«Como tiene montones de incoherencias colocando una vela a Dios y otra al Diablo, termina haciendo una película que proyecta su crisis interior», ha subrayado el obispo de San Sebastián.
El Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, criticó duramente Silencio, el más reciente filme del director Martin Scorsese, afirmando que es una proyección “de su mente atormentada” y de una “mentalidad relativista”.
“Es una proyección de la mente atormentada de Martin Scorsese. Una mente que está interiormente dividida, que no tiene una unidad de vida, y que como tiene montones de incoherencias colocando una vela a Dios y otra al Diablo, termina haciendo una película que proyecta su crisis interior”, aseguró recientemente para su programa radial “Sexto Continente”.
(Advertencia de spoiler)
Silencio trata de la persecución de misioneros católicos y sobre la crisis de fe de su protagonista en el Japón del siglo XVII. El filme está protagonizado por Andrew Garfield, Adam Driver, Tadanobu Asano, Ciarán Hinds y Liam Neeson, quienes rodaron la película en Taiwán entre enero y mayo del 2015.
Mons. Munilla explicó que la película “le decepcionó” porque no es fiel al martirio que aconteció en aquel tiempo. “Los padres jesuitas, ellos por delante, dieron un testimonio de fidelidad en medio de aquella prueba martirial y, desde luego, la apostasía en ningún momento fue la que allí primó”, afirmó.
“Esta película lo que está planteando es que los que iban al martirio eran los fieles más sencillos que no tenían una formación teológica y cultural. Pero los jesuitas que estaban más formados, terminaban apostatando. Como si con la fe adulta de los jesuitas se les puede permitir hacer esta distinción: ‘apostato por fuera aunque por dentro siga siendo cristiano; pero el pueblo menos formado debe ir al martirio de cabeza’. Eso, históricamente, es totalmente falso. En aquel momento los evangelizadores que predicaron al pueblo fueron los que abrieron el martirio, quienes iban por delante”, detalló.
El Obispo también aseguró que la escena en la que el mismo Jesucristo le pide al P. Rodrigues que apostate y pise su imagen “es un absurdo”.
“El martirio es una gracia. Llegado el momento Jesús da esa gracia para que no caigamos en el pecado de la apostasía. Ese don gratuito que supera nuestras fuerzas Dios lo dará en la medida que seamos fieles y humildes”, aclaró.
El Prelado reiteró que Silencio es una película “errática” en la que, en el fondo, “lo que se está proyectando es el relativismo de nuestros días”.
“El decir interiormente ‘sí soy cristiano’ pero exteriormente no lo demuestro con mis obras. Es la proyección del relativismo de quien puede plantear una vida sin coherencia interna: pacto con Jesucristo pero pacto con el mundo. Esto es lo que se expresa con la película”, concluyó.
(Artículo publicado originalmente en Aciprensa)
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En ningún momento de la película ni del libro se dice que la apostasía primó entre los religiosos, como dice Mons. Munilla. La mayoría de ellos son martirizados, y solo aparecen 2 apostasías de religiosos. Oí en Radio María el comentario de Mons. Munilla y creo que tenía que haberse informado más antes de hacerlo, pues daba la impresión de que una de sus críticas a la película era que todo era mentira. Hay decenas de mártires religiosos y están documentadas 4 apostasías de jesuitas, no es un invento.
En su comentario parece que el P. Rodrigues no quiere ser mártir, cuando la manera en que los japoneses le presionaban era otra, muy perversa: se habían dado cuenta de que hacer mártir a un religioso tenía un efecto contraproducente, y cambian el foco del martirio. Y no puede compararse con la historia de los Macabeos, como algunos dicen, pues los 5 japoneses con los que le chantajean ya habían apostatado y no se les da la oportunidad de volver a apostatar.
Por último, extraña que no cite que la película se basa en una novela , y es fiel en prácticamente todo a esta novela. O sea, que la mente atormentada sería básicamente de Endo, el escritor.
Endo hace una ficción de un hecho histórico: las persecuciones bestiales contra los cristianos y las apostasías de unos pocos -4- jesuitas. Narra lo que pudieron ser las dudas, angustias y temores de esas personas.Después de sus apostasías, Ferreira y Rodrigues se convierten en muertos en vida, en seres atormentados.
Una curiosidad: el personaje del P. Rodrigues está inspirado en Giuseppe Chiara, jesuita italiano que -efectivamente- fue a Japón a buscar al P. Ferreira y terminó también apostatando. Hay portugueses que se han enfadado, e incluso dicen que Scorsese ha querido «salvar» a los italianos, cuando Rodrigues es personaje de la novela, portugués, aunque basado en un italiano.
Y también digo que estoy de acuerdo con Mons. Munilla en alguna de las ideas que esbozó en Radio María, como las referidas al relativismo y al valor del martirio. Y es una pena que Scorsese no saque más jugo a Garrupe, que en la película apenas aparece, mientras en la novela se explica un poco más sobre las condiciones de su martirio.
¡Uy Uy Uy ! Me da que algún escritor ya le ha puesto, monseñor, , en su lista negra de «meapilas». En esta ocasión mi admirado escritor no tiene razón. Pero creo que anda un poco afectado de soberbia para reconocerlo.
Pues Scorsese fué recibido en el Vaticano, con proyección de película incluída, por la puerta grande, recibiendo los elogios de francisco. Veo en Munilla grandes esfuerzos por contentar al pueblo de Dios y a Francco simultáneamente, cosa harto difícil. Puede morir en el intento.
…convertida en espectáculo mundial para masas con poca o nula formación.
En efecto, Juan. Y peor aún ha sido el numerito pedante y victimista hasta el aburrimiento de Juan Manuel de Prada en su último artículo de «El Semanal». Por lo visto «sólo» le lisonjean al hombre en los animados «lobbies» de la curia de Francisco. ¿Pero queda algún laico con lecturas que no se haya enterado todavía que lo de este señor no es más que otro «bluff» tipo César Vidal?
Yo no estoy de acuerdo con Munilla por primera vez en mi vida. Esta película no se ha hecho para expresar nada pío, por eso no hemos de juzgarla de ese modo, ni a su director por mucha fe que dice tener. También Mel Gibson dice que tiene fe y hace películas piadosas pero bebe como un cosaco y es un antisemita de pro. La pelicula es expresión de un libro escrito por un japonés. Como tal, es trágica. En Japón nada se escribe con el mismo fin de aquí. Todo está escrito para deprimir más.
Y luego… hay una cosa que se llama conciencia perpleja… y es lo que le pasa a estos misioneros.
La película es para recibirla con toda su mediocridad, no para salir diciendo que es mediocre, porque la película no es mediocre por muy poco edificante que sean los personajes.
Dejemos de hablar de la valoración moral de los personajes y hablemos de la película, por favor.
Scout, pues si no se hizo con ningún propósito piadoso ¿ a qué viene tanta recepción en el Vaticano, con abrazo pontifical, y tanta publicidad eclesial gratuita, con artículo laudatorio en L’Osservatore Romano a cargo nada menos que de Prada ?
En efecto, Echenique.
Incluido por comentarios positivos de gente boba que hay en la iglesia fui a verla. Gente contaminada de la ideología llamada buenismo. Lo peor. Nada más empezar, decepción, pues hace falta echarle imaginación para suponer que los tres tíos son sacerdotes. Luego van a jugarse la vida para localizar a su maestro y de paso pues hacer algún trabajito para la evangelización si viene el caso. Las confesiones, celebraciones , etc lo más ridículas por parte del tío protagonista, por comentar algo pues se trata de una película para sacar dinero ya que todo lo relacionado con la iglesia vende. Un desastre y yo fui convencido de que el director se había convertido, etc, como digo en base a los comentarios de cuatro tontos.
A quien le gusta el cine, desde luego, no va al cine para tratar de evitar ambigüedades, sino precisamente lo contrario, que es lo que hace pensar.
Qué bien se ven los toros desde la barrera, sr. Munilla. No voy a negar que ha habido y hay mártires por el cristianismo, pero no todos los seres humanos son (somos) héroes…Cegarse voluntariamente hacia esa realidad dice mucho acerca de ciertos sectores del catolicismo español. Luego quieren que los tibios vayamos más a misa…