Sarah aclara que la Misa Ad Orientem es perfectamente legítima

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misa ad orientem

En la página 254 de su nuevo libro, al que ha tenido acceso Sandro Magister, el prefecto de la Congregación para el Culto Divino vuelve a reivindicar la orientación Ad Orientem como algo beneficioso y conforme a la letra y el espíritu del Concilio. 

El pasado mes de julio, durante una conferencia de Sacra Liturgia en Londres, el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, pidió a los sacerdotes que volvieran a celebrar la Misa Ad Orientem, es decir, mirando hacia el este en lugar de cara al pueblo.

Sarah argumentó su petición con la siguiente afirmación: “Es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientación común, que los sacerdotes y los fieles se vuelvan juntos en la misma dirección – hacia el este o al menos hacia el ábside – al Señor que viene “.

Días después de que se hicieran públicas estas declaraciones, la Santa Sede emitió un comunicado en el que concluía: “No están, por lo tanto, previstas nuevas directrices litúrgicas a partir del próximo adviento como alguno ha deducido impropiamente de algunas palabras del cardenal Sarah, y es mejor evitar utilizar la expresión ‘reforma de la reforma’, refiriéndose a la liturgia, dado que a veces ha sido fuente de equívocos”.

Sin embargo, el mismo día en el que la sala de prensa del Vaticano emitía el citado comunicado, el cardenal Sarah publicó en la web “Sacra Liturgia” el texto oficial y completo de su conferencia, al tiempo que sostenía que “no retiraba nada” de cuanto había dicho.

En su nuevo libro -al que ha tenido acceso el vaticanista Sandro Magister– el cardenal Sarah vuelve a insistir en que sería beneficioso que sacerdotes y fieles miren juntos hacia oriente en la celebración de la Eucaristía y recuerda que se trata de una forma de obrar «absolutamente legítima» y conforme a la letra y el espíritu del Concilio.

A continuación, puede leer las palabras del cardenal Sarah respecto a la Misa Ad Orientem publicadas en su nuevo libro «La fuerza del silencio»:

No es suficiente prescribir simplemente más silencio. Para que cada uno comprenda que la liturgia nos vuelve interiormente hacia el Señor, sería beneficioso que durante las celebraciones, todos juntos – sacerdotes y fieles – estemos corporalmente vueltos hacia oriente, simbolizado por el ábside.

Esta manera de obrar resulta absolutamente legítima. Es conforme a la letra y al espíritu del Concilio. Los testimonios de los primeros siglos de la Iglesia abundan. “Cuando estamos de pie para rezar, nos volvemos hacia oriente”, afirma san Agustín, haciéndose eco de una tradición que se remonta, según san Basilio, a los Apóstoles mismos. Las Iglesias fueron diseñadas para la oración de las primeras comunidades cristianas, las Constituciones apostólicas defendían en el siglo IV que ellas estuviesen orientadas hacia el este. Y cuando el altar está en el oeste, como en San Pedro de Roma, el oficiante debe volverse hacia el este y ponerse de cara al pueblo.

Esta orientación corporal de la oración no es más que el signo de una orientación interior. […] ¿El sacerdote no invita al pueblo de Dios a seguirlo al comienzo de la gran plegaria eucarística, diciendo: “Elevemos nuestros corazones”, a lo que el pueblo le responde: “Los tenemos levantados hacia el Señor”?

Como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, tengo que recordar de nuevo que la celebración “versus orientem” está autorizada por las rúbricas del Misal, pues ella proviene de la tradición apostólica. No es necesaria una autorización particular para celebrar de este modo, pueblo y sacerdote, vueltos hacia el Señor. Si materialmente no es posible celebrar “ad orientem”, se debe necesariamente poner una cruz sobre el altar, bien a la vista, como punto de referencia para todos. Cristo en la cruz es el Oriente cristiano.

(Traducción en español de José Arturo Quarracino)

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Comentarios
10 comentarios en “Sarah aclara que la Misa Ad Orientem es perfectamente legítima
  1. Tenía toda la razón mons. Thomas Roberts, S.J., arzobispo de Bombay de 1937 a 1950, cuando afirmaba que a algunos miembros de la Curia romana les vendría bien «una inquisición de la Inquisición». A Sarah, por ejemplo.
    Ah, y la misa cara al pueblo, que igualmente se dice cara a Dios, porque Dios está en todas partes, es también perfectamente legítima.
    En la Capilla Sixtina, desde los tiempos del beato Pablo VI, se colocaba un altar para celebrar la misa «coram populi». ¿Dónde está?

  2. El cardenal Sarah es un gran hombre de Dios. Sólo hay que leer su libro «Dios o nada» para conocer la profundidad de sus reflexiones sobre la Eucaristía y su amor a Dios. No me extraña que reivindique que todos miremos hacia Dios en el Sagrario y estoy totalmente de acuerdo. Sé que su profunda fe y cercanía a Dios mueven sus acciones, a pesar de que sean desaprobadas por este mundo tan «moderno». Que Dios lo bendiga.

  3. Bueno, bueno, bueno. …..
    Parece que la misa»culo al pueblo» ha pasado de ser obligatoria hace unos meses a ser «conveniente» después y ahora solamente legítima.
    Sarah reculandum.
    Dios protege a su pueblo de pastores indignos como este

  4. Javier Ejias, no mientas! Nunca dijo que «obligaba». SIEMPRE dijo que era CONVENIENTE!!!
    Con la mentira no agradas a Dios, por más que no te convenga…
    Y eso de «culo al pueblo» me parece un despropósito.
    Se nota dónde está tu corazón porqe de lo que está lleno el corazón, habla la boca… y la tuya se ve dónde está… «en el culo del pueblo»

  5. Extraordinario hombre de Dios el cardenal Sarah. Yo soy profesor y siento sus palabras y su ejemplo como una inspiración. Como Violeta, yo también pido a Dios que le dé muchas fuerzas para seguir ayudando a este mundo y a sus pobladores.

  6. Reitero mi idea: hace unos días, me fui imposible. ¿Quizá censura?. En 1917, Moscú, los bolcheviques preparaban la revolución de octubre. A los pocos metros, el sínodo de la Iglesia Ortodoxa discutía el color de Septuagésima. Hoy, el mundo se derrumba, por la tragedia de los inmigrantes, la corrupción, el cambio climático… y el «hombre extraordinario Card. Sarah dice que la solución es celebrar con la mira en el oriente. «!Válame Dios! Ves en las que estamos, Pedro, y tú cortando orejas».

    1. Nada tiene que ver el reecontrarse con su pueblo a celebrar la sagrada Eucaristía que es un ofrecimiento para Dios, no para el pueblo. El pueblo debe de entender eso, la misa es para Dios, todos juntos hacia Dios, todos juntos viendo a Dios de frente al Sagrario incluido el sacerdote quien ya no estará distraído viendo al pueblo si no viendo a su Dios.

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