Musulmanes degüellan a un cristiano discapacitado en Pakistán

por Redacción | 12 abril, 2016

Al grito de «Alá es grande» y «Acabemos con el infiel», Nazeer Masih fue asesinado con un arma blanca. Su rostro había sido desfigurado por los cortes y varias partes de su cuerpo habían sido mutiladas.  El calvario de los cristianos en Pakistán continúa y cada vez se conocen más casos que muestran la terrible persecución religiosa perpetrada por el fundamentalismo islámico en el país. Una de las últimas víctimas del odio religioso ha sido Nazeer Masih, un cristiano discapacitado asesinado a sangre fría por varios musulmanes. Nazeer, cristiano paquistaní de 50 años, trabajaba para un pequeño negocio inmobiliario en la localidad de Wandala Dayal Shahel, cerca del barrio cristiano de Lahore. El pasado 5 de abril, tuvo un enfrentamiento con dos musulmanes a los que Nazeer acusaba de traficar con drogas, según relata la Asociación Británica de Cristianos Paquistaníes. Otras fuentes como la Agencia Fides aseguran, sin embargo, que el conflicto se originó por una deuda reclamada por Nazeer a los musulmanes. A pesar de las discrepancias en relación al motivo del enfrentamiento, lo que sí es seguro es que horas más tarde de que éste se produjera, Nazeer apareció muerto. Había sido degollado, tenía el rostro desfigurado con un arma blanca y varias partes de su cuerpo habían sido cortadas. Mientras asesinaban a cuchilladas a su víctima, los agresores gritaban «Alá es grande» y «Terminamos con el infiel». Los gritos atrajeron a los vecinos, que acudieron al lugar de los hechos e hicieron huir a los asesinos de Nazeer, según informa Pakistan Christian Post. El hijo de la víctima llegó al lugar alertado por los vecinos y encontró el cuerpo mutilado de su padre. En declaraciones a la Asociación Británica de Cristianos Paquistaníes aseguró que la imagen de su padre atacado de forma salvaje como si fuera un animal y rodeado de un charco de sangre le perseguirá de por vida. La familia denunció ante la policía lo sucedido, pero aún no se han producido detenciones. En vez de obtener justicia, la familia ha sufrido presiones para llegar a un acuerdo con los asesinos que descuartizaron a Nazir. «Este no es el primer incidente de persecución de los cristianos en nuestro pueblo, los musulmanes locales están siempre creando problemas para nuestra comunidad cristiana», denuncia Alfred Azam, líder cristiano de la zona que relata cómo los traficantes musulmanes intentan vender droga a los jóvenes cristianos.  Según el testimonio de este líder cristiano, cuando los jóvenes cristianos se niegan a consumir drogas son golpeados y obligados a tomarlas para conseguir provocar su adicción.