Colombia rechaza la rendición ante las FARC

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El ‘acuerdo de paz’ firmado hace una semana por el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC no entrará en vigor. Así lo han querido los 47 millones de colombianos llamados a las urnas al plebiscito celebrado este domingo, donde el ‘no’ ha vencido por un estrecho margen a aquellos partidarios de aceptar la llamada «rendición de Santos» al narcotráfico.

Y es que el ‘no sumó’  6.430.170 votos, un 50,22 %, frente a los 6.371.911 sufragios del «sí», que representaron un 49,77 %. Una ventaja de 0,45 años que anula el acuerdo de La Habana, que legitimaba a la guerrilla políticamente y permitía a sus líderes una salida al conflicto sin pagar sus delitos.

 

El pasado 26 de septiembre, el presidente Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño alias ‘Timochenko’ firmaban una suerte de Tratado de Versalles para los colombianos en un clima de expectación general que contó con la sonrojante aprobación del rey emérito español.

Ahora, sin embargo, la posición de Santos queda muy comprometida. Desde el comienzo de su mandato, el presidente colombiano ha aceptado las condiciones de las FARC «en pro de la paz», sin contar con la opinión de la mayoría del país. Timochenko tuvo la oportunidad de pedir perdón en el acto de Cartagena, pero el guerrillero se contentó con palabras vagas sin referencia a las víctimas de un conflicto que se prolonga por 52 años.

En su comparecencia ante los medios, Santos reconoció que la victoria del ‘no’ abre «una nueva realidad política» y aceptó el resultado «aunque haya sido por muy poco margen». No habló del futuro con las FARC, aunque ha trascendido que los negociadores viajaron de inmediato a La Habana para encontrarse con los guerrilleros, que esperaban copa y puro en mano, literalmente, que los colombianos aceptaran su derrota.

Con respecto al cese al fuego que entró en vigor el pasado 29 de agosto, Santos garantizó que sigue vigente y que la votación «no afectará a este acuerdo». «Mi obligación es mantener el orden público y seguir negociando por la paz», sentenció.

Esta previsto que este lunes se reúnan todas las fuerzas políticas del país en un encuentro de Estado, incluidos los partidarios del ‘no’, para, en palabras de Santos, «abrir un diálogo que determine el camino a seguir».

‘Tenemos voluntad de continuar en paz’

El clima en La Habana, por su parte, era muy diferente al vivido en las calles de Colombia. Los jefes de las FARC se preparaban para una noche histórica en la que celebrar su victoria, pero no fue así. El revés para ‘Timochenko’ también es importante. Las condiciones del acuerdo eran muy favorables pa

«Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia lamentan profundamente que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor haya influido en la opinión de la población colombiana», aseguró ‘Timochenko’

Al igual que las fuerzas políticas colombianas, el equipo negociador de las FARC mantendrá un encuentro a lo largo de la jornada para «analizar con calma todos los detalles».

«Con el resultado de hoy, sabemos que nuestro reto como movimiento político es todavía más grande y nos requiere más fuertes para construir la paz estable y duradera», aseveró Timochenko.

‘Es necesario un pacto nacional’

El gran triunfador de la jornada ha sido sin duda el expresidenteÁlvaro Uribe, defensor a ultranza del ‘no’ y de tratar de terminar con un conflicto «sin recordar a las víctimas». «Es el momento de sentarnos a negociar y realizar un gran pacto nacional», explicó.

ra la guerrilla y no parece probable que en las siguientes negociaciones puedan ni siquiera acercarse.

Uribe, senador del Centro Democrático, invitó a la reflexión a la comunidad internacional que apoyó el acuerdo con las FARC, y pidió que en el marco de un acuerdo nacional se escuchen las razones de su oposición a lo pactado.

«Sabemos que nuestros compatriotas del ‘sí’, al recibir el mensaje de nuestra buena voluntad, nos escucharán y los escucharemos, pedimos lo mismo al Gobierno, a sus negociadores y a la comunidad internacional», puntualizó.

¿Por qué ‘no’?

El acuerdo suscrito entre Santos y ‘Timochenko’ estaba muy lejos de traer la estabilidad al país. La nueva Constitución no permitía su modificación y contaba con 297 páginas llenas de incongruencias.

El sistema penal “de paz” creaba un modelo de impunidad sin precedentes. Los propios jueces aseguraban ahora que los criminales de las FARC “no son tan malos” y muchos de ellos contaban con penas a la carta para poder salir en poco tiempo de prisión.

El proceso de paz también traía a Colombia una agricultura comunista. Estaba previsto que diez millones de hectáreas entraran a formar parte de una “economía campesina, familiar y comunitaria” que dominarían dominado económica, social y políticamente las FARC. El modelo agrario en estos terrenos fue tomado de Venezuela, donde el chavismo está matando de hambre a la población y la inflación ha crecido hasta alcanzar máximos históricos.

Además, las inversiones previstas en el campo superaban el presupuesto anual del país, por lo que el resto de zonas tenían que esperar para mejorar sus infraestructuras. Las FARC prometieron comida gratuita, alojamientos y pensiones para los nuevos trabajadores.

Las FARC tampoco se veían obligadas a entregar el dinero recibido gracias a los cientos de miles de crímenes cometidos. Los lucrativos ingresos del narcotráfico servirían para ganar elecciones, adquirir medios de comunicación y convertir a la guerrilla en la «dueña legal” del país.

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Comentarios
3 comentarios en “Colombia rechaza la rendición ante las FARC
  1. El Nuevo Orden Mundial nuevamente se topa con un obstáculo : el pueblo que no se resiste a ser sometido a dictámenes de sinvergüenzasu y ladrones que es lo que son los políticos.

  2. Un magnífico artículo, especialmente explicando el porqué del no al acuerdo. Ha faltado un detalle: explicar qué hacían personajes de todo tipo avalando con su presencia el inicuo acuerdo. Y qué papelón ha hecho el papa apoyándolo a bombo y platillo, arrastrando así por el polvo del apoyo al terrorismo a toda nuestra Iglesia.

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