Barronelle Stutzman fue demandada por el estado de Washington y por la Unión Americana de Libertades Civiles. ¿Su delito? Decirle a un cliente homosexual que no podía venderle sus flores para decorar su boda porque la religión católica solamente considera matrimonio a aquel que se da entre un hombre y una mujer.
«No buscan proteger la libertad. Buscan quitársela a aquellos que no comparten su ideología». Son las palabras de Barronelle Stutzman, la florista que el pasado jueves perdió una batalla contra el colectivo LGTB, que la llevó a los tribunales por negarse a vender flores para una boda homosexual.
Baronelle, conocida como «la florista de Washington», fue demandada por el estado de Washington y por la Unión Americana de Libertades Civiles. ¿Su delito? Decirle a un cliente homosexual que no podía venderle sus flores para decorar su boda porque su conciencia no se lo permitía, ya que la religión católica solamente considera matrimonio a aquel que se da entre un hombre y una mujer.
En un vídeo publicado por The Daily Signal, dos años antes de conocerse la resolución de la sentencia, Barronelle defendía que se negó a vender flores para la boda porque su fe le enseñó que «matrimonio es sólo entre una mujer y un hombre». Aseguró que no tenía ningún problema con los gays, sino todo lo contrario, ya que el hombre que le pidió que decorara su boda, Robert Ingersoll, era un cliente habitual al que tenía mucho cariño.
Barronelle Stutzman ha perdido la apelación ante la Corte Suprema simplemente por actuar de acuerdo a su religión. El tribunal ha confirmado la decisión de un tribunal inferior, que había dictaminado que la florista violó la ley estatal que prohibía la discriminación por motivos de orientación sexual. La corte inferior ha ordenado que la mujer pague una multa y los costes legales. Por su parte, Stutzman apelará su caso ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Según ha informado Infocatólica, tras conocerse la sentencia, la dueña de la floristería «Arlene’s Flowers» ha asegurado que «lo que el tribunal decidió ha sido que ahora el gobierno tiene el poder de separarme de mi fe».»Están tratando de obligarme a hacer algo que va totalmente en contra de mi conciencia personal, y han violado mi derecho a la libertad de expresión», ha explicado la florista.
«No se trata de discriminación en absoluto. Rob fue uno de mis clientes favoritos», aseguró. «Cuando se acercó a mi en la tienda para pedirme que sirviera a su boda y yo decliné, hablamos de cómo estaba su madre, caminando por el pasillo, y hablamos de su matrimonio, y le recomendé otros tres floristas y nos abrazamos. Y Rob se fue», recordó.
La norteamericana ha explicado a a raíz de su caso, ha recibido amenazas pero también mucho apoyo, incluso por parte de miembros del colectivo LGTB.
Es el caso de Dave Rubin, icono del movimiento homosexual estadounidense, quien defiende que «un gobierno que puede obligar a los cristianos a violar sus principios, puede obligarme a mi a violar los míos. Si un pastelero no quiere hacerte un pastel, búscate otro pastelero, no le pidas al Estado que le diga lo que hacer con su propio negocio”.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
El pensamiento único no permite objeción de conciencia alguna. Todas las conciencias tienen que homologarse al politically correct. La maquinaria de la inquisición laicista se ha puesto en marcha, pero la nueva iglesia de la misericordia prefiere no enterarse y apostar por el supuesto diálogo del encuentro inclusivo con quien no quiere dialogar sino imponer sus dogmas laicistas. Cualquier día nos dirán además que las flores a los gays son obligatorias y gratis et amore, molto amore.
El matrimonio es un sacramento y la unión entre personas del mismo sexo no es nada sagrado, precisamente. Será bellísimo para ellos, o lo que uno quiera, pero de sagrado no tiene nada. De ahí el debate que hubo años ha sobre llamarla «unión civil», que era lo correcto, pero el lobby gay impuso la palabra religiosa para con la moneda falsa expulsar la auténtica, por equiparación. Por ello quiere usar la terminología cristiana, para desvirtuarla, y por ello hay quien ya habla de «bautizos laicos» o «comuniones laicas», con la Constitución o una gran ley civil como referente…. ¡cosas veredes, amigo Sancho!
¿Qué narices le importará a esta señora para qué son las flores? Ya son ganas de tocar las narices y meterse en líos, ¿Eh?
A ver… y apuestos, no me gustan los negros ¿Puedo negarles la entrada a mi bar, o a los niños negros en mi colegio? ¿Y a los católicos? Su cultura, su moral, es realmente la cultura del odio y la segregación. Véndansela a otro…
Echenique: Cualquier día nos dirán que si los judíos o los ateos no tienen una X en el IRPF entonces los católicos tampoco deben tenerla. Cualquier día nos dirán que mientras los católicos estudian religión en clase los ateos pueden estudiar matemáticas. Cualquier día nos dirán que las campanas de una iglesia a las 4 de la mañana molestan a quien tiene que madrugar al día siguiente. Cualquier día nos dirán que los homosexuales no tienen por qué vivir su vida como les manden los católicos. Cualquier día nos dirán que los hijos de dos lesbianas pueden ser igual de felices que los hijos de los católicos, e incluso ir al cielo.
Esa mujer es una valiente, y un ejemplo de coherencia para todos.
Yo creo que esto es demasiado. Estoy en contra del matrimonio homosexual, pero de ahí a negar el venderles unas flores….es una pasada de frenada. Allá ellos con su conciencia. Otra cosa es colaborar para practicar un aborto, por ejemplo vender útiles abortivos a un médico abortista. Creo que en todo hay grados.
Arturo,
parece ser que no consistía solo en vender sino en «ir» al lugar de la boda y hacer parte o toda la decoración… lo que la hacía sentirse involucrada en el pecado.
De otro modo no se entiende, porque si era un cliente favorito, para qué se iba a la florería?
Nadie abosolutamente nadie, tiene ningun derecho a obligor a nadie a hacer algo que va contra los principios de su fe, se supone que estamos en in pais donde se respetan los derechos de los demas; entonces los derechos de los musulmanes, los arabes, los gays etc…….si se tienen que respetar pero el derecho de los demas a hacer con su negocio lo que le venga en gana, no se puede hacer entonces, los que segun ustedes son perseguidos y discriminados, se han convertido en los perseguidores y discriminados, y dictadores haganme el favor, eso es una injusticia, lo que han hecho con esta senora.
La homosexualidad es lo mas natural del mundo incluso 1500 especies de animales la practican la Biblia habla de Sodoma pero se ha malentendido el pecado cometido por sus habitantes no fue la homosexualidad el pecado sino la falta de hospitalidad hacia unos refugiados por lo tanto la homosexualidad no es un pecado Cristo nunca dijo que la homosexualidad fuera mala eso lo invento santo Tomas de Aquino en la Edad Media epoca de oscurantismo e ignorancia cuando la Iglesia mato a mucha gente buena y matar es pecado mortal pero no se le deberia de multar a la florista ella si esta discriminando pero hay que respetar las creencias o religiones de cada quien que bueno que haya libertad religiosa