La treta jurídica que intenta Caramelo para que no vuelva D. Fidel puede salirle rana

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El equipo de Romero Caramelo, intentando digerir la vuelta de D. Fidel como consiliario nacional, cree haber encontrado una solución, pero la jugada se puede convertir en una «reformatio in peius».

Así rezan los estatutos de la Asociación Católica de Propagandistas, que Romero Caramelo, Rafael Ortega, y sus colaboradores leen y releen durante estos días:

Artículo 10. Consiliario Nacional 1. La Asociación tiene un Consiliario Nacional, de condición Sacerdotal, designado por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, de una terna propuesta por el Consejo Nacional de la Asociación. 2. Su designación es por un período de cuatro años; renovable por plazos de igual duración. En iguales condiciones, podrá ser designado un Viceconsiliario Nacional, oyendo previamente al Consiliario Nacional.

Así las cosas, nadie de la actual directiva de la Asociación Católica de Propagandistas ha asumido el nombramiento de Fidel Herráez como consiliario nacional de la ACdP, porque consideran que la decisión de la Comisión Permanente es nula, a la luz de sus estatutos. En concreto, arguyen, los estatutos prevén que se elija a UN CONSILIARIO, y no a dos como ha hecho la Conferencia Episcopal, que ha decidido que compartan el cargo Fidel Herráez y Ginés García Beltrán.

El argumento parece razonable, sin embargo, la jugada es muy arriesgada. Si hubieran estado en la reunión de la comisión permanente sabrían que, en el caso de que hubiera que dejar en uno el consiliario, el nombre no sería el de Ginés García Beltrán, obispo de Guadix, sino en el del consiliario válidamente elegido por la Comisión Permanente, es decir, el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, que pidió ser auxiliado en su cargo por el consliario inválidamente elegido en la reunión de febrero de 2016.

Nada parece que vaya a evitar el regreso de D. Fidel a la ACdP, de la mano de García Beltrán, y en cuanto puedan cuadrar sus agendas. Sin embargo, hay diez preguntas que no pueden dejar de hacerse quienes esperan que algo cambie en la asociación:

  1. ¿Cumplirá Carlos Romero su amenaza de marcharse de la asociación si volvía d. Fidel?
  2. ¿Qué hará Rafael Ortega, su delfín?
  3. ¿Decepcionará d. Fidel a quienes creen que, al fin y al cabo, nada va a cambiar después de su regreso?
  4. ¿Hará públicas las facturas abonadas a detectives privados y empresas de vigilancia digital para investigar a quienes somos incómodos?
  5. ¿Desvelará quién ha espiado a InfoVaticana con dinero de las obras pías del CEU?
  6. ¿Cortará la relación con el departamento de ciberseguridad y vigilancia digital de Prosegur?
  7. ¿Exigirá la retirada de la inversión publicitaria en Religión Digital, «el portal que más daño ha hecho a la Iglesia Católica»?
  8. ¿Volverá el católicos y vida pública a ser punta de lanza de la evangelización de España, y no un chiringo de masones?
  9. ¿Enumerará cuántos directivos han sido contratados por un salario de 49.999 € para evitar la supervisión y autorización del patronato que según las normas debe decidir sobre las contrataciones a partir de 50.000 €?
  10. ¿Mostrará a los propagandistas las condiciones contractuales que tiene el presidente firmadas con IUSAU: sueldo en metálico, retribuciones en especie, dietas, causas de extinción…?

Confiamos en que con la vuelta de D. Fidel, la respuesta a las diez preguntas sea sí.

 

 

 

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Comentarios
6 comentarios en “La treta jurídica que intenta Caramelo para que no vuelva D. Fidel puede salirle rana
  1. El grado de insensatez al que ha llegado Romero, asesorado por Jarillo y Freire, es tal, que piensa enfrentarse con la Conferencia episcopal. Será que allí no tienen ni idea de derecho canónico.
    Rafael Ortega está intentando hablar con Roma. Por eso llega pronto a su despacho. Las llamadas desde la oficina salen más baratas.

  2. Jo, menudo lodazal. A ver si lo arregla y limpia D. Fidel. Respecto a Caramelo, me da que es más bien un chicle pegado, que no se va a ir ni con rasqueta.

    Respecto a lo de los sueldos mencionados en el punto 9, al menos no han sido 49.999,99, han tenido la decencia de perdonar los centimillos.

  3. La ACdP se ha convertido por mérito de su impresentable presidente en el hazmerreír de la Iglesia en nuestro país, en un dolor de cabeza para los obispos y en un asunto ya metido hace meses entre los informes de despacho que se le proporcionan semanalmente al papa.
    Mal asunto. Ya lo dijo Fernández de la Mora: las sociedades enfermas son las regidas por pobres hombres sin talla ni batalla.

  4. A los cristianos nos dan de leches por todos lados, pero gente como Romero y sus amigos seguirán de carnaval mientras haya una vaca como el CEU a la que ordeñar en nombre del humanismo cristiano.
    Qué asco.

  5. Estamos a 2 de marzo y Romero sigue sin dimitir.
    ¿A qué espera?
    Los obispos tardan dos o tres siglos en hacer algo. Pero cuando lo hacen ya no hay vuelta atrás.

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