Una campaña de HazteOir.org recoge miles de firmas de ciudadanos que han querido salir en defensa de la libertad de expresión del arzobispo de Valencia.
En las últimas semanas, el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, se ha visto arropado por el apoyo de asociaciones y ciudadanos que han salido en defensa del prelado después de que éste se viera atacado por defender a la familia frente a la amenaza de la ideología de género.
La última muestra de apoyo ha sido la entrega en el Ayuntamiento de Valencia de 250.000 firmas de ciudadanos que exigen a las autoridades políticas que respeten el derecho a la libertad de expresión del arzobispo de Valencia.
El objetivo de esta campaña de recogida de firmas es pedir al alcalde y los concejales del Ayuntamiento de Valencia que no cumplan su amenaza de reprobar al cardenal Cañizares por hacer un llamamiento a defender la familia frente a las imposiciones del «imperio gay».
El encargado de presentar estas firmas en el Ayuntamiento de Valencia ha sido Ignacio Arsuaga, presidente de la asociación HazteOir.org que ha organizado varias campañas de apoyo al cardenal Cañizares. Las 250.000 firmas que apoyan la libertad de expresión de Cañizares proceden en su mayoría de España, Italia, Polonia y Francia, pero también de Rusia, Singapur o Australia.
Pero no sólo los ciudadanos han dado la razón al cardenal Cañizares, sino también la Justicia. La pasada semana, el juzgado de Instrucción nª 18 de Valencia rechazó una denuncia contra Cañizares por sus declaraciones contra la ideología de género.
Entre los motivos para archivar la denuncia, el juez expuso el derecho del arzobispo de Valencia a la libertad de expresión.
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un triste tigre lamenta que a nuestro portero sólo de esas 2oo mil firmas fueron menos de un tercio ESPAÑOL, y que lástima que lleven a juzgados a un obispo nuestro sólo por decir la verdad!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! al final fué verdad era un hombre SOLO sin tilde!
Yo firmé. Que el Señor nos bendiga. -No será ni la única ni la última vez que tengamos que pedir que se respeten nuestros derechos.