En diciembre de 2014, el diario flamenco De Morgen publicaba una entrevista con el obispo de Amberes, Johan Bonny, en la que el prelado defendía ser partidario del reconocimiento por parte de la Iglesia católica de las relaciones homosexuales y bisexuales.
“Debemos buscar en el seno de la Iglesia un reconocimiento formal de la relación que también está presente en numerosas parejas bisexuales y homosexuales. Al igual que en la sociedad existe una diversidad de marcos jurídicos para las parejas, debería también haber una diversidad de formas de reconocimiento en el seno de la Iglesia”, sentenciaba el obispo de Amberes.
Ahora, dos años más tarde de las polémicas declaraciones, Bonny vuelve a situarse fuera de la Iglesia. En su último libro ‘Église et famille: ce qui pourrait changer‘ (Iglesia y la Familia: esto podría cambiar) -que se publicará el próximo 11 de octubre- el obispo sugiere que las parejas de homosexuales, divorciados y católicos vueltos a casar y las parejas que vivan sin haberse casado, deben recibir «algún tipo de bendición en la Iglesia». Para ello propone una «diversidad de rituales» que reconozcan la «exclusividad y estabilidad de la relación».
En su libro, donde cuenta sus conversaciones con el teólogo Roger Burgraeve (gran defensor de la homosexualidad) y con el periodista Ilse Van Halst, el prelado de Amberes defiende que «no podemos seguir afirmando que no hay otras formas de amor aparte del matrimonio heterosexual. Nos encontramos con el mismo amor en un hombre y una mujer que conviven juntos, así como en parejas de gays y de lesbianas». El obispo también defiende que cualquier «tipo de relación de amor» puede tener la intención de ser «exclusiva y duradera», por lo que también «merece reconocimiento».
«¿Hay que tratar de forzar todo en un único e idéntico modelo? ¿No debemos evolucionar hacia una diversidad de rituales en los que podemos reconocer la relación de amor entre homosexuales, incluso desde el punto de vista de la Iglesia y de la fe?», sugiere el obispo Johan Bonny.
Premiado por el lobby LGTB
Cabe recordar que en enero de 2015, la asociación Cavaria de defensa de los derechos de los homosexuales premió al obispo de Amberes por su petición de respeto a la Iglesia para este colectivo. El obispo pidió que se retirara su nombre de la lista de nominados y aseguró en una declaración a los medios de comunicación belgas que deseaba mantener su independencia frente al colectivo de homosexuales.
El libro se hace eco de las conversaciones del obispo de Amberes con el teólogo moralista Roger Burgraeve, favorable al reconocimiento de las parejas homosexuales, y con el periodista Ilse Van Halst.
El obispo asegura que «no podemos seguir afirmando que no hay otras forma de amor aparte del matrimonio heterosexual. Nos encontramos con el mismo amor en un hombre y una mujer que conviven juntos, así como en parejas de gays y de lesbianas».
Y añade: «La pregunta es: ¿Hay que tratar de forzar todo en un único e idéntico modelo? ¿No debemos evolucionar hacia una diversidad de rituales en los que podemos reconocer la relación de amor entre homosexuales, incluso desde el punto de vista de la Iglesia y de la fe?»
Mons. Bonny piensa que las parejas del mismo sexo no pueden expresar el vínculo profundamente simbólico entre la alteridad sexual y la fecundidad, lo que significa, explica, que no pueden lograr una verdadera unión sacramental. Pero aunque no puede haber sacramento, insiste en que cualquier tipo de «relación de amor» puede tener la intención de ser «exclusiva y duradera», lo cual, según el prelado, merece reconocimiento.
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Si Bonny bendice las uniones homo y Bergoglio bendice a Bonny, ergo ..
La sodomia y la pedofilia están imbricadas. Son pecado mortal y el mayor atentado contra las leyes naturales, morales y de Dios. Las uniones homo sin dichas prácticas son una falacia, aunque lo diga el papa.
Es el colmo de la impiedad y la perversión que un obispo de la Iglesia de Cristo pretenda que se reconozcan y se bendigan pecados nefandos, y que desde el Vaticano no se tomen las medidas disciplinarias correspondientes. Tal como están las cosas, casi habría que alegrarse de que no haya sido nombrado cardenal. Esta gente pervertida y sin fe se cisca en lo que Dios ha manifestado desde Sodoma y Gomorra sobre las relaciones homosexuales, y despojan a la Iglesia de todo rastro de santidad. «¡Corazones adúlteros! ¿No saben acaso que haciéndose amigos del mundo se hacen enemigos de Dios? Porque el que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios» (Sant 4,4).
Gracias a Dios que empieza a haber Obispos, sacerdotes/ religios@s y fieles que ven en los hombres y mujeres criaturas de Dios abiert@s al amor, sea como sea, pero sobretodo amor. Recordemos que Dios es Amor y nusitr@s imagen suya. Respetemos todas las opiniones y seamos felices,
Vicent. Una cosa es el respeto y otra el relativismo. El Papa Francisco, como el mismo Jesús y todos los cristianos, respetamos y queremos a las personas, sea cual sea su estado, pero eso no quiere decir que se bendigan uniones de personas del mismo sexo aunque tengan una cierta estabilidad emocional. La verdad se debe decir siempre, a tiempo y a destiempo. Somos hijos de la luz, la sal de la tierra «si la sal se vuelve sosa…»
¡Que el Señor ilumine a las personas y que S. MIguel nos defienda de las asechanzas del mal!
¿ Hacia donde se encamina el hombre del siglo XXI? Se encamina hacia su completa ruina, hoy queremos sacar a Dios de la sociedad y dar cabida a nuestros placeres y proyectos mezquinos que atentan contra la ley natural y promueven una cultura de muerte. Es triste saber de que quienes tienen el sagrado deber de promover la verdad revelada `por Dios se convierten en paladines de corrientes de pensamientos contrarias al querer de Dios. Oremos por nuestros pastores para que sean fieles a Dios y a su Iglesia. A mi perecer esta posición de Mons Bonny debería invalidarlo como candidato a la consagración cardinalicia, es más se le debería llamar la atención y si no corrige sus posturas debe ser sancionado y en el peor de los casos relegado de su responsabilidad como arzobispo, él representa a la Iglesia y sus enseñanzas son contrarias a la fe. Oraciones por nuestros pastores.
La Iglesia no puede bendecir situaciones objetivas de pecado. Esto no significa que no haya que acoger a las personas homosexuales, divorciadas o que viven otras situaciones irregulares, pero nunca podrá convertir el pecado en virtud; es preciso que los pastores tengan conciencia de ello, una cosa es el pecador y otra el pecado. Entonces, para que sirve el sacramento de la Penitencia, si no hay pecado, para murió Cristo, pues, como dijo san Pablo, Él vino para salvar a los pecadores. Acogida si, pero no bendición de situaciones objetivas de pecado, por mucho que se puedan querer, su estilo de vida no responde al plan de Dios sobre el hombre, llamado a unirse a la mujer en santo matrimonio. Y esto no es faltar a la misericordia, sino un exigencia de la misma, no se puede engañar al pecador con una falsa seguridad, hay que decir la verdad y buscar su conversión; eso es lo que hacia Cristo, advertir sobre las consecuencias del pecado y llamar a la conversión, no perdonar alegremente como si todo valiese, como algunos prelados nos quieren vender, ese no es el Cristo de la Iglesia, sino una versión adulterada del mismo. «Convertíos y creed en el Evangelio», dice el Señor, y no «Haced lo que os de la gana, por que os salvareis igual», eso lo dijo más bien Lutero, que afirmaba que se podía pecar cuanto quisiera mientras se tuviera fe.
Si la Iglesia, a la que respeto profundamente y quiero amar, fuera seria, este obispo estaría automaticamente cesado. Cualquier organización, sea empresarial, deportiva, política (bueno, Psoe actualmente aparte) en que un miembro va contra algo nuclear de la misma y, para más, en público, le cesan sino tiene la vergueza de irse él.
Hay que añadir a esto que llamar «amor» al sexo y la sexualidad es confundir términos. Hasta ya se hizo una película en España, dirigida por Pereira sino recuerdo mal, que se titulaba «¿Por qué le llaman amor cuando quiere decir sexo?».
La sexualidad se convierte en expresión de amor bajo unas características muy definidas, que implican el matrimonio entre hombre y mujer , y llevan a una «intima comunidad de vida y amor»(CVII). Pero es que, en el matrimonio católico, puede no tener lugar la posibilidad de sexo por diversos motivos como enfermedad, longevidad, etc. y sin embargo, sí que sigue existiendo ese amor que ya no está necesariamente sexuado. Los homosexuales o lesbianas tienen un amor torcido, ¿como puede llegarlo a tenerlo un pedófilo, un animalista o un fetichista?, se les puede comprender y ayudar pero nunca por el camino de decir que todo es igual y todo vale; sencillamente porque no es lo mismo lo bueno que lo malo, lo sano que lo enfermo, lo según naturaleza que puede engendrar hijos que lo que no aporta nada a la sociedad.
En definitiva, que le quiten por favor de obispo ,y se hagan luterano si quiere , pero que no moleste y ofenda a Dios y a los hombres.
De la misma manera que el hombre escribió la biblia, el hombre puede erradicar el odio hacia toda forma de amor, no tenemos que encasillar a la gente , ni juzgarla porque también entonces ustedes son pecadores. Ustedes mataron en nombre de Dios a millones de personas y ustedes han estado perseguidos por sus creencias hace 2000 años ¿ vamos a seguir persiguiendo el amor de dos homosexuales porque nos gusta nuestra sexualidad pero no la de otros? Veo mucha ignorancia y duele leer comentarios llamando pervertidos a los homosexuales, cuando todas las perversiones las han creado heterosexuales como vosotros.
He leído todos los comentarios y compruebo que padecen de ingenuidad. Nadie se atreve a dar el salto de de Bony a Bergoglio. Y yo me pregunto ¿ quien ha nombrado a Bony cardenal ? : Bergoglio. Y ¿ quien ha nombrado a Bergoglio Papa ? : La autodenominada Mafia de San Gallo, previa dimisión forzada de Benedicto XVI.
Miguel:
Los hombres que escribieron la Biblia no se la inventaron, sino que transcribieron lo dicho y hecho por Dios en la historia de la humanidad y de su pueblo elegido, Israel, del cual los cristianos forman parte por el bautismo; por lo tanto, es el colmo de la impiedad y la perversión pretender, contra lo manifestado por Dios, que las relaciones homosexuales no sigan siendo consideradas pecado.
Por otra parte, Jesucristo no solo mandó a los cristianos no odiar nadie, sino amar incluso a sus enemigos; por lo tanto, no pueden andar por allí matando a nadie en nombre de Dios.
Echenique:
Nadie ha nombrado cardenal a Bonny, afortunadamente.
Este pronto cardenal.