El periodista Salvatore Tropea, de Infovaticana.it ha entrevistado al Presidente de la Conferencia Episcopal de Albania, quien ha hablado de los cambios que ha vivido la Iglesia en el país tras la beatificación de los 38 mártires asesinados por el régimen comunista.
El pasado 5 de noviembre fueron beatificados en Albania los 38 mártires asesinados en el régimen comunista, y hace unos días, el Papa Francisco elevó a la dignidad cardenalicia a Don Ernest Simoni. En particular, la historia del sacerdote albano ha conmovido el mundo entero, sobre todo por la tortura a la que fue sometido durante su encarcelamiento en el régimen comunista.
La Iglesia albanesa, tras la visita del Pontífice hace ya dos años, se ha vuelto más viva. También debido al reciente nombramiento nombramiento de George Frendo como Arzobispo de Tirana. Para hablar de estos temas, Salvatore Tropea –de InfoVaticana.it– ha entrevistado a Angelo Massafra, Presidente de la Conferencia Episcopal de Albania.
Su excelencia, ¿cómo ha sido acogida desde la comunidad episcopal y desde el pueblo, el reciente nombramiento de George Frendo como arzobispo de Tirana?
Como un don de Dios, porque esperábamos que el Santo Padre pudiera dar un pastor a la Diócesis de Tirana, que alberga cierta importancia por ser la capital de Albania. En mi opinión ha escogido bien, nombrando a un ex-auxiliar, es una elección muy bella. Monseñor ha estado ahí durante muchos años, ha sido Vicario General, Auxiliar y creo que es la persona más indicada para llevar a cabo este servicio. Será el día tres cuando haga el ingreso oficial y comience su servicio pastoral como arzobispo en Tirana. Pienso que ha sido una elección muy positiva.
El pasado cinco de noviembre fueron beatificados 38 mártires albaneses que fueron asesinados por el régimen comunista. ¿Cómo es de importante su testimonio, para el pueblo albanés y para lograr combatir tantos sentimientos anti religiosos que hay hoy en día?
Ha sido un dato positivo: un proceso que ha durado tantos años y que finalmente ha visto la luz en el día de la beatificación. El 26 de abril el Papa Francisco firmó el decreto de beatificación y después el 5 de noviembre el cardenal Amato, su delegado, proclamó 38 beatos mártires, Mons. Prennushi y 37 compañeros mártires. Ha sido una gran fiesta para el pueblo, estuvieron presentes muchos obispos de toda Europa, diferentes cardenales y muchos sacerdotes. Habiendo algunos sacerdotes mártires de origen italiano o croata, vinieron de muchos lugares donde estos habían nacido. Vinieron muchos de Croacia y naturalmente de Albania y del Kosovo. Ha sido un río de gente y una alegría extraordinaria; como algunos me han escrito, hemos vivido un clima celestial.
Albania es una tierra donde hay presencia de varias religiones, no solamente la cristiana. ¿Cómo es la situación actual de convivencia entre las diferentes confesiones, no sólo de la cristiana-católica, sino de otras religiones?
La convivencia es buena. Por ejemplo en la Mesa del cardenal Simoni ayer en el Consistorio estaba presente el jefe de la comunidad musulmana Bektashi y esto ha sido muy importante. Vivimos una buena convivencia y esperamos que perdure esta armonía y, sobre todo como el Papa nos ha enseñado, debemos colaborar con los hermanos, aunque sea difícil. Esta es el ideal que, a veces con dificultad, se realiza. Nos debemos esforzar para lograrlo.
¿Cómo ha afectado la visita del Santo Padre a Tirana, hace ya dos años, a la Iglesia albanesa? ¿Cuáles son las enseñanzas que esta visita dejó al pueblo albanés?
Su visita hace ya dos años hoy ha sido culminada con el nombramiento de Ernest Simoni, el sacerdote que el Papa Francisco ha abrazado en la Basílica y que tanto le ha conmovido. Fue un sacerdote que sufrió por Cristo y por ello ha recibido los honores del mundo entero. Este testimonio, unido al de los beatos mártires, debe servir a todos los albaneses y sobre todo a nosotros los católicos para ser un símbolo vivo de nuestro pueblo.
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