Rodrigo Duterte ha prometido reimplantar la pena de muerte y promover la anticoncepción y la esterilización a gran escala y ha arremetido contra la Iglesia por defender la vida y oponerse a las políticas de control de natalidad.
El nuevo presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha señalado que uno de los principales adversarios de su Gobierno es la Iglesia católica por su oposición a las políticas agresivas de control de natalidad y de esterilización.
En declaraciones en un programa de televisión de la ciudad filipina de Davao, Duterte acusó a la Iglesia de mantener al público «en total ignorancia» sobre el control de natalidad. «Le dice a los niños que van a ir al infierno. Siempre utilizan esto para asustarlos. Pero eso no es verdad. El infierno está aquí «, fue el discurso del actual presidente.
Tras asegurar que él fue víctima de los abusos de un sacerdote jesuita, Duterte afirmó que la Iglesia es «la institución más corrupta» y acusó a obispos y sacerdotes de tener amantes y de preocuparse por su bienestar económico mientras el pueblo filipino cada vez está más empobrecido.
La Iglesia católica filipina ha respondido a los ataques con un comunicado en el que la institución deja claro que si bien «tiene la intención de cooperar» con el nuevo presidente, se mantendrá vigilante para que no se vulnere la libertad de los ciudadanos.
Sócrates Villegas, presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, ha puesto de manifiesto que los obispos no dejarán de denunciar los errores y ha pedido al presidente que no considere a la Iglesia como «el enemigo». Asimismo, ha advertido a las autoridades que cuando el gobierno no tiene ética y desprecia los preceptos de la piedad, «la política comienza a oler mal».
Por su parte, el cardenal Tagle, arzobispo de Manila, envió una carta a los sacerdotes, capellanes, superiores de comunidades religiosas y escuelas católicas en la que instaba a realizar una novena para pedir por el nuevo gobierno en las fechas en las que tuvo lugar la celebración de investidura del nuevo presidente.
‘Tres es suficiente’
Duterte, elegido presidente el pasado 9 de mayo, ha mostrado en estas últimas semanas su empeño en reducir la tasa de natalidad de Filipinas como una forma de paliar la pobreza y en restablecer la pena de muerte en el país.
«Voy a volver a instalar el programa de planificación familiar. Tres es suficiente «, aseguró Duterte en referencia al número máximo de hijos que él considera que los filipinos deben tener. Estas declaraciones las realizó en el marco de un discurso en Davao, donde gobernó como alcalde y vicealcalde durante 22 años y donde logró desarrollar políticas de control de natalidad y esterilización que ahora quiere llevar al ámbito nacional.
En su empeño por imponer sus políticas de control de natalidad y esterilización, Duterte ha sido protagonista de los titulares de la prensa internacional por bromear con «cortar los penes» de aquellos hombres que se resistan a sus propuestas de vasectomías a gran escala.
Este objetivo del actual presidente de fomentar el control de la natalidad se ve obstaculizado por la Iglesia católica, que siempre se ha opuesto a los intentos de los sucesivos gobiernos de imponer el aborto y la anticoncepción. Esta institución también se opone a la pena de muerte que Duterte quiere reimplantar.
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Y los criminales elegidos en España? Y los cardenales españoles?
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Esas palabras son muy duras para la mayoría… Y dejaron de seguir a Cristo…
Como dijo Munilla en su último programa: el gran pecado de hoy tiene que ver con dejar el testimonio cristiano por hacer lo políticamente correcto en «tiempos del gender»…
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Aquí tenemos a Monseñor Osoro y al Eminentísimo Cardenal Blázquez.
Que tiemblen los políticos inmorales.