Asra Q. Nomani se define como «uno de esos votantes silenciosos de Trump». Esta musulmana residente en EEUU explica que las revelaciones de donaciones multimillonarias de Qatar y Arabia Saudí a la Fundación Clinton «mataron» su apoyo a Clinton.
«Confío en los Estados Unidos y no compro la exageración política que ha demonizado a Trump y a sus simpatizantes». Así de rotunda se muestra Asra Q. Nomani en una entrevista publicada por el Washington Post.
Esta musulmana de 51 años, exreportera de The Wall Street Journal y cofundadora del Movimiento de Reforma Musulmana, defiende ser uno de esos «votantes silenciosos de Trump», al mismo tiempo que asegura no ser «ni fanática, ni racista, ni supremacista blanca».
En dicha entrevista, la mujer explica la razón por la que ha votado al republicano en el histórico «supermartes». A pesar de que Asra apoya algunas posiciones del partido demócrata (respecto a la unión de homosexuales o al cambio climático) asegura que «las revelaciones de donaciones multimillonarias de Qatar y Arabia Saudí a la Fundación Clinton mataron mi apoyo a Clinton».
«Lo que más me preocupó fue la influencia de las dictaduras musulmanas teocráticas, incluyendo Qatar y Arabia Saudita, en una América Hillary Clinton. Estas dictaduras son incapaces de ofrecer derechos humanos fundamentales y vías de acceso a la ciudadanía a inmigrantes de la India y refugiados de Siria», denuncia Asra.
Asimismo, asegura que se ha opuesto a la decisión de Obama y el Partido Demócrata de bailar alrededor del ‘Islam’ del Estado Islámico. Defiende que «la retórica de Trump ha sido mucho más que indiscreta y que la gente puede tener diferencias políticas con sus proclamas, pero para mí, han sido exageradas y demonizadas por los gobiernos de Qatar y Arabia Saudita».
«Sus canales de comunicación, como Al Jazeera, y sus representantes en Occidente, lo han utilizado como una conveniente distracción al tema que más me preocupa como ser humano en de esta tierra: el Islam extremista que ha derramado sangre desde en los pasillos del hotel Taj Mahal en Mumbai, a la pista de baile de la discoteca Pulse en Orlando, Florida», ha sentenciado.
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Yo también hubiera votado, sin duda alguna, a D. TRUMP. Basta ya de tantas mentiras de la izquierda.
En cambio Hilaria, financiada por los abortistas y Arabia Saudí, que también financia el ISIS, se une con el ISIS para reconducir a los católicos a religión sin dogmas. Eso sí, ella sí puede predicar los nuevos dogmas genderianos, como sacerdotisa mayor de la nueva religión fundamentalista laicista.
Hillary se ha financiado con los más corruptos del mundo, entre otros.