Ha comenzado su homilía recordando al sacerdote Jacques Hamel, martirizado en Ruan hace pocos meses, quien afirmaba: «La santidad es un don de Dios. Es Él el que nos hace santos. No tengamos miedo de la santidad». Tomando como base estas palabras, el prefecto de la Congregación de Causas de los Santos ha afirmado que el padre Hamel «no tuvo miedo de la santidad, no tuvo miedo del martirio, como tampoco estos cuatro benedictinos mártires. Ellos no tuvieron miedo del martirio, de entregar la vida como supremo testimonio de fe».
Estos benedictinos «fueron fusilados en su patria a sangre fría, no por ser malhechores, sino por ser sacerdotes. ¿Cómo fue posible que hombres mansos e inocentes hayan sido brutalmente maltratados y asesinados? El clima sociopolítico de los años 30 se caracterizó por una manifestación de terror con la Iglesia, una persecución cruenta. Explotó el odio contra sacerdotes, religiosos y laicos. En aquel período hubo tinieblas sobre la tierra. En enemigo de Dios logró por breve tiempo bañar de sangre inocente esta tierra bendita».
Entonces, «¿por qué la Iglesia reabre esta página de la historia?», se ha preguntado el cardenal Amato. «Porque quiere conservar la memoria de los justos, no de la injusticia que sufrieron»; la memoria de «una escuadra inmensa de fieles españoles que han sacrificado su vida para impedir la descristianización de España». Pero además, con esta celebración «la Iglesia quiere amonestar a todos, creyentes y no creyentes, a no repetir más esa historia de horror y de muerte, a crear hoy gestos de vida y encuentro, de acogida y comprensión, al ejemplo de estos mártires». La iglesia invita a todos hoy «a la mansedumbre, la fraternidad y la alegría».
La celebración ha sido concelebrada por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro; el cardenal arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco, y el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, así como por los arzobispos de Burgos, Tarragona, Bilbao, Alcalá de Henares y el obispo benedictino argentino monseñor Martín de Elizalde, el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, y numerosos abades y priores de monasterios benedictinos de España y de Francia.
La ceremonia de beatificación se completa con dos Eucaristías de acción de gracias: este domingo, en el priorato de Nuestra Señora de Montserrat, en Madrid, a las 12 horas; y el sábado 5 de noviembre, en el monasterio de Silos, a las 12 horas.
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También hoy día los mansos y humildes católicos somos brutalmente maltratados y asesinados espiritualmente a manos del misericordioso Bergoglio.
Porque había mucha rabia acumulada contra una institución que había colaborado con el poder y abandonado a los necesitados
Miguel,
por esa regla de tres las víctimas de cualquier cosa pueden dar rienda suelta a su rabia acumulada matando a cualquier inocente
Miguel, ¿ colaborado con el poder ? ¡ pero si el poder la estaba machacando todo lo que podía ! Por favor, repasa la historia. Te van a suspender.
La Iglesia se perdió a los científicos en el siglo XVIII y a los obreros en el siglo XIX. En España apoyó el régimen corrupto de la restauración borbónica y en el siglo XX se alió con la burguesía frente a los obreros. El concordato de 1851 le otorgó el control de la Educación y la Sanidad sobre todo en las provincias y la dictadura de Primo de Rivera la usó para afianzarse ideológicamente. La Iglesia estaba asociada a la monarquía, con la que cayó en 1931 y se posicionó desde el principio contra la legítima República (Santos, 2009). No justifico el asesinato, respondo a la pregunta del Nuncio.