Este miércoles 14 de septiembre, tendrá lugar en la residencia papal una misa de sufragio por Jacques Hamel, brutalmente asesinado el pasado mes de julio por dos islamistas radicales que le degollaron a los pies del altar en el que se encontraba celebrando la Santa Misa.
El Papa Francisco celebrará este miércoles en la capilla de su residencia, la Casa Santa Marta, una misa de sufragio por el párroco francés Jacques Hamel, asesinado por dos yihadistas en su iglesia de Saint Etienne du Rouvray, de la diócesis de Ruán, en Normandía, el pasado 26 de julio.
La oficina de prensa del Vaticano informó hoy de que asistirán a la misa un grupo de 80 peregrinos de la diócesis de Ruán y su obispo Dominique Lebrun.
Jacques Hamel, de 86 años de edad, fue degollado mientras oficiaba una misa en la parroquia de Saint Étienne du Rouvray por dos terroristas de 19 años, convirtiéndose en el primer sacerdote católico asesinado por miembros del ISIS en suelo europeo.
Los verdugos de este sacerdote mártir grabaron su crimen en vídeo. Tras recitar un sermón en árabe, obligaron al sacerdote de 86 años a arrodillarse y después le degollaron en el mismo altar en el que celebraba la Eucaristía cada día.
Durante el ataque, los yihadistas también hirieron de gravedad a un feligrés de edad avanzada antes de ser abatidos por la policía.
El pasado 2 de agosto se celebró el funeral de este sacerdote en la catedral de Ruán y estuvo presidido por el obispo de Ruán, Dominique Lebrunel, quien desveló durante la ceremonia que las últimas palabras de Jacques Hamel antes de ser degollado fueron: “Apártate Satanás”.
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¡No me digan! ¡Qué emoción!
Fue vergonzosa la actitud del Papa Francisco en relación al asesinato de este MÁRTIR. Creo que de esto se le pedirá mucha cuenta en el Juicio Final. Resulta que Dios le otorga la corona del martirio al padre Jacques Hamel y al Papa Francisco no se le ocurre otra cosa que ignorarla.
Hasta tuvieron que salir los mismos musulmanes a CONTRADECIRLE en sus palabras: «El mundo está en guerra», pero la que estamos viviendo «no es una guerra de religión». «No hablo de guerra de religión. Las religiones –concluyó–, todas las religiones, quieren la paz. ¡La guerra la quieren otros! ¡¿Entendido?!» ¿QUE NO ES UNA GUERRA DE RELIGIÓN?, le preguntaron.
Dijo el Papa Francisco: «Este santo sacerdote, que murió justamente en el momento en el que ofrecía la oración por la paz». Ni siquiera fue capaz de decir que el santo sacerdote estaba celebrando la Santa Misa. Que Dios lo perdone.