‘La victoria de Alepo es un golpe muy fuerte al terrorismo’

Luis Montes, misionero del Instituto del Verbo Encarnado en Irak, explica la situación que se está viviendo en Alepo y asegura que los medios de comunicación de Occidente no muestran las imágenes de la gente correr hacia el ejército que los liberó.

Todo parece indicar que Alepo gozará de cierta paz después de cuatro años de conflicto. Así lo afirma Luis Montes, misionero del Instituto del Verbo Encarnado en Irak, basándose en los testimonios de misioneros y cristianos que se encuentran en Alepo.

A través del blog «Amigos de Irak», una web creada para remediar el silencio sobre la situación de los cristianos en Irak y en Medio Oriente, Montes explica cuál es la situación que se vive ahora en Alepo.

«Podemos decir que Alepo fue liberada por el ejército aunque todavía quedan algunos focos pequeños de resistencia que siguen con ataques, sobre todo a los barrios cristianos», relata este misionero, al tiempo que aclara que los focos son tan pequeños que se puede decir en verdad que Alepo ha sido liberada.

Montes explica que la liberación del este de Alepo significa el fin del abastecimiento de armas que llegaban de esa zona y que por primera vez se han visto multitudes salir a las calles a celebrar. «Sabemos a ciencia cierta que la ciudad está de fiesta», asegura.

Aunque señala que todavía la guerra no ha acabado, subraya que «la victoria de Alepo es un golpe muy fuerte al terrorismo». Afirma que la etapa más dura comenzó a finales de 2012, cuando la ciudad estuvo totalmente sitiada, se vivió una carestía espantosa y los ataques y bombardeos eran constantes.

Montes también hace referencia a la información que proporcionan los medios de comunicación de Occidente sobre la situación en Alepo: «Ahora se escucha a los medios clamar por asesinatos de civiles en la parte reconquistada por miembros del ejército, puede ser que algo de eso esté pasando pero es notable que no se muestran las imágenes de la gente correr hacia el ejército que los liberó y ahora los atiende».

Respecto a la situación que se vivía durante la ocupación, este misionero recoge las declaraciones del obispo católico de rito latino, que cuenta cómo los «rebeldes» impedían que llegaran víveres y medicinas a la gente, «mientras sus depósitos se llenaban».

Una información que coincide con la que proporciona el Estado Mayor ruso, que sostiene que la liberación de Alepo muestra la vida ‘de lujo’ de los «rebeldes» y el sufrimiento de la población civil. Montes ha querido poner de manifiesto que «durante todo este tiempo de guerra y en medio de tantas penas, nuestros religiosos han tratado de ser bálsamo suave, signo de la presencia del Señor».