La vuelta al mundo de Antonio Spadaro a costa de los jesuitas (I)

|

El Papa Francisco ha criticado en numerosas ocasiones lo que llama «curas de aeropuerto», que dedican su ministerio a viajar de terminal en terminal. Hacemos un repaso al pasaporte de Antonio Spadaro, máximo exponente de esta nueva corriente sacerdotal, pero por no saturar los servidores de Twitter, lo haremos en varias entregas.

 

Primera entrega: Spadaro antes de 2015. Se inicia paulatinamente en el arte de los hermanos Wright.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
6 comentarios en “La vuelta al mundo de Antonio Spadaro a costa de los jesuitas (I)
  1. Y San Ignacio viajaba de pie. No cean ustedes que el Papa Francisco le vaya a llamar la atención, pues juntamente a su escitor en la sombar Monseñor Manuel Fernández, es que el le ayuda a cocinar y proponer sus nuevas doctrinas.

  2. ¡Qué barbaridad! ¿Y qué co*o tiene que hacer el sujeto este en todos esos sitios?
    Y otra cosa: qué afán de notoriedad ¿no? No es muy normal esa «necesidad» de decirle a todo el mundo los aeropuertos en que está en cada momento.Aa

  3. ¡Qué barbaridad! ¿Y qué co*o tiene que hacer el sujeto este en todos esos sitios?
    Y otra cosa: qué afán de notoriedad ¿no? No es muy normal esa «necesidad» de decirle a todo el mundo los aeropuertos en que está en cada momento

  4. El mayor escándalo de nuestra Iglesia no es la pedrastía, por muy despreciable que sea este pecado.

    Porque el mayor pecado es uno que se comete en gran escala, y a la luz del día (considero que los caso de pedrastía son muy graves, pero son relativamente pocos en relación al número de sacerdotes, y se comete a escondidas del mundo, por lo que no son avalados por el resto de la iglesia).

    Este pecado, que si es generalizado, que se comete a la luz del día, y que por ello es consentido de alguna manera por la Iglesia toda, es el vivir de los dineros de la Iglesia, con desparpajo burgués.

    Es escandaloso ver un Cardenal como habitué de los restaurantes más caros de la ciudad. Más lo es si lo hace un obispo, y más aún si lo hace un sacerdote o una religiosa (al Cardenal le puede caber el manto de piedad de que su vida política de relación con altas esferas de la comunidad lo obliga un poco a moverse en ese mundo. Más escandaloso es cuando lo hacen monjes de clausura, que viven en monasterios que parecen palacios, en hermosos entornos naturales, con muchos metros cuadrados por monjes, para luego mantener frecuentes cenas con altos empresarios y señoras de sociedad, con todo el lujo incluído).

    Sobre los curas viajeros, y religiosos, a veces por buenos fines, nos encontramos con conferencistas profesionales, que se dan la gran vida, con la excusa del tema en el que son considerados expertos.

    Otros siguen fieles al Evangelio, y no viven en el lujo, pero si se la pasan en aviones, testimoniando peligrosas misiones que hace mucho que no viven, y a las que parece nunca van a volver.

    El caso de Spadaro (donde lo más grave no es el gasto en viajes, sino las ideas que difunde usando esos dineros), podemos suponer entre 20.000 y 30.000 euros anuales de pasajes, y vaya a saber si aloja en dependencias eclesiásticas o en hoteles, y en su caso cuán costosos sean estos.
    Esto es no es algo que sea generalizado en la Iglesia, pero si vemos muchos casos, donde simples sacerdotes o religiosas, al menos hacen un vuelo transocéanico al año, para visitar la familia, y entre dos y tres vuelos en el continente donde se radican, por motivos pastorales, capítulos, ejercicios, etc. En estos casos el presupuesto de vuelos no es tan escandaloso, pero nos habla de al menos 3.000 euros en el año.

    La pregunta es con que cara se toma el dinero de los fieles, que en principio es para sostener a la Iglesia, pero a una Iglesia que viva de acuerdo a las normas evangélicas de pobreza y sencillez.

    ¿Cómo se ha llegado a grados de secularización tal, que la mayoría de sacerdotes y religiosas se considera con derecho a estos gastos, y se compara con los seglares, para llegar a esta conclusión?

    ¿Se olvidan que su maestro, su modelo, es uno bien diverso del que vende el siglo?

    Algunos son inconcientes frente a realidades como campamentos enteros de refugiados en África o medio-oriente, muchos de ellos hermanos cristianos, que comen todo el mes con un presupuesto de 20 euoros. Otros lo saben o lo pueden saber, y se ponene excusas para creer que actúan bien. Estas excusas no vienen de Dios, sino del pecado y el egoísmo personal, de la falta de coherencia, de la tibieza, o de la falta de fe, que lamentablemente parece ser por sus expresiones públicas varias, el caso de Spadaro. Dios le de su Gracia para que se arrepienta, primero de pervertir la enseñanza de Cristo con sus interpretaciones humanistas faltas de fe; y luego de gastar menos, en ese orden.

  5. Vanidad de vanidades. De orar, estudiar las Escrituras, la Tradición y el Magisterio ni hablemos no?, puro aparenter, son los sofistas de esta nueva iglesia que han fundado los modernistas (notese la i minuscula).

    Mientras tantos los verdaderos hijos de la Iglesia estan en los monasterios, en las parroquias confesando y dispensando solemnemente los sacramentos, atendiendo a la Tradición o misionando en lugares indómitos en las condiciones mas pobres.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles