Munilla explica que no juzgar no significa renunciar al criterio

|

juzgar

«Con la excusa de que no hay que faltar a la caridad, parece que olvidamos la verdad». El obispo Munilla explica en el programa de radio ‘Sexto Continente’ las distintas maneras de juzgar y los errores en los que solemos caer.

«Hay que educar el criterio de cómo se hacen bien las cosas». Munilla explica a los oyentes del programa de radio ‘Sexto Continente’ las distintas maneras de juzgar, y cómo muchas veces caemos en el error de creer que juzgar significa faltar a la caridad y al prójimo.

Munilla hace distinción entre dos tipos de juicio: «Una cosa es el juicio externo, el juicio sobre los criterios y sobre los hechos y otra cosa es el juicio interior, el juicio contra las personas». «Cuando Jesús dice ‘no juzguéis y no seréis juzgados’, no se refiere a que no tengamos criterio. Sino que se refiere al juicio interior de las personas, sobre su culpabilidad, sobre su bondad o maldad», explica.

«Tenemos que tener un juicio sobre la verdad o la mentira, sobre la bondad o maldad de los hechos en sí, sin entrar a juzgar a las personas interiormente», cuenta el obispo de San Sebastián.

A continuación, defiende que este «doble nivel» de la palabra juzgar hay que distinguirlo bien. Asegura que «juzgar los hecho es discernir, mientras que juzgar interiormente es acusar, que es en donde no debemos de entrar».

«Existe hoy en día una tendencia grande a confundir lo objetivo con lo subjetivo. Con la excusa de que no hay que faltar a la caridad, parece que olvidamos la verdad. Por fidelidad a unos principios de la verdad, parece que vamos a faltar. Es una falsa dialéctica, uno de los errores mas extendidos entre nosotros», defiende.

«Una falsa dialéctica de contraposición entre verdad y caridad . Esa contraposición no existe. Jesús es verdad y es caridad. Debemos estar atentos y ver donde está esa falsa contraposición», concluye el obispo.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
2 comentarios en “Munilla explica que no juzgar no significa renunciar al criterio
  1. El problema no es juzgar al pecador y condenarlo, que no está de moda; el problema es que, con tal de no juzgar al pecador, tampoco juzgamos al pecado. La hipocresía es la pleitesía que el vicio rinde a la virtud. Ahora ya no somos ni siquiera hipócritas. No somos nada. O quizás somos hipócritas redomados e irredimibles al llamar virtud al vicio. Observo en Munilla un afán obsesivo por querer estar con Juan Pablo II, con Benedicto XVI y con Francisco I simultáneamente. Y, al final, no está con ninguno.

  2. Yo siempre lo he entendido de esta forma: Uno ve hacer cosas depravadas a una persona, por p.ej. Una chica o chico promiscuos que se dedican hacer tríos o lo que sea. La conducta es mala y hay que condenarla y tratar de que la cambien. Pero juzgarles a ellos, pues no sabemos su pasado, porque quizás en su niñez tuviron ejemplos malos, una infancia difícil, ellos mismos se vieron violentados y obligados padecieron malos tratos o carencias. Cuántos delincuentes aprendieron el oficio de sus padres, o aprendieron a beber en familia o a drogarse o sus padres tuvieron muchas parejas. El hecho siempre está mal y hay que corregirlo, de la persona no sabemos su interior ni las circunstancias que le han llevado a determinado hecho. Hoy en día es difícil juzgar a las personas porque el ambiente está muy maleado y nadie se atreve a decir lo que está bien o lo que esá mal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles