El gobernador de Texas denuncia que la resolución judicial a favor del negocio del aborto del Tribunal Supremo pone en riesgo la salud de las mujeres y supondrá la pérdida de muchas vidas inocentes.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha criticado el fallo del Tribunal Supremo estadounidense contra la ley de este estado que obliga a las clínicas abortistas a tener los mismos estándares quirúrgicos que un pequeño hospital.
Abbott ha asegurado a través de un comunicado que la decisión del Supremo «erosiona la autoridad legislativa de los Estados» como Texas que tratan de velar por la salud y la seguridad de las mujeres y obligan a las clínicas abortistas a cumplir unos estándares sanitarios mínimos.
El gobernador de Texas ha denunciado, asimismo, que esta resolución judicial supondrá la pérdida de muchas vidas inocentes y ha defendido que el principal objetivo del estado que dirige es la protección de las vidas de aquellos que no pueden valerse por sí mismos.
En el comunicado, Abbott se lamenta de que el Supremo no permita a Texas garantizar «los más altos estándares de salud y seguridad para las mujeres».
A pesar de la decisión del Supremo, los republicanos partidarios de la ley han asegurado que seguirán luchando para proteger la seguridad y la salud de las mujeres de Texas. El vicegobernador Dan Patrick se ha comprometido públicamente a revisar la ley para encontrar la forma de que sea aprobada por el Supremo.
«Estoy claramente a favor de la vida, pero si alguien va a tener un aborto, yo quiero que tengan en el entorno más seguro posible», ha asegurado Patrick en declaraciones recogidas por The New York Times.
El pasado lunes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos falló en contra de la ley del estado de Texas aprobada en 2013 que obligaba a las clínicas abortistas a cumplir con los mismos estándares quirúrgicos a los que deben someterse las demás clínicas y a tener acuerdos con hospitales situados a menos de 48 kilómetros para poder enviar a sus pacientes en caso de necesidad.
Desde que se aprobó esta ley en 2013, la mitad de las clínicas abortistas en Texas se han visto obligadas a cerrar por no cumplir con los requisitos sanitarios establecidos. Ahora, gracias al Supremo, los que hacen negocio de la muerte de niños en el vientre de su madre se muestran esperanzados de poder reabrir sus clínicas abortistas.
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