El Santo Padre ratifica que los siervos de Dios José Antón Gómez, y tres compañeros sacerdotes de la Orden de San Benito, fueron asesinados por odio a la fe en 1936.
El martes 26 de abril el Santo Padre recibió en audiencia al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y ha reconocido el martirio de cuatro sacerdotes asesinados durante la Guerra Civil Española.
El Papa Francisco ha reconocido el martirio de los siervos de Dios José Antón Gómez, y tres compañeros sacerdotes de la Orden de San Benito, asesinados por odio a la fe en 1936 durante la persecución religiosa.
Según recoge Religión en Libertad, el Padre Prior José Antón Gómez era políglota e intelectual, profesor de humanidades de los oblatos en el Monasterio de Silos, bibliotecario, consejero… Fue prior del monasterio de Montserrat de Madrid. Lo asesinaron a las puertas de Madrid, en la carretera de Andalucía, el 25-26 de septiembre de 1936.
El Padre Antolín Pablos Villanueva era el subprior y tenía 69 años. Fue misionero en México, fundando en la capital azteca el convento de San Rafael. Volvió a España obligado por la Revolución mexicana, un régimen ferozmente laicista que expulsó a los religiosos extranjeros. Fue asesinado en Soto de Aldovea, en Torrejón de Ardoz, el 8 de noviembre de 1936.
El Padre Rafael Alcocer Martínez era un escritor y conferenciante brillante, que publicó libros sobre literatura árabe y obras biográficas sobre Santo Domingo de Silos y Santa Teresa, además de trabajos sobre el Año Litúrgico. Eran populares sus conferencias en la Universidad de Madrid y en el Ateneo de Valladolid. Fue asesinado el 5 de octubre de 1936.
El Padre Luis Vidaurrázaga González fue asesinado siendo joven, en La Elipa, junto a las tapias del Cementerio de la Almudena el 31 de diciembre de 1936. Los que le conocieron destacaban su discreción y amor al oficio divino y a la Liturgia.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando