidez de la comunicaciones (antaño esto era imposible) y, dos, la perversión que se ha hecho con el lenguaje diseñando neologismos o introduciendo acepciones que antes carecían de todo sentido y significado, tal como ahora se utilizan. El problema es que todo es de ida y vuelta, por lo que es de esperar que la tendencia llegue a un punto de inflexión para, a continuación, invertir el sentido, todo es cuestión de tiempo.

  7. Cuerpo y cerebro forman una unidad, es decir, son la misma cosa en si y para si. Es por ello que existe el síndrome del miembro fantasma. La disforia de género es absolutamente cultural, si descartamos el consumo de sustancias farmacológicas consentidas o no.

  8. Kim el comentario de su caso es muy claro, genéticamente varón y un defecto hormonal en su constitución en la gestación suya que si femenizó por las hormonas de su madre su desarrollo inhibiendo el cromosoma Y ,no en su totalidad, no hay sexo genético distinto en el cerebro del resto del cuerpo,si ud actuó con su verdad moral para la operación sabiendo lo que le pasa y sus consecuencias es su caso clínico , como un caso de diabetes falla la hormona pancreática. Su verdad corporal ahora mujer trans está alimentada por los receptores hormonales y ya a otro nivel que ahora no entro es su enfoque sexual y otro nivel es si es persona bautizada en la Iglesia católica si se identifica con Jesucristo su Palabra y Sacramentos de la Iglesia, cuerpo, alma ,espíritu e Iglesia visible de Jesucristo que es Don de Dios-regalo suyo ,y no derechos nuestros y se debe dar un segundo nacimiento por la gracia ,el Espíritu Santo.

    Linus de acuerdo con su comentario y gracias ,por eso no es lo mismo la transexualidad que la ideología de género .Kim no se identifica con esa ideología.
    La verdad católica abarca a la persona en su cuerpo en su mente personal y en su espíritu para elevar su naturaleza creada .

    Repentino cada persona es individual y como tal debe ser tratada con toda su dignidad y respeto y siempre atendiendo su caso Lo hace la Medicina y lo hace la Iglesia.

  9. Kim el comentario de su caso es muy claro, genéticamente varón y un defecto hormonal en su constitución en la gestación suya que si femenizó por las hormonas de su madre su desarrollo inhibiendo el cromosoma Y ,no en su totalidad, no hay sexo genético distinto en el cerebro del resto del cuerpo,si ud actuó con su verdad moral para la operación sabiendo lo que le pasa y sus consecuencias es su caso clínico , como un caso de diabetes falla la hormona pancreática. Su verdad corporal ahora mujer trans está alimentada por los receptores hormonales y ya a otro nivel que ahora no entro es su enfoque sexual y otro nivel es si es persona bautizada en la Iglesia católica si se identifica con Jesucristo su Palabra y Sacramentos de la Iglesia, cuerpo, alma ,espíritu e Iglesia visible de Jesucristo que es Don de Dios-regalo suyo ,y no derechos nuestros y se debe dar un segundo nacimiento por la gracia ,el Espíritu Santo.

    Linus de acuerdo con su comentario y gracias ,por eso no es lo mismo la transexualidad que la ideología de género .Kim no se identifica con esa ideología.
    La verdad católica abarca a la persona en su cuerpo en su mente personal y en su espíritu para elevar su naturaleza creada .

    Repentino cada persona es individual y como tal debe ser tratada con toda su dignidad y respeto y siempre atendiendo su caso Lo hace la Medicina y lo hace la Iglesia.

  10. Los puntos que plantea Kim son muy interesantes. Por un lado, sitúa la transexualidad entre los problemas médicos, que es el ámbito donde debe estar, y que es justo lo que niega la campaña pro ideología de género de Crisalys.

    Esta asociación y los padres a los que han jamado el tarro defienden que es normal que haya niñas con pene, y niños con vagina, y esto es una barbaridad. La realidad sexual física es lo objetivo, es lo real; la autopercepción, no.

    Una vez aceptado esto, a mi me es igual que medidas puedan tomarse para mejorar la vida de las personas que sufren estos trastornos: yo no sé si es mejor tratarse psicológicamente para aceptar su realidad física, que en principio, parece lo menos lesivo, y lo más apropiado, o en casos en los que esto no fuera posible, intervenir quirúrgicamente el cuerpo para acercarlo más a la autoimagen.

    Desde luego, con los datos que dan los expertos americanos de que más del 80% de los niños acaba por identificarse con su cuerpo tras pasar la pubertad, lo que sí prohibiría es cualquier tratamiento a niños prepúberes.

  11. Me alegro de los comentarios que han seguido al mío, pues en todos ellos veo terrenos de convergencia.
    Sobre la cuestión verdaderamente central del sexo cerebral, que como digo se debe considerar todavía en discusión, puede ser interesante sólo buscar en la red por los términos «sexo cerebral» , y buscar en las diversas entradas las alusiones a su divergencia con el sexo visible, que puede ser causa de la transexualidad. No se trataría de «sexo genético», sino de «sexo configurado por los procesos hormonales prenatales».
    Mientras llega ese consenso, las personas transexuales no podemos quedarnos indecisas, sino que la vida nos obliga a tomar decisiones que intuimos que tienen que ver con nuestra naturaleza profunda, por las muchas experiencias que nos dicen que es lógico decidirse.
    Incluso porque requiere nuestro heroísmo; para presentar nuestra cara o para saber que no es posible, sobre todo por responsabilidades familiares insalvables.
    María de las Nieves, contesto con gusto a su pregunta. Siento desde mi niñez la necesidad de adorar al Dios Uno; y hace poco supe que mi bisabuelo fue de la última generación de Judíos Secretos en mi familia; como si esa dedicación estuviera preparándose en mí; sé que esta respuesta expresa afinidades con usted y a la vez divergencias, pues entiendo a Jesús Nazareno sólo como el primero, el mayor y el rey de los judíos.
    En línea con esto, creo que la verdad de la sexualidad humana está en nuestro cuerpo, incluso en el caso de la intersexualidad; por lo que, J.M.R., si me permite, le pediré observar que, suponer que la disforia de género sea absolutamente cultural, es situarse en el mismo presupuesto de la Ideología de Género, que ha sido dramáticamente negada por el terrible error del caso Reimer.
    La Ideología de Género es un movimiento político, de origen no transexual, que, en otro de sus errores, ha creído que las personas transexuales somos ejemplo de una opción multiforme de género, paso previo a la abolición de los géneros como realidad universal.
    Pero para las personas transexuales no se trata de una opción de género, se trata de una necesidad de definición de sexo, es nuestra sexualidad la que está en juego, no el género, como en todo ser humano, nacido sexuado, aunque con las complejidades intersexuales a las que me he referido.
    Incluso es inadecuada la expresión disforia de género, deberíamos usar la expresión disforia de sexo.
    Y ahora, lo dramático, es que dicho movimiento político de la Ideología de Género, no transexual, asuma la atención a los menores con recursos políticos, con métodos de agitación de masas, lo que puede redundar sólo en tensiones para los mismos menores, cuando ya la atención está empezando a ser prestada eficazmente por las madres y los padres, en el ejercicio de su patria potestad y con la ayuda de los profesionales psicólogos y médicos, en continuo diálogo.
    Hay movimientos feministas que discrepan vivamente del Feminismo de la Igualdad, que defiende la Ideología de Género, aunque hoy sea el hegemónico; pero está el Feminismo de la Diferencia; o la resurrección del Feminismo Radical; en ellos se afirma hoy lo innato y se esboza también la renovación de los puntos de vista.

  12. De momento, y por lo que yo he leído, nadie ha conseguido demostrar que el homosexualismo sea genético (aunque se ha intentado). Lo máximo que se admite es que pueda haber cierta predisposición congénita (hormonización intrauterina etc.). Si no es genético, será un trastorno (etimológicamente: vuelto hacia el otro lado) adquirido, por circunstancias ambientales o por viciamiento (con responsabilidad propia) de la normal heterosexuakidad. Siempre según lo que he leído, no es cierto que sea una condición inmutable (como pretende hacer creer el lobby LGBT). Algunos dejan esa práctica espontáneamente, sin más, y otros lo consiguen con ayuda terápeutica. Otros no consiguen el cambio………….al igual que muchos no consiguen dejar de fumar…….

  13. Tal como indiqué en mi anterior post, es mejor leer. Es el modo en el que se puede adquirir una perspectiva especialmente en un tema como éste. Encierra al menos dos dimensiones: la médico-biológica que nada cuya casuística no guarda relación con la otra y, la sociológica. Por razones interesadas se han mezclado, perjudicando a quienes se encuentran dentro del primer grupo. Las condiciones para las personas que están en tales situaciones, han de tratarse en la más estricta reserva, aunque tenga connotaciones sociales, pero a nivel individual, nunca colectivas y aún menos como caballo de batalla para otros fines a través el folclorismo con el que muchos medios tratan el tema y que no son sino ideología.

    http://www.efesalud.com/noticias/apariencia-de-mujer-genetica-de-hombre/

    http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/04/14/sexualidad/1302781332.html

    http://www.abc.es/hemeroteca/historico-17-03-2005/abc/Sociedad/la-x-rompe-el-empate-genetico-entre-hombres-y-mujeres_201259125585.html

  14. Kim todos nacemos en una familia y somos hijos de esa realidad a la que amamos y ampliamos, profundizando en donde Dios nos puso y nos llama ,ahí maduramos, crecemos y nos abrimos con Amor recibido y amando a otros adorando al Dios Uno y en mi caso bautizada en nombre de la Trinidad Santa siendo Jesucristo el Camino la Verdad y la Vida .Si me lo permite oro al Padre por Ud por medio de su Hijo encarnado con el Amor del Espíritu Santo ya que reconoce a Jesús como el primero ,para mí vivo y resucitado.Saludos

  15. No hace falta ninguna ciencia ni ninguna bioética para saber que los hombres son hombres y las mujeres son mujeres. Lo sabe todo el mundo. Derivarlo hacia el cientifismo y los saberes elitistas es un modo de hacer el juego a los fóbicos castradores. Ya montaron en España el mismo tipo de operación con el aborto, reclutando a expertos que hablaban en lengua extranjera para contar en jerga cientifista lo que sabía todo el mundo. Menos trucos opusinos, que están muy vistos.

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