‘Cuando somos hijos de mártires tenemos una fuerza que nos viene de la sangre’

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Mons. Behnan Hindo, arzobispo de la diócesis de Hassaké-Nisibi, explica cómo se inició el conflicto en Siria y la situación en la que vivían antes de la guerra.

La Fundación EUK Mamie – HM Televisión, en un nuevo programa de “Tras las huellas del Nazareno”, entrevista a un testigo directo del conflicto sirio: Mons. Behnan Hindo, arzobispo para los siro-católicos antioquenos de la diócesis de Hassaké-Nisibi, en el nordeste de Siria.

Mons. Behnan Hindo se define a sí mismo como «hijo de mártires». Siendo todavía un niño, se vio obligado a huir de Turquía para escapar del genocidio contra los cristianos armenios y sirios. «Cuando somos hijos de mártires tenemos una fuerza que nos viene de la sangre», asegura.

‘Teníamos muchísima libertad, más de lo que pensáis’

Sobre la vida que se llevaba en Siria antes de la guerra, Mons. Hindo asegura: «A nivel social teníamos muchísima libertad, muchísima. Más de lo que pensáis. Con mucha democracia. No nos faltaba nada, no nos faltaba nada. No esperábamos lo que ha ocurrido».

En esta entrevista, Mons. Hindo defiende que con Al Asad había libertad: «Verdaderamente, desde que murió su padre, y desde que el presidente Asad es presidente, nos ha dado libertades que no podíamos ni imaginar, que no tienen ni en Arabia Saudita, ni en Catar ni en ninguna otra parte, nadie tenía esta democracia y esta libertad que teníamos en Siria».

Las armas ya estaban preparadas…

El arzobispo de Hassaké-Nisibi explica que el conflicto sirio comenzó con Túnez y Egipto y la Primavera Árabe. «Los dos países enseguida cambiaron de régimen y pensaron que podrían hacer lo mismo también en Siria. Porque cuando se dice que en Daraa, en marzo de 2011, hubo una masacre… No. Mataron a alguno, quizá tres, cuatro o cinco… Pero, ¡las armas ya estaban preparadas!», denuncia el prelado.

Mons. Hindo asegura que las armas aparecieron con los Hermanos Musulmanes «que habían preparado todo esto antes» y con lo que han llamado Ejército libre. Sostiene que «los sauditas y cataríes habían pedido cosas a Siria y el país no había dado permiso para hacerlo» y que por esta razón se entró en este juego y «han traído a los de Daesh y al Nusra».

«Siria combate contra dos grandes grupos, Daesh y Frente Al-Nusra, pero combate también contra más de trescientas facciones que vienen de Turquía, de Túnez, del mundo entero», señala el prelado, al tiempo que añade que se calcula que han entrado en Siria para combatir más de 300.000 extranjeros.

«En marzo de 2011, cuando apenas 10, 20, 30 o 40 personas gritaban: «Queremos que cambie el régimen, que Asad se vaya». No había una gran masa en la ciudad, no la había. Eran, como mucho, 40 o 50″, sostiene el arzobispo de Hassaké-Nisibi y continúa su relato afirmando que él conoce a la persona «que daba dinero a estos jóvenes para salir y gritar. Media hora: 500 libras sirias. Una hora: 1000 libras sirias».

Pide oraciones a Occidente

Ante la dramática situación que atraviesa el país, el arzobispo afirma que la reacción debe ser amar más, sacrificarse más, trabajar más. «El núcleo, la base de todo, es al amor. Si no hay amor, todo esto se derrumba. Yo creo mucho en el amor. Creo muchísimo en el amor, y como he dicho, lo he encontrado en la cruz», explica.

A Occidente le pide, principalmente, oraciones. «Y, si pueden, cambiar un poco la política votando bien. Si no, al menos la oración», añade este hijo de mártires que ha sufrido en su propia piel las consecuencias de la guerra.

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Comentarios
1 comentarios en “‘Cuando somos hijos de mártires tenemos una fuerza que nos viene de la sangre’
  1. Todo esto ha sido un montaje de usa para desplazar la influencia rusa en Siria. Sabían del desastre pero les beneficiaba estrategicamente. En Libia lo mismo. Todas las primaveras árabes igual.
    Trump tenia razón cuando decía que el EI era una creación de Obama.

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