El Partido Laborista y los Verdes quieren impedir que se consulte a los australianos sobre la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo y pretenden que la medida se apruebe directamente en el Parlamento.
El pasado mes de septiembre, el Gobierno australiano acordó convocar un plebiscito el 11 de febrero para decidir si se modifica la actual Ley de Matrimonios con el fin de legalizar en el país los «matrimonios gays».
El primer ministro, Malcolm Turnbull, apoyó que se consultara a los australianos sobre este asunto a través de la pregunta: «¿Debería cambiarse la ley para permitir que parejas del mismo sexo contraigan matrimonio?». La consulta -sin carácter vinculante- sería el paso previo a la modificación de la Ley de Matrimonios para redefinir éstos como la unión entre «dos personas» y no entre «un hombre y una mujer», tal y como recoge la legislación actual.
Sin embargo, el Partido Laborista se ha opuesto a la consulta y a dar la opción a los ciudadanos australianos de pronunciarse acerca de si quieren que se modifique la legislación actual. Los laboristas sostienen que esa decisión debe ser adoptada directamente en el Parlamento sin realizar un plebiscito.
El líder laborista Bill Shorten, por su parte, ha alegado que la consulta es «cara y divisoria» y ha insistido en que una campaña en torno al plebiscito dañaría a los miembros de la comunidad LGTB. «Australia puede hacer que la igualdad de matrimonios sea una realidad hoy mediante un voto libre en el Parlamento, y eso lo que se debe hacer», ha añadido Shorten en rueda de prensa.
Los laboristas han anunciado que votarán en contra de la consulta durante el debate en el Parlamento. El Partido Verde y otros parlamentarios independientes se han unido a los laboristas y han anunciado que se opondrán a la propuesta gubernamental que aboga por consultar a los australianos sobre si quieren legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.
En declaraciones a la CNN, Lyle Shelton, director del Lobby Cristiano Australiano, ha acusado al Partido Laborista y a los Verdes de intentar negar al pueblo el derecho a expresarse en un tema que supondría un importante cambio social.
Australia acepta la unión civil de parejas del mismo sexo en varios de sus estados, pero la legislación de este país establece que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
En diciembre de 2013, el Tribunal Superior anuló una ley que permitía la celebración de «matrimonios homosexuales» en el Territorio de la Capital Australiana por considerar que contravenía la Ley Federal de Matrimonios de 1961.
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¡Eso es democracia, si señor! o sea por la puerta de atrás se aprueba lo que quieran y los demás a tragar lo que salga.
¡Que Dios los guíe y S. Miguel los guarde a los ciudadnaos australianos!
Alguno pensaba que por la distancia no había sectarismo en Australia???