«Masones y Católicos»: Un jesuita y un masón, frente a 200 años de encíclicas condenando la masonería

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El colegio de abogados de Madrid organiza una conferencia titulada «Masones y Católicos», impartida por Jesús Soriano, Soberano Gran Comendador Supremo del Consejo Grado 33° España, y Pedro Álvarez SJ, catedrático de la Universidad Pontificia Comillas.

Iglesia Católica y Masonería, es el título de la Conferencia organizada por el Colegio de Abogados de Madrid el próximo miércoles, y no parece que con fidelidad a la historia, sino más bien dando pábulo a la versión de las relaciones Iglesia Católica y masonería adulterada por la propia sociedad secreta de carácter luciferino.

Pedro Álvarez Lázaro, SJ, profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, de Comillas,  académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, es un sacerdote jesuita que ha dedicado sus últimos años a tratar de «normalizar» la masonería dentro de la Iglesia Católica, algo que choca con una larga historia de condenas por parte de los pontífices a la sociedad secreta que maquina contra la fe.

Lea: Humanum Genus, de León XIII, sobre masonería y otras sectas

Doctor y licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Complutense y licenciado en Teología por Comillas, el profesor Álvarez se ha dedicado al estudio de «la historia de los movimientos libre pensadores». Así explica la Universidad Pontificia de Comillas la trayectoria de Álvarez:

«Sus investigaciones sobre la masonería en los siglos XIX y XX, en sus facetas política, filosófica y cultural, en su relación con la Iglesia Católica y en sus conexiones con el krausismo y la Institución Libre de Enseñanza (ILE), fue uno de los motivos que le impulsó a fundar, en 1989, junto al profesor Enrique Menéndez Ureña, SJ, el Instituto de Investigación sobre Liberalismo, Krausismo y Masonería, de Comillas, cuya labor ha conducido a la creación de una colección propia de la universidad, que cuenta con 22 volúmenes.»

A lo largo de su historia la Iglesia católica ha condenado y desaconsejado a sus fieles la pertenencia a asociaciones que se declaraban ateas y contra la religión, o que podían poner en peligro la fe. Entre estas asociaciones se encuentra la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX persistieron en ello. Clemente XII, en «In eminenti», había condenado a la masonería. Más tarde, León XIII, en su encíclica «Humanum genus», de 20 de abril de 1884, la calificaba de organización secreta, enemigo astuto y calculador, negadora de los principios fundamentales de la doctrina de la Iglesia.

En el canon 2335 del Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que «los que dan su nombre a la secta masónica, o a otras asociaciones del mismo género, que maquinan contra la Iglesia o contra las potestades civiles legítimas, incurren ipso facto en excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica». Actualmente, la legislación se rige por el Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, que, en su canon 1374, señala:

«Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho».

Previendo posibles confusiones, un día antes de que entrara en vigor la nueva ley eclesiástica del año 1983, fue publicada una declaración firmada por el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella se señala que el criterio de la Iglesia no ha variado en absoluto con respecto a las anteriores declaraciones, y la nominación expresa de la masonería se había omitido por incluirla junto a otras asociaciones.

Se indica, además, que los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, y que los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas no pueden acceder a la Sagrada Comunión.

Sin embargo, y a pesar de lo clara que resulta la posición de la Iglesia respecto a la masonería, algunos jesuitas, como Pedro Álvarez, tratan todavía de «normalizar» una sociedad secreta que maquina contra la fe y contra la propia Iglesia.

Para saber más:

El profesor Alberto Bárcena- catedrático de Historia de la Universidad San Pablo CEU (Madrid) y uno de los grandes expertos sobre Masonería en el mundo- hablar en este vídeo del primer reglamento masónico, del contenido de los ritos de admisión, y de cómo la Masonería – desde sus orígenes- ha dado culto a Lucifer. En efecto, los candidatos a entrar en esta organización, tenían que elegir entre la cruz cristiana o el símbolo de Lucifer.

https://www.eukmamie.org/es/rss-feed-esp/item/5018-marcando-el-norte-rituales-masonicos

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Comentarios
19 comentarios en “«Masones y Católicos»: Un jesuita y un masón, frente a 200 años de encíclicas condenando la masonería
  1. Pero el dios arquitecto, que tiene que ver con el Dios Padre Creador de cielos y tierra que se reveló a Abraham, a Isaac y a Jacob, que habló por los profetas y que se encarnó en Jersucristo y que murió por nuestra salvación. Luego la iglesia se queja de que no hay vocaciones.

  2. Entre esto y lo que dice el Sr. Adolfo Nicolás, ya se han retratado bien, no me extraña que la Compañía de Jesus esté agonizando, quien cierra ya la puerta. Yo es que me llevo las manos a la cabeza, un gran Santo como Ignacio, y todos los santos que han dado los jesuitas, y desde Arrupe hasta dónde están llegando.

  3. Mmm, la Universidad Pontificia de Comillas. La misma donde Monedero, uno de los fundadores de Podemos, imparte clases desde hace años.

    Para mí, que se quieren cargar la Iglesia desde dentro, y no saben cómo.

  4. Mucho título pero poco mando. Las logias más violentas están en Cataluña que es desde donde se corrompe al resto de España y se decide su futuro. Sólo hay que ver la legislación de principios del s. XX y del XXI para darse cuenta. Es tan brutal el secreto masónico que en esa región nadie se atreve a tirar de la manta por los casos de corrupción. Ni un sólo condenado en 40 años de «democracia» y ya me diréis si no hay expediente más que suficientes. Lo peor del asunto es que ha acabado impregnando a prácticamente toda la sociedad catalana incluida la católica. Para que una monja salga por televisión poniendo en duda la Virginidad de María el grado de infestación masónica tiene que ser elevadísima. Eso no ha pasado, nunca, en ninguna otra parte de España. Si los que debiendo hablar, callan, es porque están en idéntica situación.

  5. La masonería no es que sea atea, que también, pues su dios es impersonal; es sobre todo una mafia que quiere controlar todo, incluída la Iglesia Católica, que es lo poco que se le resiste, aunque parcialmente. No pueden con el 6º y 9º mandamientos. Son de bragueta suelta. Su última alianza es con los gays.

  6. Al parecer Ferrer Benimeli debe estar chocheando y ahora mandan a este a continuar una misión que ellos saben es imposible. Lo grave a mi entender es el pecado de omisión por parte de quiénes deben cuidar el rebaño, pues el asunto crea confusión, que es lo que realmente buscan. No todo el mundo está documentado en el tema, por tanto es necesario la voz autorizada de la Iglesia que explique al personal lo que es la masonería y lo que está haciendo en. Todas las personas a nivel mundial.

  7. Lo que nos interesa a los católicos es saber cómo la Iglesia católica se defiende de la infiltración masónica. Que haya un mecanismo eficaz de detección y eliminación de infiltraciones . Que nunca se diga quienes hayan sido expulsados por masones nos hace crecer el recelo de que, en realidad, nada, absolutamente nada, se hace. Si es así, no podemos saber el número ni la colocación de los infiltrados.

  8. Comentario en dos partes (me daba error al enviarlo todo junto).
    Noticia terrible pero no sorprendente, por desgracia. La auténtica Compañía de Jesús está muerta desde 1773, lo que entró en la Iglesia en 1818 fue algo contaminado, camuflado dentro del cadáver de la Compañía. ¿Es casual que al poco tiempo de su restauración comenzara la cascada de apariciones marianas que señalaban la infiltración de Satanás en la Iglesia y que «Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo»? Con la Compañía ocurre exactamente lo mismo que con la masonería Illuminati (¿por qué será?): son los dirigentes últimos quienes conocen a qué intereses sirve realmente la orden, la cual por supuesto cuenta con titanes de la fe como el P. Loring, que el Señor tenga en Su Gloria. En la masonería la mayoría de sus miembros, sobre todo de los rangos inferiores, no son conscientes de que forman parte de la iglesia de Satanás en la Tierra, salvo algunos «elegidos», que perciben y experimentan mociones provenientes del reino espiritual demoníaco; son los dirgentes de los rangos más altos quienes conocen el carácter luciferino, satánico de esta sociedad secreta y la identidad de su gran arquitecto, SATANÁS.

  9. Los masones son las lgtb con rituales misteriosos, ceremoniosos o liturgicos para transmitir conocimiento, poder y temor. Ya lo dijo el cardenal Sarah que las lgtb y el islam, son obra del maligno. Yo añado el comunismo, que tanto agrada al papa Francisco.

  10. herEjias, la masonería no es igual que el Yunque. La masonería es una sociedad secreta que da culto al diablo y el Yunque no, entre otras muchas cosas que les diferencian, siendo esta la mas importante. Y personalmente, de Yunque cero patatero. Aconsejo que lea el reciente libro del Profesor Barcenas sobre la masonería. En la conferencia que dio la semana pasada sobre los masones (tres centenarios: masoneria 1717, revolución marxista 1917, Fátima, 1917) comentaba que le había preguntado a algún masón ¿desde cuando supo vd. que se le daba culto al diablo en la Masonería? y que le contestó. «desde el grado uno».
    También hubiera sido interesante que hubiera escuchado algo sobre el pretendido su información sobre el diálogo propuesto por el Cardenal Ravasi con la masonería, dando datos históricos y documentados informando que todo intento de diálogo ha sido siempre imposible, incluídos los recientes del episcopado alemán. Entre Dios y el diablo no hay diálogo, pero éste, el diablo, como todos sus seguidores, siempre quieren dialogar para que se haga lo que ellos quieren: ese es el «diálogo», o te convences de lo mío o voy a por tí. Diálogo para torpes, para malos o para incautos.

  11. ¿Por qué no hay también pena de excomunión contra los marxistas que propugnan la eliminación del «opio del pueblo?. Y los luteranos mataron a muchos católicos y ahora se besan en los morros ecuménicos.
    Hipócritas y fariseos.

  12. no peor ignoracia que la fé de los que se creen dueños de la verdad, como las religiones por culpa de ellas, y de su fanatismo se vertieron rios de sangre.

  13. Me da pena leer textos donde reina la ignorancia plena. Dogmatizados, nada de pensar ya todo está escrito, son ovejas.
    Lo que leen y escriben son puras mentiras y sostienen como verdades los postulados de una institución en decadencia, donde la ostentación de oro y lugo viste al monje. Y habla de los los pobres y su cielo. Francisco fue Rotario pro-mason, está excomulgado???

  14. Los masones están excomulgados.Ahora se quieren mostrar amigos de la Iglesia porque saben que queda poco tiempo .

    DECLARACIÓN DEL EPISCOPADO ARGENTINO SOBRE LA MASONERÍA
    «El Episcopado Argentino en su Reunión Plenaria, ante las diversas manifestaciones hechas en la prensa por la masonería, se siente en la obligación de hacer una pública declaración en cumplimiento de la recomendación de S.S. León XIII: “Lo primero que procuraréis hacer será arrancar a los masones sus máscaras para que sean conocidos tales cuales son” (Encíclica “Humanum Genus”).
    Los Papas, pilotos supremos e infalibles de la civilización, comprendieron el peligro que amenazaba al mundo a través de las sectas y lo señalaron desde la primera hora declarando palmariamente la conjuración satánica que se cernía sobre la humanidad.
    Desde Clemente XII, en su Encíclica “In Emminenti” de 1738, hasta nuestros días, reiteradamente los soberanos Pontífices han condenado las sectas masónicas, y el Código de Derecho Canónico señala: “Los que dan su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del mismo género incurren en excomunión” (Canon 2335).
    El 24 de julio de 1958 (en la Octava Semana de Formación Pastoral), S.S. Pío XII señaló como “raíces de la apostasía moderna, el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y la masonería, madre común de todas ellas ”.

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