Benedicto XVI cuenta en el libro ‘Últimas conversaciones’ su opinión acerca del Papa Francisco y la manera en la que está llevando su pontificado.
¿No le resulta a Ud. su sucesor quizá un poco impetuoso, un poco excéntrico?
(Risas). Cada persona tiene su temperamento. Uno es quizá un poco reservado, otro tal vez algo más dinámico de lo que imaginaba. Pero me gusta que salga tan directamente al encuentro de las personas. Por supuesto, me pregunto cuánto tiempo podrá mantener eso. Pues estrechar doscientas manos o más todos los miércoles, etc., cuesta mucha energía. Pero eso se lo dejamos al buen Dios.
¿No tiene, pues, ningún problema con las formas del Papa Francisco?
No. al contrario, me parece bien.
Se dice que está siempre a disposición de su sucesor. ¿Recurre éste realmente a su experiencia, le pide consejo?
Por lo general, no existe motivo para ello. Me ha preguntado sobre determinados asuntos, también en relación con la entrevista que concedió a La Civiltà Cattolica. Eso lo hago, por supuesto; me manifiesto sobre lo que me pregunta. Pero en conjunto estoy muy contento de que no se me suela involucrar.
¿Significa eso que tampoco recibió antes de su promulgación la primera exhortación apostólica del Papa Francisco, la Evangelii gaudium?
No. Pero en contrapartida me escribió una muy bella carta personal con su minúscula letra. Es mucho más pequeña que la mía. En comparación con él, yo escribo con una letra grande. La carta era muy cariñosa; en este sentido, acogí esta exhortación apostólica de un modo especial.
Así pues, ¿no ve por ninguna parte una ruptura con su pontificado?
No. Naturalmente cabe malinterpretar algunos pasajes, para luego afirmar que ahora todo es muy distinto. Si se sacan pasajes de contexto si se aíslan, se pueden construir antítesis: pero estas desaparecen cuando se considera el conjunto, quizá hay nuevos acentos, cómo no, pero no antítesis.
Tras el tiempo que de pontificado que lleva el Papa Francisco, ¿está usted contento?
Sí. En la Iglesia se respira una nueva frescura, una nueva alegría, un nuevo carisma que llega a las personas; y todo eso es, sin duda, algo hermoso.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Esas entrevistas son de fechas poco posteriores a su elección. También yo era un entusiasta de Bergoglio. Creía que conjugaba a la perfección doctrina y cercanía. Luego me percaté que está destrozando la doctrina en pro de la vía luterana. Le pido que se marche y nos deje en paz a los católicos, a quienes nos falta al respeto a diario.
Hay un magnífico artículo de Antonio Socci, un pensador que resultó decepcionado por Bergoglio, al respecto. Os recomiendo su lectura, pues hay muchos enigmas http://www.antoniosocci.com/un-libro-pieno-enigmi-strani-segnali/
No sé porqué Benedicto dice lo que dice, sí sé que a Bergoglio le crecen por todas partes los opositores, incluidos sacerdotes, obispos y cardenales por haber abierto la comunión a los adúlteros , por inducir a los países cristianos al autosuicidio al recibir a la invasión musulmana promovida por los poderes masónicos para acabar con nuestra fe, por ir a celebrar la reforma protestante, o sea la debacle de la fe más portentosa que ha sucedido nunca en la historia del catolicismo y por dejar a una luterana que comulgue si su conciencia se lo permite. Sólo por citar algunas pinceladas.
No creo que sea necesario ser adivino para entender que el gran Benedicto XVI, al preguntarle por quien es el actual Papa, no esta obligado a decir todo lo que sabe y, tampoco todo lo que piensa. Una entrevista, es una entrevista, y las respuestas, uno las adapta al interlocutor que escucha, pero eso no quiere decir que lo que dice, responde a lo que piensa. Simplemente por razones de prudencia.
No hace mucho, cierto periodista que «supuestamente» le entrevistó, afirmó que según lo que había respondido Benedicto a una pregunta sobre este tema de su renuncia, «dijo» que las motivaciones de su renuncia, respondían más bien a que estaba relacionado con cierto cansancio de subir y bajar escaleras en sus viajes por el mundo. Sin comentarios.
Yo hablaria de los «silencios» de BENEDICTO XVI.
Realmente no sabemos los motivos de su, cuando menos extraña, abdicacion. Menos aun sabremos, tal vez nunca, que piensa de su, este si abiertamente extraño, sucesor, tan diferente, en todo, a el.
Si sabemos lo que muchos catolicos, practicantes, pensamos del Señor Berdoglio, la mía no la doy pues no me publicarian el comentario. Si les digo que, cada dia, me siento mas y mas proximo a la Fraternidad de San Pio X.
De todos modos hay un hecho muy elocuente. El Papa emérito, siendo emérito. corrigió un artículo teológico de su juventud a fin de no propiciar ambigüedades sobre el acceso a la comunión de los divorciados resposados civilmente. No obstante lo cual, Bergoglio se atreve a invocar ahora al Espíritu Santo para darla, pero un espíritu que contradice a Jesucristo respecto a la indisolubilidad del matrimonio tiene que ser necesariamente un espíritu diabólico. Así que ya se ve en manos de quien hemos caído. Que Dios nos auxilie.