Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Valencia han emitido una nota con motivo de la convocatoria electoral en la que piden no apoyar «ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente».
Los obispos de Valencia, Alicante, Castellón, Mallorca, Ibiza y el administrador diocesano de Menorca han emitido una nota con motivo de las próximas elecciones para orientar a los cristianos que este 26 de junio tienen que acudir a las urnas.
Los obispos han puesto de manifiesto la relevancia de esta convocatoria electoral después del fracaso de los partidos políticos a la hora de formar gobierno tras las pasadas elecciones y han apelado al deber de los cristianos a ejercer su derecho al voto.
En la nota se aclara que no es la misión de los obispos decir a qué grupo político votar, pero sí ejercer su «derecho legítimo e inalienable» desde la libertad ayudar a formar las conciencias a la hora de emitir el voto.
Tras afirmar que ningún partido político es capaz de realizar plenamente los valores cristianos, los obispos han recomendado no contentarse «con el mal menor» y apoyar a aquellos partidos que defiendan los derechos fundamentales, en especial el derecho a la vida desde su concepción hasta su muerte natural.
También han pedido que se apoye a las formaciones que defiendan el derecho a la libertad religiosa y la objeción de conciencia, el derecho prioritario de los padres a educar a sus hijos y a elegir el centro que deseen, la libertad de expresión y el derecho a la información, entre otros derechos fundamentales.
«No podemos apoyar el establecimiento de ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente», recalcan los obispos, al tiempo que sostienen que los cristianos no pueden dar su voto a quienes «empleen la violencia, el odio, la mentira, la manipulación o la corrupción».
A continuación, la carta completa de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Valencia:
El próximo domingo, día 26 de junio, hemos sido convocados a ejercer libremente el derecho democrático de elegir nuestros representantes en el Congreso y en el Senado. Del resultado de las Elecciones saldrá un nuevo Gobierno de España. A nadie se le oculta la importancia que tiene esta convocatoria electoral, máxime tras el intento fallido del pasado 20 de diciembre. La situación, lo decimos y lo vemos todos, es complicada y nada fácil. Depende mucho de nuestra responsabilidad. Y esta responsabilidad entraña, en primer lugar, el deber de votar en ejercicio de nuestro derecho a votar y el deber de elegir responsablemente a nuestros representantes conforme a lo que nuestra conciencia nos dicte teniendo en cuenta el bien común para toda España, al tratarse de unas elecciones generales.
Son muchos los cristianos que nos han pedido a los Obispos que, como sus Pastores, les ofrezcamos alguna orientación ante la excepcional importancia del momento que vivimos. Y así lo hacemos en virtud de nuestra responsabilidad de Pastores y en ejercicio de nuestro derecho legítimo e inalienable de Obispos, desde la libertad que proclamamos para todos, nunca para orientarles sobre a qué grupo político concreto deben votar, puesto que la fe cristiana no es una ideología política ni puede ser identificada con ninguna de ellas, sino simple y sencillamente para ayudar a formar sus conciencias a la hora de emitir el voto, y hacerlo libre y responsablemente, en conciencia.
La Iglesia nunca determinará quiénes deben gobernarnos, pero sí debe proyectar la palabra de Dios sobre la sociedad cuando se trata de promover los derechos humanos, y la justicia, con la firme voluntad de que nosotros como hombres de Iglesia y el próximo Gobierno acertemos en las relaciones que respeten la mutua autonomía y libertad, estableciendo la colaboración constante en beneficio de todos.
Todos somos conscientes de nuestra responsabilidad y nuestro deber de votar en estas elecciones. Se trata de un derecho y de un deber. Al emitir el voto nos encontramos ante un acto, que, para ser consciente y maduro, requiere información y discernimiento sobre programas, métodos y personas con referencia siempre al bien común; tenemos la obligación, pues, de informarnos, sin olvidar que ningún partido político es capaz de realizar plena y satisfactoriamente los valores esenciales de la concepción cristiana de la vida y de la sociedad, y que el cristiano es libre para elegir entre los diversos partidos, programas y candidatos, pero siempre en coherencia con la fe cristiana y con los principios morales que le son consubstanciales. No podemos elegir a cualquiera; no da lo mismo uno que otro. No nos podemos contentar con el mal menor, sino que habrá que intentar conseguir el bien posible. Y para ello, entre otras cosas, habrá que tener muy en cuenta los bienes y valores que contiene y promueve la Constitución Española, que habrá de ser respetada y asumida por la formación política que se elija.
En coherencia con nuestra fe y con la Constitución hemos de apoyar a quienes favorezcan el desarrollo de la persona y apoyen el reconocimiento efectivo de los derechos fundamentales de todas las personas y de todos los ciudadanos; entre otros: el derecho a la vida desde su concepción hasta su muerte natural, la dignidad de toda persona, sus derechos inherentes e inalienables, el libre desarrollo de su personalidad, el respeto de los derechos de los demás, el derecho a la libertad religiosa personal y comunitaria y a la objeción de conciencia, el derecho a la educación y el derecho prioritario de los padres a educar a sus hijos y de hacerlo conforme a sus convicciones religiosas y morales, la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a elegir el centro que deseen para sus hijos, y el derecho de que estos reciban la formación y religiosas que desean para sus hijos; la libertad de expresión y el derecho a la información.
En consecuencia no podemos apoyar el establecimiento de ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente. Nuestro voto ha de ayudar a quienes de verdad y efectivamente trabajen por el bien común, por la justicia social y por la desaparición de desigualdades, por la atención prioritaria a los más pobres, a los inmigrantes, a los refugiados y a las periferias existenciales. Los cristianos no podemos colaborar con quienes empleen la violencia, el odio, la mentira, la manipulación o la corrupción para conseguir sus fines: en los proyectos políticos y sociales se ha de buscar siempre favorecer la convivencia y la solidaridad, el diálogo y la cooperación, la unidad y la concordia entre todos los españoles, sin exclusiones. La generosidad y la grandeza de ánimo, y poner la mirada por encima de todo en España debieran ser notas de los dirigentes a elegir. En cualquier caso, habrá que elegir las fuerzas políticas que sean más favorables para la vida moral y justa de nuestra sociedad al servicio siempre del bien común de todos: personas, grupos y familias.
+ Antonio Cardenal Cañizares LLovera, Arzobispo de Valencia
+ Jesús Murgui Soriano, Obispo de Orihuela – Alicante
+ Javier Salinas Viñals, Obispo de Mallorca
+ Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe Castellón
+ Vicente Juan Segura, Obispo de Ibiza
+ Esteban Escudero Torres, Obispo Auxiliar de Valencia
Gerard Villalonga Hellín, Administrador Diocesano de Menorca
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Sí, sí es misión de los obispos decir a quien votar: al que favorezca la expansión de las ideas católicas en la sociedad. Decir que hay que promover los derechos humanos es no decir nada, pues lo que entiende Podemos por ese concepto, no es lo mismo que lo que entendemos los católicos. ¿Es mucho pedir no votar a los que atacan nuestra fé? Por cierto, votaré a VOX: ni aborto, ni autonomías.
Ya es tarde.
Muy largo para no decir nada en concreto. Recuerda el discurso del Alcalde de «Bienvenido Mr Marshall»:
«Son muchos los cristianos que nos han pedido a los Obispos que, como sus Pastores, LES OFREZCAMOS ALGUNA ORIENTACIÓN ante la excepcional importancia del momento que vivimos. Y ASÍ LO HACEMOS en virtud de nuestra responsabilidad de Pastores y en ejercicio de nuestro derecho legítimo e inalienable de Obispos, desde la libertad que proclamamos para todos, NUNCA PARA ORIENTARLES sobre a qué grupo político concreto deben votar,»
Su orientación es no dar ninguna orientación, salvo la de orientar que se debe votar a un partido cristiano de esos que no existen,porque como bien dicen «ningún partido político es capaz de realizar plenamente los valores cristianos».
Me ha quedado clarísimo.
Por cierto, si no se puede votar a partidos tipo «mal menor» (léase el PP), ¿cómo es que no toman ninguna medida eclesiástica a ninguno de sus cristianísimos y destacadísimos miembros?. A ver si resulta que no se les puede votar, pero si se puede ser presidente y ministro de sus gobiernos.
Yo también estoy harta del voto útil… con 186 escaños taparon el agujero de la economía pero ni siquiera hicieron reformas importantes. Y no recuerdo ningunas elecciones en las que no se invocara al miedo… el miedo a Zp, a Rubalcaba… ahora a Podemos. Pues yo quiero que Vox entre en el Congreso… con el voto del miedo nunca haremos nada.
¿A qué juegan los comentaristas que hacen propaganda de VOX, engañando a los votantes con el cuento de que es un partido «anti-abortista»? VOX lleva en su programa electoral la derogación de la Ley del Aborto de ZP para reinstaurar la Ley del Aborto de Felipe Gónzalez (ambas, leyes socialistas abortistas). Dejen de engañar a los católicos, por favor.
Estos obispos son bastante cobardones. Para no decir nada mejor seguir callados.
parece ofender al padre Munilla quien nunca quiso decir eso, y le seguí sexto continente contra sexto CONTINENTE esto es simplemente TRISTE!! PRIETAS LAS FILAS…ya pero el padre Munilla no está fuera de juego! Dad alas a los verdaderos enemigos…..al final lo crucificamos???????????
Ay Dios mío!
Nunca pensé que me iban a eliminar una reflexión mía en este foro y ya van dos. Tan enloquecida estan las posturas en esta hora. Lo que es, es aunque se censure.
Yo voy a votar a Vox porque defiende la vida y es el mas se acerca a mi condicion de catolico
Espero que de a conocer su programa aunque sea desplegando banderas españolas en Gibraltar y… Pero que lo conozcamos y no solo a su presidente Santiago Abascal. Animo!
Reiterativo. Larguísimo.
Debemos votar. Tenemos la obligación. Para evitar que suban al poder los enemigos de la Religión,
Eso es lo único que queda claro.
No perdamos nuestro tiempo
En esas lamentaciones.
Criticando a los Obispos
Por tibias declaraciones……….
Debemos tener bien claro
Con vista a las elecciones.
Que debemos de VOTAR.
No valen las abstenciones…………….
Debemos hablar de Dios
En todas las ocasiones.
Es un pecado mortal.
Permitir que unas opciones
Que no quieren Religión.
Regulen nuestras acciones…………
Tenemos que procurar
Difundir nuestras visiones.
Que somos HIJOS DE DIOS..
No admitimos opresiones………..
LA ABSTENCIÓN ES UN PECADO MORTAL
HAY QUE EVITAR QUE NOS GOBIERNEN
LOS QUE QUIEREN SUPRIMIR A DIOS
*
No perdamos nuestro tiempo/
En esas lamentaciones./
Criticando a los Obispos/
Por tibias declaraciones………./
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Debemos tener bien claro,/
Con vista a las elecciones./
Que debemos de VOTAR:/
No valen las abstenciones……………./
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Debemos hablar de Dios/
En todas las ocasiones./
Es un pecado mortal../
Permitir que unas opciones/
Que no quieren Religión,/
Regulen nuestras acciones…………/
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Tenemos que procurar/
Difundir nuestras visiones./
Que somos HIJOS DE DIOS../
No admitimos opresiones………../
Muy agradecidos por la orientación y el recuerdo de ser coherentes con la fe que profesamos, ojala el resto de de los fieles tuvieran pastores valientes que dijeran la Verdad para que pudieran mejor discernir entre tanta mentira e hipocresía. Que el Señor y su Santa Madre bendigan a España y nos ayuden a elegir bien.
En estas elecciones, los cristianos tenemos la obligación de VOTAR.
La abstención es un grava pecado de omisión.
El cristiano está obligado, ante Cristo Jesús, a predicar el Evangelio a todas las gentes, en el mundo entero. Sin limitaciones. Por lo tanto, debe elegir alguno de los partidos políticos que le dejan Libertad para difundir la Buena Nueva.
Un verdadero cristiano NO puede votar a los partidos políticos que pretenden suprimir la Religión, la Iglesia y a Dios, de la sociedad. Sería una incongruencia y un pecado grave conceder su voto a quienes se declaran, con toda claridad, enemigos de Jesucristo. En cualquier partido político que fomente el sacrilegio o la blasfemia.
Abstenerse de votar no es un pecado grave que a uno lo lleve al infierno. En vez de lamentarse, los católicos han de reflexionar acerca del hecho de que tienen nula influencia en la política. Las propuestas de todos los partidos son en bastantes aspectos contrarios a la ley natural, y ni què decir tiene de la Doctrina Social de la Iglesia. He visto que el Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, ha venido haciendo unas reflexiones interesantes sobre este tema en un blog. Los que tienen que actuar son los laicos, pero no està mal que los obispos los guien con la doctrina.
cuando algunos obispos se dejaran de tibiezes y ambiguedades.No pasa nada por decir que TODOS los partidos no merecen el voto de los CRISSTIANOS escepto VOX que ha demostrado ir de FRENTE.
¡¡Arriba Esspaña y Viva Crissto Rey!!