Robert Sarah sobre el yihadismo: ‘¿Cuántos muertos hacen falta? ¿Cuántas cabezas decapitadas?’

|

¿Cuántos muertos hacen falta para que los gobiernos europeos comprendan la situación en la que se encuentra Occidente? El cardenal guineano insta a Europa a despertar y reaccionar de la manera adecuada tras los últimos atentados perpetrados por el ISIS.

El Cardenal Sarah ha publicado a través de su perfil de Twitter un mensaje en el que insta a Occidente a despertar y reaccionar de la manera adecuada tras los últimos atentados perpetrados por el autodenominado Estado Islámico.

El cardenal guineano ha advertido en numerosas ocasiones acerca de las dos grandes amenazas de nuestro mundo hoy en día: El fundamentalismo islámico y la ideología de género.

Sarah califica estas realidades como “dos bestias apocalípticas” y ha recalcado más de una vez su origen demoníaco. Defiende que ambas exigen “una regla universal y totalitaria” y son “violentamente intolerantes, destructores de familias, la sociedad y la Iglesia, y son abiertamente cristianófobos”.

Según cuenta Infocatolica, su mensaje tras la toma de la Iglesia en Normandía este martes, donde dos yihadistas degollaron al sacerdote Jacques Hamel de 86 años, no se ha hecho esperar. “¿Cuántos muertos hacen falta para que los gobiernos europeos comprendan la situación en la que se encuentra Occidente? ¿Cuántas cabezas decapitadas?” Ha denunciado Sarah en la red social.

tuit sarah

En otro mensaje publicado en su perfil, el cardenal afirma que reza por el sacerdote francés asesinado por el ISIS, por los terroristas y por todo el pueblo francés. “Dios viene en nuestra ayuda”, ha concluido.

sarahh

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
7 comentarios en “Robert Sarah sobre el yihadismo: ‘¿Cuántos muertos hacen falta? ¿Cuántas cabezas decapitadas?’
  1. Son pocas las voces dentro de la Iglesia que hablan tan claro como la de los Cardenales Burke y Sarah sobre los grandes desafíos que hoy afronta la Iglesia. En este caso, ambos han hecho una llamada urgente para despertar a Occidente de su letargo y afrontar el problema del terrorismo islámico. En su fondo subyace la vieja obsesión del Islam de conquistar occidente algo en lo que fracasaron en el pasado por la cohesión política y espiritual de Europa, unida bajo el signo de la cruz y consciente de que estaba ante una lucha por la superviviencia; hoy, Occidente carece de esta cohesión, porque ha sido minada en lo espiritual por el laicismo y el progresismo eclesial que han debilitado su alma, narcotizándola y dejándola a merced del totalitarismo islámico, que se ha beneficiado del «buenismo» que impera en la sociedad y la Iglesia, y que de diferentes maneras esta tomando posiciones en la sociedad occidental para conquistarla. Sin un rearme moral y espiritual, sin el minimo deseo de supervivencia, Occidente estará a merced de estos barbaros que seguirán aterrándonos y chantajeándonos, hasta que logren su objetivo.

  2. El cardenal Robert Sarah no está bien informado; son los dirigentes europeos (especialmente la izquierda), quienes están detrás de todo todos los acontecimientos que estamos viviendo.

  3. Pero es que Sarah se pregunta algo a lo que ya ha dado respuesta el solo.
    Porque si relativismo y yihadismo son dos bestias del apocalípsis que trabajan par un mismo jefe, como quiere que los gobiernos europeos, rendidos al relativismo, sean quienes tomen medidas eficaces contra el yihadismo?
    Con un mismo jefe y señor (el demonio) no pueden sino hacer la vista gorda, tirar algunos fuegos de artificio para no perder elecciones o revolucionar a la manada que permanece atontada con el internet basura, la televisión basura, el egoísmo superficial, y una gran lejanía de toda luz que pueda despertarlo, a través de la imposición de un políticamente correcto, que lleva a la gente a tener verguenza de todo hecho religioso, y hasta adversión, que no es otra cosa que la acción del demonio de la acedia.
    La respuesta no vendrá de los gobiernos, ni de las armas. Vendrá de la oración, de la conversión y del testimonio valeroso de los mártires. No esperemos un nuevo Constantino, sino nazcamos de nuevo cada uno de nosotros a Jesús, y recemos para que nos envíe un Papa comprometido con las almas, por sobre cualquier acción social o humanista.
    Un papa que entienda que respetar la libertad religiosa es esencial, pero que su trabajo no es evitar la predicación que busca conversiones, sino lo contrario. Sino que discuta del tema con San Pablo, aunque para ello primero debería llegar al Cielo. Rezo por ello también, en los tiempos del Señor, y en Gracia, y lo pido para el Papa y para mí, para evitar mal pensados que busquen segundas interpretaciones que no las hay.

  4. Estoy harto de tanto marear con marear la perdiz con el poli bueno y poli malo.
    .
    El Santo Padre Francisco ha dicho que los asesinos islamistas no so musulmanes porque el Islam es la religión de la paz, no como los fanáticos católicos ultraconservadores que quieren parar las reformas del Papa sobre el divorcio y la comunión.
    .
    Así que acepte las palabras del Santo Padre, y si no que se vaya a su casa.

  5. Siento discrepar con este ultimo comentario. Que el Islam sea la religión de la paz es algo que históricamente no se sostiene y, como estamos comprobando, tampoco en la actualidad puede afirmarse. El Islam, al contrario que el Cristianismo en sus inicios, se expandio por la espada y no por la palabra, como lo demuestra la conquista de Egipto, el Norte de Africa y la misma España; fue el Islam el que hizo desaparecer la Iglesia norteafricana cuna de Tertuliano y san Agustín, y no precisamente por la predicación. Puede que haya musulmanes pacificos, como también hay cristianos violentos, pero en su esencia el Islam es una religión totalitaria (la misma palabra «islam» significa «sumisión»), en donde las minorías religiosas o se convierten o viven esclavizadas, como ocurrio en la España musulmana con el martirio de los mozárabes.
    Por otra parte, cabe recordar que lo que diga el Papa en una rueda de prensa no es «dogma de fe», sino una opinión personal, que para nada obliga en conciencia a aceptar. Dentro de este ambiente de lo «políticamente correcto» Francisco tiene que decir que el Islam es una religión de paz y rechazar la idea de que estamos ante una guerra de religión; para los musulmanes, sobre todo, para los extremistas su lucha contra Occidente es una Guerra Santa, una Yihad, lo queramos o no reconocer, aunque para nuestra mentalidad laica, no se trate de un choque religioso, cuando en realidad lo es. Benedicto XVI si que puso el dedo en la llaga en Ratisbona y por eso se le echaron encima todos los biempensantes de dentro y fuera de la Iglesia, cosa que con el actual no ocurre porque sabe nadar y guardar la ropa.
    Finalmente, perdone por no compartir su fobia contra los que usted llama «ultraconservadores», porque también tienen derecho a la vida, como los progres por muy alejados de la Verdad que estén e intenten manipularla a su antojo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles