Benedicto XVI y los «verdaderos reformadores»

Lutero burgués
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Benedicto XVI lo tenía claro: «Los únicos y verdaderos reformadores son los santos: Sólo de Dios proviene la verdadera revolución», y no de mal llamados «reformadores».

Les ofrecemos un extracto del discurso de Benedicto XVI a los jóvenes durante la JMJ de 2005 en Colonia:

En las vicisitudes de la historia, han sido los verdaderos reformadores que tantas veces han elevado a la humanidad de los valles oscuros en los cuales está siempre en peligro de precipitar; la han iluminado siempre de nuevo lo suficiente para dar la posibilidad de aceptar -tal vez en el dolor- la palabra de Dios al terminar la obra de la creación:  «Y era muy bueno». Basta pensar en figuras como san Benito, san Francisco de Asís, santa Teresa de Jesús, san Ignacio de Loyola, san Carlos Borromeo; en los fundadores de las órdenes religiosas del siglo XIX, que animaron y orientaron el movimiento social; o en los santos de nuestro tiempo:  Maximiliano Kolbe, Edith Stein, madre Teresa, padre Pío. Contemplando estas figuras comprendemos lo que significa «adorar» y lo que quiere decir vivir a medida del Niño de Belén, a medida de Jesucristo y de Dios mismo.

Los santos, como hemos dicho, son los verdaderos reformadores. Ahora quisiera expresarlo de manera más radical aún:  sólo de los santos, sólo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo. En el siglo pasado vivimos revoluciones cuyo programa común fue no esperar nada de Dios, sino tomar totalmente en las propias manos la causa del mundo para transformar sus condiciones. Y hemos visto que, de este modo, siempre se tomó un punto de vista humano y parcial como criterio absoluto de orientación. La absolutización de lo que no es absoluto, sino relativo, se llama totalitarismo. No libera al hombre, sino que lo priva de su dignidad y lo esclaviza. No son las ideologías las que salvan el mundo, sino sólo dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante de lo que es realmente bueno y auténtico. La revolución verdadera consiste únicamente en mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno. Y ¿qué puede salvarnos sino el amor?

Puede leer el discurso completo aquí.

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Comentarios
12 comentarios en “Benedicto XVI y los «verdaderos reformadores»
  1. El Papa reivindica a quienes sirven a su propósito subversivo: kasper, Haring y Lutero. Escribe en forma trabajosamente ambigua para meter gato por liebre y ganar tiempo ante una tardia reacción de los sonprendidos en nuestra buena fe, Hoy está claro el rumbo reformador del Papa, el sentido de la reforma. Debemos reaccionar

  2. No se cita a San Josemaría Escrivá, un santo incomprendido, pero que ha abierto los caminos de la santidad en medio del mundo, para santificarlo, no para imitarlo en lo peor de él. Gracias.

  3. Ya me perdonaréis, pero Benedicto XVI me parece un Papa y un personaje altamente contradictorio, aunque lo mejor prevalece sobre lo no tan bueno.

  4. Los agitadores de la operación dubia enloquecen aceleradamente. Luís Fernando condena expresamente la doctrina ecuménica de Juan Pablo II y Benedicto XVI: “nefasto ecumenismo que se ha venido realizando desde hace décadas, debemos rechazarlo sí o sí, a menos que queramos enterrar el catolicismo.”

    Luego se enfada si se le habla del Palmar de Troya, del que cada día está más cerca.

  5. Cuidadín con el artículo que lanza ideas que ya están en el ambiente: la canonización de Lutero. «San Martín Lutero, confesor de la Fe». Además se incluiría en las Letanías de los Santos…

  6. Rafael, Luis Fernando – si es al que creo que te refieres – no ha «condenado» la doctrina ecuménica del Beato Juan Pablo II, ni de S.S. Benedicto XVI. Es mas, en el caso de Benedicto XVI elogia la genial aportación que significó la constitución de los ordinariatos anglocatólicos.

  7. Echenique,
    Aún no ha contestado a las cuestiones que le he planteado en anteriores intervenciones, veo que sigue echando balones fuera y que para colmo se permite corregir al Papa Benedcito en esta absurda guerra que parece que han desatado ustedes los del opus contra el Papado.
    Por otro lado te diré que ese opus necesita kilómetros de capa de vuestro discrepante cardenal Burke – que también usa esclavinas de armiño- de anquilosado tradicionalismo folclorista en forma de envoltorio del mayor y más monumental homenaje a la moral y ética protestantes que dentro del ámbito católico haya podido darse… El Papa es Jesuita, una orden que lleva como unos 500 años sirviendo a la Iglesia Católica, el opus calvinista no lleva ni 100…

  8. Para mi Benedicto XVI es un santo en vida..un gran Teologo capaz de hacer retractios de su juventud y de ser un catejon ..luz en contra de las tinieblas.. con un corazon de niño.
    Que ha tenido que entregar la Santa Sede…pero quedandose vivo como Papa Emerito…es un catejon

  9. @javier
    Los ordinariatos anglocatólicos habían guardado la mayoría de la fe católica pero tuvieron que reconocer como jefe de su “iglesia” el rey de Inglaterra a causa de Enrique VIII. Benedicto XVI trató de resolverlo. La separación de los anglocatólicos fue esencialmente un problema político.
    En el caso de luteranismo, hubo un problema político, desde luego, lo que permitió que los príncipes alemanes robaran los bienes de la Iglesia católica en sus países, pero hubo también y en primer lugar un rechazo de la fe católica por parte de Lutero.
    Benedicto XVI conocía perfectamente el tema de las “iglesias” separadas de la Época de la Reforma, era un teólogo y un sabio y no un político algo demagogo como Francisco que da la impresión (quizás falsa) que él, por fin, sabe lo que hay que hacer, mientras que sus predecesores, no.

  10. Hola Chus:
    No sé a qué otras intervenciones se refiere en las que interpela a echenique y a que no ha contestado (ni me interesan), porque el hilo de Ariadna es un pasatiempo comparado con intentar desenredar la maraña evidencia en ésta:
    * Lo que echenique dice es que el Papa Benedicto no menciona a otro santo que, a su entender y según sus personales devociones, considera que debiera mencionarse. No hay corrección y, aún menos, colmo.
    * No hay guerra, ni desatada ni absurda, declarada por el Opus Dei al Papado, y le emplazo a que me referencie cualquier información «bélica» emitida por el Opus Dei en este sentido (no por esta o aquella persona que usted crea que es miembro del Opus Dei sino por los órganos de dirección y comunicación oficiales del Opus Dei). Por cada una que me indique, yo le referenciaré a usted diez (o cien, o mil, porque no va a encontrar ninguna) en la que el Opus Dei manifiesta su acatamiento, sumisión y devoción al Papado, esté ocupado por Francisco, por Benedicto, por Juan Pablo o, incluso, por Chus.
    * «Por otro lado te diré que ese opus…» ¿Por otro lado? Es el mismo lado: es su monotema ¿o es su monomanía?
    * «Vuestro discrepante Cardenal Burke…» ¿Nuestro, de «los de echenique», o de quién? ¿No te estarásn confundiendo, una vez más, con Greg Burke. Que yo sepa, en la actualidad, sólo hay dos cardenales miembros del Opus Dei: Herránz y Cipriani. Pero que si usted tiene información adicional al respecto, le quedaría muy agradecido de que la divulgara
    * «esclavinas de armiño»: ¿se refiere a la muceta? ¿está usted seguro que es de armiño viendo una foto o ha tenido acceso al palpo?
    Y no voy a seguir porque lo que resta de su post no merece la pena la pérdida de tiempo. Sólo una última cosa: el Opus Dei no tiene teología propia, sino la que dicta la Iglesia Católica; los jesuitas no han hecho otra cosa que intentar adquirirla desde Luis de Molina (uno de cuyos discípulos más aventajados, por cierto, es Plantinga ¿le suena?) y lo siguen haciendo: sólo tiene que pinchar en el siguiente link para comprobarlo http://www.religiondigital.com

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